PROGRAMA PARROQUIAL:VIERNES, 03 DE FEBREROPARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Viernes de la Semana IV del T. O., en la Parroquia, (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la Semana IV del T. O., en la Parroquia, (a las 19.30 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Viernes de la Semana IV del T. O., en la Parroquia, (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
Portada
SANTORAL DE HOY
Elogio: San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, en tiempo del emperador Licinio padeció el martirio en la ciudad de Sebaste, en la antigua Armenia.
Patronazgos: patrono de decenas de ciudades, especialmente de Italia, de médicos, músicos, comerciantes de lana, sastres, zapateros, sombrereros, tejedores, curtidores, panaderos, molineros, albañiles y yeseros, tambien de los animales de compañía, los caballos y los animales salvajes; protector para pedir un buena confesión, también protector de dolores y males de garganta, tos, enfermedades urinarias, sangrado, úlceras, cólicos, dolor de muelas, peste, enfermedades de la infancia.
Tradiciones, refranes, devociones: Hiela las Candelas, 30 días con ellas; hiela San Blas, 30 más.
Por San Blas ajete, mete uno y sacarás siete
Por San Blas, higuera plantarás e higos comerás
Por San Blas la cigüeña verás, si la vieres año de bienes, si no la vieres año de nieves.
Por San Blas, la cigüeña verás, si no la ves mal año es. (3 de febrero)
San Blas cura de la garganta, al mozo que come y que no canta.
En algunas iglesias se realiza la «bendición de las gargantas», al finalizar la misa de san Blas, se colocan, cruzadas, dos candelas -que pueden haber sido bendecidas el día anterior o con una bendición propia para el día 3- sobre la garganta y se reza: «Por la intercesión de S. Blas, obispo y mártir, te libre de todo mal de la garganta y de cualquier otro mal. Amén». Antiguamente esta bendición se realizaba aplicando sobre la garganta una reliquia del santo, por lo que no podía realizarse en cualquier iglesia.
Cuando un chico se atraganta hay que hacerle levantar los brazos, y darle palmadas en la espalda diciendo «san Blas, san Blas».
Elogio: San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, en tiempo del emperador Licinio padeció el martirio en la ciudad de Sebaste, en la antigua Armenia.
Patronazgos: patrono de decenas de ciudades, especialmente de Italia, de médicos, músicos, comerciantes de lana, sastres, zapateros, sombrereros, tejedores, curtidores, panaderos, molineros, albañiles y yeseros, tambien de los animales de compañía, los caballos y los animales salvajes; protector para pedir un buena confesión, también protector de dolores y males de garganta, tos, enfermedades urinarias, sangrado, úlceras, cólicos, dolor de muelas, peste, enfermedades de la infancia.
Tradiciones, refranes, devociones: Hiela las Candelas, 30 días con ellas; hiela San Blas, 30 más.
Por San Blas ajete, mete uno y sacarás siete
Por San Blas, higuera plantarás e higos comerás
Por San Blas la cigüeña verás, si la vieres año de bienes, si no la vieres año de nieves.
Por San Blas, la cigüeña verás, si no la ves mal año es. (3 de febrero)
San Blas cura de la garganta, al mozo que come y que no canta.
En algunas iglesias se realiza la «bendición de las gargantas», al finalizar la misa de san Blas, se colocan, cruzadas, dos candelas -que pueden haber sido bendecidas el día anterior o con una bendición propia para el día 3- sobre la garganta y se reza: «Por la intercesión de S. Blas, obispo y mártir, te libre de todo mal de la garganta y de cualquier otro mal. Amén». Antiguamente esta bendición se realizaba aplicando sobre la garganta una reliquia del santo, por lo que no podía realizarse en cualquier iglesia.
Cuando un chico se atraganta hay que hacerle levantar los brazos, y darle palmadas en la espalda diciendo «san Blas, san Blas».
Santos Simeón y Ana, santos del NT
En Jerusalén, conmemoración de los santos Simeón, anciano honrado y piadoso, y Ana, viuda y profetisa, que merecieron saludar a Jesus niño como Mesías y Salvador, esperanza y redención de Israel, en el momento en que, según la ley, fue presentado en el Templo.
San Celerino, lector y mártir
En Cartago, ciudad de África, san Celerino, lector y mártir, que confesó denodadamente a Cristo en la cárcel, entre azotes, cadenas y otros suplicios, siguiendo las huellas de su abuela Celerina, anteriormente coronada por el martirio, y de sus tíos paterno y materno, Lorenzo e Ignacio, que, tras haber servido en campamentos militares, llegaron a ser soldados de Dios y obtuvieron del Señor palmas y coronas con su gloriosa pasión.
San Leonio, presbítero
En Poitiers, en Aquitania, san Leonio, presbítero, que fue discípulo de san Hilario.
Santos Teridio de Gap y Remedio de Gap, obispos
En Gap, en la región de Provenza, en la Galia, santos Teridio y Remedio, obispos.
San Lupicino de Lyon, obispo
En Lyon, en la Galia, san Lupicino, obispo, que vivió en la época de la persecución desencadenada bajo los vándalos.
San Adelino, abad y presbítero
En el monasterio de Celle, en Hanonia, san Adelino, presbítero y abad.
Santa Wereburga, abadesa
En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, fundadora de varios monasterios.
Santa Berlinda, virgen
En Meerbeke, en Brabante, santa Berlinda, virgen, que se distinguió por su vida religiosa de pobreza y caridad.
Beato Helinando, monje
En el monasterio cisterciense de Froidemont, en la región de Beauvais, en Francia, beato Helinando, monje, el cual, después de haber vivido como trovador itinerante, abrazó la vida humilde y escondida en el claustro.
Beato Juan Nelson, presbítero y mártir
En Londres, en Inglaterra, beato Juan Nelson, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, por haber negado la suprema potestad de la reina Isabel I en lo referente a la vida del espíritu, fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn.
Beato Justo Takayama Ukon, mártir
En Manila, Filipinas, beato Justo Takayama Ukon, que renunció a su alta posición social como samurai, y a sus riquezas, por amor a Cristo y que a causa de los maltratos que sufrió en su patria por quienes odiaban su fe, murió en el exilio.
Santa María de San Ignacio Thévenet, virgen y fundadora
En Lyon, en Francia, santa María de San Ignacio (Claudina) Thévenet, virgen, la cual, movida por la caridad, con ánimo esforzado fundó la Congregación de Hermanas de Jesús y María, para la formación espiritual de las jóvenes, especialmente de condición humilde.
Beata María Ana Rivier, virgen y fundadora
En Bourg-Saint-Andéol, en la región de Viviers, en Francia, beata María Ana Rivier, virgen, que en tiempo de la Revolución Francesa, cuando se suprimieron todas las órdenes y congregaciones religiosas, instituyó la Congregación de Hermanas de la Presentación de María, para educar en la fe al pueblo cristiano.
Beata María Elena Stollenwerk, virgen y fundadora
En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwerk, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, tras haber cesado en la función de superiora, se entregó a la adoración perpetua.
Beato Alois Andritzki, presbítero y mártir
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato Alois Andritzki, sacerdote y mártir, víctima de un régimen contrario a Dios.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria de san Blas (rojo) o de la memoria de san Óscar (blanco).
MISAL: para la feria
cualquier formulario permitido (véase pág. 71, n. 5) / para la memoria de san
Blas 1.ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para un mártir) o de
pastores (para un obispo), o de un domingo del T.O. / para la memoria de san
Óscar 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores
(para misioneros) u obispos, o de un domingo del
T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Heb 13, 1-8. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
- Sal 26. R. El Señor es mi luz y mi salvación.
- Mc 6, 14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha
resucitado.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las
Horas: oficio de feria o de una de las memorias.
Martirologio: elogs. del 4 de
febrero, pág. 146.
CALENDARIOS:
Religiosas de Jesús y María: Santa Claudina Thevenet, religiosa (S).
Segorbe-Castellón:
Castellón-ciudad: San Blas (F).
HH. de la
Presentación de María: Santa María Rivier, religiosa (F).
Agustinos: Beato Esteban
Bellesini, presbítero (MO).
Mínimos: San Nicolás de
Longobardi, religioso (MO).
Servitas: Beato Joaquín
de Siena, religioso (MO).
Ourense: Santos
Francisco Blanco y compañeros, mártires (ML).
Palencia: San Julián,
obispo (ML).
Dominicos: Beato Pedro de
Ruffía, presbítero y mártir, o beato Antonio
Pavoni, presbítero y mártir, o beato Bartolomé
Cerveri, presbítero y mártir
(ML).
Paúles e Hijas
de la Caridad: Beata Josefina Nicoli, virgen (ML).
Orden
Premonstratense: Difuntos de la Orden, familiares y bienhechores.
Almería: Aniversario de la muerte de Mons. Rosendo Álvarez Gastón,
obispo, emérito (2014).
JUEVES IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Verde Feria o san Blas, obispo y mártir
o san Oscar, obispo* MR, pp. 703 (692) y 943 (935) / Lecc. I, p. 575
El culto a san Blas, obispo de Sebaste (Armenia),
hacia el año 320, se extendió por el Occidente desde el siglo XI gracias a
todos los milagros que la tradición le atribuía. Se le conoce como abogado
especial de enfermedades de la garganta. Se han construido desde entonces
muchos templos en su honor.
“HERODES OFRECIÓ UN BANQUETE…”
En la Biblia hay varios relatos de martirio, como el
de los Macabeos (2 Mac 6, 18-31) y el de Esteban (Hech 6, 8 7, 60). El
degollamiento de Juan el Bautista pertenece a esa forma narrativa. Sin embargo,
su ubicación en el Evangelio de Marcos sugiere algo más que una historia de
martirio. Se encuentra no al inicio del ministerio de Jesús, cerca de su
bautismo por Juan, sino en medio de éste, después de la misión de los
discípulos (6, 6-13) Y antes de la multiplicación de los panes (8, 1-9). Por lo
tanto, implica que la muerte de Jesús, prefigurada por la de Juan, es la fuente
de la misión salvadora de sus discípulos. También sugiere que la eucaristía,
prefigurada por la multiplicación de panes, debe ser el reverso del banquete
sensual y violento de Herodes.
Antífona de entrada Cfr. Lc 12, 42
El siervo fiel y prudente fue
constituido como padre de su familia, para repartirles a su tiempo el alimento.
Escucha, Señor, a tu pueblo
que, con la ayuda del mártir san Blas,
te suplica le concedas gozar de paz en la vida presente,
y tu auxilio para alcanzar la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los Hebreos (Hb 13. 1-8)
HERMANOS:
Conservad el amor fraterno y no olvidéis la
hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, “hospedaron” a ángeles.
Acordaos de los presos como si estuvierais presos
con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne.
Que todos respeten el matrimonio; el lecho nupcial,
que nadie lo mancille, porque a los impuros y adúlteros Dios los juzgará.
Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que
tengáis, pues él mismo dijo:
«Nunca te dejaré ni te abandonaré»; así tendremos valor para decir:
«El Señor es mi auxilio: nada temo;
¿qué podrá hacerme el hombre?».
Acordaos de vuestros guías, que os anunciaron la
palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe.
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Te alabamos, Señor.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación. Hb 13. 1-8
V/. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/. Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/. Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/.Tu rostro buscaré, Señor.
No me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 6,
14-29)
EN AQUEL TIEMPO, como la fama de Jesús se había
extendido, el rey Herodes oyó hablar de él.
Unos decían:
«Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso las fuerzas
milagrosas actúan en él».
Otros decían:
«Es Elias».
Otros:
«Es un profeta como los antiguos».
Herodes, al oírlo, decía:
«Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado».
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo
había metido en la cárcel encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con
Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito
tener a la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no
podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y
santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con
gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños,
dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de
Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a
Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
«Pídeme lo que quieras, que te lo daré».
Y le juró:
«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».
Ella salió a preguntarle a su madre:
«¿Qué le pido?».
La madre le contestó:
«La cabeza de Juan el Bautista».
Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey
y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se puso muy triste; pero por el juramento y
los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que
trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en
una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el
cadáver y lo pusieron en un sepulcro.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
que te presentamos en la festividad de san Blas,
y concédenos, como esperamos, obtener por ellas
el auxilio de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión cfr. Mc 16,17-18
Éstos
son los milagros que acompañarán a los que hayan creído, dice el Señor:
arrojarán demonios, impondrán las manos a los enfermos, y éstos quedarán sanos.
Oración después de la comunión
alimentados con el Cuerpo y la Sangre preciosos de tu Hijo,
te pedimos que cuanto hemos celebrado con fervor,
lo recibamos como prenda de segura redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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