19 de febrero - DOMINGO VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)



  DOMINGO DE LA SEMANA VII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
  Oficio del Domingo de la Semana III del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo III: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta     Nona Vísperas - Completas)
 


PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 19 DE FEBRERO

PARROQUIA DEL CARMEN:

Eucaristía del Domingo VII del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

Eucaristía del Domingo VII del Tiempo Ordinario, en la Parroquia, (a las 12.30 h.).



NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Homilía del Domingo de la Semana VII del T.O.
(19.02.2023)


Portada

Para 2050 los católicos africanos podrían ser un tercio del total de católicos

8 fuerzas que en pocos años pueden hacer de África el futuro de la Iglesia Católica

El próximo 22 de febrero comienza su nueva campaña de oración de Cuaresma con energías renovadas

Más ciudades, rescates y miles de voluntarios: 40 Días por la Vida sueña con el cierre de abortorios

Todo lo que debes saber sobre las apariciones de la Virgen a Santa Bernadette

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Vídeos

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Otras noticias

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Opinión

  «La Cina è vicina» o por qué debemos reducir el aborto en España, por Josep Miró i Ardèvol

Blogs

  La farsa del Sí es sí: la reforma, también en el guión , por En cuerpo y alma

  Hoy el reto del amor es que plantes sin miedo , por El Reto Del Amor

  Otros oídos. Comentario para Matrimonios: Marcos 7, 31- 37 , por ProyectoAmorConyugal.es

SANTORAL DE HOY



Elogio: En la región cántabra de Liébana, en Hispania, san Beato, presbítero y monje del monasterio de San Martín de Turieno, que defendió la fe contra la herejía adopcionista y escribió un célebre Comentario sobre el Apocalipsis.



Elogio: En Neto, en Sicilia, beato Conrado Confalonieri de Piacenza, eremita de la Tercera Orden Regular de San Francisco, el cual, abandonando los atractivos seculares, cultivó durante más de cuarenta años una vida austera de oración y penitencia.
refieren a este santo: Beato Guillermo Cuffitelli.



Elogio: En Córdoba, en la región española de Andalucía, conmemoración del beato Alvaro, presbítero de la Orden de Predicadores, célebre por su predicación y la contemplación de la Pasión del Señor.


   Santos Monjes y compañeros de Palestina, mártires   

Conmemoración de los santos monjes y demás mártires que en Palestina fueron víctimas, a causa de su fe cristiana, de crueles tormentos por parte de los sarracenos acaudillados por Alamondir.

   San Mansueto de Milán, obispo

En Milán, de Lombardía, san Mansueto, obispo, que luchó firmemente contra la herejía de los monotelitas.

   San Barbado de Benevento, obispo   

Cerca de Benevento, en la Campania, san Barbado, obispo, de quien se cuenta que convirtió al pueblo de los longobardos, junto con su caudillo.

   San Jorge de Vabres, monje

En el monasterio de Vabres, en la región de Rodez, en Aquitania, san Jorge, monje.

   San Proclo, monje   

En Bisignano, cerca de Cosenza, en Calabria, san Proclo, monje, que, muy bien formado doctrinalmente, se convirtió en heraldo de la vida monástica.

   San Bonifacio de Lausana, obispo   

En el monasterio de Camera, cerca de Bruselas, en Brabante, sepultura de san Bonifacio, que fue obispo de Lausana y después abrazó la vida ascética junto al monasterio cisterciense del lugar.

   Beata Isabel Picenardi, virgen   

En Mantua, en Lombardía, beata Isabel Picenardi, virgen, la cual, habiendo vestido el hábito de la Orden de los Siervos de María, se consagró a Dios en su casa paterna y recibió frecuentemente la comunión eucarística. Se dedicó a la celebración de la Liturgia de las Horas, a la meditación de las Sagradas Escrituras y a la devoción a la Santísima Virgen.

   Santa Lucía Yi Zhenmei, virgen y mártir   

En la aldea de Kaiyang, cerca de Mianyang, en la provincia china de En Guizhou, santa Lucía Yi Zhenmei, virgen y mártir, que fue decapitada por confesarse católica.

   Beato Juan Sullivan, presbítero   

En Dublin, Irlanda, beato Juan Sullivan, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, cuyas virtudes, vividas en grado heroico, desplegó en el campo de la educación de los jóvenes.

   Beato José Zaplata, religioso y mártir   

En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato José Zaplata, religioso de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y mártir, que, condenado a un atroz encarcelamiento por razón de su fe, enfermó gravemente y consumó su martirio.


LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.

LECC.: vol. I (A).

- Lev 19, 1-2. 17-18. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
- Sal 102. R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- 1 Cor 3, 16-23. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
- Mt 5, 38-48. Amad a vuestros enemigos.

Ya en el Antiguo Testamento Dios llamaba a los hijos de Israel a ser santos «porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo» (1 Lect). En el Evangelio de hoy Cristo nos llama a ser perfectos, como nuestro Padre celestial es perfecto. Esa vocación a la santidad la llevaremos a cabo en a través del amor al prójimo. Un amor que nos debe llevar a querer incluso a nuestros enemigos, ya que el Señor es compasivo y misericordioso, y no nos trata como merecen nuestros pecados (Sal resp). Hoy tiene un realce especial la petición del padrenuestro: «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden».

- Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 20 de febrero, pág. 172.

CALENDARIOS: Coria-Cáceres: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Jesús Pulido Arriero, obispo (2022).

RITOS INICIALES

INTRODUCCIÓN
El mandamiento del amor de Nuestro Señor Jesucristo, no conoce restricciones, ni excepciones. El mandamiento del amor es universal y se dirige a todos los hombres. 

El amor al prójimo al cual estamos llamados, tiene una medida y es la medida del amor que Cristo tiene por nosotros. Estamos invitados a amar por el amor de Dios, por los mismos motivos del Señor; es decir, de manera desinteresada, con amor purísimo, sin sombra de compensación. Amarnos como hermanos, con un amor que busca el bien de quien se ama y no el propio bien. Amar como Dios, que no busca el bien en la persona que ama, sino que crea el bien en ella, amándola. Cristo en su mandamiento del amor eleva el amor al prójimo al mismo nivel del amor a Dios. 

Cuando el Señor Jesús nos invita a poner la otra mejilla, no está justificando el mal ni menos animar la violencia, sino que más bien mira a recuperar al violento con una actitud que lo haga comprender que está abusando del otro. A los discípulos de Cristo no se nos exhorta a ser débiles, sino que dar prueba de una fortaleza, que vence al mal con el bien; un triunfo sufrido pero que a la larga da frutos de salvación.


Antífona de entrada Cf. Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: mi alma gozará con tu salvación, y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Gloria.

Oración colecta
CONCÉDENOS, Dios todopoderoso,
que, meditando siempre las realidades espirituales,
cumplamos, de palabra y de obra,
lo que a ti te complace.
Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
Amarás o tu prójimo como a ti mismo
Lectura del libro del Levítico (Lv 19, 1-2. 17-18)
EL SEÑOR habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor”».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial (Sal 102, 1bc-2. 3-4. 8 y 10. 12-13 [R: 8a])
R/.El Señor es compasivo y misericordioso.
V/.Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R/.El Señor es compasivo y misericordioso.
V/.Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura.
R/.El Señor es compasivo y misericordioso.
V/.El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
R/.El Señor es compasivo y misericordioso.
V/.Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen.

SEGUNDA LECTURA
Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Cor 3, 16-23)
HERMANOS:
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aleluya 1 Jn 2, 5
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/.Quien guarda la Palabra de Cristo,
ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

EVANGELIO
Amad a vuestros enemigos
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 5, 38-48)
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publícanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Palabra del Señor.




DOMINGO DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto. Nuestra vida como cristianos tiene que ser reflejo de la perfección de Dios. Nos lo dicen de manera distinta las tres lecturas de hoy:

1. Seréis santos, porque yo, el Señor, soy santo.
2. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
3. En el Evangelio lo acabamos de escuchar.
La exigencia de perfección nos viene porque somos hijos de Dios y porque somos miembros de Cristo y tenemos que tener los mismos sentimientos de Cristo.
Vamos a desarrollar brevemente estas dos realidades profundamente teológicas, pero de teología viva.
¿Qué significa ser hijos de Dios? Y ¿qué significa ser miembros de Cristo?
La Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia nos lo dice con su estilo de proponer la teología viva en lo que es auténtica maestra. Veamos algunos de sus pensamientos del libro Frutos de oración:
962. ¡Hasta dónde llegó Dios en el exceso de su amor que, queriendo ser mi Padre, me hizo su hijo...! (25-9-1963).
963. Dios me hace su hijo para que le ame y le tenga que llamar Padre. (25-9-1963).
974. ¡Qué gozo! ¡Mi alma, por ser Iglesia, vive, por participación, la misma vida de Dios, conociendo, expresando y amando con Él su mismo Ser infinito en Trinidad de Personas! (25-5-1959).
977. ¡Qué alegría saber que lo que Dios hace en sí y para sí mismo, lo hace en mi alma para mí...! (2-12-1962).
Desarrolla esta realidad en su libro Luz en la noche. El misterio de la fe dado en sabiduría amorosa (Opúsculo nº 8):
Por lo que cuando Dios nos creó, puso en nosotros capacidades inmensas, inagotables, con exigencias de llenuras casi infinitas; ya que nos creó para Él, para su posesión, para su dicha y para su gozo.
Nos hizo cuerpo y alma, y nos dio capacidades con las cuales pudiéramos llenar la exigencia de poseer que Él puso en nuestro ser.
Es tan maravillosa, tan rica, tan por encima de nuestro pequeño entender la creación del hombre, que tampoco, sin una luz sobrenatural, podríamos comprender su grandeza.
Con las capacidades del alma, el hombre tiene posibilidad de poseer a Dios, de adentrarse en su misterio, de vivir de su misma vida, de saborearle en su mismo gozo, de penetrarle con su infinita Sabiduría, de expresarle con su inexhaustiva Palabra y de amarle en las llamas candentes e infinitas del Espíritu Santo.
El hombre, por su vida de gracia, es capaz de vivir la misma vida que Dios vive, en comunicación íntima con la Familia Divina, dentro del seno infinito de la Trinidad: ¡«Entra en el gozo de tu Señor»7 , en la repletura de ese Hogar eterno, para vivir por participación en intimidad de familia con el mismo Dios!
Por lo que yo puedo ser feliz con el mismo gozo de Dios, que me creó, no para que le viera como a un espectáculo esplendoroso y aplastante, sino para que entrara en su festín infinito y coeterno a vivir por participación la misma vida que Él vive en y por su naturaleza divina; para que le contemplara en su Sabiduría, llena de gozo y felicidad, llena de penetración y de hondura; y de tanto contemplarle en la intimidad jubilosa de su ser, mirándole en la luz de sus ojos e introduciéndome en las divinas pupilas de su mirar eterno, supiera –de saborear–, en un saboreo que es vida, la perfección infinita de la llenura, plenitud, hermosura y riqueza eterna que Él mismo se es en sí, por sí y para sí.
Al crearme Dios, por una complacencia de su amor y un derramamiento de su bondad, a imagen de su misma perfección y para que le poseyera; me hizo capaz de entrar en la Contemplación sabrosa de su vida, y quedando subyugada y arrebatada por la hermosura de su rostro, fuera transformada en Él.
Y, rompiendo en expresión con el Verbo y vuelta hacia Dios, expresara, en mi medida, con la misma Palabra del Padre, su riquísima, eterna e infinita perfección; sintiéndome Palabra, expresión, manifestación jubilosa que necesita cantar, en un romance de amor, al mismo Amor Infinito.
Y, ante el saboreo de lo que contemplara y expresara, me abrasara en el amor del Espíritu Santo. «Todos nosotros a cara descubierta, reflejando como espejos la gloria del Señor, nos transformamos en la misma imagen de claridad en claridad, a medida que obra en nosotros el Espíritu del Señor»8.
Viviendo así con Dios mediante mi vida de gracia la misma vida que Él vive en la intimidad de su Hogar; aquí en fe, y en el día dichosísimo de la Eternidad, en la Luz gloriosa de los Bienaventurados.
Veamos también algunos pensamientos sobre la realidad de que somos miembros de Cristo:
976. La vida de la gracia es que, no sólo Dios vive su vida en nosotros por esencia, presencia y potencia, sino que, al injertamos en Jesucristo por el bautismo, se viene a vivir su vida con nosotros en comunicación de amigos. (13-2-1967).
999. Mi unión con Cristo me exige ser y actuar como Él, buscando en todo y siempre glorificar al Padre del modo que el mismo Jesús nos enseñó. (29-4-1978).
1.003. Mi alma-Iglesia necesita ser Cristo; por lo que, en la asimilación de su vida, vivo de su vivir frente a Dios, gozándome en la infinita santidad del Coeterno, y victimándome con Él, por Él y en Él, en la dimensión de su doble faceta: la gloria de Dios y la extensión de su Reino. (15-10-1974).
1.007. Apoyados en el pecho de Cristo, digamos a nuestro Amor Infinito: ¡Te amamos, queremos ser dentro de tu Cuerpo Místico, eso que Tú quisiste desde toda la Eternidad! ¡Mira, Padre, en nosotros, el rostro de tu Hijo, que nosotros, en su pecho, apercibiremos su latir doloroso, y le consolaremos! (20-1-1976).
1.018. Mi canción es amor que va del seno del Padre al Verbo, y del Verbo al Padre; y en los dos me abraso en el Espíritu Santo. Mi canción es amor que va de Dios a Cristo y de Cristo a María. Mi canción es amor que va de Jesús a los hombres, con corazón de Iglesia y amor de Espíritu Santo. (20-9-1974).
Vivir con Cristo significa vivir con Él mi participación como hijo de Dios en la vida de la Familia Divina y con Él participar en la vida de su cuerpo místico; vivir la dimensión maravillosa del alma-Iglesia participando con Cristo cabeza, como miembro suyo, de su vivir frente a la Familia Divina y la familia humana.

Credo. 

Oración de los fieles

Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde, que merezca obtener lo que pedimos:

Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones del mundo, roguemos al Señor.

Por los que tienen autoridad en el mundo, para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza, roguemos al Señor.

Por los que nos desprecian a causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor.

Por los que estamos aquí reunidos en el nombre del Señor y por aquellos por los que queremos orar, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos reúna un día a todos en su reino, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que has revelado la fuerza de tu amor en tu Hijo, burlado y humillado en la cruz, escucha nuestras oraciones, haznos dóciles a la voz de tu Espíritu, rompe las cadenas de la violencia y del odio y haz que trabajemos con valentía para que el bien triunfe sobre el mal dando así testimonio de tu Evangelio de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas
AL CELEBRAR tus misterios
con la debida reverencia,
te rogamos, Señor,
que los dones ofrecidos
en reconocimiento de tu gloria
nos aprovechen para la salvación
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
Prefacio VI para los Domingos del Tiempo Ordinario
La prenda de nuestra pascua eterna
57. Este prefacio se dice en los domingos del tiempo ordinario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
En ti vivimos, nos movemos y existimos;
y, todavía peregrinos en este mundo,
no sólo experimentamos
las pruebas cotidianas de tu amor,
sino que poseemos ya en prenda la vida futura,
pues esperamos gozar de la Pascua eterna,
porque tenemos las primicias del Espíritu
por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos.
Por eso, Señor, te damos gracias
y proclamamos tu grandeza
cantando con los ángeles:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de comunión Cf. Sal 9, 2-3
Proclamo todas tus maravillas, me alegro y exulto contigo, y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.
 O bien: Jn 11, 27
Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.

Oración después de la comunión
CONCÉDENOS, Dios todopoderoso,
alcanzar el fruto de la salvación,
cuyo anticipo hemos recibido
por estos sacramentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«La santidad no es un lujo para unos pocos, ni está restringida sólo a algunas personas. Está hecha para ti, para mí y para todos» (Santa Teresa de Calcuta).

«El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”, que no se apoya en los recursos humanos, sino que es don de Dios. Ésta es la novedad del Evangelio, que cambia el mundo sin hacer ruido» (Benedicto XVI).

«(…) La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas. Extiende el mandamiento del amor, que es el de la nueva ley, a todos los enemigos (cf. Mt 5,43-44). La liberación en el espíritu del Evangelio es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.933).


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