28 de febrero - LUNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 


LUNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
LUNES, 28 DE FEBRERO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h. (Hoy está cerrado por ser el Día de Andalucía).

- Exequias de +RAFAEL PÉREZ CUMBRERA, en la Capilla de San Sebastián (a las18.30 h.).

- Rezo del Santo Rosario, en la Parroquia (a las 19.00 h.).

HOY NO TRANSMITIREMOS LA MISA. YA MAÑANA SÍ



NOTICIAS DE ACTUALIDAD

"Lecciones de una guerra"





Portada

ReL regala «Orar con Madre Teresa», una ayuda de la religiosa para nuestro día a día

La oración hizo de Madre Teresa la santa de la caridad: sus reflexiones, ahora en un libro gratuito

Las aliadas de Moscú no se atreven a hablar de guerra ni invasión... excepto Onofre de Kíev

Así reaccionan las Iglesias ortodoxas ante la invasión de Ucrania: una grave herida a la unidad

La terrible experiencia de Rebecca, que finalmente ha encontrado su apoyo en RedMadre

«¿Quiere un niño con retraso mental y deforme?»: así se presiona en la Sanidad española para abortar

Vídeos

  Dios siempre actúa en nuestra vida

  Movilizador Rosario joven en Madrid

  En capilla de hielo, misa en la nieve

  Contradicciones del aborto en Colombia

  Quieren normalizar la pederastia

Otras noticias

  Rezo el ritual de exorcismo por Putin cada día, dice un cura grecocatólico que fue preso en Donetsk

  Políticos y analistas europeos en Madrid en el congreso «Hacia una renovación cristiana de Europa»

  Religiosos, colegios y universidades católicas anuncian que defenderán la vida en Colombia

  Hoja Dominical Miércoles de Ceniza

  Homilía de D. Jesús Higueras: Domingo 27 de febrero

Opinión

  El amor y la investigación de las enfermedades raras , por Beatriz Gil de Azcoiti

  No es bueno que el hombre esté solo , por Monseñor Jesús Sanz Montes

Blogs

  Hoy el reto del amor es no asustarse ante la debilidad , por El Reto Del Amor

  De un hilo. Comentario para Matrimonios: Marcos 10, 17-27 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Beata Concepción Cabrera de Armida. Memoria litúrgica. , por Duc in altum!

  «La iglesia en llamas» de Jordi Albertí , por Victor in vínculis

  Domingo VIII: La paja en el ojo ajeno , por Palabras para vivir

  Sangre joven , por Sólo Dios basta



Elogio: En los montes del Jura, en la Galia Lugdunense, sepultura del abad san Román, que, siguiendo los ejemplos de los antiguos cenobitas, primeramente, abrazó la vida eremítica, y llegó, después, a ser padre de numerosos monjes.

Refieren a este santo: San Eugendo, San Lupicino.

Elogio: En L'Aquila, en la región de los Abruzos, en Italia, beata Antonia de Florencia, viuda, que, después de fallecer su esposo, fue fundadora y primera abadesa del monasterio de Corpus Christi, conforme a la primera Regla de santa Clara (en años bisiestos pasa al día 29).

   Santos Mártires de la caridad   

Conmemoración de los santos presbíteros, diáconos y otros muchos, que en Alejandría de Egipto, en tiempo del emperador Galieno, al declararse una gravísima epidemia, se entregaron al servicio de los enfermos hasta morir ellos mismos, motivo por el cual la piedad de los creyentes los consideró corno mártires.

   Santas Marana y Cira, vírgenes reclusas   

Conmemoración de las santas Marana y Cira, vírgenes, que en Berea, en Siria, viviendo en un lugar estrecho y cerrado sin techo, recibían el alimento necesario por una ventana y guardaban siempre silencio.

   San Hilario, papa   

En Roma, en la vía Tiburtina, sepultura de san Hilario, papa, que escribió diversas cartas sobre la fe católica, con las que confirmó los concilios de Nicea, Efeso y Calcedonia. De este modo enalteció el primado de la Sede Romana (en años bisiestos pasa al día 29).

   San Osvaldo de Worchester, monje y obispo   

En Worchester, en Inglaterra, san Osvaldo, obispo, que fue primero canónigo y después monje; presidió las sedes de York y de Worchester, introdujo en muchos monasterios la Regla de san Benito y fue un maestro benigno, alegre y docto (en años bisiestos pasa al día 29).

   Beatos Pablo Uchibori Sakuemon y quince compañeros, mártires   

En el monte Unzen, en Nagasaki, beatos mártires Pablo Uchibori Sakuemon, Samurai, Gaspar Kisayemon, María Màe, Gaspar Nagai, Luis Shàzaburo, Dionisio Saiki Zenka, Luis Saiki Kizo, Damiin Lchiyata, Leo Nakayama Sokan, Pablo Nakayama, Juan Kisaki Kyuhachi, Juan Heisaku, Tomás Shàgo-ro, Alexio Shohachi, Tomás Kando Heie-mon, y Juan Araki Kenshichi.

   San Augusto Chapdelaine, presbítero y mártir

En la ciudad de Xilinxian, en la provincia china de Guangxi, san Augusto Chapdelaine, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir, que, detenido por los soldados junto con muchos neófitos de esta región a los que había convertido, recibió trescientos azotes, fue encerrado en una reducida jaula y finalmente decapitado (en años bisiestos pasa al día 29)  .

   Beato Daniel Brottier, religioso presbítero   

En París, en Francia, beato Daniel Brottier, presbítero de la Congregación del Espíritu Santo, que se dedicó plenamente a trabajar en favor de los huérfanos.

   Beato Timoteo Trojanowski, presbítero y mártir   

En el campo de concentración de Auschwitz, cercano a Cracovia, en Polonia, beato Timoteo Trojanowski, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que durante la ocupación militar de su patria en tiempo de guerra, por confesar la fe cristiana consumó su martirio quebrantado por los suplicios.

   Beato Carlos Gnocchi, presbítero   

En Milán, Italia, beato Carlos Gnocchi, presbítero, llamado "el apóstol de los mutilados" por su especial dedicación a los huérfanos y heridos de guerra.


LITURGIA DE HOY

  

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Yo bien poca cosa puedo hacer, o mejor, nada absolutamente, si estuviese sola. Lo que me consuela es que a Vuestro lado puedo servir para algo; en efecto, el cero, por sí solo, no tiene valor, pero colocado junto a la unidad, se hace poderoso, con tal que, naturalmente, se ponga en el lugar debido» (Santa Teresa de Lisieux)

«Las riquezas terrenas ocupan y preocupan la mente y el corazón. Jesús no dice que sean malas, sino que alejan de Dios si, por decirlo así, no se emplean para ayudar a los pobres» (Benedicto XVI)

«(…) El seguimiento de Jesucristo implica cumplir los mandamientos. La Ley no es abolida, sino que el hombre es invitado a encontrarla en la Persona de su Maestro, que es quien le da la plenitud perfecta. En los tres evangelios sinópticos la llamada de Jesús, dirigida al joven rico, es relacionada con el llamamiento a la pobreza y a la castidad (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.053).

Misa de feria (verde).

MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.


LECC.: vol. III-par.

- 1 Pe 1, 3-9. Sin haber visto a Cristo lo amáis y creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable.

- Sal 110. R. El Señor recuerda siempre su alianza.

- Mc 10, 17-27. Vende lo que tienes y sígueme.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 1 de marzo, pág. 186.

CALENDARIOS: Espiritanos: Beato Daniel Britter (ML).


Antífona de entrada

Bendito sea Dios Padre, y su Hijo unigénito de Dios, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros.


Monición de entrada

Dios, al revelarnos el misterio de su Trinidad, nos ha concedido penetrar en los secretos de su vida íntima y ha querido que esta vida suya fuera una realidad participada en nosotros, creados de nuevo por Cristo a imagen y semejanza del Dios Uno y Trino. Nuestra vida comunitaria de unión y de amor en la Iglesia será para el mundo como una revelación y un testimonio de la Trinidad divina, comunidad perfecta de amor, que en la eucaristía nos invita a su mesa.


Oración colecta

Dios Padre, que, al enviar al mundo
la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación,
revelaste a los hombres tu admirable misterio,
concédenos, al profesar la fe verdadera,
reconocer la gloria de la eterna Trinidad
y adorar la Unidad en su poder y grandeza.
Por nuestro Señor Jesucristo.

 LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)

Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)


PRIMERA LECTURA 
Sin haber visto a Cristo lo amáis y creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1 Pe 1, 3-9)

BENDITO SEA DIOS, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia,
mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
nos ha regenerado
para una esperanza viva;
para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible,
reservada en el cielo a vosotros,
que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios;
para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
Por ello os alegráis,
aunque ahora sea preciso padecer
un poco en pruebas diversas;
así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego,
merecerá premio, gloria y honor
en la revelación de Jesucristo;
sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía,
creéis en él
y así os alegráis con un gozo inefable y radiante,
alcanzando así la meta de vuestra fe:
la salvación de vuestras almas.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 110, 1b-2. 5-6. 9 y 10c [R.: cf. 5b])

V. Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.

R. El Señor recuerda siempre su alianza. 

V. Él da alimento a los que lo temen
recordando siempre su alianza.
Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles.

R. El Señor recuerda siempre su alianza. 

V. Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza.
Su nombre es sagrado y temible.
La alabanza del Señor dura por siempre.

R. El Señor recuerda siempre su alianza.


Aleluya 2 Cor 8, 9
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriqueceros con su pobreza. R.


EVANGELIO 
Vende lo que tienes y sígueme

╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 10, 17-27)
 R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó:

«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó:

«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».

Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:

«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

«Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!».

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió:

«Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo Puede todo».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Del Papa Francisco, Ángelus 11-octubre-2015

Jesús intuye este deseo que el joven lleva en su corazón; por eso su respuesta se traduce en una mirada intensa, llena de ternura y cariño. Así dice el Evangelio: «Jesús se lo quedó mirando, lo amó» (Mc 10, 21). Se dio cuenta de que era un buen joven. Pero Jesús comprende también cuál es el punto débil de su interlocutor y le hace una propuesta concreta: dar todos sus bienes a los pobres y seguirlo. Pero ese joven tiene el corazón dividido entre dos dueños: Dios y el dinero, y se va triste. Esto demuestra que no pueden convivir la fe y el apego a las riquezas. Así, al final, el empuje inicial del joven se desvanece en la infelicidad de un seguimiento naufragado.

En la segunda escena, el evangelista enfoca los ojos de Jesús y esta vez se trata de una mirada pensativa, de advertencia: «Mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas?» (Mc 10, 23). Ante el estupor de los discípulos, que se preguntan: «Entonces, ¿quién puede salvarse?» (Mc 10, 26), Jesús responde con una mirada de aliento –es la tercera mirada– y dice: la salvación, sí, es «imposible para los hombres, no para Dios» (Mc 10, 27). Si nos encomendamos al Señor, podemos superar todos los obstáculos que nos impiden seguirlo en el camino de la fe. Encomendarse al Señor. Él nos dará la fuerza, Él nos da la salvación, Él nos acompaña en el camino.


27 de febrero - DOMINGO VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 

 

DOMINGO VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(CICLO C)

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 27 DE FEBRERO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Eucaristía del Domingo VIII del Tiempo Ordinario (a las 11.00 h.). 

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía II Vísperas del Domingo de la VIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.30 h.). 



NOTICIAS DE ACTUALIDAD

"Lecciones de una guerra"





SANTORAL DE HOY

Elogio: En Lyon, también en la Galia, san Baldomero, subdiácono, hombre dedicado a Dios.

Patronazgos: patrono de los cerrajeros.


Elogio: En Isola, en la región de los Abruzos, en Italia, san Gabriel de la Virgen de los Dolores (Francisco) Possenti, acólito, que, renunciando a la vanidad del mundo, todavía adolescente ingresó en la Congregación de la Pasión de Jesucristo, donde en breve tiempo consumó su vida.

Refieren a este santo: Beato Bernardo María de Jesús Silvestrelli.

   Santos Julián y Euno, mártires

En Alejandría de Egipto, conmemoración de los santos Julián y Euno, mártires. En tiempo del emperador Decio, el primero de ellos, Julián, impedido por su enfermedad de gota, que no le permitía caminar ni estar de pie, se hizo llevar en silla de manos por dos de sus criados para presentarse al juez, y allí, uno de esos criados renegó de su fe, mientras que el otro, Euno, se mantuvo firme en su confesión de Cristo junto con su amo. Conducidos ambos por toda la ciudad montados en camellos, a la vista del pueblo fueron azotados hasta la muerte.

   San Besa, mártir   

También en la misma ciudad de Alejandría, san Besa, mártir, que, siendo soldado, intentó contener a los que insultaban a los mártires antes citados, por lo cual fue denunciado ante el juez y, por perseverar en la fe, murió decapitado.

   Santa Honorina, virgen y mártir   

En Rouen, en la Galia, santa Honorina, virgen y mártir.

   Santos Basilio y Procopio Decapolita, monjes   

En Constantinopla, santos Basilio y Procopio Decapolita, monjes, que en tiempo del emperador León III Isáurico lucharon decididamente en favor del culto a las santas imágenes.

   San Gregorio de Narek, monje y doctor de la Iglesia

En el monasterio de Narek, en Armenia, san Gregorio, monje, doctor de los armenios, ilustre por su doctrina, sus escritos y su sabiduría mística.

   San Lucas de Mesina, abad   

En Mesina, en Sicilia, san Lucas, abad del monasterio del Santísimo Salvador, que seguía la normas de los monjes orientales.

   Santa Ana Line, viuda y mártir

En Londres, en Inglaterra, santa Ana Line, viuda y mártir, la cual, habiendo fallecido su marido en el destierro por ser católico, ofreció su casa para acoger a sacerdotes, y por esta razón, durante el reinado de Isabel I, fue ahorcada en Tyburn.

   Beatos Marcos Barkworth y Roger Filcock, presbíteros y mártires   

También en Londres, junto a santa Ana Line padecieron el martirio los presbíteros Marcos Barkworth, de la Orden de San Benito, y Roger Filcock, de la Orden de la Compañía de Jesús, que fueron descuartizados antes de morir.

   Beato Guillermo Richardson, presbítero y mártir   

También en Londres, beato Guillermo Richardson, presbítero y mártir, que habiéndose ordenado en la ciudad de Sevilla, en España, fue ahorcado en Tyburn, siendo el último mártir bajo Isabel I.

   Beata Francisca Ana de la Virgen de los Dolores Cirer Carbonell, virgen y fundadora 

En el pueblo de Sencelles, en la isla española de Mallorca, beata Francisca Ana de los Dolores de María Cirer Carbonell, virgen, que sin saber leer ni escribir, pero movida por el celo divino, se entregó a obras de apostolado y de caridad, y fundó para ello la Comunidad de Hermanas de la Caridad.

   Beato José Tous Soler, presbítero y fundador   

En Barcelona, beato José Tous Soler, sacerdote capuchino, fundador del Instituto de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, para la formación cristiana de la infancia y la juventud, y dar a conocer a María, Madre del Divino Pastor.

   Beata María de Jesús Deluil Martiny, virgen y fundadora   

En Marsella, en Francia, beata María de Jesús Deluil Martiny, virgen, fundadora de la Congregación de Misioneras Hijas del Corazón de Jesús, que herida de muerte por un sedicioso, concluyó su vida derramando su sangre en íntima unión con la Pasión de Cristo.

   Beata María de la Caridad del Espíritu Santo Brader, virgen y fundadora   

En la población de Pasto, en Colombia, beata María de la Caridad del Espíritu Santo (Carolina) Brader, virgen, que supo conjugar admirablemente la vida contemplativa con la actividad misionera, y para promover la formación cristiana fundó la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada.


LITURGIA DE HOY

  

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Parece, en verdad, que el conocimiento de sí mismo es el más difícil de todos. Ni el ojo que ve las cosas exteriores se ve a sí mismo, y hasta nuestro propio entendimiento, pronto para juzgar el pecado de otro, es lento para percibir sus propios defectos» (San Basilio el Grande).

«La vida de Cristo se convierte en la nuestra; recibimos una forma nueva de ser: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús» (Francisco).

«El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por la caridad. Esta es ‘el vínculo de la perfección’ (Col 3,14); es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí; es fuente y término de su práctica cristiana. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.827).

 
Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.

LECC.: vol. I (C).

- Eclo 27, 4-7. No elogies a nadie antes de oírlo hablar. 
- Sal 91. R. Es bueno darte gracias, Señor.
- 1 Cor 15, 54-58. Nos da la victoria por medio de Jesucristo.
- Lc 6, 39-45. De lo que rebosa el corazón habla la boca.


La vida cristiana no se reduce a una serie de actos exteriores sin que se haya producido una auténtica conversión interior del corazón y de la mente: «De lo que rebosa el corazón habla la boca» (Ev.). Si esto no se tiene en cuenta seremos como los fariseos hipócritas que exigían a los demás lo que ellos no estaban dispuestos a cumplir ni vivir. Por eso nos dice Jesús en el Evangelio que, antes de meternos a corregir a los demás, nos corrijamos a nosotros mismos y entonces podremos «ver claro para sacar la mota del ojo de tu hermano». La maldad o la bondad provienen del corazón del hombre y por ello el hombre se prueba en su razonar (1 lect.).

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 28 de febrero, pág. 183.

CALENDARIOS: Getafe: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ginés Ramón García Beltrán, obispo (2010).


Antífona de entrada Sal 17, 19-20

El Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libró, porque me amaba.



Monición de entrada

El Señor nos convoca el domingo, día en que hacemos memoria de su resurrección, para comunicarnos su palabra de vida nueva que nos invita a examinar nuestra mirada y los frutos que damos, es decir, nuestras obras. Que esta celebración sea ocasión de humilde conversión para que los frutos de nuestra vida sean obras buenas que nazcan de un corazón que rebosa de su gracia, para que podamos servir mejor al designio de Dios sobre nuestro mundo.


Acto penitencial

- Tú eres la verdad: Señor, ten piedad.

R. Señor, ten piedad.

- Tú eres el camino: Cristo, ten piedad.

R. Cristo, ten piedad.

- Tú eres la vida: Señor, ten piedad.

R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Concédenos, Señor, que el mundo progrese 
según tu designio de paz para nosotros,
y que tu Iglesia se alegre en su confiada entrega.
Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA
No elogies a nadie antes de oírlo hablar

Lectura del libro del Eclesiástico (Eclo 27, 4-7)

CUANDO se agita la criba, quedan los desechos;
así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.
El horno prueba las vasijas del alfarero,
y la persona es probada en su conversación.
El fruto revela el cultivo del árbol,
así la palabra revela el corazón de la persona.
No elogies a nadie antes de oírlo hablar,
porque ahí es donde se prueba una persona.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 91, 2-3. 13-14. 15-16 [cf. 2a])

V. Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo;
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad.

R. Es bueno darte gracias, Señor.

V. El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios.

R. Es bueno darte gracias, Señor.

V. En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
mi Roca, en quien no existe la maldad.

R. Es bueno darte gracias, Señor.

SEGUNDA LECTURA
Nos da la victoria por medio de Jesucristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Cor 15, 54-58)

HERMANOS:

Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:

«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».

El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley.

¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles.

Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro esfuerzo no será vano en el Señor.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Aleluya Flp. 2, 15d-16a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Brilláis como lumbreras del mundo, manteniendo firme la palabra de la vida. R.


EVANGELIO
De lo que rebosa el corazón habla la boca

 Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 6, 39-45)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a los discípulos una parábola: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Papa Francisco
ÁNGELUS. Plaza de San Pedro. Domingo, 3 de marzo de 2019

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El pasaje del Evangelio de hoy presenta parábolas breves, con las cuales Jesús quiere señalar a sus discípulos el camino a seguir para vivir sabiamente. Con la pregunta: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?» (Lc 6, 39), quiere subrayar que un guía no puede ser ciego, sino que debe ver bien, es decir, debe poseer la sabiduría para guiar con sabiduría, de lo contrario corre el peligro de perjudicar a las personas que dependen de él. Así, Jesús llama la atención de aquellos que tienen responsabilidades educativas o de mando: los pastores de almas, las autoridades públicas, los legisladores, los maestros, los padres, exhortándoles a que sean conscientes de su delicado papel y a discernir siempre el camino acertado para conducir a las personas.

Y Jesús toma prestada una expresión sapiencial para indicarse como modelo de maestro y guía a seguir: «No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado será como su maestro» (v. 40). Es una invitación a seguir su ejemplo y su enseñanza para ser guías seguros y sabios. Y esta enseñanza está encerrada, sobre todo, en el Sermón de la Montaña, que desde hace tres domingos la liturgia nos propone en el Evangelio, indicando la actitud de mansedumbre y de misericordia para ser personas sinceras, humildes y justas. En el pasaje de hoy encontramos otra frase significativa, que nos exhorta a no ser presuntuosos e hipócritas. Dice así: «¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?» (v. 41). Muchas veces, lo sabemos, es más fácil o más cómodo percibir y condenar los defectos y los pecados de los demás, sin darnos cuenta de los nuestros con la misma claridad. Siempre escondemos nuestros defectos, también a nosotros mismos; en cambio, es fácil ver los defectos de los demás. La tentación es ser indulgente con uno mismo ―manga ancha con uno mismo― y duro con los demás. Siempre es útil ayudar a otros con consejos sabios, pero mientras observamos y corregimos los defectos de nuestro prójimo, también debemos ser conscientes de que tenemos defectos. Si creo que no los tengo, no puedo condenar o corregir a los demás. Todos tenemos defectos: todos. Debemos ser conscientes de ello y, antes de condenar a los otros, mirar dentro de nosotros mismos. Así, podemos actuar de manera creíble, con humildad, dando testimonio de la caridad.

¿Cómo podemos entender si nuestro ojo está libre o si está obstaculizado por una viga? De nuevo es Jesús quien nos lo dice: «No hay árbol bueno que dé fruto malo, y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto» (vv.43-44). El fruto son las acciones, pero también las palabras. La calidad del árbol también se conoce de las palabras. Efectivamente, quien es bueno saca de su corazón y de su boca el bien y quien es malo saca el mal, practicando el ejercicio más dañino entre nosotros, que es la murmuración, el chismorreo, hablar mal de los demás. Esto destruye; destruye la familia, destruye la escuela, destruye el lugar de trabajo, destruye el vecindario. Por la lengua empiezan las guerras. Pensemos un poco en esta enseñanza de Jesús y preguntémonos: ¿Hablo mal de los demás? ¿Trato siempre de ensuciar a los demás? ¿Es más fácil para mí ver los defectos de otras personas que los míos? Y tratemos de corregirnos al menos un poco: nos hará bien a todos.

Invoquemos el apoyo y la intercesión de María para seguir al Señor en este camino.

Se dice Credo.


Oración de los fieles.

Oremos al Señor, nuestro Dios.

- Para que la Iglesia, comunidad de creyentes, denuncie el pecado del mundo, con el ejemplo elocuente de la santidad de vida. Roguemos al Señor.

- Para que la sociedad evite el contagio del mal, que la corrompe, y se sienta estimulada en la búsqueda del bien. Roguemos al Señor.

- Para que quienes trabajan por la justicia en favor de los más pobres del mundo no pierdan su esperanza en la victoria final en Cristo. Roguemos al Señor.

- Para que no caigamos en la hipocresía que Cristo denuncia en el evangelio, y aceptemos la corrección de los demás. Roguemos al Señor.

Concédenos, Señor, lo que te pedimos, 
lo que tú bien sabes que necesitamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Oración sobre las ofrendas

Oh, Dios, que nos das lo que hemos de ofrecerte
y vinculas esta ofrenda a nuestro devoto servicio,
imploramos tu misericordia, para que cuanto nos concedes
redunde en mérito nuestro y nos alcance los premios eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Antífona de comunión Cf. Sal 12, 6

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, cantaré al nombre del Dios Altísimo.

O bien: Mt 28, 20

Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos, dice el Señor.


Oración después de la comunión

Saciados con los dones de la salvación,
invocamos, Señor, tu misericordia,
para que, mediante este sacramento que nos alimenta en nuestra vida temporal,
nos hagas participar, en tu bondad, de la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.