18 de febrero - VIERNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 

    
VIERNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 18 DE FEBRERO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la VI Semana del Tiempo ordinario (a las 19.30 h.).





Portada

Un veterano matrimonio que superó retos graves y hoy evangeliza y ayuda a otros

El matrimonio, ¿puede ser a día de hoy para toda la vida? «Con Cristo hemos superado tres crisis»

Entrevista a Rafael Higueras, postulador y amigo del beato Lolo

Cuando era un sacerdote joven, un santo murió entre sus brazos: la huella de Manuel Lozano Garrido

Un documental de 25 minutos de Signis, en la serie «La Vida por la Amazonia»

La mártir Aguchita ya tiene su documental: misionera generosa asesinada por Sendero Luminoso

Vídeos

  Cómo funciona la cultura «woke»

  La obra grande de España en América

  Al rescate de un gato en el Vaticano

  Usemos la «cajita de las gracias» del Señor

  Bisnieto de Gerónimo: no a la Leyenda Negra

Otras noticias

  Las «4 cercanías» del Papa Francisco para vivir el sacerdocio de una manera práctica y esperanzadora

  Un pequeño pueblo se levanta contra el laicismo que quiere eliminar a su Virgen: «La imagen seguirá»

  Los obispos rezan por los fallecidos en el naufragio de Terranova y consuelan sus familias

  Una exministra es juzgada por citar el contenido de la Biblia sobre la homosexualidad en Finlandia

Opinión

  La cooperación diligente de la Iglesia , por Carlos López Segovia

Blogs

  Hoy, el reto del amor, es dar gracias y usar bien de este “ojo de la fe” , por El Reto Del Amor

  ¿Cómo pienso yo? Comentario para Matrimonios: Marcos 8, 27-33 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Nueva Evangelización. (VI) Primera Estrategia , por La divina proporción


SANTORAL DE HOY



Simeón de Jerusalén, hijo de Cleofás y María de Cleofás, y según la creencia general, primo de Jesucristo, fue un judío, uno de los primeros líderes del cristianismo y, según la tradición, segundo obispo de Jerusalén después de Santiago el Justo.​ Es venerado como santo por toda la cristiandad.



Elogio: En Toledo, en Hispania, san Eladio, que, después de haber dirigido los asuntos públicos en el palacio real, fue abad del monasterio de Agali y, elevado más adelante al obispado de Toledo, se distinguió por los ejemplos de caridad.



Elogio: En Roma, beato Juan de Fiésole, llamado «Angélico», presbítero de la Orden de Predicadores, que, siguiendo de cerca a Cristo, expresaba en sus pinturas lo que contemplaba interiormente, con objeto de atraer a los hombres a los bienes eternos.

Patronazgos: Patrono de los pintores y artistas cristianos.

Refieren a este santo: San Antonino de Florencia, Beato Lorenzo de Ripafratta, Beato Pedro Capucci.

   Santos Sadoth y ciento veintiocho compañeros, mártires   

En Beth Lapat, en el reino de los persas, pasión de los santos Sadoth, obispo de Seleucia, y ciento veintiocho compañeros mártires -presbíteros, clérigos y vírgenes consagradas-, que fueron apresados por haber rechazado adorar al sol y, tras crueles tormentos, sufrieron todos ellos la muerte por sentencia real.

    San Tarasio de Constantinopla, obispo   

En Constantinopla, san Tarasio, obispo, insigne por su piedad y erudición, que inició el Concilio Niceno II, en el cual los Padres defendieron el culto de las santas imágenes.

   San Angilberto, abad   

En el monasterio de Céntula, en la región de la Galia Ambianense, san Angilberto, abad, que tras dejar los cargos palatinos y militares que ostentaba, y con el consentimiento de su esposa Berta, que también recibió el santo velo, abrazó la vida monástica y rigió con éxito dicho monasterio.

   San Teotonio, presbítero y fundador   

En Coimbra, en Portugal, san Teotonio, que peregrinó dos veces a Jerusalén y, tras rehusar el cargo de custodio del Santo Sepulcro, volvió a su patria, donde fundó la Congregación de Canónigos Regulares de la Santa Cruz.

   Beato Guillermo Harrington, presbítero y mártir   

En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Harrington, presbítero y mártir, oriundo del condado de York, que durante el reinado de Isabel I, a causa de ejercer su sacerdocio en Inglaterra, fue condenado a la pena capital, y en Tyburn alcanzó la corona del martirio.

   Beato Juan Pibush, presbítero y mártir   

También en Londres, beato Juan Pibush, presbítero y mártir, que encarcelado varias veces, igualmente en el reinado de Isabel I, fue condenado a muerte a causa de su condición sacerdotal, y se cumplió la sentencia en Southwark, donde fue ahorcado y seguidamente descuartizado.

   San Francisco Régis Clet, presbítero y mártir   

En el lugar de Wuchang, en la provincia de Hubei, en China, san Francisco Régis Clet, presbítero de la Congregación de la Misión y mártir, que durante treinta años, y en medio de grandes dificultades, anunció en aquellos lugares el Evangelio, pero denunciado por un apóstata, después de una larga cautividad fue estrangulado por su condición de cristiano.

   Santos Juan Pedro Néel y tres compañeros, mártires   

En Guizhou, también en China, san Juan Pedro Néel, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, que, acusado de predicar la fe cristiana, fue atado a la cola de un caballo y arrastrado un largo trecho; sometido luego a todo género de burlas y tormentos, finalmente fue decapitado. Con él sufrieron el martirio los santos Martín Wu Xuesheng, catequista, Juan Zhang Tianshen, neófito, y Juan Chen Xianheng.

   Santa Gertrudis Comensoli, virgen y fundadora   

En Bérgamo, en Italia, santa Gertrudis (Catalina) Comensoli, virgen, que fundó una congregación de religiosas para la adoración del Santísimo Sacramento y la educación de la juventud.

   Beato Jorge Kaszyra, presbítero y mártir

En Rzeszow, población de Polonia, beato Jorge Kaszyra, presbítero de la Congregación de Clérigos Marianistas y mártir, que durante la ocupación militar de su patria en tiempo de guerra fue quemado por los perseguidores de la Iglesia, a causa de su fe en Cristo.


LITURGIA DE HOY

Misa de feria (verde).

MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.

LECC.: vol. III-par.

- Sant 2, 14-24. 26. Lo mismo que el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
- Sal 111. R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
- Mc 8, 34 — 9, 1. El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 19 de febrero, pág. 170.
CALENDARIOS: Toledo: San Eladio de Toledo, obispo (MO).
Dominicos: Beato Juan de Fiesole, presbítero (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: San Teotonio, obispo (ML).
Sigüenza-Guadalajara: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Atilano Rodríguez Martínez, obispo (1996).

Antífona de entrada Cf. Gál 6, 14

Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, por él somos salvados y liberados.

Monición de entrada

El signo de la cruz en la frente es el primer rito que recibimos en la iniciación cristiana. Por la señal de la santa cruz entramos en la Iglesia y es el signo con el que nos identificamos los cristianos, porque en ella nuestro Señor Jesucristo venció al pecado y a la muerte. En el árbol de la cruz estuvo clavada la salvación del mundo; por ello, a lo largo de su vida, todo discípulo del Señor que se precie se identifica con su Maestro recorriendo el camino de la cruz. De este modo, ya en este mundo, los cristianos nos encaminamos a la gloria de la resurrección.


Oración colecta

Oh, Dios, que para salvar al género humano
has querido que tu Unigénito soportara la cruz, 
concede, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de su redención.
Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)

Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)


PRIMERA LECTURA
Lo mismo que el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta

Lectura de la carta del apóstol Santiago (Sant 2, 14-24. 26)

¿DE QUÉ LE SIRVE A UNO, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe?

Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de vosotros les dice: «Id en paz, abrigaos y saciaos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?

Así es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá:

«Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe».

Tú crees que hay un solo Dios. Haces bien. Hasta los demonios lo creen y tiemblan.

¿Quieres enterarte, insensato, de que la fe sin las obras es inútil? Abrahán, nuestro padre, ¿no fue justificado por sus obras al ofrecer a Isaac, su hijo, sobre el altar? Ya ves que la fe concurría con sus obras y que esa fe, por las obras, logró la perfección.

Así se cumplió la Escritura que dice: «Abrahán creyó a Dios y eso le fue contado como justicia» y fue llamado «amigo de Dios». Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe. Pues lo mismo que el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL Sal 111, 1-2. 3-4. 5-6 (R.: cf. 1b)

 
V. Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
 
V. En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
 
V. Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

R. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
 

Aleluya Jn 15, 15b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. A vosotros os llamo amigos -dice el Señor-, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. R.
 

EVANGELIO
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará

╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 8, 34-9, 1)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, llamando a la gente y a sus discípulos, Jesús les dijo:

«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles».

Y añadió:

«En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Juan Crisóstomo in Matthaeum, hom. 55, 2

Dice esto porque puede suceder que algunos de los que sufren no sigan a Cristo, lo cual acontece cuando no se sufre por El. Sigue a Cristo quien va detrás de Él y se conforma con su muerte, despreciando a los príncipes y a las potestades, bajo las cuales pecaba antes de la venida de Cristo. "Pues quien quisiere salvar -dice- su vida, la perderá; mas quien perdiese su vida", etc. Que es como si dijera: Os mando esto por mi misericordia hacia vosotros, porque el que no corrige a su hijo lo pierde, y le salva el que lo corrige. Es conveniente, pues, que estemos siempre preparados para la muerte, porque, si el que está preparado para ella es el mejor soldado en las batallas materiales, no obstante que no ha de poder resucitar, mucho más lo será el que esté preparado para ella en los combates espirituales, teniendo tanta seguridad en que ha de resucitar y salvarse al perder la vida.


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