PROGRAMA PARROQUIAL:
JUEVES, 04 DE OCTUBRE
- Horario de la
parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.
- Horario de
despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía del Jueves de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.30 h.): Primer día de Triduo en honor a la Virgen de la Soledad (Hermandad de la Vera+Cruz).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de san Carlos Borromeo, obispo, que nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán, fue en esta sede un verdadero pastor fiel preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo. Para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Pasó a la patria celeste en la fecha de ayer.
Patronazgos: patrono de los pastores, catequistas, catecúmenos y seminaristas; protector contra la peste.
Refieren a este santo: San Alejandro Sauli, San Andrés Avellino, San Francisco de Borja, San Pío V.
Santos Vidal y Agrícola, mártires
En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, el primero
de los cuales, según nos refiere san Ambrosio, fue antes siervo del segundo, y
luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no
le quedó parte de su cuerpo sin heridas, y Agrícola, a su vez, sin intimidarse
ante el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio al ser
crucificado.
San Nicandro y Hermas, mártires
En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas,
presbítero.
San Pierio, presbítero
Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, en Egipto,
ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad
de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia
alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en
Roma, después de la persecución, descansó en paz.
San Amancio de Rodez, obispo
En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el
primero de esta ciudad.
San Perpetuo de Maastricht, obispo
En Maastricht, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo,
obispo.
Santa Modesta, abadesa
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios
desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del
cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis
de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios.
San
Emerico, laico
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia, san Emerico o Enrique,
hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte prematura.
San Félix de Valois, fundador
En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois,
a quien, después de una larga vida de ermitaño, se le considera compañero de
san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la
redención de los cautivos.
Beata Elena Enselmini, virgen
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la
Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y
hasta la pérdida del habla.
Beata Francisca de Amboise, religiosa
En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata
Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer
Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar
viuda.
Beata Maria Luisa Manganiello, laica
En Montefusco, Avellino, beata Maria Luisa (Teresa) Manganiello, llamada
la «analfabeta sabia de Montefusco», miembro de la Tercera Orden de San
Francisco, en quien reconocen su origen la congregación de las Hermanas
Francescanas Immaculatinas, fundada poco tiempo después de la muerte de la
beata.
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria (blanco).
MISAL: oracs. props., ants. del común de pastores (para un obispo),
Pf. común o de la memoria.
Antífona
de entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a
mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: yo, el
Señor, seré su Dios.
O bien: Cf. Lc 12, 42
Este es
el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su
servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas.
Monición
de entrada
Se celebra hoy la memoria de san Carlos Borromeo, obispo. Nació en
Lombardía (Italia) el año 1538. Nombrado cardenal y elegido obispo de Milán,
fue un verdadero pastor preocupado por las necesidades de la Iglesia de su
tiempo. Trabajó incansablemente por poner en práctica las disposiciones
pastorales del Concilio de Trento: convocó sínodos, erigió seminarios para la
formación del clero, visitó muchas veces toda su diócesis para confirmar la fe
de sus fieles y dio muchas normas para el cuidado de la vida espiritual de
estos. Murió el año 1584.
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste
en el obispo san Carlos Borromeo,
para que la Iglesia se renueve sin cesar y pueda mostrar
al mundo el verdadero rostro de Cristo, configurada a su imagen.
Por nuestro Señor Jesucristo.
«¡Por mi vida!, dice el Señor,
ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua alabará a Dios».
R. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
R. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
EN AQUEL TIEMPO, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los
pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja
las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la
encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento;
y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador
que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una
lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando
la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos
conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo
pecador que se convierta».
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus,
15-septiembre-2019
¿Quién de vosotros? Una persona de sentido común no lo hace: hace un par de
cálculos y sacrifica una para mantener las noventa y nueve. Dios, en cambio, no
se resigna. Él se preocupa precisamente por ti que todavía no conoces la
belleza de su amor, tú que todavía no has aceptado a Jesús en el centro de tu
vida, tú que no puedes vencer tu pecado, tú que quizás no crees en el amor
debido a las cosas malas que han sucedido en tu vida. En la segunda parábola,
tú eres esa pequeña moneda que el Señor no se resigna a perder y busca sin
cesar: quiere decirte que eres precioso a sus ojos, que eres único. Nadie puede
reemplazarte en el corazón de Dios. Tú tienes un lugar, eres tú, y nadie puede
reemplazarte; y yo también, nadie puede reemplazarme en el corazón de Dios. Y
en la tercera parábola Dios es el padre que espera el regreso del hijo pródigo:
Dios nos espera siempre, no se cansa, no se desanima. Porque somos nosotros,
cada uno de nosotros, ese hijo que se vuelve a abrazar, esa moneda encontrada,
esa oveja acariciada y puesta sobre sus hombros. Él espera cada día que nos
demos cuenta de su amor. Y tú dices: "¡Pero he hecho mal tantas cosas, han
sido demasiadas!". No tengas miedo: Dios te ama, te ama tal como eres y
sabe que sólo su amor puede cambiar tu vida.