Semana IV de Adviento:
Antífonas de la "O":
23 Diciembre:
"Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!"
Canto del Adviento
"Veni, Veni, Emmanuel"
Cantos para el Adviento
VIERNES DE LA IV SEMANA DE ADVIENTO, feria
Oficio del Viernes de la IV Semana del Salterio
PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 23 DE DICIEMBRE
PARROQUIA DEL CARMEN:
Celebracion de la Palabra del Viernes de la IV Semana de Adviento, en la Parroquia (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.00 H.) y Eucaristía del Viernes de la IV Semana de Adviento, en la Parroquia (a las 19.30 h.).
Elogio: San Juan de Kety, presbítero, el cual, siendo sacerdote, se dedicó a la enseñanza durante muchos años en la Academia de Cracovia, después recibió el encargo pastoral de la parroquia de Olkusia, en donde, añadiendo a la recta fe un cúmulo de virtudes, se convirtió para los cooperadores y discípulos en ejemplo de piedad y caridad hacia el prójimo, y después emigró a los gozos celestiales en Cracovia, ciudad de Polonia.
Refieren a este santo: Beato Ladislao de Gielniow
Otros santos de este día:
Santos Teódulo y nueve compañeros de Creta, mártires
En Gortina, de la isla de Creta, diez santos mártires: Teódulo, Saturnino, Euporio, Gelasio, Euniciano, Zótico, Poncio, Agatopio, Basílides y Evaristo, todos los cuales, durante la persecución bajo el emperador Decio, negándose a sacrificar públicamente en la dedicación del templo de la diosa Fortuna, sufrieron tormentos y fueron finalmente decapitados.
San Sérvulo, laico
En Roma, conmemoración de san Sérvulo, que, paralítico desde la primera infancia, recostado en un pórtico, cerca de la iglesia de san Clemente, daba siempre gracias a Dios en el dolor, como escribe san Gregorio Magno, y entregaba a los pobres lo que recogía en limosnas.
San Ivo de Chartres, obispo
En Chartres, en la Galia, san Ivo, obispo, que reformó la orden de los canónigos e hizo y escribió mucho en favor del sacerdocio, la concordia del imperio y la utilidad de la Iglesia.
Beato Hartman de Brixen, obispo
En Brixen, en la región de Trento, beato Hartman, obispo, el cual, siendo canónigo regular, fue elevado al episcopado y gobernó aquella Iglesia con prudencia y fidelidad.
San Thorlaco de Skalholt, obispo
En Islandia, san Thorlaco, obispo de Skalholt, empeñado en la reforma de las costumbres del clero y del pueblo.
San Juan Stone, presbítero y mártir
En Cantorbery, en Inglaterra, conmemoración de san Juan Stone, presbítero de la Orden de San Agustín y mártir, que durante el reinado de Enrique VIII defendió valientemente la fe católica y consumó su martirio en el patíbulo.
Beato Nicolás Factor, religioso presbítero
En Valencia, en España, beato Nicolás, llamado «Factor», presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, encendido en ardentísima caridad, experimentó raptos místicos.
Santa María Margarita d’Youville, viuda y fundadora
En Montreal, en Canadá, santa María Margarita d'Youville, religiosa, que habiendo enviudado educó piadosamente a sus dos hijos, encauzándoles hacia el sacerdocio, y se entregó con todas sus fuerzas a la asistencia de los ancianos y pobres de todo género, para lo cual fundó la Congregación de Hermanas de la Caridad.
San Antonio de Santa Ana Galvão de França, presbítero y fundador
En São Paulo, en Brasil, san Antonio de Santa Ana Galvao de França, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que se dedicó con gran fruto al ministerio de la predicación y de la penitencia, y fundó el Retiro de la Luz, en donde dirigió con gran discreción espiritual una comunidad de Hermanas.
San José Cho Yun-ho, mártir
En el territorio de Tjyen-Tiyon, en Corea, san José Cho Yun-ho, mártir, que todavía joven, siguiendo las huellas de san Pedro Cho Hwaso, su padre, murió ahorcado a causa de su fe cristiana.
Beato Pablo Meléndez Gonzalo, mártir
En la región de Valencia, en España, beato Pablo Meléndez Gonzalo, mártir, el cual, siendo padre de familia, al arreciar la persecución contra la fe siguió el ejemplo Cristo sin arredarse, y por su gracia llegó al reino eterno.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria-23 de diciembre (morado).
MISAL: ants. y oracs. props. [para la conm.: 1ª orac. prop. y el resto de la feria], Pf. II o IV de Adv.
LECC.: vol. II.
- Mal 3, 1-4. 23-24. Os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor.
- Sal 24. R. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
- Lc 1, 57-66. Nacimiento de Juan Bautista.
Liturgia de las Horas: oficio de feria-23 de diciembre o de la conmemoración, ant. Mag. «¡Oh, Emmanuel!».
Martirologio: elogs. del 24 de diciembre, pág. 732.
Antífona de entrada Cf. Is 9, 5; Sal 71, 17
Un niño nos va a nacer y su nombre es: Dios fuerte; él sea la bendición de todos los pueblos.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, al ver que se acerca el nacimiento de tu Hijo según la carne, te pedimos que nosotros, indignos siervos tuyos, recibamos la misericordia del Verbo, Jesucristo, Señor nuestro, que se ha dignado encarnarse en la Virgen María y habitar entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.
En la conmemoración:
23 de diciembre
San Juan de Kety, presbítero
Oración colecta propia. El resto de la feria de Adviento.
Elogio del martirologio
San Juan de Kety, presbítero, el cual, siendo sacerdote, se dedicó a la enseñanza durante muchos años en la Academia de Cracovia, después recibió el encargo pastoral de la parroquia de Olkusia, en donde, añadiendo a la recta fe un cúmulo de virtudes, se convirtió para los cooperadores y discípulos en ejemplo de piedad y caridad hacia el prójimo, y después emigró a los gozos celestiales en Cracovia, ciudad de Polonia. (1473)
Oración colecta
Dios todopoderoso, concédenos actuar con la sabiduría de los santos, a ejemplo del presbítero san Juan de Kety, para que, practicando la misericordia con todos, obtengamos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audioy comentario del Evangelio de hoy (II)
PRIMERA LECTURA
Os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor
Lectura de la profecía de Malaquías (Mal 3, 1-4. 23-24)
ESTO dice el Señor Dios:
«Voy a enviar a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como el fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño.
Mirad, os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor, día grande y terrible. Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir a castigar y destruir la tierra».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 24, 4-5ab. 8-9. 10 y 14 [R.: Lc 21, 28])
R. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
V. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
R. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
V. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
R. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
V. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía a los que lo temen,
y les da a conocer su alianza.
R. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Aleluya
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra. R.
EVANGELIO
Nacimiento de Juan Bautista
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 1, 57-66)
R. Gloria a ti, Señor.
A ISABEL se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.
A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo:
«¡No! Se va a llamar Juan».
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Ambrosio (Catena aurea)
Con razón se desató en seguida su lengua, porque aquella a quien había atado la incredulidad, debía ser soltada por la fe. Creamos también nosotros, para que nuestra lengua -que está ligada con los vínculos de la incredulidad- se desate por la voz de la razón. Escribamos en el espíritu los misterios, si queremos hablar; escribamos al Precursor de Cristo, pero no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón. Pues el que nombra a Juan, vaticina a Jesucristo.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Isabel sintió la proximidad de María, Juan la del Señor; la mujer oyó la salutación de la mujer, el hijo sintió la presencia del Hijo; ellas proclaman la gracia, ellos logran que sus madres se aprovechen de este don» (San Ambrosio).
«Juan anunciará a alguien más Grande que había de venir después de él. Ha sido enviado para preparar el camino a ese misterioso Otro; toda su misión está orientada a Él: se anunciaba algo realmente grande» (Benedicto XVI).
«Juan es ‘más que un profeta’ (Lc 7,26). En él, el Espíritu Santo consuma el “hablar por los profetas”. Juan termina el ciclo de los profetas inaugurado por Elías. Anuncia la inminencia de la consolación de Israel, es la “voz” del Consolador que llega (Jn 1,23). Como lo hará el Espíritu de Verdad, ‘vino como testigo para dar testimonio de la luz’ (Jn 1,7). Con respecto a Juan, el Espíritu colma así las “indagaciones de los profetas” y la ansiedad de los ángeles» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 719).