MARTES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria o SAN IRENEO, obispo y mártir (MO). Después de Nona, I Vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Oficio del Martes de la I Semana del Salterio (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas - Laudes - Tercia- Sexta - Nona - Vísperas - Completas)
MARTES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 28 DE JUNIO
- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Misa exequial de +MANUEL NICOLÁS CAPELO DÍAZ, en la parroquia (a las 11.00 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Martes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.), I Vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.
PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 28 DE JUNIO
- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Misa exequial de +MANUEL NICOLÁS CAPELO DÍAZ, en la parroquia (a las 11.00 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Martes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.), I Vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de san Ireneo, obispo, que, como atestigua san Jerónimo, de niño fue discípulo de san Policarpo de Esmirna y custodió con fidelidad la memoria de los tiempos apostólicos. Ordenado presbítero en Lyon, fue el sucesor del obispo san Potino y, según cuenta la tradición, murió coronado por un glorioso martirio. Debatió en muchas ocasiones acerca del respeto a la tradición apostólica y, en defensa de la fe católica, publicó un célebre tratado contra la herejía.
Refieren a este santo: Santos Pedro y Pablo, San Policarpo de Esmirna, Santos Potino, obispo, y Blandina con cuarenta y seis compañeros, San Teófilo de Cesarea, San Víctor I
Oración
Señor, Dios nuestro, que otorgaste a tu obispo san Ireneo la gracia de mantener incólume la doctrina y la paz de la Iglesia, concédenos, por su intercesión, renovarnos en fe y en caridad y trabajar sin descanso por la concordia y la unidad entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Santos Plutarco, Sereno y compañeros, mártires
En Alejandría de Egipto, en tiempo del emperador Septimio Severo, santos mártires Plutarco, Sereno, Heráclides, catecúmeno, Herón, neófito, otro Sereno, Heraidis, catecúmena, Potamiena y Marcela, su madre, todos discípulos de Orígenes, que, por confesar a Cristo, unos fueron degollados y otros entregados a las llamas. Entre ellos destacó la virgen Potamiena, que sufrió innumerables pruebas en defensa de su virginidad y, después de padecer por su fe atroces tormentos, finalmente fue quemada viva junto con su madre.
San Pablo I, papa
En Roma, san Pablo I, papa, quien, afable y misericordioso, de noche visitaba en silencio las viviendas de los enfermos pobres y les prestaba ayuda. Defensor de la fe ortodoxa, escribió a los emperadores Constantino y León para que restituyeran el culto a las sagradas imágenes. Muy devoto de los santos, trasladó entre himnos y cánticos los cuerpos de los mártires desde los cementerios en ruinas a los diversos títulos y monasterios del interior de la ciudad, y promovió su culto.
San Argimiro, monje mártir
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Argimiro, mártir, que en la persecución llevada a cabo por los sarracenos bajo el reinado de Mohamed II, siendo monje y ya avanzado en edad, el juez musulmán le invitó a negar a Cristo y, por perseverar en la confesión de la fe, fue atormentado en el potro y finalmente traspasado por una espada.
San Heimerado, presbítero y eremita
En Burghasungen, en el territorio de Hesse, san Heimerado, presbítero y eremita, el cual, expulsado del claustro y expuesto al escarnio y desprecio de muchos, por amor a Cristo peregrinó incesantemente.
San Juan Southworth, presbítero y mártir
En Londres, en Inglaterra, san Juan Southworth, presbítero y mártir, que, por ejercer su ministerio sacerdotal en este país, tuvo que soportar cárceles y destierros, y bajo Oliverio Cromwell fue condenado a muerte. Cuando vio el patíbulo preparado en Tyburn, exclamó que era para él lo que la Cruz fue para Cristo.
Santa Vicenta Gerosa, virgen y fundadora
En Lovere, en Lombardía, santa Vicenta Gerosa, virgen, que fundó, junto con santa Bartolomea Capitanio, la Congregación de Hermanas de la Caridad.
Santas Lucía Wang Cheng, María Fan Kun, María Qi Yu y María Zheng Xu, vírgenes y mártires
En la aldea de Wanglajia, cerca de Dongguangxian, en la provincia de Hebei, en China, santas mártires Lucía Wang Cheng, María Fan Kun, María Qi Yu y María Zheng Xu, las cuales, habiendo sido educadas en un orfanato cristiano, durante la persecución llevada a cabo por la secta Yihetuan, cogidas de las manos y alegres como si fueran a la celebración de boda, fueron decapitadas.
Santa María Du Zhaozhi, mártir
En el lugar de Jieshuiwang, cerca de la ciudad de Shenxian, en la misma provincia china de Hebei, santa María Du Zhaozhi, mártir, madre de un sacerdote, que desistió de la fuga por no querer traicionar su fe en Cristo y sometió serenamente su cuello al hacha de sus perseguidores.
Beatos Severiano Baranyak y Joaquín Senkivskyj, presbíteros y mártires
En la ciudad de Drohobych, en Ucrania, beatos mártires Severiano Baranyk y Joaquín Senkivskyj, presbíteros de la Orden Basiliana de San Josafat y mártires, que, en tiempo de persecución contra la fe, con su martirio fueron partícipes de la victoria de Cristo.
Beata María Pía Mastena, virgen y fundadora
En Roma, beata María Pía Mastena, virgen y fundadora.
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria (rojo).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Am 3, 1-8; 4, 11-12. El Señor Dios ha hablado, ¿quién no
profetizará?
- Sal 5. R. Señor, guíame con tu justicia.
- Mt 8, 23-27. Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y
vino una gran calma.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 29 de
junio, pág. 387.
CALENDARIOS: Iesu Communio: San Ireneo, obispo y mártir (S).
Redentoristas: Beatos Nicolás Charnetskyj, obispo, y compañeros,
mártires (ML).
Vic: Aniversario de la muerte de Mons. José María Guix Ferreres,
obispo, emérito (2009).
Antífona de entrada Mal 2, 6
Transmitía la ley con fidelidad y no se encontraba fallo alguno en sus
labios; caminaba conmigo en paz y en rectitud, y apartaba del pecado a mucha
gente.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Ireneo, obispo. Nació en Asia Menor hacia
el año 130. En su niñez conoció a san Policarpo de Esmirna, discípulo de los
apóstoles. Ordenado presbítero en Lion, por entonces colonia griega, pronto
sucedió al obispo en dicha sede como pastor de la comunidad cristiana. En sus
célebres escritos salió al paso de las nacientes herejías del aquel tiempo.
Selló con la sangre el testimonio de su fe hacia el año 200.
Oración colecta
Oh, Dios, que otorgaste al obispo san Ireneo
mantener felizmente la doctrina verdadera y la paz de la Iglesia,
concédenos, por su intercesión, renovados en la fe y en la caridad,
fomentar siempre la unidad y la concordia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará?
Lectura de la
profecía de Amós (Am 3, 1-8; 4, 11-12)
ESCUCHAD la palabra que el Señor ha pronunciado contra vosotros, hijos de
Israel, contra toda tribu que saqué de Egipto:
«Solo a vosotros he escogido
de entre todas las tribus de la tierra.
Por eso os pediré cuentas
de todas vuestras transgresiones».
¿Acaso dos caminan juntos
sin haberse puesto de acuerdo?
¿Acaso ruge el león en la foresta
si no tiene una presa?
¿Deja el cachorro oír su voz desde el cubil
si no ha apresado nada?
¿Acaso cae el pájaro en la red,
a tierra, si no hay un lazo?
¿Salta la trampa del suelo
si no tiene una presa?
¿Se toca el cuerno en una ciudad
sin que se estremezca la gente?
¿Sucede una desgracia en una ciudad
sin que el Señor la haya causado?
Ciertamente, nada hace el Señor Dios
sin haber revelado su designio
a sus servidores los profetas.
Ha rugido el león,
¿quién no temerá?
El Señor Dios ha hablado,
¿quién no profetizará?
Os trastorné
como Dios trastornó a Sodoma y Gomorra,
y quedasteis como tizón sacado del incendio.
Pero no os convertisteis a mí —oráculo del Señor—.
Por eso, así voy a tratarte, Israel.
Sí, así voy a tratarte:
prepárate al encuentro con tu Dios.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 5,
5-6a. 6b-7. 8 [R.: 9a])
R. Señor, guíame con tu justicia.
V. Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
R. Señor, guíame con tu justicia.
V. Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
R. Señor, guíame con tu justicia.
V. Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda temor.
R. Señor, guíame con tu justicia.
╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 8, 23-27)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las
olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los
hombres se decían asombrados:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, Camino 59.
Conviene
que conozcas esta doctrina segura: el espíritu propio es mal consejero, mal
piloto, para dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos
de la vida interior.
Por
eso es Voluntad de Dios que la dirección de la nave la lleve un Maestro, para
que, con su luz y conocimiento, nos conduzca a puerto seguro.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Tomó a sus discípulos consigo en la barca, para enseñarles estas dos cosas: no asustarse ante los peligros, ni envanecerse con los honores» (San Juan Crisóstomo).
«Jesús no nos quiere personas pasivas; nos quiere instrumentos activos, responsables, pero a la vez, llenos de esperanza. Ésta es la clave para afrontar las tempestades de la vida» (Benedicto XVI).
«La confianza filial se pone a prueba cuando tenemos el sentimiento de no ser siempre escuchados. El Evangelio nos invita a conformar nuestra oración al deseo del Espíritu» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.756).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. propio como en la misa del día, conveniente PE I. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Hch 3, 1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús,
levántate y anda.
- Sal 18. R. A toda la tierra alcanza su pregón.
- Gál 1, 11-20. Dios me escogió desde el seno de mi madre.
- Jn 21, 15-19. Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas.
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio de la solemnidad. Comp. Dom.
I.
Misa de la vigilia
Esta misa se utiliza en la tarde del día 28 de junio, antes o después de las
primeras Vísperas de la solemnidad.
Antífona de entrada
Pedro, el apóstol, y Pablo, el doctor de las gentes, nos enseñaron tu
ley, Señor.
Monición de entrada
Celebramos esta tarde la vigilia de los apóstoles Pedro Pablo, elegidos por
Cristo para ser columnas de la Iglesia y testigos del Evangelio del Señor. En
Roma padecieron con Cristo para ser con él glorificados.
Acto penitencial
- Tú, que perdonaste a Pedro cuando renegó de ti: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
- Tú, que convertiste a Pablo en apóstol tuyo: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
- Tú, que, por la sucesión apostólica, nos aseguras el perdón de los pecados: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Se dice Gloria.
Señor, Dios nuestro, concédenos tu ayuda
por la intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo,
y ya que por ellos entregaste a tu Iglesia las primicias de los dones del cielo,
otórganos también, por ellos, los auxilios para la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
PRIMERA LECTURA
Te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo, echa a andar
Lectura
del libro de los Hechos de los apóstoles (Hch 3, 1-10)
EN AQUELLOS DÍAS, Pedro y Juan subían al templo, a la oración de la hora de
nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían
colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para que
pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a
Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se quedó mirándolo y le
dijo:
«Míranos».
Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pero Pedro le dijo:
«No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo
Nazareno, levántate y anda».
Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron
los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con
ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. Todo el pueblo
lo vio andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta de que era el mismo
que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa del templo, quedaron
estupefactos y desconcertados ante lo que le había sucedido.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 18,
2-3. 4-5 (R.: 5a)
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas (Gál 1,
11-20)
HERMANOS: Os hago saber que el Evangelio anunciado por mí no es de origen
humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por
revelación de Jesucristo.
Porque habéis oído hablar de mi pasada conducta en el judaísmo: con qué saña
perseguía a la iglesia de Dios y la asolaba, y aventajaba en el judaísmo a
muchos de mi edad y de mi raza como defensor muy celoso de las tradiciones de
mis antepasados. Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y
me llamó por su gracia, se dignó revelar a su Hijo en mí para que lo anunciara
entre los gentiles, no consulté con hombres ni subí a Jerusalén a ver a los
apóstoles anteriores a mí, sino que, enseguida, me fui a Arabia, y volví a
Damasco.
Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas, y permanecí
quince días con él.
De los otros apóstoles no vi a ninguno, sino a Santiago, el hermano del Señor.
Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas
╬ Lectura
del santo Evangelio según San Juan (Jn 21, 15-19)
R. Gloria a ti, Señor.
HABIÉNDOSE aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, le dijo a Simón
Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?».
Él le contestó:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
Jesús le dice:
«Apacienta mis corderos».
Por segunda vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?».
Él le contesta:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
Él le dice:
«Pastorea mis ovejas».
Por tercera vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
contestó:
«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
Jesús le dice:
«Apacienta mis ovejas.
En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas
adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y
te llevará adonde no quieras».
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto,
añadió:
«Sígueme».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Monición al Credo
Se dice Credo. Puede introducirse con la siguiente monición.
Confesamos
nuestra fe: la fe de la Iglesia, fundada sobre la roca de la fe de los
apóstoles Pedro y Pablo, testigos privilegiados del Señor Jesús.
Oración de los fieles
Celebrando la pasión gloriosa de tan grandes intercesores, oremos al Señor.
- Por el papa N., sucesor de Pedro, para que realice su misión de guardar la unidad en la caridad de todas las Iglesias y confirme en la te a sus hermanos. Roguemos al Señor.
- Por la Iglesia, presente en la diversidad de naciones, razas y culturas, para que su misión evangelizadora lleve al conocimiento de Cristo a todos los pueblos. Roguemos al Señor.
- Por las Iglesias perseguidas o reducidas al silencio en algunos países, para que permanezcan firmes en la confesión de la fe y el testimonio cristiano. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, aquí reunidos, para que perseveremos fielmente en la enseñanza y la misión recibidas de los apóstoles. Roguemos al Señor.
avaladas por la intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo,
columnas de la Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor, al celebrar con alegría la solemnidad
de los santos apóstoles Pedro y Pablo,
traemos ofrendas a tu altar y te suplicamos
que, desconfiando de nuestros méritos,
nos gloriemos de ser salvados solo por tu bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
La doble misión de Pedro y Pablo en la Iglesia
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en los santos apóstoles Pedro y Pablo
has querido dar a tu Iglesia un motivo de alegría:
Pedro fue el primero en confesar la fe,
Pablo, el maestro insigne que la interpretó;
aquel fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel,
este fue maestro y doctor en la vocación de los gentiles.
Así, por caminos diversos, congregaron la única familia de Cristo
y una misma corona asoció a los dos a quienes venera el mundo.
Por eso, con los santos y con todos los ángeles,
te alabamos, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Jn 21, 15. 17
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Señor, tú conoces todo, tú
sabes que te quiero.
Te rogamos, Señor, que fortalezcas
con los sacramentos del cielo a tus fieles,
a quienes has iluminado con la doctrina de los apóstoles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Se puede usar la fórmula de bendición solemne.
Santos Pedro y Pablo
Dios
todopoderoso, que por la confesión de Pedro os ha fortalecido y os ha edificado
sobre la roca de la fe de la Iglesia, os dé su bendición.
R. Amén.
Quien os ha instruido con la predicación de Pablo, cuya palabra sigue
resonando en la Iglesia, os ayude a seguir su ejemplo de ganar hermanos para
Cristo.
R. Amén.
Para
que así, por las llaves de Pedro, la palabra de Pablo y la oración de ambos,
nos sintamos animados a luchar por aquella patria a la que ellos llegaron
muriendo en la cruz uno y otro bajo la espada.
R. Amén.
Y
la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.