04 de agosto - SAN JUAN MARÍA VIANNEY, presbítero

 



 

MIÉRCOLES DE LA XVIII SEMANA DEL T. ORDINARIO,
SAN JUAN MARÍA VIANNEY, presbítero, (MO)

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 04 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Miércoles de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.). 

Para ver la transmisión en directo, pincha aquí

 

 

LITURGIA DE HOY


Misa de la memoria (blanco).
MISAL: 1ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un pastor), o de un domingo del T.O., Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Núm 13, 1-2. 25 — 14, 1. 26-29. 34-35. Despreciaron una tierra envidiable.
- Sal 105. R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
- Mt 15, 21-28. Mujer, qué grande es tu fe.
o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.


Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Juan María Vianney, presbítero. Nació en Lion el año 1786. Durante más de cuarenta años se entregó de una manera admirable al servicio de la parroquia que le fue encomendada en la aldea de Ars, en Francia, con asidua predicación, oración y ejemplos de penitencia. Diariamente catequizaba a niños y adultos, reconciliaba a los arrepentidos y con su ardiente caridad, alimentada en la eucaristía, brilló de tal modo a lo largo y a lo ancho de toda Europa; con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas almas. Murió el año 1859.


Oración colecta

Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable
a san Juan María Vianney, presbítero, por su celo pastoral,
concédenos, por su ejemplo e intercesión,
ganar para Cristo nuevos hermanos en el amor
y poder alcanzar con ellos la gloria eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA 
Despreciaron una tierra envidiable

Lectura del libro de los Números (Nm 13, 1-2. 25-33; 14, 1. 26-29. 34-35)

EN AQUELLOS DÍAS, el Señor dijo a Moisés en el desierto de Farán:
«Envía gente a explorar la tierra de Canaán, que voy a entregar a los hijos de Israel: envía uno de cada tribu y que todos sean jefes».
Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país; y se presentaron a Moisés y Aarón y a toda la comunidad de los hijos de Israel, en el desierto de Farán, en Cadés. Presentaron su informe a toda la comunidad y les enseñaron los frutos del país. Y le contaron:
«Hemos entrado en el país adonde nos enviaste; y verdaderamente es una tierra que mana leche y miel; aquí tenéis sus frutos. Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tienen grandes ciudades fortificadas (incluso hemos visto allí hijos de Anac). Amalec vive en la región del Negueb, los hititas, jebuseos xamorreos viven en la montaña, los cananeos junto al mar y junto al Jordán».
Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés y dijo:
«Tenemos que subir y apoderamos de ese país, porque podemos con él».
Pero los que habían subido con él replicaron:
«No podemos atacar a ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros».
Y desacreditaban ante los hijos de Israel la tierra que habían explorado, diciendo:
«La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus propios habitantes; toda la gente que hemos visto en ella es de gran estatura. Hemos visto allí nefileos, hijos de Anac: parecíamos saltamontes a su lado, y lo mismo les parecíamos nosotros a ellos».
Entonces toda la comunidad empezó a dar gritos y el pueblo se pasó llorando toda la noche.
El Señor dijo a Moisés y Aarón:
«¿Hasta cuándo seguirá esta comunidad malvada murmurando contra mí? He oído a los hijos de Israel murmurar de mí. Diles: ¡Por mi vida!, oráculo del Señor, que os hare lo que me habéis dicho a la cara: en este desierto caerán vuestros cadáveres, los de todos los que fuisteis censados, de veinte años para arriba, los que habéis murmurado contra mí.
Según el número de los días que empleasteis en explorar la tierra, cuarenta días, cargaréis con vuestra culpa cuarenta años, un año por cada día. Para que sepáis lo que es desobedecerme”.
Yo, el Señor, juro que haré esto a la comunidad que se ha amotinado contra mí: en este desierto se consumirán y en él morirán».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 105, 6-7a. 13-14. 21-22. 23 [R.: 4a])

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

V. Hemos pecado como nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas.

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

V. Bien pronto olvidaron sus obras,
y no se fiaron de sus planes:
ardían de avidez en el desierto
y tentaron a Dios en la estepa.

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

V. Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam,
portentos junto al mar Rojo.
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

V. Dios hablaba ya de aniquilados;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio.

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.


Aleluya Lc 7, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R.

EVANGELIO 
Mujer, qué grande es tu fe

╬ Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 15, 21-28)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten compasión de mí, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo».
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
«Atiéndela, que viene detrás gritando».
Él les contestó:
«Solo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
Ella se acercó y se postró ante él diciendo:
«Señor, ayúdame».
Él le contestó:
«No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella repuso:
«Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos».
Jesús le respondió:
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Ángelus 20-agosto-2017
Este episodio evangélico nos ayuda a entender que todos tenemos necesidad de crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús. Él puede ayudarnos a encontrar la vía cuando hemos perdido la brújula de nuestro camino; cuando el camino no parece ya plano sino áspero y arduo; cuando es fatigoso ser fieles con nuestros compromisos. Es importante alimentar cada día nuestra fe, con la escucha atenta de la Palabra de Dios, con la celebración de los Sacramentos, con la oración personal como «grito» hacia Él –«Señor, ayúdame»–, y con actitudes concretas de caridad hacia el prójimo.

03 de agosto - MARTES DE LA XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 



MARTES DE LA XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 03 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Entierro de +CARMEN BARRIOS REYES, en la Capilla de San Sebastián (a las 19.00 h.).

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.). 

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NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

Continúan los ataques a iglesias en Canadá

En los últimos meses, decenas de iglesias de todo Canadá han sido objeto de ataques que van desde el vandalismo hasta los incendios, con al menos diez iglesias completamente destruidas por incendios causados deliberadamente.

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El Papa reanuda las audiencias generales en el Aula Pablo VI

Tras la pausa de de julio, El Papa Francisco reanuda este 4 de agosto, su cita de los miércoles, a las 9.15 horas, en la Sala Nervi.

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Cardenal Piacenza: hemos perdido la memoria de la Misericordia

Con motivo del Perdón de Asís, desde la Basílica de Santa María de los Ángeles de la Porciúncula, el Penitenciario Mayor advierte de que no hay que entrar en los "callejones sin salida de la autojustificación" inducida por centros ideológicos-manipuladores y exhorta a ejercer el perdón, cultivando el vínculo con la Iglesia universal, para sanarla desde dentro, a pesar de los escándalos y las dificultades

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SANTORAL DE HOY 

San Asprenato de Nápoles, obispo
(† s. II/III)

Elogio: En Nápoles, de la Campania, san Asprenato, primer obispo de esta población.
 

Otros santos de este día:

San Eufronio de Autun, obispo

En Autun, en la Galia Lugdunense, san Eufronio, obispo, que edificó una basílica en honor del mártir san Simforiano y adornó con mayor decoro el sepulcro de san Martín de Tours.

San Martín, eremita

En el monte Másico, de la Campania, san Martín, que, llevando vida solitaria, permaneció muchísimos años retirado en una angosta cueva.

San Pedro de Anagni, obispo

En Anagni, en el Lacio, san Pedro, obispo, que brilló en primer lugar por la observancia monástica y después por el celo pastoral, llevando a término la construcción de la iglesia catedral.

Beato Agustín Kazotic, obispo

En Lucera, en la Apulia, beato Agustín Kazotic, obispo, de la orden de Predicadores, que en un principio estuvo al frente de la Iglesia de Zagreb y, posteriormente, por la hostilidad del rey de Dalmacia, asumió la sede de Lucera, donde desarrolló una gran obra de ayuda en favor de los pobres y los necesitados.

Beato Salvador Ferrandis Seguí, presbítero y mártir

En Alicante, en España, beato Salvador Ferrandis Seguí, presbítero y mártir, que en la persecución contra la fe derramó su sangre por Cristo y alcanzó, así, la palma de la gloria.

Beatos Alfonso López López y Miguel Ramón Salvador, presbíteros y mártires

En el pueblo de Samalús, cerca de Barcelona, también en España, beatos mártires Alfonso López López, presbítero, y Miguel Remón Salvador, ambos religiosos de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, que en la misma persecución recibieron la corona del martirio por dar testimonio de Cristo.

Beato Francisco Bandrés Sánchez, presbítero y mártir

En Barcelona, nuevamente en España, beato Francisco Bandrés Sánchez, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, que, en tiempo de la misma persecución, confirmó con su sangre su fidelidad al Señor.


LITURGIA DE HOY

Misa de feria (verde).

MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-impar.
- Núm 12, 1-13.
 No hay otro profeta como Moisés; ¿cómo os habéis atrevido a hablar contra él?
- Sal 50. R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
- Mt 14, 22-36. Mándame ir a ti sobre el agua.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 4 de agosto, pág. 466.
CALENDARIOS: Segorbe-Castellón: Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir (F).
San Sebastián: Santa Cándida María de Jesús Cipitria y Barriola, virgen (MO).
Girona: San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia (MO).
Cuenca: Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires (ML), o san Cayetano, presbítero (ML).
Osma-Soria: Beata Juana de Aza, viuda (ML).
Palencia: San Pedro de Osma, obispo (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: San Pedro ad Víncula (ML).
Dominicos: Beato Agustín Kazotiz, obispo (ML).
Familia Franciscana, Hermanas de la Cruz y Hermanas del Ángel de la Guarda: San Eusebio de Vercelli, obispo, o san Pedro Julián Eymard, presbítero (ML).


PRIMERA LECTURA 
No hay otro profeta como Moisés ¿cómo os habéis atrevido a hablar contra él?

Lectura del libro de los Números (Nm 12, 1-13)

EN AQUELLOS DÍAS, María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado por esposa.

Decían:
«¿Ha hablado el Señor solo a través de Moisés? ¿No ha hablado también a través de nosotros?».
El Señor lo oyó.
Moisés era un hombre muy humilde, más que nadie sobre la faz de la tierra.
De repente, el Señor habló a Moisés, Aarón y María:
«Salid los tres hacia la Tienda del Encuentro».
Y los tres salieron.
El Señor bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la Tienda, y llamó a Aarón y a María. Ellos se adelantaron y el Señor les habló:
«Escuchad mis palabras: si hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños; no así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos. A él le hablo cara a cara; abiertamente y no por enigmas; Y contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?».

La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó. Al apartarse la Nube de la Tienda, María estaba leprosa, Con la piel como la nieve. Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa. Entonces Aarón dijo a Moisés:
«Perdón, señor. No nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente. No dejes a María como un aborto que sale del vientre con la mitad de la carne consumida».
Moisés suplicó al Señor:
«Por favor, cúrala».


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 50, 3-4. 5-6. 12-13)

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

V. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
 
V. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. 

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Mira, en la culpa nací,
V. En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
pecador me concibió mi madre. 

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

V. Oh, Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. 

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.


Aleluya Jn 1, 49b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. R.


EVANGELIO
Mándame ir a ti sobre el agua

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 14, 22-36)
R. Gloria a ti, Señor.

DESPUÉS que la gente se hubo saciado, enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo enseguida:
«¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!».
Pedro le contestó:
«Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua».
Él le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame».
Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él diciendo:
«Realmente eres Hijo de Dios».
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y lo hombres de aquel lugar apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le trajeron a todos los enfermos.
Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados.


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Del Papa Benedicto XVI, Ángelus 7-agosto-2011

Pedro camina sobre las aguas no por su propia fuerza, sino por la gracia divina, en la que cree; y cuando lo asalta la duda, cuando no fija su mirada en Jesús, sino que tiene miedo del viento, cuando no se fía plenamente de la palabra del Maestro, quiere decir que se está alejando interiormente de él y entonces corre el riesgo de hundirse en el mar de la vida. Lo mismo nos sucede a nosotros: si sólo nos miramos a nosotros mismos, dependeremos de los vientos y no podremos ya pasar por las tempestades, por las aguas de la vida. El gran pensador Romano Guardini escribe que el Señor "siempre está cerca, pues se encuentra en la razón de nuestro ser. Sin embargo, debemos experimentar nuestra relación con Dios entre los polos de la lejanía y de la cercanía. La cercanía nos fortifica, la lejanía nos pone a prueba" (Accettare se stessi, Brescia 1992, p. 71).


02 de agosto - San Eusebio de Vercelli, obispo y San Pedro Julián Eymard, presbítero

 


 

LUNES DE LA XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria o SAN EUSEBIO DE VERCELLI, obispo, (ML) o
SAN PEDRO JULIÁN EYMARD, presbítero, (ML)

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
LUNES, 02 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Entierro de +TOMÁS GARRIDO DUARTE, en la Parroquia (a las 11.30 h.).

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.).

NO TENDREMOS LA SANTA MISA DE LA TARDE.
YA MAÑANA SÍ

 

 

NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

 

Ángelus del Papa Francisco:

“No busques a Dios ni a un amigo sólo cuando tengas un problema”


¿Buscamos a Dios sólo para resolver nuestros problemas? Hoy el Papa Francisco nos pide pararnos a pensar cual es nuestro verdadero motivo por el que buscamos a Dios y nos recuerda que el verdadero amor es desinteresado: ¡no se ama para recibir un favor a cambio!


La Cruz de la JMJ recorrerá España
en septiembre y octubre

Un Itinerario que tocará unas 50 ciudades a lo largo y ancho de España, en un recorrido para animar a los jóvenes a participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023.

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El perdón de Asís:
un don pedido al Señor para cada persona

Los días 1 y 2 de agosto se celebra en Asís la Solemnidad del Perdón. Los fieles que acudan a la Porciúncula de Santa Maria Degli Angeli, o a cualquier iglesia franciscana del mundo, podrán obtener la indulgencia plenaria. Todas las celebraciones podrán seguirse también por streaming. "El perdón es el abrazo del Padre a cada hijo", explica el padre Francesco Piloni, Ministro Provincial de los Hermanos Menores de Umbria y Cerdeña.

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SANTORAL DE HOY


 Nuestra Señora de los Ángeles


  

INDULGENCIA DE LA PORCIÚNCULA

En julio de 1216, Francisco pidió en Perusa a Honorio III que todo el que, contrito y confesado, entrara en la iglesita de la Porciúncula, ganara gratuitamente una indulgencia plenaria, como la ganaban quienes se enrolaban en las Cruzadas, y otros que sostenían con sus ofrendas las iniciativas de la Iglesia. De ahí el nombre de Indulgencia de la Porciúncula, Perdón Asís, Indulgencia o Perdón de las rosas (por el prodigio que medió en su confirmación según alguna tradición tardía) u otros parecidos.

Más allá de las controversias históricas acerca de los orígenes y circunstancias de la concesión de la Indulgencia, lo cierto es que la Iglesia ha seguido, hasta nuestros días, otorgando y ampliando esa gracia extraordinaria. En la actualidad, esta Indulgencia puede lucrarse no sólo en Santa María de los Ángeles o la Porciúncula, sino en todas las iglesias franciscanas, y también en las iglesias catedral y parroquial, cada 2 de agosto, día de la Dedicación de la iglesita, una sola vez, con las siguientes condiciones: 1) visitar una de las iglesias mencionadas, rezando la oración del Señor y el Símbolo de la fe (Padrenuestro y Credo); 2) confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa, por ejemplo, un Padrenuestro con Avemaría y Gloria; estas condiciones pueden cumplirse unos días antes o después, pero conviene que la comunión y la oración por el Papa se realicen en el día en que se gana la Indulgencia.

* * *

S. S. Benedicto XVI

Ángelus del domingo 2 de agosto de 2009

EL «PERDÓN DE ASÍS»

Queridos hermanos y hermanas, el Año sacerdotal que estamos celebrando constituye una magnífica ocasión para profundizar en el valor de la misión de los presbíteros en la Iglesia y en el mundo. Al respecto nos llegan útiles motivos de reflexión de la memoria de los santos que la Iglesia nos propone diariamente. (...)

 Hoy contemplamos en san Francisco de Asís el ardiente amor por la salvación de las almas, que todo sacerdote debe alimentar constantemente: en efecto, hoy se celebra el llamado "Perdón de Asís", que obtuvo del Papa Honorio III en el año 1216, después de haber tenido una visión mientras se hallaba en oración en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Apareciéndosele Jesús en su gloria, con la Virgen María a su derecha y muchos ángeles a su alrededor, le dijo que expresara un deseo, y Francisco imploró un "perdón amplio y generoso" para todos aquellos que, "arrepentidos y confesados", visitaran aquella iglesia. Recibida la aprobación pontificia, el santo no esperó ningún documento escrito, sino que corrió a Asís y, al llegar a la Porciúncula, anunció la gran noticia: "Hermanos míos, ¡quiero enviaros a todos al paraíso!". A partir de entonces, desde el mediodía del 1 de agosto hasta la medianoche del 2, se puede lucrar, con las condiciones habituales, la indulgencia plenaria también por los difuntos, visitando una iglesia parroquial o franciscana.

(tomado de http://www.franciscanos.org/enciclopedia/indulgencia.htm)


San Eusebio de Vercelli, obispo y confesor
(†371)

Elogio: San Eusebio, primer obispo de Vercelli, en la Liguria, que consolidó la Iglesia en toda la región subalpina, y que por defender la fe del Concilio de Nicea fue desterrado por el emperador Constancio, primero a Escitópolis y, posteriormente, a Capadocia y la Tebaida. Vuelto a su sede después de ocho años de exilio, se esforzó con empeño y valentía para restablecer la fe contra la herejía arriana.

Refieren a este santo: San Dionisio de Milán, San Grato de Aosta, San Gregorio de Elvira, San Hilario de Poitiers, San Honorato de Vercelli, San Lucífero de Cagliari, San Paulino de Tréveris, San Teonesto

Oración

Concédenos, Señor, Dios nuestro, imitar la fortaleza de tu obispo san Eusebio de Vercelli al proclamar su fe en la divinidad de tu Hijo, y haz que, perseverando en esa misma fe de la que fue maestro, merezcamos un día participar de la vida divina de Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


San Pedro Julián Eymard, presbítero y fundador
(1811 - †1868)

Elogio: San Pedro Julián Eymard, presbítero, el cual fue primeramente sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Adorador eximio del misterio eucarístico, instituyó dos nuevas congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para fomentar y difundir la piedad hacia el Santísimo Sacramento. Murió en la aldea de La Mure, cerca de Grenoble, en Francia, donde había nacido.

Oración

Oh Dios, que concediste a san Pedro Julián un amor admirable hacia el sagrado misterio del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos benigno que merezcamos participar de este divino convite, comprendiendo, como él, su riqueza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

San Rutilio, mártir

En África Proconsular, conmemoración de san Rutilio, mártir, que durante largo tiempo escapó de la persecución huyendo de un lugar a otro y, a veces, salvándose del peligro con soborno, pero, arrestado finalmente de improviso y presentado al prefecto, recibió la corona de un glorioso martirio al ser torturado con grandes suplicios y arrojado, finalmente, al fuego.

San Esteban I, papa

En Roma, en el cementerio de Calixto, san Esteban I, papa, el cual, para afirmar claramente que la unión bautismal de los cristianos con Cristo se cumplía una sola vez, prohibió que los herejes que quisieran volver a la plena comunión con la Iglesia fueran de nuevo bautizados.

Santa Centolla, mártir

En la región cercana a la actual ciudad de Burgos, en Hispania, santa Centolla, mártir.

San Máximo de Padua, obispo

En Padua, en la región de Venecia, san Máximo, obispo, considerado sucesor de san Prosdócimo.

San Sereno de Marsella, obispo

En Marsella, en la Provenza, de la Galia, san Sereno, obispo, que acogió con hospitalidad a san Agustín y a sus compañeros enviados por el papa san Gregorio Magno a evangelizar Inglaterra y, mientras se dirigía a Roma, descansó piadosamente en el Señor en Biandrate, cerca de Vercelli.

San Betario de Chartres, obispo

En Carnuto (hoy Chartres), en Neustria, san Betario, obispo.

San Pedro de Osma, monje y obispo

En Palencia, en la región hispánica de Castilla, muerte de san Pedro, obispo de Osma, que, primero monje y después archidiácono de la Iglesia de Toledo, finalmente fue elevado a la sede de Osma, recién liberada de la dominación mahometana, la cual reorganizó con vivo celo pastoral.

Beata Juana de Aza, laica

En Caleruega, población igualmente de Castilla, conmemoración de la beata Juana de Aza, madre de santo Domingo, que, llena de fe, hizo grandes obras de misericordia en favor de los pobres y necesitados.

Beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires

En Barbastro, también en España, beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires, todos ellos Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María, que, precediendo a otros muchos compañeros, en el furor de la persecución contra la Iglesia fueron fusilados a las puertas del cementerio por milicianos.

Beato Ceferino Giménez Malla, el «Pelé», mártir

En la misma ciudad de Barbastro, beato Ceferino Jiménez Malla, el «Pelé», mártir de raza gitana, dedicado a promover la paz y la concordia entre su pueblo y los vecinos, el cual, en la mencionada persecución, al salir en defensa de un sacerdote que era arrastrado por las calles por los milicianos, fue detenido y, llevado al cementerio, consumó su peregrinación por la tierra al ser fusilado, mientras sostenía la corona del Rosario en sus manos.

Beato Francisco Calvo Burillo, presbítero y mártir

En la aldea de Híjar, cerca de Teruel, en España, beato Francisco Calvo Burillo, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que padeció el martirio en la misma persecución contra la fe.

Beato Francisco Tomás Serer, presbítero y mártir

En Madrid, de nuevo en España, beato Francisco Tomás Serer, presbítero de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y mártir, que en la citada persecución mereció derramar su sangre por Cristo.

Beato Justino María Russolillo, presbítero y fundador

En Nápoles, Justino María Russolillo, presbítero y fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones (Vocacionistas).

 

LITURGIA DE HOY

Misa de feria (verde) o de una de las memorias (blanco).

MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria de san Eusebio V.: 1ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un obispo), o de un domingo del T.O. / para la memoria de san Julián E.: 1ª orac. prop. y el resto del común de santos (para religiosos) o de pastores (para un pastor), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.

LECC.: vol. III-impar.

- Núm 11, 4b-15. Solo no puedo cargar con este pueblo.
- Sal 80. R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
- Mt 14, 13-21. Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente.
o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de feria o de una de las memorias.

Martirologio: elogs. del 3 de agosto, pág. 465.
CALENDARIOS: Getafe: Nuestra Señora de los Ángeles (S).
Osma-Soria: San Pedro de Osma, obispo (S).
Sacramentinos: San Pedro Julián Eymard, presbítero (S). PP. Maristas: (MO).
Familia Franciscana y Hermanas de la Cruz: Santa María de los Ángeles de la Porciúncula (F).
Hermanas del Ángel de la Guarda: Bienaventurada Virgen María de los Ángeles (F).
Canónigos Regulares de Letrán: San Eusebio de Vercelli, obispo (MO).
Dominicos: Beata Juana de Aza (MO). Burgos: (ML).
Agustinos: Beato Juan de Rieti, religioso (ML).
Familia Salesiana: Beato Augusto Czartoryski, presbítero (ML).

Monición de entrada

Recordamos en esta celebración a san Eusebio, primer obispo de Vercelli, en Italia. Nació en Cerdeña a principios del siglo IV. La defensa y el esclarecimiento de la fe le causaron sufrimientos y el destierro. Vuelto a su sede después de ocho años de exilio, se esforzó con empeño y valentía para restablecer la fe contra la herejía arriana. Allí entregó su alma Dios el año 371.

Conmemoramos también hoy a san Pedro Julián Eymard, presbítero, el cual fue primero sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Fiel adorador del misterio eucarístico, instituyó dos nuevas congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para



PRIMERA LECTURA 
Solo no puedo cargar con este pueblo

Lectura del libro de los Números (Nm 11, 4b-15)

EN AQUELLOS DÍAS, dijeron los hijos de Israel:
«¡Quién nos diera carne para comer! ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones y puerros y cebollas y ajos! En cambio ahora se nos quita el apetito de no ver más que maná».
(El maná se parecía a la semilla de coriandro, y tenía color de bedelio; el pueblo se dispersaba para recogerlo, lo molían en la muela o lo machacaban en el almirez, lo cocían en la olla y hacían con él hogazas que sabían a pan de aceite. Por la noche caía el rocío en el campamento y encima de él el maná).
Moisés oyó cómo el pueblo lloraba, una familia tras otra, cada uno a la entrada de su tienda, provocando la ira del Señor. Y disgustado, dijo al Señor:
«¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia a tus ojos, sino que me haces cargar con todo este pueblo? ¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz, para que me digas: “Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí con juramento a sus padres”? ¿De dónde voy a sacar carne para repartirla a todo el pueblo, que me viene llorando: “Danos de comer carne”? Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. Si me vas a tratar así, hazme morir, por favor, si he hallado gracia a tus ojos; así no veré más mi desventura».


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 80, 12-13. 14-15. 16-17 [R.: 2a])

R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
 
V. Mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.

R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
 
V. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.

R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
 
V. Los que aborrecen al Señor lo adularían,
y su suerte quedaría fijada;
los alimentaría con flor de harina,
los saciaría con miel silvestre.

R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
 

Aleluya Mt 4, 4b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. R.
 

EVANGELIO
Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente


╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 14, 13-21)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados.
Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:
«Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida».
Jesús les replicó:
«No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer».
Ellos le replicaron:
«Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces».
Les dijo:
«Traédmelos».
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
 
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Papa Francisco, Audiencia general 17-agosto-2016

Vivir la comunión con Cristo es otra cosa distinta a permanecer pasivos y ajenos a la vida cotidiana; por el contrario, nos introduce cada vez más en la relación con los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, para ofrecerles la señal concreta de la misericordia y de la atención de Cristo. Mientras nos nutre de Cristo, la Eucaristía que celebramos nos transforma poco a poco también a nosotros en cuerpo de Cristo y nutrimento espiritual para los hermanos. Jesús quiere llegar a todos, para llevar a todos el amor de Dios. Por ello convierte a cada creyente en servidor de la misericordia. Jesús ha visto a la muchedumbre, ha sentido compasión por ella y ha multiplicado los panes; así hace lo mismo con la Eucaristía. Y nosotros, creyentes que recibimos este pan eucarístico, estamos empujados por Jesús a llevar este servicio a los demás, con su misma compasión. Este es el camino.