Semana II de Adviento:
"Preparad el camino al Señor"
MARTES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO,SAN AMBROSIO, obispo y doctor de la Iglesia (MO)
PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 07 DE DICIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía del Martes de la II Semana de Adviento: Tercer Día de Triduo en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 19.30 h.).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Semana II de Adviento:
"Preparad el camino al Señor"
PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 07 DE DICIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía del Martes de la II Semana de Adviento: Tercer Día de Triduo en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 19.30 h.).
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SANTORAL DE HOY
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Elogio: Memoria de san Ambrosio, obispo de Milán, y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor el día cuatro de abril, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno, fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos.
Patronazgos: patrono de comerciantes, apicultores, estudiantes; protector de abejas y animales de compañía.
Refieren a este santo: San Agustín de Hipona, San Anisio de Tesalónica, San Basiano de Lodi, San Cromacio de Aquilea, San Delfín de Burdeos, San Eustorgio I de Milán, San Félix de Como, San Honorato de Vercelli, Santa Marcelina, San Martín de Tours, San Romano «Mélodos», San Sabino de Piacenza, San Sátiro, San Severo de Nápoles, San Siricio, Santos Sisinio, Martirio y Alejandro, Santos Vidal y Agrícola, San Vigilio de Trento.
Oración
Señor y Dios nuestro, tú que hiciste al obispo san Ambrosio doctor esclarecido de la fe católica y ejemplo admirable de fortaleza apostólica, suscita en medio de tu pueblo hombres que, viviendo según tu voluntad, gobiernen a tu Iglesia con sabiduría y fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Otros santos de este día:
San Sabino de Spoleto, obispo y mártir
En Spoleto, de la Umbría, san Sabino, venerado como obispo y mártir.
San Atenodoro, mártir
En Siria, san Atenodoro, mártir, que, según la tradición, fue torturado por el fuego y otros suplicios en tiempo del emperador Diocleciano y el prefecto Eleusio, y condenado después a la pena capital, al fallar el verdugo nadie se atrevió a degollarlo, por lo cual se durmió en el Señor en medio de la oración.
San Urbano de Teano, obispo
En Teano, de la Campania, san Urbano, obispo.
San Juan el Silencioso o Hesicasta, monje y obispo
En Palestina, san Juan el Silencioso o Hesicasta, el cual, habiendo renunciado al episcopado de Colonia, en Armenia, vivió como monje en la laura de San Sabas, en humilde servicio a los hermanos y en áspera soledad y silencio.
Santa Fara, abadesa
En Eboriacum (hoy Faramoutiers), de la región de Meaux, en la Galia, santa Fara, abadesa, la cual, habiendo gobernado durante muchos años el monasterio, fue agregada al grupo de las vírgenes que siguen al Cordero de Dios.
San Carlos Garnier, presbítero y mártir
En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Carlos Gamier, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, mientras bautizaba a catecúmenos, fue gravemente herido por unos paganos que irrumpieron violentamente, y murió a golpes de hacha. Su memoria se celebra el día diecinueve de octubre, juntamente con otros compañeros.
Santa María Josefa Rossello, virgen y fundadora
En Savona, en Italia, santa María Josefa (Benedicta) Rossello, virgen, que fundó la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia y, confiando solamente en Dios, se entregó con todo ahínco a procurar la salvación de las almas.
Otros santos de este día:
San Sabino de Spoleto, obispo y mártir
En Spoleto, de la Umbría, san Sabino, venerado como obispo y mártir.
San Atenodoro, mártir
En Siria, san Atenodoro, mártir, que, según la tradición, fue torturado por el fuego y otros suplicios en tiempo del emperador Diocleciano y el prefecto Eleusio, y condenado después a la pena capital, al fallar el verdugo nadie se atrevió a degollarlo, por lo cual se durmió en el Señor en medio de la oración.
San Urbano de Teano, obispo
En Teano, de la Campania, san Urbano, obispo.
San Juan el Silencioso o Hesicasta, monje y obispo
En Palestina, san Juan el Silencioso o Hesicasta, el cual, habiendo renunciado al episcopado de Colonia, en Armenia, vivió como monje en la laura de San Sabas, en humilde servicio a los hermanos y en áspera soledad y silencio.
Santa Fara, abadesa
En Eboriacum (hoy Faramoutiers), de la región de Meaux, en la Galia, santa Fara, abadesa, la cual, habiendo gobernado durante muchos años el monasterio, fue agregada al grupo de las vírgenes que siguen al Cordero de Dios.
San Carlos Garnier, presbítero y mártir
En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Carlos Gamier, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, mientras bautizaba a catecúmenos, fue gravemente herido por unos paganos que irrumpieron violentamente, y murió a golpes de hacha. Su memoria se celebra el día diecinueve de octubre, juntamente con otros compañeros.
Santa María Josefa Rossello, virgen y fundadora
En Savona, en Italia, santa María Josefa (Benedicta) Rossello, virgen, que fundó la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia y, confiando solamente en Dios, se entregó con todo ahínco a procurar la salvación de las almas.
LITURGIA DE HOY
(Hasta la hora nona)
Misa de la
memoria (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. I o III de Adviento o de la
memoria.
LECC.: vol. II.
- Is 40, 1-11. Dios consuela a su pueblo.
- Sal 95. R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
- Mt 18, 12-14. Dios no quiere que se pierda ni uno de estos
pequeños.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 8 de diciembre, pág. 709.
CALENDARIOS: Ciudad Rodrigo: Aniversario de la muerte de Mons.
Demetrio Mansilla Reoyo, obispo, emérito (1998).
Santiago de Compostela: Aniversario de la muerte del cardenal
Fernando Quiroga Palacios, arzobispo (1971).
Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5
En medio de la Iglesia le abrirá la boca, y el Señor lo llenará del espíritu
de sabiduría y de inteligencia, lo revestirá con un vestido de gloria.
Monición de entrada
Se celebra hoy la memoria de san Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia.
Nació en Tréveris, hacia el año 340. Siendo aún catecúmeno fue elegido obispo
por aclamación popular para presidir la Iglesia de Milán, ciudad de la que
había sido gobernador. La Iglesia de Occidente lo venera como padre por su
actividad pastoral, por sus escritos y por su defensa de la recta doctrina
contra los arrianos. También lo recuerda la Iglesia por su libertad de espíritu
y por su fortaleza de ánimo cuando hubo de enfrentarse al emperador Teodosio,
cuya participación en la reunión eucarística tuvo que impedir, debido al
escándalo que suponía la durísima represión que este gobernante cristiano había
ordenado contra algunas ciudades del imperio sublevadas.
Oración colecta
Oh, Dios, que hiciste al obispo san Ambrosio
doctor de la fe católica y ejemplo
de fortaleza apostólica,
suscita en tu Iglesia hombres según tu corazón
que la
gobiernen con fortaleza y sabiduría.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS
DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
PRIMERA LECTURA
Dios
consuela a su pueblo
Lectura del libro de Isaías (Is 40, 1-11)
«CONSOLAD, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle,
que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados».
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos juntos
—ha hablado la boca del Señor—».
Dice una voz: «Grita».
Respondo: «¿Qué debo gritar?».
«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor
sopla sobre ellos;
sí, la hierba es el pueblo;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre».
Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sion;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder
y con su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
reúne con su brazo los corderos
y los lleva sobre el pecho;
cuida él mismo a las ovejas que crían».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 95. 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13 [R.: cf. Is 40,
9-10])
R. Aquí
está nuestro Dios, que llega con fuerza.
V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
R. Aquí
está nuestro Dios, que llega con fuerza.
V. Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente».
R. Aquí
está nuestro Dios, que llega con fuerza.
V. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
R. Aquí
está nuestro Dios, que llega con fuerza.
V. Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R. Aquí
está nuestro Dios, que llega con fuerza.
Aleluya R. Aleluya,
aleluya, aleluya.V. Está cerca el día del Señor; mirad, él viene a salvarnos. R.
EVANGELIO Dios
no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños
╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 18, 12-14)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde,
¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la
encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y
nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda
ni uno de estos pequeños».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Homilía en santa
Marta 11-diciembre-2018
En los momentos en que se sufre, no se siente el consuelo, pero un
cristiano no puede perder la paz porque es un don del Señor que la da a todos,
hasta en los momentos más malos. Pidamos al Señor en este tiempo de preparación
a la Navidad no tener miedo y dejarnos consolar por Él. Que me prepare a la
Navidad al menos con la paz: la paz del corazón, la paz de tu presencia, la paz
que dan tus caricias. "Pero soy tan pecador…". –Sí, pero ¿qué nos
dice el Evangelio de hoy? (Mt 18, 12-14) Que el Señor consuela como el pastor,
y si pierde uno de los suyos va a buscarlo, como aquel hombre que tiene cien
ovejas y pierde una: va a buscarla. Así hace el Señor con cada uno de nosotros.
"No quiero la paz, me resisto a la paz, me resisto al consuelo…",
pero Él está a la puerta. Y llama para que le abramos el corazón y dejarnos
consolar y darnos la paz. Y lo hace con suavidad: llama con las caricias.
Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que no quiere que nadie se pierda.
- Para que revele, ya en este mundo, la gloria de su amor. Roguemos al Señor.
- Para que inspire a los gobernantes sentimientos de paz y concordia. Roguemos
al Señor.
- Para que su mano reúna a los que están divididos por el odio o la discordia.
Roguemos al Señor.
- Para que nos ayude a vencer nuestro egoísmo y nuestra insolidaridad. Roguemos
al Señor.
Ayúdanos, Señor,
a enderezar lo torcido,
a igualar lo escabroso.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Al celebrar estos divinos misterios,
te pedimos, Señor, que el Espíritu
Santo nos ilumine
con aquella luz de la fe que alumbró a san Ambrosio
para
propagar siempre tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio III de AdvientoCristo, Señor y Juez de la historiaEn verdad es justo darte gracias,
es nuestro deber cantar en tu honor
himnos
de bendición y de alabanza,
Padre todopoderoso, principio y fin de todo lo
creado.
Tú nos has ocultado el día y la hora
en que Cristo, tu Hijo, Señor y Juez de la
historia,
aparecerá, revestido de poder y de gloria, sobre las nubes del cielo.
En aquel día terrible y glorioso pasará la figura de este mundo
y nacerán los
cielos nuevos y la tierra nueva.
El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria
viene ahora a
nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo
recibamos en la fe y por el amor demos testimonio
de la espera dichosa de su
reino.
Por eso, mientras aguardamos su última venida,
unidos a los ángeles y a los
santos,
cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la comunión Cf. Sal 1, 2-3
El que medita la ley del Señor día y
noche da fruto en su sazón.
Oración después de la comunión
Fortalecidos, Señor, con el vigor de este sacramento,
concédenos seguir de tal
modo las enseñanzas de san Ambrosio
que, caminando con decisión por tus sendas,
nos preparemos para el gozo del banquete eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
(Después de la hora nona)
Misa vespertina de la solemnidad de la Inmaculada Concepción
de la bienaventurada Virgen María (blanco o azul).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio de la solemnidad. Comp.
Dom. I.
Misa de la
memoria (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. I o III de Adviento o de la
memoria.
LECC.: vol. II.
- Is 40, 1-11. Dios consuela a su pueblo.
- Sal 95. R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
- Mt 18, 12-14. Dios no quiere que se pierda ni uno de estos
pequeños.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 8 de diciembre, pág. 709.
CALENDARIOS: Ciudad Rodrigo: Aniversario de la muerte de Mons.
Demetrio Mansilla Reoyo, obispo, emérito (1998).
Santiago de Compostela: Aniversario de la muerte del cardenal
Fernando Quiroga Palacios, arzobispo (1971).
Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5
En medio de la Iglesia le abrirá la boca, y el Señor lo llenará del espíritu
de sabiduría y de inteligencia, lo revestirá con un vestido de gloria.
Monición de entrada
Se celebra hoy la memoria de san Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Tréveris, hacia el año 340. Siendo aún catecúmeno fue elegido obispo por aclamación popular para presidir la Iglesia de Milán, ciudad de la que había sido gobernador. La Iglesia de Occidente lo venera como padre por su actividad pastoral, por sus escritos y por su defensa de la recta doctrina contra los arrianos. También lo recuerda la Iglesia por su libertad de espíritu y por su fortaleza de ánimo cuando hubo de enfrentarse al emperador Teodosio, cuya participación en la reunión eucarística tuvo que impedir, debido al escándalo que suponía la durísima represión que este gobernante cristiano había ordenado contra algunas ciudades del imperio sublevadas.
Oh, Dios, que hiciste al obispo san Ambrosio
doctor de la fe católica y ejemplo de fortaleza apostólica,
suscita en tu Iglesia hombres según tu corazón
que la gobiernen con fortaleza y sabiduría.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS
DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Dios consuela a su pueblo
Lectura del libro de Isaías (Is 40, 1-11)
«CONSOLAD, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle,
que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados».
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos juntos
—ha hablado la boca del Señor—».
Dice una voz: «Grita».
Respondo: «¿Qué debo gritar?».
«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor
sopla sobre ellos;
sí, la hierba es el pueblo;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre».
Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sion;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder
y con su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
reúne con su brazo los corderos
y los lleva sobre el pecho;
cuida él mismo a las ovejas que crían».
R. Te alabamos, Señor.
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente».
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R. Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde,
¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la
encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y
nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Homilía en santa
Marta 11-diciembre-2018
En los momentos en que se sufre, no se siente el consuelo, pero un cristiano no puede perder la paz porque es un don del Señor que la da a todos, hasta en los momentos más malos. Pidamos al Señor en este tiempo de preparación a la Navidad no tener miedo y dejarnos consolar por Él. Que me prepare a la Navidad al menos con la paz: la paz del corazón, la paz de tu presencia, la paz que dan tus caricias. "Pero soy tan pecador…". –Sí, pero ¿qué nos dice el Evangelio de hoy? (Mt 18, 12-14) Que el Señor consuela como el pastor, y si pierde uno de los suyos va a buscarlo, como aquel hombre que tiene cien ovejas y pierde una: va a buscarla. Así hace el Señor con cada uno de nosotros. "No quiero la paz, me resisto a la paz, me resisto al consuelo…", pero Él está a la puerta. Y llama para que le abramos el corazón y dejarnos consolar y darnos la paz. Y lo hace con suavidad: llama con las caricias.
Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que no quiere que nadie se pierda.
- Para que revele, ya en este mundo, la gloria de su amor. Roguemos al Señor.
- Para que inspire a los gobernantes sentimientos de paz y concordia. Roguemos al Señor.
- Para que su mano reúna a los que están divididos por el odio o la discordia. Roguemos al Señor.
- Para que nos ayude a vencer nuestro egoísmo y nuestra insolidaridad. Roguemos al Señor.
a enderezar lo torcido,
a igualar lo escabroso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Al celebrar estos divinos misterios,
te pedimos, Señor, que el Espíritu Santo nos ilumine
con aquella luz de la fe que alumbró a san Ambrosio
para propagar siempre tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En verdad es justo darte gracias,
es nuestro deber cantar en tu honor
himnos
de bendición y de alabanza,
Padre todopoderoso, principio y fin de todo lo
creado.
Tú nos has ocultado el día y la hora
en que Cristo, tu Hijo, Señor y Juez de la
historia,
aparecerá, revestido de poder y de gloria, sobre las nubes del cielo.
En aquel día terrible y glorioso pasará la figura de este mundo
y nacerán los
cielos nuevos y la tierra nueva.
El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria
viene ahora a
nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo
recibamos en la fe y por el amor demos testimonio
de la espera dichosa de su
reino.
Por eso, mientras aguardamos su última venida,
unidos a los ángeles y a los
santos,
cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la comunión Cf. Sal 1, 2-3
El que medita la ley del Señor día y
noche da fruto en su sazón.
Oración después de la comunión
concédenos seguir de tal modo las enseñanzas de san Ambrosio
que, caminando con decisión por tus sendas,
nos preparemos para el gozo del banquete eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
(Después de la hora nona)
Misa vespertina de la solemnidad de la Inmaculada Concepción
de la bienaventurada Virgen María (blanco o azul).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio de la solemnidad. Comp.
Dom. I.
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