Hoy termina el Año Jubilar dedicado a San José
Para escuchar el Canto a San José, pincha aquí
Semana II de Adviento:
"Preparad el camino al Señor"
Inmaculada Concepción de la Virgen María
MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO,
INMACULADA
CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, PATRONA DE ESPAÑA, Solemnidad
PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 08 DE DICIEMBRE
- Horario de la
parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.
- Horario de
despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Exequias de +MARÍA LUISA LÓPEZ FERRARO, en la Parroquia (a las 10.30 h.).
- Solemne Eucaristía de la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 12.00 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00
h.) y Eucaristía de la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 19.30 h.).
DIRECTORIO SOBRE LA
PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
102. La solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por
los fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión
principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la
fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación
fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales
del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y símbolos
del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos
proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3, 15, desembocan en el
saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1, 28) y en el anuncio
del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1, 31-33).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
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"Preparad el camino al Señor"
Inmaculada Concepción de la Virgen María
INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, PATRONA DE ESPAÑA, Solemnidad
PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 08 DE DICIEMBRE
- Horario de la
parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.
- Horario de
despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Exequias de +MARÍA LUISA LÓPEZ FERRARO, en la Parroquia (a las 10.30 h.).
- Solemne Eucaristía de la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 12.00 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00
h.) y Eucaristía de la Inmaculada Concepción de la Virgen María (a las 19.30 h.).
102. La solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3, 15, desembocan en el saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1, 28) y en el anuncio del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1, 31-33).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
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Elogio: Solemnidad de la Concepción Inmaculada de la bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida, en 1854, por el papa Pío IX, como verdad dogmática recibida por antigua tradición.
Oración
Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Otros santos de este día:
San Macario, mártir
En Alejandría de Egipto, conmemoración de san Macario, mártir, el cual, en tiempo del emperador Decio, al aconsejarle el juez con muchas razones que renegase de Cristo, él profesó con mayor constancia la fe, por cuyo motivo finalmente fue quemado vivo.
San Eutiquiano, papa
En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, sepultura de san Eutiquiano, papa.
San Eucario, obispo
En Tréveris, de la Galia Bélgica, san Eucario, considerado el primer obispo de esta ciudad.
San Patapio, eremita
Conmemoración de san Patapio, ermitaño, el cual, oriundo de la región de Tebaida, vivió en Constantinopla, en Blaquernas, y fue sepultado en el monasterio de los egipcios.
San Romarico, abad
En los montes Vosgos, en Burgundia, san Romarico, abad, que siendo noble del rey Teudeberto se retiró al monasterio de Luxueil, y después fundó un cenobio en una propiedad suya, que el mismo dirigió.
San Teobaldo de Marly, abad
En el monasterio de Vaux-de-Cernay, en la región de París, san Teobaldo de Marly, abad de la Orden Cisterciense, que prestaba los más humildes servicios a sus hermanos.
Beato Juan Minami, mártir
En Yamato, Kagoshima, Japón, beato Juan Minami, mártir, samurai que murió decapitado, vestido con sus mejores ropas de fiesta, un día antes que el resto de su casa.
San Nadal Chabanel, presbítero y mártir
En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Nadal Chabanel, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, el cual, habiendo hecho voto ante Dios de permanecer hasta la muerte en su querida misión del territorio Hurón, caminando por el bosque con un apóstata que odiaba la fe, fue muerto por él. Su memoria se celebra el diecinueve de octubre, junto con sus compañeros.
Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, virgen
En Lima, ciudad de Perú, santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, virgen, que, privada de padres y desprovista de sustento, después de muchos trabajos fue recibida en la hospedería de un cenobio, donde se dio a la oración continua y a la áspera penitencia.
Beato José María Zabal Blasco, mártir
En el Picadero de Paterna, de la región de Valencia, beato José María Zabal Blasco, mártir, el cual, siendo padre de familia, en la persecución contra la fe superó los tormentos de su pasión con la fortaleza de Cristo.
Beato Luis Liguda, presbítero y mártir
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en la región de Baviera, en Alemania, beato Luis Liguda, presbítero de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, que, encarcelado al ser invadida Polonia durante la guerra, fue cruelmente asesinado por los guardias de la prisión, confesando a Cristo hasta la muerte.
Otros santos de este día:
San Macario, mártir
En Alejandría de Egipto, conmemoración de san Macario, mártir, el cual, en tiempo del emperador Decio, al aconsejarle el juez con muchas razones que renegase de Cristo, él profesó con mayor constancia la fe, por cuyo motivo finalmente fue quemado vivo.
San Eutiquiano, papa
En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, sepultura de san Eutiquiano, papa.
San Eucario, obispo
En Tréveris, de la Galia Bélgica, san Eucario, considerado el primer obispo de esta ciudad.
San Patapio, eremita
Conmemoración de san Patapio, ermitaño, el cual, oriundo de la región de Tebaida, vivió en Constantinopla, en Blaquernas, y fue sepultado en el monasterio de los egipcios.
San Romarico, abad
En los montes Vosgos, en Burgundia, san Romarico, abad, que siendo noble del rey Teudeberto se retiró al monasterio de Luxueil, y después fundó un cenobio en una propiedad suya, que el mismo dirigió.
San Teobaldo de Marly, abad
En el monasterio de Vaux-de-Cernay, en la región de París, san Teobaldo de Marly, abad de la Orden Cisterciense, que prestaba los más humildes servicios a sus hermanos.
Beato Juan Minami, mártir
En Yamato, Kagoshima, Japón, beato Juan Minami, mártir, samurai que murió decapitado, vestido con sus mejores ropas de fiesta, un día antes que el resto de su casa.
San Nadal Chabanel, presbítero y mártir
En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Nadal Chabanel, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, el cual, habiendo hecho voto ante Dios de permanecer hasta la muerte en su querida misión del territorio Hurón, caminando por el bosque con un apóstata que odiaba la fe, fue muerto por él. Su memoria se celebra el diecinueve de octubre, junto con sus compañeros.
Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, virgen
En Lima, ciudad de Perú, santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, virgen, que, privada de padres y desprovista de sustento, después de muchos trabajos fue recibida en la hospedería de un cenobio, donde se dio a la oración continua y a la áspera penitencia.
Beato José María Zabal Blasco, mártir
En el Picadero de Paterna, de la región de Valencia, beato José María Zabal Blasco, mártir, el cual, siendo padre de familia, en la persecución contra la fe superó los tormentos de su pasión con la fortaleza de Cristo.
Beato Luis Liguda, presbítero y mártir
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en la región de Baviera, en Alemania, beato Luis Liguda, presbítero de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, que, encarcelado al ser invadida Polonia durante la guerra, fue cruelmente asesinado por los guardias de la prisión, confesando a Cristo hasta la muerte.
LITURGIA DE HOYSolemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida el año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua tradición (elog. del Martirologio Romano).
Misa de la solemnidad (blanco o azul).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC: vol. IV.
- Gén 3, 9-15. 20. Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.
- Sal 97. R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
- Ef 1, 3-6. 11-12. Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.
- Lc 1, 26-38. Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
En este día celebramos llenos de gozo la victoria del Señor sobre Satanás y el pecado (cf. sal. resp.). Una victoria que se manifestó, antes que en nadie, en María, la Madre de Jesús, preservada de todo pecado desde el primer instante de su ser natural. (cf. 1ª orac.). Así la preparó Dios para que fuera digna madre del Hijo hecho hombre (Pf.). En ella se cumple lo anunciado en el Génesis: «Esta te aplastará la cabeza, cuando tú la hieras en el talón» (1 lect.). En la Virgen Inmaculada se cumple plenamente el que nosotros hayamos sido elegidos en la persona de Cristo para que fuésemos santos e intachables en Él por el amor (cf. 2 lect.). Por todo ello, el ángel Gabriel la saludó como «la llena de gracia» (Ev.).
* Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio de la solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 9 de diciembre, pág. 711.
CALENDARIOS: Arzobispado Castrense-Arma de Infantería, Cuerpo Jurídico Militar, Capellanes castrenses y Centro Geográfico del Ejército: Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María (S).
Esta misa se dice con vestiduras de color blanco. En España puede usarse también el color azul.
Antífona de entrada Is 61, 10
Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación y me ha envuelto con un manto de justicia, como novia que se adorna con sus joyas.
Monición de entrada
Hoy es la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María, que, llena de gracia y bendita entre las mujeres, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. El año 1854 la concepción inmaculada de la Virgen María fue definida como dogma por el papa Pío IX; esta declaración papal asume la larga tradición de la Iglesia de Oriente y Occidente, que ya desde antiguo profesaba esta verdad de fe. España destacó por su activo papel en esta proclamación y por esta razón es nuestra patrona.
Acto penitencial
Nos reconocemos pecadores ante Dios y los demás, e invocamos a la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros, diciendo: Yo confieso...
Se dice Gloria.
Oración colecta
Oh, Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen
preparaste a tu Hijo una digna morada
y, en previsión de la muerte de tu Hijo, la preservaste de todo pecado,
concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujerLectura del libro del Génesis (Gn 3, 9-15. 20)
DESPUÉS DE COMER Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4)
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
SEGUNDA LECTURA Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Ef 1, 3-6. 11-12)
BENDITO SEA DIOS,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él hemos heredado también,
los que ya estábamos destinados
por decisión del que lo hace todo según su voluntad,
para que seamos alabanza de su gloria
quienes antes esperábamos en el Mesías.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Aleluya Lc 1, 28R. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. R.
EVANGELIOAlégrate, llena de gracia, el Señor esté contigo
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 1, 26-38)
R. Gloria a ti, Señor.EN AQUEL TIEMPO, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS, Plaza de San Pedro, Martes, 8 de diciembre de 2020
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La fiesta litúrgica de hoy celebra una de las maravillas de la historia de la salvación: la Inmaculada Concepción de la Virgen María. También ella fue salvada por Cristo, pero de una forma extraordinaria, porque Dios quiso que desde el instante de la concepción la madre de su Hijo no fuera tocada por la miseria del pecado. Y por tanto María, durante toda su vida terrena, estuvo libre de cualquier mancha de pecado, ha sido la «llena de gracia» (Lc 1,28), como la llamó el ángel, y disfrutó de una singular acción del Espíritu Santo, para poder mantenerse siempre en su relación perfecta con su hijo Jesús; es más, era la discípula de Jesús: la Madre y la discípula. Pero el pecado no estaba en Ella.
En el magnífico himno que abre la Carta a los Efesios (cfr. 1,3-6.11-12), San Pablo nos hace comprender que cada ser humano es creado por Dios para esa plenitud de santidad, para esa belleza de la que la Virgen fue revestida desde el principio. La meta a la cual estamos llamados es también para nosotros don de Dios, el cual —dice el apóstol— nos ha «elegido en Él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados» (v. 4); eligiéndonos de antemano (cfr. v. 5), en Cristo, para estar un día totalmente libres del pecado. Y esta es la gracia, es gratis, es un don de Dios.
Y lo que para María fue al inicio, para nosotros será al final, después de haber atravesado el “baño” purificador de la gracia de Dios. Lo que nos abre la puerta del paraíso es la gracia de Dios, recibida por nosotros con fidelidad. Todos los santos y las santas han recorrido este camino. También los más inocentes estaban marcados por el pecado original y lucharon con todas las fuerzas contra sus consecuencias. Ellos han pasado a través de la «puerta estrecha» que conduce a la vida (cfr. Lc 13,24). ¿Y vosotros sabéis quién es el primero de quien tenemos la certeza de que haya entrado en el paraíso, lo sabéis? Un “poco bueno”: uno de los dos que fueron crucificados con Jesús. Se dirigió a Él diciendo: «Jesús, acuérdate de mí cuando vayas a tu Reino». Y Él respondió: «hoy estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23,42-43). Hermanos y hermanas, la gracia de Dios es ofrecida a todos; y muchos que sobre esta tierra son últimos, en el cielo serán los primeros (cfr. Mc 10,31).
Pero atención. No vale hacerse los astutos: posponer continuamente un serio examen de la propia vida, aprovechando la paciencia del Señor —Él es paciente, Él nos espera, Él está siempre para darnos la gracia—. Nosotros podemos engañar a los hombres, pero a Dios no, Él conoce nuestro corazón mejor que nosotros mismos. ¡Aprovechemos el momento presente! Este sí es el sentido cristiano de aprovechar el día: no disfrutar la vida en el momento fugaz, no, este es el sentido mundano. Sino acoger el hoy para decir “no” al mal y “sí” a Dios; abrirse a su Gracia, dejar finalmente de plegarse sobre uno mismo arrastrándose en la hipocresía. Mirar a la cara la propia realidad, así como somos; reconocer que no hemos amado a Dios y no hemos amado al prójimo como deberíamos, y confesarlo. Esto es empezar un camino de conversión pidiendo en primer lugar perdón a Dios en el Sacramento de la Reconciliación, y después reparar el mal hecho a los otros. Pero siempre abiertos a la gracia. El Señor llama a nuestra puerta, llama a nuestro corazón para entrar con nosotros en amistad, en comunión, para darnos la salvación.
Y este es para nosotros el camino para convertirnos en “santos e inmaculados”. La belleza incontaminada de nuestra Madre es inimitable, pero al mismo tiempo nos atrae. Encomendémonos a ella, y digamos una vez para siempre “no” al pecado y “sí” a la Gracia.
* * * * *
Después del Ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas!
(...) Como sabéis, hoy por la tarde no tendrá lugar el tradicional homenaje a la Inmaculada en la plaza de España, para evitar el riesgo de aglomeración, como ordenan las autoridades civiles, a las cuales debemos obedecer. Pero esto no nos impide ofrecer a nuestra Madre las flores que ella agradece más: la oración, la penitencia, el corazón abierto a la Gracia. Esta mañana, pronto, he ido de forma privada a la plaza de España, después a Santa María Mayor, donde he celebrado la misa.
A todos os deseo una buena fiesta. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!
Se dice Credo.
Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que eligió a María con vocación singular, bendita entre todas las mujeres.
- Por la Iglesia, Esposa de Cristo, purificada por el agua y la palabra. Roguemos al Señor.
- Por las religiosas y todas aquellas mujeres que dedican su vida y su tiempo a diversas tareas eclesiales. Roguemos al Señor.
- Por las mujeres que diversos países sufren discriminación injusta por razón de su sexo. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y cuantos sufren cualquier mal, llamados a encontrar en María el consuelo y la gracia que necesitan. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, elegidos en la persona de Cristo, llamados a ser santos e intachables ante Dios por el amor. Roguemos al Señor.
Te pedimos, Señor,
que la concepción inmaculada de María, que hoy celebramos,
sea fuente de bendición para todos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, recibe complacido el sacrificio salvador que te ofrecemos
en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de santa María Virgen
y, así como reconocemos que la preservaste, por tu gracia, limpia de toda mancha, guárdanos también a nosotros, por su intercesión, libres de todo pecado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PrefacioEl misterio de María y de la Iglesia
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque preservaste a la santísima Virgen María
de toda mancha de pecado original,
para preparar en ella, enriquecida con la plenitud de tu gracia,
la digna madre de tu Hijo,
y mostrar el comienzo de la Iglesia, su bella esposa, sin mancha ni arruga.
Purísima había de ser la Virgen que nos diera al Cordero inocente
que quita el pecado del mundo.Purísima la que destinabas entre todos, para tu pueblo,
como abogada de gracia, y ejemplo de santidad.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
te alabamos proclamando llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la comunión
Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María, porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios.
Oración después de la comunión
Señor Dios nuestro, el sacramento que hemos recibido
repare en nosotros las heridas de aquel primer pecado
del que preservaste de modo singular
la Concepción inmaculada de la santísima Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.Puede utilizarse la bendición solemne de Santa María Virgen.
Dios, que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano
por el fruto bendito del seno de la Virgen María,
os colme de sus bendiciones.
R. Amén.
Que os acompañe siempre la protección de la Virgen,
por quien habéis recibido al Autor de la vida.
R. Amén.
Y a todos vosotros,
reunidos hoy para celebrar con devoción esta fiesta de María,
el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
R. Amén.
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida el año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua tradición (elog. del Martirologio Romano).
Misa de la solemnidad (blanco o azul).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC: vol. IV.
- Gén 3, 9-15. 20. Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.
- Sal 97. R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
- Ef 1, 3-6. 11-12. Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.
- Lc 1, 26-38. Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
En este día celebramos llenos de gozo la victoria del Señor sobre Satanás y el pecado (cf. sal. resp.). Una victoria que se manifestó, antes que en nadie, en María, la Madre de Jesús, preservada de todo pecado desde el primer instante de su ser natural. (cf. 1ª orac.). Así la preparó Dios para que fuera digna madre del Hijo hecho hombre (Pf.). En ella se cumple lo anunciado en el Génesis: «Esta te aplastará la cabeza, cuando tú la hieras en el talón» (1 lect.). En la Virgen Inmaculada se cumple plenamente el que nosotros hayamos sido elegidos en la persona de Cristo para que fuésemos santos e intachables en Él por el amor (cf. 2 lect.). Por todo ello, el ángel Gabriel la saludó como «la llena de gracia» (Ev.).
* Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio de la solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 9 de diciembre, pág. 711.
CALENDARIOS: Arzobispado Castrense-Arma de Infantería, Cuerpo Jurídico Militar, Capellanes castrenses y Centro Geográfico del Ejército: Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María (S).
Esta misa se dice con vestiduras de color blanco. En España puede usarse también el color azul.
Antífona de entrada Is 61, 10
Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación y me ha envuelto con un manto de justicia, como novia que se adorna con sus joyas.
Monición de entrada
Hoy es la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María, que, llena de gracia y bendita entre las mujeres, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. El año 1854 la concepción inmaculada de la Virgen María fue definida como dogma por el papa Pío IX; esta declaración papal asume la larga tradición de la Iglesia de Oriente y Occidente, que ya desde antiguo profesaba esta verdad de fe. España destacó por su activo papel en esta proclamación y por esta razón es nuestra patrona.
Acto penitencial
Nos reconocemos pecadores ante Dios y los demás, e invocamos a la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros, diciendo: Yo confieso...
Se dice Gloria.
Oh, Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen
preparaste a tu Hijo una digna morada
y, en previsión de la muerte de tu Hijo, la preservaste de todo pecado,
concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer
Lectura del libro del Génesis (Gn 3, 9-15. 20)
DESPUÉS DE COMER Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
R. Te alabamos, Señor.
R. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Ef 1, 3-6. 11-12)
BENDITO SEA DIOS,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él hemos heredado también,
los que ya estábamos destinados
por decisión del que lo hace todo según su voluntad,
para que seamos alabanza de su gloria
quienes antes esperábamos en el Mesías.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS, Plaza de San Pedro, Martes, 8 de diciembre de 2020
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La fiesta litúrgica de hoy celebra una de las maravillas de la historia de la salvación: la Inmaculada Concepción de la Virgen María. También ella fue salvada por Cristo, pero de una forma extraordinaria, porque Dios quiso que desde el instante de la concepción la madre de su Hijo no fuera tocada por la miseria del pecado. Y por tanto María, durante toda su vida terrena, estuvo libre de cualquier mancha de pecado, ha sido la «llena de gracia» (Lc 1,28), como la llamó el ángel, y disfrutó de una singular acción del Espíritu Santo, para poder mantenerse siempre en su relación perfecta con su hijo Jesús; es más, era la discípula de Jesús: la Madre y la discípula. Pero el pecado no estaba en Ella.
En el magnífico himno que abre la Carta a los Efesios (cfr. 1,3-6.11-12), San Pablo nos hace comprender que cada ser humano es creado por Dios para esa plenitud de santidad, para esa belleza de la que la Virgen fue revestida desde el principio. La meta a la cual estamos llamados es también para nosotros don de Dios, el cual —dice el apóstol— nos ha «elegido en Él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados» (v. 4); eligiéndonos de antemano (cfr. v. 5), en Cristo, para estar un día totalmente libres del pecado. Y esta es la gracia, es gratis, es un don de Dios.
Y lo que para María fue al inicio, para nosotros será al final, después de haber atravesado el “baño” purificador de la gracia de Dios. Lo que nos abre la puerta del paraíso es la gracia de Dios, recibida por nosotros con fidelidad. Todos los santos y las santas han recorrido este camino. También los más inocentes estaban marcados por el pecado original y lucharon con todas las fuerzas contra sus consecuencias. Ellos han pasado a través de la «puerta estrecha» que conduce a la vida (cfr. Lc 13,24). ¿Y vosotros sabéis quién es el primero de quien tenemos la certeza de que haya entrado en el paraíso, lo sabéis? Un “poco bueno”: uno de los dos que fueron crucificados con Jesús. Se dirigió a Él diciendo: «Jesús, acuérdate de mí cuando vayas a tu Reino». Y Él respondió: «hoy estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23,42-43). Hermanos y hermanas, la gracia de Dios es ofrecida a todos; y muchos que sobre esta tierra son últimos, en el cielo serán los primeros (cfr. Mc 10,31).
Pero atención. No vale hacerse los astutos: posponer continuamente un serio examen de la propia vida, aprovechando la paciencia del Señor —Él es paciente, Él nos espera, Él está siempre para darnos la gracia—. Nosotros podemos engañar a los hombres, pero a Dios no, Él conoce nuestro corazón mejor que nosotros mismos. ¡Aprovechemos el momento presente! Este sí es el sentido cristiano de aprovechar el día: no disfrutar la vida en el momento fugaz, no, este es el sentido mundano. Sino acoger el hoy para decir “no” al mal y “sí” a Dios; abrirse a su Gracia, dejar finalmente de plegarse sobre uno mismo arrastrándose en la hipocresía. Mirar a la cara la propia realidad, así como somos; reconocer que no hemos amado a Dios y no hemos amado al prójimo como deberíamos, y confesarlo. Esto es empezar un camino de conversión pidiendo en primer lugar perdón a Dios en el Sacramento de la Reconciliación, y después reparar el mal hecho a los otros. Pero siempre abiertos a la gracia. El Señor llama a nuestra puerta, llama a nuestro corazón para entrar con nosotros en amistad, en comunión, para darnos la salvación.
Y este es para nosotros el camino para convertirnos en “santos e inmaculados”. La belleza incontaminada de nuestra Madre es inimitable, pero al mismo tiempo nos atrae. Encomendémonos a ella, y digamos una vez para siempre “no” al pecado y “sí” a la Gracia.
* * * * *
Después del Ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas!
(...) Como sabéis, hoy por la tarde no tendrá lugar el tradicional homenaje a la Inmaculada en la plaza de España, para evitar el riesgo de aglomeración, como ordenan las autoridades civiles, a las cuales debemos obedecer. Pero esto no nos impide ofrecer a nuestra Madre las flores que ella agradece más: la oración, la penitencia, el corazón abierto a la Gracia. Esta mañana, pronto, he ido de forma privada a la plaza de España, después a Santa María Mayor, donde he celebrado la misa.
A todos os deseo una buena fiesta. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!
Se dice Credo.
Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que eligió a María con vocación singular, bendita entre todas las mujeres.
- Por la Iglesia, Esposa de Cristo, purificada por el agua y la palabra. Roguemos al Señor.
- Por las religiosas y todas aquellas mujeres que dedican su vida y su tiempo a diversas tareas eclesiales. Roguemos al Señor.
- Por las mujeres que diversos países sufren discriminación injusta por razón de su sexo. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos y cuantos sufren cualquier mal, llamados a encontrar en María el consuelo y la gracia que necesitan. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, elegidos en la persona de Cristo, llamados a ser santos e intachables ante Dios por el amor. Roguemos al Señor.
que la concepción inmaculada de María, que hoy celebramos,
sea fuente de bendición para todos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Señor, recibe complacido el sacrificio salvador que te ofrecemos
en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de santa María Virgen
y, así como reconocemos que la preservaste, por tu gracia, limpia de toda mancha, guárdanos también a nosotros, por su intercesión, libres de todo pecado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque preservaste a la santísima Virgen María
de toda mancha de pecado original,
para preparar en ella, enriquecida con la plenitud de tu gracia,
la digna madre de tu Hijo,
y mostrar el comienzo de la Iglesia, su bella esposa, sin mancha ni arruga.
Purísima había de ser la Virgen que nos diera al Cordero inocente
que quita el pecado del mundo.
como abogada de gracia, y ejemplo de santidad.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
te alabamos proclamando llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la comunión
Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María, porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios.
Señor Dios nuestro, el sacramento que hemos recibido
repare en nosotros las heridas de aquel primer pecado
del que preservaste de modo singular
la Concepción inmaculada de la santísima Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la bendición solemne de Santa María Virgen.
por el fruto bendito del seno de la Virgen María,
os colme de sus bendiciones.
R. Amén.
Que os acompañe siempre la protección de la Virgen,
por quien habéis recibido al Autor de la vida.
R. Amén.
Y a todos vosotros,
reunidos hoy para celebrar con devoción esta fiesta de María,
el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
R. Amén.