16 de junio - JUEVES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 



 
  JUEVES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
, feria
  Oficio del Jueves de la III Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 




PROGRAMA PARROQUIAL:
JUEVES, 16 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Exposición del Santísimo, Rezo de Vísperas (a las 18.00 h.)

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Jueves de la XI Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 20.30 h.)



NOTICIAS DE ACTUALIDAD


SANTORAL DE HOY



Elogio: Nació el 31 de Enero de 1597, en el pueblo de Fontcouverte (departamento de Aude); falleció en la Louvesc, el 30 de Diciembre de 1640.

El Papa Pío XII llegó a exclamar: "Un predicador que merece muy bien ser llamado Patrono de las misiones populares es San Francisco Regis".

Otros santos de este día:

Santos Quirico y Julita, mártires

En la provincia romana de Asia Menor, conmemoración de los santos Quirico y Julita, mártires.

Santos Ferreol y Ferrucio, mártires

En Besançon, en la Galia Lugdunense, santos Ferreol y Ferrucio, mártires.

San Similiano de Nantes, obispo

En Nantes, también en la Galia Lugdunense, san Similiano, obispo, al que san Gregorio de Tours alaba como un gran confesor.

San Ticón de Amato, obispo

En Amato (Limassol), en la isla de Chipre, san Ticón, obispo, en tiempo del emperador Teodosio el Joven.

Santos Aureo, Justina y compañeros, mártires

En Maguncia, en la Galia Bélgica, santos Áureo, obispo, Justina, su hermana, y compañeros, mártires, que mientras celebraban la Eucaristía fueron asesinados por paganos hunos.

San Aureliano de Arlés, obispo

En Lyon, en la Galia, sepultura de san Aureliano, obispo de Arlés, el cual, nombrado vicario en la Galia por el papa Vigilio, fundó en su ciudad dos monasterios, uno masculino y otro femenino, a los que dio una Regla propia.

Beato Cecardo, obispo y mártir

En Carrara, en la Toscana, beato Cecardo, obispo de Luni y Sarzana, que, inicuamente asesinado por unos obreros cerca de las canteras de mármol, fue considerado como mártir.

San Benón de Meissen, obispo y confesor

En Meissen, en Sajonia, san Benón, obispo, que fue depuesto de su sede y enviado al exilio por defender la unidad de la Iglesia y mantenerse fiel al Romano Pontífice.

Santa Lutgarda, virgen

En el monasterio de monjas cistercienses de Aywiéres, en Brabante, santa Lutgarda, virgen, insigne por su devoción al Sagrado Corazón del Señor.

Beato Tomás Reding, monje mártir

En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Reding, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que, reinando Enrique VIII,, por mostrarse fiel a la unidad de la Iglesia católica, fue encerrado y encadenado en prisión, donde murió consumido por el hambre y la enfermedad.

Beato Antonio Constante Auriel, presbítero y mártir

En el mar, frente al puerto de Rochefort, en Francia, beato Antonio Constante Auriel, presbítero y mártir, el cual, vicario parroquial en Cahors, durante la Revolución Francesa, por su condición de sacerdote, fue encarcelado en una vieja nave, donde, contagiado de fatal enfermedad mientras prestaba ayuda a sus compañeros de prisión, entregó su espíritu al Señor.

Santos Domingo Nguyen, Domingo Nhi, Domingo Mao, Vicente y Andrés Tuong, mártires

En la ciudad de Lang Coc, en Tonkín, santos mártires Domingo Nguyen, médico, Domingo Nhi, Domingo Mao, Vicente y Andrés Tuong, agricultores, todos los cuales, arrestados por su fe cristiana y víctimas de crueles torturas en la cárcel, finalmente fueron decapitados en tiempo del emperador Tu Duc.

Beata María Teresa Scherer, virgen

En la aldea de Ingenbohl, cerca de la ciudad de Schwyz, en Suiza, beata María Teresa (Ana María Catalina) Scherer, virgen, primera superiora de la Congregación de Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz.

Beato Donizetti Tavares de Lima, presbítero

En Tambaú, São Paulo, Brasil, beato Donizetti Tavares de Lima, presbítero.


LITURGIA DE HOY

Misa de feria (verde).

MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.

LECC.: vol. III-par.

- Eclo 48, 1-14. Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo se llenó de su espíritu.
- Sal 96. R. Alegraos, justos, con el Señor.
- Mt 6, 7-15. Vosotros orad así.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 17 de junio, pág. 368.

CALENDARIOS: Madrid: Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen (MO).
Congregación de los Sagrados Corazones: San Juan Francisco de Regis, presbítero (MO).
O. Cist. y OCSO: Santa Ludgarda, monja cisterciense (MO).
Burgos: San Quirico y santa Julita, mártires (ML).
OFM Cap.: Beatos Aniceto Koplin, presbítero, y compañeros, mártires (ML).
 

Misa votiva:
Del Espíritu Santo C
Esta misa se dicen con vestiduras de color rojo.


Antífona de entrada Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, dice el Señor.


Monición de entrada

En el bautismo y la confirmación hemos recibido el Espíritu Santo. Es el mismo Espíritu que lanzó a los apóstoles a la actividad misionera de la Iglesia naciente. Es el mismo Espíritu que, habitando en cada uno de nosotros, nos fortalece e impulsa para ser, en medio del mundo, testigos de Cristo y de su Evangelio, el cual, en esta eucaristía, nos llama a participar de la misión de su Iglesia y a evangelizar allá donde nos encontremos.


Oración colecta

Oh, Dios, que santificas a toda tu Iglesia en medio de los pueblos y de las naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra, para que también ahora se difundan, a través del corazón de los creyentes, aquellas maravillas que te dignaste hacer en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.

O bien:

Oh, Dios, cuyo Espíritu nos gobierna y nos protege atiende misericordioso nuestras súplicas, para que la fe de los que creemos en ti se afiance siempre con tus beneficios. Por nuestro Señor Jesucristo.



LECTURAS DE LA MISA

PRIMERA LECTURA 
Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo se llenó de su espíritu

Lectura del libro del Eclesiástico (48, 1-14)

SURGIÓ el profeta Elías como un fuego,
su palabra quemaba como antorcha.
Él hizo venir sobre ellos el hambre,
y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor cerró los cielos
y también hizo caer fuego tres veces.
¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!
¿Quién puede gloriarse de ser como tú?
Tú despertaste a un cadáver de la muerte
y del abismo, por la palabra del Altísimo;
tú precipitaste reyes a la ruina
y arrebataste del lecho a hombres insignes;
en el Sinaí escuchaste palabras de reproche
y en el Horeb sentencias de castigo;
tú ungiste reyes vengadores
y profetas para que te sucedieran;
fuiste arrebatado en un torbellino ardiente,
en un carro de caballos de fuego;
tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros,
para aplacar la ira antes de que estallara,
para reconciliar a los padres con los hijos
y restablecer las tribus de Jacob.
Dichosos los que te vieron
y se durmieron en el amor,
porque también nosotros viviremos.
Cuando Elías fue arrebatado en el torbellino,
Eliseo se llenó de su espíritu.
Durante su vida ningún príncipe lo hizo temblar,
nadie pudo dominarlo.
Nada era imposible para él,
incluso muerto, su cuerpo profetizó.
Durante su vida realizó prodigios,
y después de muerto fueron admirables sus obras.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7 [R.: 12a])

R. Alegraos, justos, con el Señor

V. El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono.

R. Alegraos, justos, con el Señor.

V. Delante de él avanza el fuego,
abrasando en torno a los enemigos;
sus relámpagos deslumbran el orbe,
y, viéndolos, la tierra se estremece.

R. Alegraos, justos, con el Señor.

V. Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.

R. Alegraos, justos, con el Señor.

V. Los que adoran estatuas se sonrojan,
los que ponen su orgullo en los ídolos.
Adoradlo todos sus ángeles.

R. Alegraos, justos, con el Señor.


Aleluya Rm 8, 15bc

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción,
en el que clamamos: «¡“Abba”, Padre!». R.


EVANGELIO 
Vosotros orad así
╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 6, 7-15)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Papa Francisco, Audiencia general 22-mayo-2019

Podemos decir que la oración cristiana nace de la audacia de llamar a Dios con el nombre de «Padre». Esta es la raíz de la oración cristiana: llamar «Padre» a Dios. ¡Hace falta valor! No se trata tanto de una fórmula, como de una intimidad filial en la que somos introducidos por gracia: Jesús es el revelador del Padre y nos da familiaridad con Él. «No nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico (cf Mt 6, 7; 1R 18, 26-29). Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su Padre». (Catecismo de la Iglesia Católica, 2766). Jesús mismo usó diferentes expresiones para rezar al Padre. Si leemos con atención los Evangelios descubrimos que estas expresiones de oración que emergen en los labios de Jesús recuerdan el texto del Padre Nuestro.

 


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Si dice que hará lo que pidamos al Padre en su nombre, ¿cuánto más eficaz no será nuestra oración en el nombre de Cristo, si la hacemos, además, con sus propias palabras?» (San Cipriano).

«Los discípulos, seducidos por la persona de Jesús mientras oraba, le piden una instrucción sobre cómo orar: el “Padrenuestro” es la respuesta. Es una oración concentrada en siete peticiones, llena de sentido teológico, en contraste con la palabrería y verborrea» (Benedicto XVI).

«‘La oración dominical es en verdad el resumen de todo el Evangelio’ (Tertuliano). Cuando el Señor hubo legado esta fórmula de oración, añadió: ‘Pedid y se os dará’ (Lc 11,9). Por tanto, cada uno puede dirigir al cielo diversas oraciones según sus necesidades, pero comenzando siempre por la oración del Señor que sigue siendo la oración fundamental» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.761).



15 de junio - MIÉRCOLES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria o SANTA MARÍA MICAELA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO, virgen (ML)



 
  MIÉRCOLES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
, feria
 o SANTA MARÍA MICAELA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO, virgen (ML)
  Oficio del Miércoles de la III Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 


PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 15 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Miércoles de la XI Semana del T.O., en la Parroquia (a las 20.30 h.).




NOTICIAS DE ACTUALIDAD


SANTORAL DE HOY


Elogio: Santa María Micaela del Santísimo Sacramento Desmaisières, virgen, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, que, con tenaz empeño e inflamada en el deseo de ganar almas para Dios, consagró su vida a hacer volver al buen camino a las jóvenes descarriadas y a las meretrices, y falleció en Valencia, ciudad de España, el 24 de agosto.

Refieren a este santo: Santa María Soledad Torres Acosta.

Oración

Oh Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón, suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que, alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los más pobres y en los más necesitados de tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

San Amós, santo del AT

Conmemoración de san Amós, profeta, que, siendo pastor en Tecoa, y cuidador de sicómoros, fue enviado por Dios a los hijos de Israel para reafirmar su justicia y santidad divinas contra las abominaciones.

San Esiquio, mártir

En Silistra, lugar de Mesia, san Esiquio, soldado, que fue detenido junto con san Julio, y después de él obtuvo, bajo el prefecto Máximo, la corona del martirio.

San Vito, mártir

En Lucania, san Vito, mártir.

San Abrahán, monje

En Auvernia, en Aquitania, san Abrahán, monje, el cual, nacido a orillas del río Éufrates, se dirigió a Egipto para visitar a los eremitas, pero, detenido por los paganos, estuvo encarcelado durante cinco años. Más tarde, viajando a la Galia, se estableció entre los arvernios y se retiró al monasterio de Saint-Cyr, donde murió ya muy anciano.

San Landelino, abad

En Saint-Crespin, en Hainaut, san Landelino, abad, que, convertido por san Autberto de una vida de latrocinio al ejercicio de la virtud, fundó el monasterio de Lobbes y, seguidamente, el de Saint-Crespin, donde terminó piadosamente sus días.

San Lotario de Séez, obispo

En Séez, lugar de Neustria, san Lotario, obispo, que, depuesto de sus funciones, se afirma que esperó su final viviendo como ermitaño.

Santa Benilde, mártir

En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Benilde, mártir, que, ya anciana, encontró la muerte en la persecución desencadenada por los sarracenos.

San Bernardo de Menthone, monje y presbítero

En Mont-Joux, en Valais, san Bernardo de Menthone, presbítero, que, canónigo y arcediano de Aosta, durante muchos años habitó en las cumbres de los Alpes, donde construyó un renombrado monasterio y, para acoger a los viajeros, también dos refugios que llevan aún su nombre.

San Isfrido de Ratzeburg, obispo  

En Ratzeburg, de Holstein, en Germania, san Isfrido, obispo, quien, manteniendo la observancia de vida de los canónigos premonstratenses, trabajó en la conversión de los vendos.

Beato Tomás Scryven, monje mártir

En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Scryven, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempo del rey Enrique VIII fue encarcelado por su fidelidad a la Iglesia católica, y alcanzó la corona del martirio al morir de hambre en prisión.

Beatos Pedro Snow y Rodolfo Grimston, mártires

En York, también en Inglaterra, beatos mártires Pedro Snow, presbítero, y Rodolfo Grimston, los cuales, reinando Isabel I, fueron condenados a muerte y subieron juntos al patíbulo, el primero por ser sacerdote, y el segundo, por haber intentado liberarle.

Santa Germana, virgen

En Pibrac, en la región de Toulouse, santa Germana, virgen, que, hija de padres desconocidos, desde niña fue sometida a una vida servil pese a sus enfermedades, pero todo lo aguantó con ánimo decidido y rostro risueño, hasta fallecer con sólo veintidós años.

Beato Luis María Palazzolo, presbítero y fundador

En Bérgamo, ciudad de Italia, beato Luis María Palazzolo, presbítero, que fundó la Congregación de Hermanitas de los Pobres y la de Hermanos de la Sagrada Familia.

Santa Bárbara Cui Lianzhi, mártir

Cerca de la ciudad de Liushuitao, en el territorio de Qianshengzhuang, en la provincia china de Hebei, santa Bárbara Cui Lianzhi, mártir, que habiendo presenciado la muerte de su hijo, de noche escapó para salvarse, pero detenida por los enemigos de los cristianos, fue sometida a crueles torturas hasta que murió.

Beata Albertina Berkenbrock, virgen y mártir

En Saõ Luís, Imaruí, Brasil, beata Albertina Berkenbrock, virgen y mártir.

Beato Clemente Vismara, presbítero

En Mong Ping, Myanmar, beato Clemente Vismara, presbítero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, que por su trabajo apostólico y social en favor del pueblo birmano mereció ser llamado "Patriarca de Birmania".


LITURGIA DE HOY


Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco). 

MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de vírgenes (para una virgen) o de santos (para un santo), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria. 

LECC.: vol. III-par. 

- 2 Re 2, 1. 6-14. De pronto, un carro de fuego los separó, y subió Elías al cielo. 

- Sal 30. R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor. 

- Mt 6, 1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. 

o bien: cf. vol. IV. 

Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria. 

Martirologio: elogs. del 16 de junio, pág. 366. 

CALENDARIOS: Adoratrices: Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen (S). Sigüenza-Guadalajara, Valencia y Claretianos: (MO). 

Madrid: Dedicación de la iglesia-catedral (F). 

Canónigos Regulares de Letrán: San Bernardo de Menthon, religioso (MO). 

Orden Premonstratense: San Isfrido, obispo (MO). 


Misa de la memoria:
15 de junio
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen.

Oración colecta propia. Resto del común de vírgenes 2.

Antífona de entrada

Alegrémonos, exultemos, porque el Señor ha amado a esta virgen santa y gloriosa.

O bien:

Esta es la virgen sabia que el Señor encontró vigilante, con el aceite de su lámpara preparado y, al llegar el Señor, entró con él en el banquete de bodas.


Monición de entrada

Conmemoramos en esta celebración a santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen, que nació en Madrid el año 1809. Fundó el Instituto de Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad para adorar a Jesús Eucaristía continuamente y liberar y promover a la mujer explotada por la prostitución o víctima de otras situaciones que la esclavizan. En 1865, asistiendo a los enfermos durante la epidemia de cólera en Valencia, también ella contrajo la temible enfermedad consumó así su vida en sacrificio de entrega.


Oración colecta

Oh, Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón, suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que, alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los pobres y en los más necesitados de tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.


LECTURAS DE LA MISA

PRIMERA LECTURA 
De pronto, un carro de fuego los separó, y subió Elías al cielo

Lectura del segundo libro de los Reyes (2 Re 2. 1. 6-14)

CUANDO el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en la tempestad, Elías y Eliseo partieron de Guilgal.
Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo:
«Quédate aquí, porque el Señor me envía al Jordán».
Eliseo volvió a responder:
«¡Vive Dios! ¡Por tu vida, no te dejaré!»; y los dos continuaron el camino.
Cincuenta hombres de la comunidad de los profetas iban también de camino y se pararon frente al río Jordán, a cierta distancia de Elías y Eliseo, los cuales se detuvieron a la vera del Jordán. Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó con él las aguas. Se separaron estas a un lado y a otro, y pasaron ambos sobre terreno seco.
Mientras cruzaban, dijo Elías a Eliseo:
«Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de que sea arrebatado de tu lado».
Eliseo respondió:
«Por favor, que yo reciba dos partes de tu espíritu».
Respondió Elías:
«Pides algo difícil, pero si alcanzas a yerme cuando sea arrebatado de tu lado, pasarán a ti; si no, no pasarán».
Mientras ellos iban conversando por el camino, de pronto, un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Subió Elías al cielo en la tempestad.
Eliseo lo veía y clamaba:
«Padre mío, padre mío! ¡Carros y caballería de Israel!».
Al dejar de verlo, agarró sus vestidos y los desgarró en dos. Recogió el manto que había caído de los hombros de Elías, volvió al Jordán y se detuvo a la orilla. Tomó el manto que había caído de los hombros de Elías y golpeó con él las aguas, pero no se separaron.
Dijo entonces:
«¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?».
Golpeó otra vez las aguas, que se separaron a un lado y a otro, y pasó Eliseo sobre terreno seco.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial (Sal 30, 20. 21. 24 [R.: 26])

R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.

V. Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para los que te temen,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.

R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.

V. En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras.

R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.

V. Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios los paga con creces.

R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.


Aleluya Cf. Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R.


EVANGELIO
Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 6, 1-6. 16-18)
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios 135-136.

Se ha trastocado de tal forma el sentido cristiano en muchas conciencias que, al hablar de mortificación y de penitencia, se piensa sólo en esos grandes ayunos y cilicios que se mencionan en los admirables relatos de algunas biografías de santos (...). Ciertamente, [Jesucristo] preparó el comienzo de su predicación retirándose al desierto, para ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches (cfr. Mt 4, 1-11), pero antes y después practicó la virtud de la templanza con tanta naturalidad, que sus enemigos aprovecharon para tacharle calumniosamente de hombre voraz y bebedor, amigo de publicanos y gentes de mala vida (Lc 7, 34). (...) No hace alarde de su vida penitente (...). Así debes ejercitarte en el espíritu de penitencia: cara a Dios y como un hijo, como el pequeñín que demuestra a su padre cuánto le ama, renunciando a sus pocos tesoros de escaso valor –un carrete, un soldado descabezado, una chapa de botella–; le cuesta dar ese paso, pero al fin puede más el cariño, y extiende satisfecho la mano.



Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El amor basta por sí solo; no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica: “Amo porque amo”» (San Bernardo).

«¿Por qué Jesús pide amar a los propios enemigos, o sea, un amor que excede a la capacidad humana? Porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor» (Benedicto XVI).

«Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad. Todos son llamados a la santidad: ‘Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto’ (Mt 5,48)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.013).