NOTICIAS DE ACTUALIDAD
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SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de san Carlos Borromeo, obispo, que nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán, fue en esta sede un verdadero pastor fiel preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo. Para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Pasó a la patria celeste en la fecha de ayer.
Patronazgos: patrono de los pastores, catequistas, catecúmenos y seminaristas; protector contra la peste.
Refieren a este santo: San Alejandro Sauli, San Andrés Avellino, San Francisco de Borja, San Pío V.
Santos Vidal y Agrícola, mártires
En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, el primero de los cuales, según nos refiere san Ambrosio, fue antes siervo del segundo, y luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no le quedó parte de su cuerpo sin heridas, y Agrícola, a su vez, sin intimidarse ante el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio al ser crucificado.
San Nicandro y Hermas, mártires
En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas, presbítero.
San Pierio, presbítero
Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, en Egipto, ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en Roma, después de la persecución, descansó en paz.
San Amancio de Rodez, obispo
En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad.
San Perpetuo de Maastricht, obispo
En Maastricht, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo, obispo.
Santa Modesta, abadesa
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios.
San Emerico, laico
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia, san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte prematura.
San Félix de Valois, fundador
En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois, a quien, después de una larga vida de ermitaño, se le considera compañero de san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de los cautivos.
Beata Elena Enselmini, virgen
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla.
Beata Francisca de Amboise, religiosa
En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar viuda.
Beata Maria Luisa Manganiello, laica
En Montefusco, Avellino, beata Maria Luisa (Teresa) Manganiello, llamada la «analfabeta sabia de Montefusco», miembro de la Tercera Orden de San Francisco, en quien reconocen su origen la congregación de las Hermanas Francescanas Immaculatinas, fundada poco tiempo después de la muerte de la beata.
Santos Vidal y Agrícola, mártires
En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, el primero de los cuales, según nos refiere san Ambrosio, fue antes siervo del segundo, y luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no le quedó parte de su cuerpo sin heridas, y Agrícola, a su vez, sin intimidarse ante el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio al ser crucificado.
San Nicandro y Hermas, mártires
En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas, presbítero.
San Pierio, presbítero
Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, en Egipto, ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en Roma, después de la persecución, descansó en paz.
San Amancio de Rodez, obispo
En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad.
San Perpetuo de Maastricht, obispo
En Maastricht, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo, obispo.
Santa Modesta, abadesa
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios.
San Emerico, laico
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia, san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte prematura.
San Félix de Valois, fundador
En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois, a quien, después de una larga vida de ermitaño, se le considera compañero de san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de los cautivos.
Beata Elena Enselmini, virgen
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla.
Beata Francisca de Amboise, religiosa
En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar viuda.
Beata Maria Luisa Manganiello, laica
En Montefusco, Avellino, beata Maria Luisa (Teresa) Manganiello, llamada la «analfabeta sabia de Montefusco», miembro de la Tercera Orden de San Francisco, en quien reconocen su origen la congregación de las Hermanas Francescanas Immaculatinas, fundada poco tiempo después de la muerte de la beata.
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria (blanco).
MISAL: oracs. props., ants. del común de pastores (para un obispo), Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Flp 3, 17 — 4, 1. Aguardamos un Salvador; él transformará
nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso.
- Sal 121. R. Vamos alegres a la casa del Señor.
- Lc 16, 1-8. Los hijos de este mundo son más astutos con su
propia gente que los hijos de la luz.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 5 de noviembre, pág. 650.
CALENDARIOS: HH. Angélicas de San Pablo: San Carlos Borromeo,
obispo (F).
Trinitarios: San Félix de Valois, presbítero (MO).
Escolapios: Conmemoración de los familiares, benefactores y
poseedores de la Carta de Hermandad de la Orden, difuntos.
4 de noviembre
San Carlos Borromeo,
obispo
Memoria
Antífona de
entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré
un pastor que las apaciente: yo, el Señor, seré su Dios.
O bien: Cf. Lc 12,
42
Este es el administrador fiel y prudente a quien
el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de
alimento a sus horas.
Monición de entrada
Se celebra hoy
la memoria de san Carlos Borromeo, obispo. Nació en Lombardía (Italia) el año
1538. Nombrado cardenal y elegido obispo de Milán, fue un verdadero pastor
preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo. Trabajó
incansablemente por poner en práctica las disposiciones pastorales del Concilio
de Trento: convocó sínodos, erigió seminarios para la formación del clero,
visitó muchas veces toda su diócesis para confirmar la fe de sus fieles y dio
muchas normas para el cuidado de la vida espiritual de estos. Murió el año
1584.
que infundiste en el obispo san Carlos Borromeo,
para que la Iglesia se renueve sin cesar y pueda mostrar al mundo
el verdadero rostro de Cristo, configurada a su imagen.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Audio y comentario del Evangelio de hoy
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Filipenses (Flp 3, 17-4, 1)
HERMANOS, sed imitadores míos y fijaos en los que andan según el modelo que
tenéis en nosotros.
Porque —como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos—
hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la
perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; solo aspiran a cosas
terrenas.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un
Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso,
con esa energía que posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos
así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 121, 1bc-2. 3-4ab 4cd-5 [R.: cf. 1bc])
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
V. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
V. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
V. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
╬ Lectura del santo Evangelio según san
Lucas (Lc 16, 1-8)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, decía Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar
sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque
en adelante no podrás seguir administrando”.
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no
tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que,
cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite».
Él le dijo:
«Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él dijo:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
«Toma tu recibo y escribe ochenta».
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que
los hijos de la luz».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus
22-septiembre-2019
La riqueza puede
empujar a la gente a construir muros, crear divisiones y discriminación. Jesús,
por el contrario, invita a sus discípulos a invertir el curso: "Hacer
amigos con las riquezas". Es una invitación a saber transformar bienes y
riquezas en relaciones, porque las personas valen más que las cosas y cuentan
más que las riquezas que poseen. En la vida, en efecto, no son los que tienen
tantas riquezas los que dan fruto, sino los que crean y mantienen vivos tantos
lazos, tantas relaciones, tantas amistades a través de las diferentes
"riquezas", es decir, de los diferentes dones con los que Dios los ha
dotado. Pero Jesús indica también el fin último de su exhortación: "Haceos
amigos con las riquezas injustas para que os reciban en las moradas
eternas". Si somos capaces de transformar las riquezas en instrumentos de
fraternidad y solidaridad, nos acogerá en el Paraíso no solamente Dios, sino
también aquellos con los que hemos compartido, administrándolo bien lo que el
Señor ha puesto en nuestras manos.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«El señor alabó al mayordomo a quien despedía de su administración porque había mirado al porvenir» (San Agustín).
«La costumbre del soborno es una costumbre mundana y fuertemente pecadora. Es una costumbre que no viene de Dios: ¡Dios nos ha pedido llevar el pan a casa con nuestro trabajo honesto!» (Francisco).
«En el plan de Dios, el hombre y la mujer están llamados a ‘someter’ la tierra (Gen 1,28) como ‘administradores’ de Dios. Esta soberanía no debe ser un dominio arbitrario y destructor. A imagen del Creador, ‘que ama todo lo que existe’ (Sab 11,24), el hombre y la mujer son llamados a participar en la Providencia divina respecto a las otras cosas creadas. De ahí su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 373).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«El señor alabó al mayordomo a quien despedía de su administración porque había mirado al porvenir» (San Agustín).
«La costumbre del soborno es una costumbre mundana y fuertemente pecadora. Es una costumbre que no viene de Dios: ¡Dios nos ha pedido llevar el pan a casa con nuestro trabajo honesto!» (Francisco).
«En el plan de Dios, el hombre y la mujer están llamados a ‘someter’ la tierra (Gen 1,28) como ‘administradores’ de Dios. Esta soberanía no debe ser un dominio arbitrario y destructor. A imagen del Creador, ‘que ama todo lo que existe’ (Sab 11,24), el hombre y la mujer son llamados a participar en la Providencia divina respecto a las otras cosas creadas. De ahí su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 373).