- Horario de la parroquia: abierta
de 11.00 a 13.30 h.
- Misa en Montemayor: Rezo del Santo
Rosario (a las 16.30 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo II de Pascua (a
las 17.00 h.).
- Misa en San Francisco: Rezo del
Santo Rosario (a las 18.30 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo II de Pascua
(a las 19.00 h.).
(Hasta la hora nona)
Misa del sábado de la Octava (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., sin
Cr., Pref. Pasc. I «en este día», embolismos props. en las PP. EE. No se puede
decir la PE IV. Despedida con doble «Aleluya».
LECC.: vol. II.
- Hch 4, 13-21: No podemos menos de
contar lo que hemos visto y oído.
- Sal 117: R. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
- Secuencia (opcional). Ofrezcan los
cristianos.
- Mc 16, 9-15: Id al mundo entero y
proclamad el Evangelio.
Liturgia de las Horas: oficio del sábado de la Octava. Te Deum.
Martirologio: elogs. del 11 de abril, pág. 249.
CALENDARIOS: Canarias: Aniversario de
la ordenación episcopal de Mons. Francisco Cases Andreu, obispo, emérito
(1994).
TEXTOS MISA
No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído
Lectura del libro de los Hechos de los
Apóstoles (Hch 4, 13-21)
EN AQUELLOS DÍAS, los jefes del pueblo,
los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que
eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que
habían sido compañeros de Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre
que había sido curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del
Sanedrín y se pusieron a deliberar entre ellos, diciendo:
«Qué haremos con estos hombres? Es
evidente que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos
negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con
amenazas que vuelvan a hablar a nadie de ese nombre».
Y habiéndolos llamado, les prohibieron
severamente predicar y enseñar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les
replicaron diciendo:
«¿Es justo ante Dios que os obedezcamos
a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos
de contar lo que hemos visto y oído».
Pero ellos, repitiendo la prohibición,
los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque
todos daban gloria a Dios por lo sucedido.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 117, 1 y 14-15.
16-18. 19-21 [R.: 21a])
R.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
O bien: Aleluya.
V. Dad gracias al Señor porque es
bueno,
porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos.
R.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
V. «La diestra del Señor es poderosa.
La diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.
R.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
V. Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
R.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
SECUENCIA
(opcional)
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Aleluya Sal 117, 24
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Este es el día que hizo el Señor,
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio
╬ Lectura del santo Evangelio según san
Marcos (Mc 16, 9-15)
R. Gloria a ti, Señor.
JESÚS, resucitado al amanecer del
primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había
echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de
duelo y llorando.
Ellos, al oírle decir que estaba vivo y
que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a
dos de ellos que iban caminando al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los
demás, pero no los creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los
Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de
corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el
Evangelio a toda la creación».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San
Josemaría Escrivá, Amigos de Dios 267.
No hacemos nuestro apostolado. En ese
caso, ¿qué podríamos decir? Hacemos -porque Dios lo quiere, porque así nos lo
ha mandado: id por todo el mundo y predicad el Evangelio (Mc 16, 15)- el
apostolado de Cristo. Los errores son nuestros; los frutos, del Señor.
¿Y cómo cumpliremos ese apostolado?
Antes que nada, con el ejemplo, viviendo de acuerdo con la Voluntad del Padre,
como Jesucristo, con su vida y sus enseñanzas, nos ha revelado. Verdadera fe es
aquella que no permite que las acciones contradigan lo que se afirma con las
palabras. Examinando nuestra conducta personal, debemos medir la autenticidad
de nuestra fe. No somos sinceramente creyentes, si no nos esforzamos por
realizar con nuestras acciones lo que confesamos con los labios.
(Después de la hora nona)
SEGUNDA SEMANA DE PASCUA
Segunda semana del salterio
Misa I Vísperas del II Domingo de
Pascua (blanco).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del
oficio dominical. Comp. Dom. I.
II
DOMINGO DE PASCUA o de la Divina Misericordia
Misa
del Domingo
(blanco).
MISAL: ants. y oracs.
props., Gl., Cr., Pref. Pasc. I «en este día», embolismos props. en las PP. EE.
No se puede decir la PE IV. Despedida con doble «Aleluya».
LECC.: vol. I (B).
-
Hch 4, 32-35: Un solo corazón y una
sola alma.
-
Sal 117: R. Dad gracias
al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
-
1 Jn 5, 1-6: Todo lo que ha
nacido de Dios vence al mundo.
-
Secuencia (opcional): Ofrezcan los cristianos.
-
Jn 20, 19-31: A los ocho días llegó
Jesús.