13 de agosto -SANTOS PONCIANO, papa, e HIPÓLITO, presbítero, mártires

 


 

VIERNES DE LA XIX SEMANA DEL T. ORDINARIO, o
SANTOS PONCIANO, papa, e HIPÓLITO, presbítero, mártires (ML)


NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

 


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SANTORAL DE HOY 

Santos Ponciano e Hipólito, mártires
(† c. 236)

Elogio: Santos mártires Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, que, deportados al mismo tiempo a Cerdeña, ambos afrontaron allí una condena común y fueron ceñidos, según la tradición, con una única corona. Sus cuerpos, finalmente, fueron trasladados a Roma, el primero al cementerio de Calixto, y el segundo al cementerio de la vía Tiburtina.

Refieren a este santo: San Calixto I, San Ceferino, San Cornelio, San Urbano I



Misa de feria (verde) o de la memoria (rojo).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria 1ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para vv. mártires) o de pastores (para vv. pastores), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Jos 24, 1-13. Yo tomé a vuestro padre del otro lado del Río; os saqué de Egipto; os llevé a la tierra.
- Sal 135. R. Porque es eterna su misericordia.
- Mt 19, 3-12. Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las mujeres; pero, al principio, no era así.
o bien: cf. vol. IV.


Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.


Martirologio: elogs. del 14 de agosto, pág. 487.
CALENDARIOS: Urgell: Beatos José Tapies y compañeros, presbíteros, mártires (MO).
Claretianos: Beatos Felipe de Jesús Muñárriz, presbítero, y compañeros, mártires (MO). Barbastro-Monzón: (ML).
HH. de las Escuelas Cristianas: San Benildo Romançon, religioso (MO).
Orden Premonstratense: Santa Gertrudis, virgen (MO).
Burgos: Santa Centola, virgen y mártir (ML).
Cartagena: Beato José Pavón Bueno, presbítero y mártir (ML).
Girona: Beatos Jaime Falguerona y compañeros, mártires (ML).
Lleida: Beatos José María Ormo y compañeros, mártires (ML).
Solsona: Beatos Antonio Dalmau Rosich y compañeros, mártires (ML).
Tarazona: Beatos Juan Sánchez y compañeros, mártires (ML).
Tarragona: Beatos Tomás Capdevila y compañeros, mártires (ML).
Vic: Beatos Pedro Cunill y compañeros, mártires (ML).
Zaragoza: Beatos Rafael Briega Morales y compañeros, mártires (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: San Meinardo, obispo (ML).
Dominicos: Beato Aimon Taparelli, presbítero (ML).
Marianistas: Beato Jakob Gapp, presbítero y mártir (ML).
Monfortianos: María, Refugio de los pecadores (ML).


Monición de entrada

Recordamos en esta celebración a los santos mártires Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero. Hacia el año 236, fueron deportados al mismo tiempo a Cerdeña, durante la persecución del emperador Maximino, y allí recibieron el martirio. Sus cuerpos, finalmente, fueron trasladados a Roma, donde reciben veneración.


Oración colecta

Te rogamos, Señor, que la inestimable paciencia de los santos aumente en nosotros el deseo de amarte y fortalezca siempre la fe santa en nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA
Yo tomé a vuestro padre del otro lado del Río; os saqué de Egipto; os llevé a la tierra

Lectura del libro de Josué (Jos 24, 1-13)

EN AQUELLOS DÍAS, Josué reunió todas las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos de Israel, a los jefes, a los jueces y a los magistrados. Y se presentaron ante Dios. Josué dijo a todo el pueblo:
«Así dice el Señor, Dios de Israel: “Al otro lado del río Éufrates vivieron antaño vuestros padres: Téraj, padre de Abrahán de Najor, y servían a otros dioses. Yo tomé a Abrahán vuestro padre del otro lado del Río, lo conduje por toda la tierra de Canaán y multipliqué su descendencia, dándole un hijo, Isaac.
A Isaac le di dos hijos: Jacob y Esaú. A Esaú le di en propiedad la montaña de Seír, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.
Envié después a Moisés y Aarón y castigué a Egipto con los portentos que hice en su tierra. Luego os saqué de allí. Saqué de Egipto a vuestros padres y llegasteis al mar. Los egipcios persiguieron a vuestros padres con sus carros y caballos hasta el mar Rojo; pero ellos gritaron al Señor y él tendió una nube oscura entre vosotros y los egipcios; después hizo que se desplomara sobre ellos el mar, que los anegó.
Con vuestros propios ojos visteis lo que hice con Egipto.
Después vivisteis en el desierto muchos años. Os llevé luego a la tierra de los amorreos que vivían al otro lado del Jordán:
ellos os atacaron, pero yo os los di. Así tomasteis posesión de sus tierras, y yo los exterminé a vuestra llegada.
Entonces se alzó Balac, hijo de Sipor, rey de Moab, para atacar a Israel; y mandó llamar a Balaán, hijo de Beor, para que os maldijera; pero yo no quise escuchar a Balaán, que no tuvo más remedio que bendeciros, y así os libré de sus manos.
Pasasteis después el Jordán y llegasteis a Jericó. Los jefes de Jericó (y los amorreos, perizitas, cananeos, hititas, guirgaseos, heveos yjebuseos) os atacaron, pero yo os los di; mandé delante de vosotros avispas, que expulsaron, al llegar vosotros, a los dos reyes amorreos: no fue con tu espada ni con tu arco.
Y os di una tierra por la que no habíais sudado, ciudades que no habíais construido y en las que ahora vivís, viñedos y olivares que no habíais plantado y de cuyos frutos ahora coméis”».


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial Sal 135, 1. 2. 3. 16. 17. 18. 21. 22. 24 (R.: 1b)

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Dad gracias al Señor porque es bueno.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Dad gracias al Dios de los dioses.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Dad gracias al Señor de los señores.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Guió por el desierto a su pueblo.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Él hirió a reyes famosos.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Dio muerte a reyes poderosos.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Les dio su tierra en heredad.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. En heredad a Israel, su siervo.

R. Porque es eterna su misericordia.
 
V. Y nos libró de nuestros opresores.

R. Porque es eterna su misericordia.
 

Aleluya Cf. 1 Tes 2, 13
R. Aleluya, aleluya,aleluya.
V. Acoged la palabra de Dios, no como palabra de humana, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios. R.
 

EVANGELIO
Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las mujeres; pero, al principio, no era así

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 19, 3-12)
R. Gloria a ti, Señor. 

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?».
Él les respondió:
«¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne.
Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

Ellos insistieron:
«¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?».
Él les contestó:
«Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima— y se casa con otra, comete adulterio».
Los discípulos le replicaron:
«Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse».
Pero él les dijo:
«No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda».


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


San Josemaría Escrivá, Conversaciones 92

Un cristiano que procura santificarse en el estado matrimonial, y es consciente de la grandeza de su propia vocación, espontáneamente siente una especial veneración y un profundo cariño hacia los que son llamados al celibato apostólico; y cuando alguno de sus hijos, por la gracia del Señor, emprende ese camino, se alegra sinceramente. Y llega a amar aún más su propia vocación matrimonial, que le ha permitido ofrecer a Jesucristo –el gran Amor de todos, célibes o casados– los frutos del amor humano.


12 de agosto - SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL, religiosa

 



 

JUEVES DE LA XIX SEMANA DEL T. ORDINARIO, o
SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL, religiosa



 NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

 




SANTORAL DE HOY 

 Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal, viuda y fundadora
(1572 - †1641)

Elogio: Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal, religiosa, que, primero madre de familia, educó piadosamente a los seis hijos que tuvo como fruto de su cristiano matrimonio y, muerto su esposo, bajo la dirección de san Francisco de Sales abrazó con decisión el camino de la perfección, dedicándose a las obras de caridad, en especial para con los pobres y enfermos, y dio inicio a la Orden de la Visitación, que dirigió también prudentemente. Su muerte tuvo lugar en Moulins, junto al río Aller, cercano a Nevers, en Francia, el día trece de diciembre.

Patronazgos: para pedir un buen parto.

Refieren a este santo: San Francisco de Sales

Oración

Señor, Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados de su vida, concédenos, por su intercesión, caminar fielmente según nuestra vocación, para dar siempre testimonio de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

    San Euplo, mártir  

En Catania, de Sicilia, san Euplo, mártir, que, según la tradición, durante la persecución desencadenada por el emperador Diocleciano, fue encarcelado por el gobernador Calvisiano por haber sido encontrado con el libro de los Evangelios entre las manos, e, interrogado de nuevo, respondió que se gloriaba de tener los Evangelios en su corazón, por lo cual fue flagelado hasta morir.

   Santos Aniceto y Focio, mártires

En Nicomedia, santos Aniceto y Focio, mártires.

   San Muredaco de Killala, obispo

En Killala, en Hibernia, san Muredaco, obispo.

   Santa Lelia, virgen  

De nuevo en Hibernia, en el monasterio que recibió su nombre, santa Lelia, virgen.

   San Herculano de Brescia, obispo

En Brescia, de la Lombardía, san Herculano, obispo.

   Santos Porcaro y compañeros, monjes y mártires  

En la isla de Lérins, en la Provenza, santos mártires Porcaro, abad, y varios monjes, que, según la tradición, murieron a manos de los sarracenos.

   Beato Carlos Meehan, presbítero y mártir  

En Ruthin, en el norte de Gales, beato Carlos Meehan, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que, irlandés de nacimiento, fue detenido cuando se dirigía a su patria a través de aquella región, y condenado a muerte por haber entrado en los dominios del rey Carlos II, obtuvo la palma del martirio al ser ahorcado y descuartizado.

   Beato Inocencio XI, papa  

En Roma, beato Inocencio XI, papa, que rigió sabiamente la Iglesia, pese a estar afectado por fuertes dolores y tribulaciones.

   Beato Pedro Jarrige de la Morélie de Puyredon, presbítero y mártir  

En una vieja nave anclada frente a Rochefort, en Francia, beato Pedro Jarrige de la Morélie de Puyredon, presbítero, que, en el furor de la persecución contra la religión, sufrió la muerte por su fe en Cristo, tras haber sido expuesto durante largo tiempo a los ardientes rayos del sol.

   Santos Jacobo Do Mai Nam, Antonio Nguyen Dích y Miguel Nguyen Huy My, mártires  

En la ciudad de Nam Dinh, en Tonkin, santos mártires Jacobo Do Mai Nam, presbítero, Antonio Nguyen Dích, labrador, y Miguel Nguyen Huy My, médico, que en tiempo del emperador Minh Mang, por ser cristianos, fueron decapitados tras sufrir crueles torturas.

   Beata Victoria Díez y Bustos de Molina, virgen y mártir (2 coms.)  

En la villa de Hornachuelos, cerca de Córdoba, en España, beata Victoria Díez y Bustos de Molina, virgen y mártir, que, maestra en la Institución Teresiana, al desencadenarse la persecución contra la Iglesia proclamó su fe cristiana y sufrió el martirio, mientras exhortaba a otros a tomar la misma decisión.

   Beato Flavio Argüeso González, religioso y mártir  

En Valdemoro, cerca de Madrid, también en España, beato Flavio (Atilano) Argüeso González, religioso de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y mártir, que, en la misma persecución, murió víctima del odio contra la fe.

   Beatos Sebastián Calvo Martínez y cinco compañeros, religiosos mártires  

En Barbastro, en la región de Aragón, de nuevo en España, beatos Sebastián Calvo Martínez, presbítero, y compañeros, mártires de la Congregación de Misioneros del Inmaculado Corazón de María, que en la misma persecución llevaron a término su glorioso combate. Son sus nombres: Beatos Pedro Cunill Padrós, José Pavón Bueno, Nicasio Sierra Ucar, presbíteros; Venceslao Clarís Vilaregut, subdiácono; Gregorio Chirivás Lacambra, religioso.

   Beato Antonio Perulles Estívill, presbítero y mártir

En Tarragona, otra vez en España, beato Antonio Perulles Estivill, presbítero de la Hermandad de Operarios Diocesanos y mártir, que en la mencionada persecución consumó en la calle su sacrificio.

   Beatos Floriano Stepniak y José Straszewski, presbíteros y mártires

En Dachau, cerca de Munich, en Alemania, beatos Floriano Stepniak, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, y José Straszewski, ambos presbíteros y mártires, que en tiempo de guerra, invadida Polonia, su patria, murieron en una cámara de gas en dicho campo de concentración.

   Beato Carlos Leisner, presbítero y mártir  

En la localidad de Planegg, cercana a Munich, de nuevo en Alemania, beato Carlos Leisner, presbítero y mártir, que, siendo aún diácono, fue encarcelado por su pública proclamación de fe y por su constante servicio en favor de las almas. Ordenado sacerdote en el campo de concentración de Dachau, una vez recobrada la libertad al finalizar la guerra, murió a causa de los sufrimientos soportados durante su cautividad.


LITURGIA DE HOY


Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria 1ª orac. prop. y el resto del común de santos (para religiosos), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Jos 3, 7-10a. 11. 13-17. El Arca de la Alianza del Dueño va a pasar el Jordán delante de vosotros.
- Sal 113 A. R. Aleluya.
- Mt 18, 21 — 19, 1. No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
o bien: cf. vol. IV.


Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.


Martirologio: elogs. del 13 de agosto, pág. 484.
CALENDARIOS: Salesas: Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa (S).
Trinitarios: Beato Inocencio XI, papa (MO).
Ávila: San Pedro del Barco, presbítero (ML).
Córdoba, Sevilla e Institución Teresiana: Beata Victoria Díez y Bustos de Molina, mártir (ML).
Huesca: Beatos Gregorio Chirivas Lacambra, religioso, y compañeros, mártires (ML).
Orihuela-Alicante: Beatos Antonio Perulles, presbítero, y compañeros, mártires (ML).
Urgell: Beatos Eusebio Codina Millá, Ramón Illa Salvia y Sebastián Riera Coromina, religiosos, y compañeros, mártires (ML).
Valladolid y Barbastro-Monzón: Beato Florentino Asensio, obispo y mártir (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Mauricio Tomay, presbítero y mártir (ML).
Carmelitas Descalzos: Beato Isidoro Bakanja, mártir (ML).
Dominicos: Beato Juan Jorge (Tomás Rehm), presbítero y mártir (ML).
Franciscanos: Beato Carlos Meehán, presbítero y mártir (ML).

 

Monición de entrada

Conmemoramos en esta celebración a santa Juana Francisca de Chantal, religiosa. Nació en Francia el año 1572. Primero madre de familia, educó piadosamente a los seis hijos que tuvo y, muerto su esposo, bajo la dirección de san Francisco de Sales se dedicó a las obras de caridad, en especial para con los pobres y enfermos, y dio inicio a la Orden de la Visitación. Su muerte tuvo lugar en diciembre del año 1641.

 

Oración colecta

Oh, Dios, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca en los distintos estados de su vida, concédenos, por su intercesión, que, caminando fielmente según nuestra vocación, manifestemos siempre las obras de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA
El arca de la alianza del Señor va a pasar el Jordán delante de vosotros

Lectura del libro de Josué (Jos 3, 7-10a. 11. 13-17)

EN AQUELLOS DÍAS, el Señor dijo a Josué:
«Hoy mismo voy a empezar a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. Tú dales esta orden a los sacerdotes portadores del Arca de la Alianza: “En cuanto lleguéis a tocar el agua de la orilla del Jordán, deteneos en el Jordán”».
Josué dijo a los hijos de Israel:
«Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor, vuestro Dios».
Y añadió:
«Así conoceréis que el Dios vivo está en medio de vosotros y que va a expulsar ante vosotros a cananeos. Mirad, el Arca de la Alianza del Dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el Arca del Señor, Dueño de toda la tierra, pisen el agua del Jordán, la corriente de agua del Jordán que viene de arriba quedará cortada y se detendrá formando como un embalse».
Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza caminaron delante de la gente.
En cuanto los portadores del Arca de la Alianza llegaron al Jordán y los sacerdotes que la portaban mojaron los pies en el agua de la orilla (el Jordán baja crecido hasta los bordes todo el tiempo de la siega), el agua que venía de arriba se detuvo y formó como un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adán, un pueblo cerca de Sartán, y el agua que bajaba hacia el mar de la Arabá, el mar de la Sal, quedó cortada del todo.
La gente pasó el río frente a Jericó. Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras todo Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 
Salmo responsorial Sal 113A, 1-2. 3-4. 5-6

R. Aleluya.

V. Cuando Israel salió de Egipto,
los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario,
Israel fue su dominio. 

R. Aleluya.

V. El mar, al verlos, huyó,
el Jordán se echó atrás;
los montes saltaron como carneros;
las colinas, como corderos. 

R. Aleluya.

V. ¿Qué te pasa, mar, que huyes,
y a ti, Jordán, que te echas atrás?
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos? 

R. Aleluya.


Aleluya Sal 118, 135

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus decretos. R.


EVANGELIO
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete


╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 18, 21-19, 1)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:
“Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Del Catecismo de la Iglesia Católica

2845 No hay límite ni medida en este perdón, esencialmente divino (cf Mt 18, 21 - 22; Lc 17, 3 - 4). Si se trata de ofensas (de "pecados" según Lc 11, 4, o de "deudas" según Mt 6, 12), de hecho nosotros somos siempre deudores: "Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor" (Rm 13, 8). La comunión de la Santísima Trinidad es la fuente y el criterio de verdad en toda relación (cf 1Jn 3, 19 - 24). Se vive en la oración y sobre todo en la Eucaristía (cf Mt 5, 23 - 24):
"Dios no acepta el sacrificio de los que provocan la desunión, los despide del altar para que antes se reconcilien con sus hermanos: Dios quiere ser pacificado con oraciones de paz. La obligación más bella para Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de todo el pueblo fiel" (San Cipriano, Dom. orat. 23: PL 4, 535C-536A).



14 de agosto - SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE, PRESBÍTERO Y MÁRTIR

  

SÁBADO DE LA XIX SEMANA DEL T. ORDINARIO,
SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE, PRESBÍTERO Y MÁRTIR, (MO)

Monición de entrada

Celebramos hoy la memoria de san Maximiliano María Kolbe, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir. Nació en Polonia el año 1894. Misionero en Japón, fundó las escuelas de la Inmaculada para la educación de la juventud. A su vuelta a Polonia, en plena guerra mundial, fue detenido por las fuerzas del ejército nazi e internado en el campo de exterminio de Auschwitz, donde, el año 1941, entregó su vida a cambio de un padre de familia condenado a muerte.

 

Oración colecta

Oh, Dios, que al presbítero y mártir san Maximiliano María, inflamado de amor a la Virgen Inmaculada, lo llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo, concédenos en tu bondad, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y ser semejantes a tu Hijo hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

 

PRIMERA LECTURA

Elegid hoy a quién queréis servir

Lectura del libro de Josué (Jos 24, 14-29)

EN AQUELLOS DÍAS, hablaba Josué al pueblo diciendo:
«Pues bien: temed al Señor; servidle con toda sinceridad; quitad de en medio los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río y en Egipto; y servid al Señor. Pero si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor».
El pueblo respondió:
«¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; y quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos por los que atravesamos. Además, el Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país. También nosotros serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!».
Y Josué dijo al pueblo:
«No lograréis servir al Señor, porque es un Dios santo, Un Dios celoso. No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados. Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, él también se volverá contra vosotros y, después de haberos hecho tanto bien, os maltratará y os aniquilará».

El pueblo le respondió:
«¡No! Nosotros serviremos al Señor».
Josué insistió:
«Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido al Señor para servirle».

Respondieron:
«¡Testigos somos!».
«Entonces, quitad de en medio los dioses extranjeros que conserváis, e inclinad vuestro corazón hacia el Señor, Dios de Israel».
El pueblo respondió:
«¡Al Señor nuestro Dios serviremos y obedeceremos su voz!».

Aquel día Josué selló una alianza con el pueblo y les dio leyes y mandatos en Siquén. Josué escribió estas palabras en el libro de la ley de Dios. Cogió una gran piedra y la erigió allí, bajo la encina que hay en el santuario del Señor. Y dijo Josué a todo el pueblo:
«Mirad, esta piedra será testigo contra nosotros, porque ha oído todas las palabras que el Señor nos ha dicho. Ella será testigo contra vosotros, para que no podáis renegar de vuestro Dios».
Luego Josué despidió al pueblo, cada cual a su heredad. Y después de todo esto, murió Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años.

 

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

 

Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11 (Cf.: 5a)

R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

 

V. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.

R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

 

V. Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

 

V. Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

 

Aleluya Cf. Mt 11, 25

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del reino a los pequeños. R.

 

EVANGELIO

No impidaís a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos

 

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 19, 13-15)

R. Gloria a ti, Señor.

 

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo:
«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».
Les impuso las manos y se marchó de allí.

 

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti, Señor Jesús.


San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa 143
Hacernos niños: renunciar a la soberbia, a la autosuficiencia; reconocer que nosotros solos nada podemos, porque necesitamos de la gracia, del poder de nuestro Padre Dios para aprender a caminar y para perseverar en el camino. Ser pequeños exige abandonarse como se abandonan los niños, creer como creen los niños, pedir como piden los niños.
Y todo eso lo aprendemos tratando a María.