06 de junio - LUNES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORODINARIO - LUNES DE PENTECOSTÉS, Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia (MO)

 




 
 LUNES DE PENTECOSTÉS
MO
 Oficio del Común de la Virgen Maria o del Lunes de la II Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
LUNES, 06 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía de exequias de +JUAN POLEY HIDALGO, en la Parroquia (a las 20.30 h.).


El Tweet del Papa:




NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Decenario al Espíritu Santo por Mons. Munilla
DÍA 10º:
"Dale al esfuerzo su mérito"



    Portada

Francisco señala que el Espíritu Santo fija «por dónde empezar, qué caminos tomar y cómo caminar»

El Papa, en Pentecostés: debemos «amar el aquí y el ahora, no un mundo ideal, ni una Iglesia ideal»

«Sentirse como un fracasado» puede acabar en un fracaso real

Diez formas en las que puedes herir a tu esposo más de lo que crees y quieres: ¿qué dice la Biblia?

Marianne relata la inexplicable curación del cáncer de su hijo, pero también otro hecho años antes

Doble curación en la misma familia gracias a la Virgen en Cotignac: primero la madre y luego su hijo

Vídeos

  Eran cuatro... y vinieron trillizos

  El cercano triunfo del Reino de María

  Harpa Dei: secuencia de Pentecostés

  Plaza de Mayo: gran rosario de hombres

  Qué nos enseña la infancia de Cristo

Otras noticias

  Francisco, en el Regina Coeli: El Espíritu Santo acorta las distancias entre el Evangelio y la vida

  Trompetas, lluvia de pétalos y ramas en las iglesias: las tradiciones más curiosas de Pentecostés

  De paria a «príncipe de la Iglesia»: la India contará con el primer cardenal de origen dalit

Opinión

  Iglesia doméstica, cenáculo de Pentecostés , por Mercedes de Bonilla

Blogs

  Hoy el reto del amor es invocar al Espíritu Santo. , por El Reto Del Amor

  Necesita un “Sí”. Comentario para Matrimonios: Juan 20, 19-23 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Paráclito: El mundo necesita recibirte , por La divina proporción

  Reflexión Domingo de Pentecostés , por La alegría de la Buena Noticia

  Vigilia de Pentecostés , por Diario de un Cura de Aldea Global en su Celda Parroquial



SANTORAL DE HOY 


Bienaventurada Virgen María,
Madre de la Iglesia
San Norberto de Magdeburgo, obispo y fundador 

https://www.youtube.com/watch?v=YDJNWax3k9s

Elogio: San Norberto, obispo, hombre de austeras costumbres y totalmente dedicado a la unión con Dios y a la predicación del Evangelio, que instituyó, cerca de Laon, en Francia, la Orden Premonstratense de Canónigos Regulares, y luego, designado obispo de Magdeburgo, en Sajonia, se mostró pastor eximio en la renovación de la vida cristiana y en la difusión de la fe entre las poblaciones vecinas.

Patronazgos: patrono de la región de Bohemia, de Magdeburgo, y protector para un parto seguro.

Refieren a este santo: San Evermodo de Ratzeburg, Beato Godofredo, Beato Hugo de Fosses, San Vicelino de Oldenburgo

Oración

Señor, tú hiciste del obispo san Norberto un pastor admirable de tu Iglesia por su espíritu de oración y su celo apostólico; te rogamos que, por su intercesión, tu pueblo encuentre siempre pastores ejemplares que lo conduzcan a la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

 

Otros santos de este día:

Santos Artemio y Paulina, mártires

En Roma, en la vía Aurelia, a dos miliarios de la ciudad, santos Artemio y Paulina, mártires.

San Besarión, eremita

En Scete, en Egipto, san Besarión, anacoreta, que por el amor de Dios fue mendicante y peregrino.

San Ceracio de Grenoble, obispo

En Grenoble, en Burgundia, san Ceracio, obispo, que expresó palabras de gratitud al papa san León I por haber escrito a Flaviano, y preservó a su grey del contagio de la herejía.

San Eustorgio II de Milán, obispo

En Milán, en la Liguria, san Eustorgio II, obispo, que, conocido por su piedad, justicia y demás virtudes propias de un pastor, edificó un célebre baptisterio.

San Jarlato, obispo

En Hibernia, san Jarlato, obispo.

San Claudio de Condat, abad y obispo

En los montes del Jura, san Claudio, a quien se considera como obispo y abad del monasterio de Condat.

San Alejandro de Fiésole, obispo y mártir

En el territorio de Bolonia, en la Emilia, tránsito de san Alejandro, obispo de Fiésole, que, a su regreso de la ciudad de Pavía, adonde había ido para reclamar ante el rey de los longobardos los bienes de su iglesia retenidos por usurpadores, estos lo ahogaron arrojándolo a un río.

San Hilarión, abad y presbítero

En Constantinopla, san Hilarión, presbítero y abad del monasterio llamado de Dalmacio, que por defender el culto de las sagradas imágenes tuvo que soportar cárcel, azotes y el exilio.

San Colmán, obispo

En las islas Orcadas, próximas a la costa de Escocia, san Colmán, obispo.

Beato Falcón, abad

En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Falcón, abad.

San Gilberto, abad

En Clermont-Ferrand, en Aquitania, san Gilberto, abad de la Orden Premonstratense, que, después de haber vivido como eremita, fundó el monasterio y el hospital de Neufontaines.

Beato Bertrando de Aquilea, obispo y mártir

En Udine, en el territorio de Venecia, beato Bertrando, obispo de Aquilea y mártir, que trabajó en la formación del clero, alimentó con sus bienes a los pobres en tiempo de escasez, defendió con tesón los derechos de la Iglesia y, ya nonagenario, fue víctima de unos sicarios.

Beato Lorenzo de Másculis de Villamagna, religioso presbítero

En Ortona, en el Abruzo, beato Lorenzo de Másculis de Villamagna, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, ilustre por su celo en predicar la palabra de Dios.

Beato Guillermo Greenwood, monje mártir

En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Greenwood, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempo de Enrique VIII, por su tenaz fidelidad a la Iglesia católica, consumó su martirio con la cárcel, el hambre y la enfermedad.

San Marcelino Champagnat, presbítero y fundador

En Saint-Chamond, en el territorio de Lyon, en Francia, san Marcelino Champagnat, presbítero de la Sociedad de María, que fundó el Instituto de Hermanos Maristas de la Enseñanza, para la formación cristiana de los niños.

Santos Pedro Dung, Pedro Thuan y Vicente Duong, mártires

En la ciudad de Luong My, en Tonkín, santos mártires Pedro Dung y Pedro Thuan, pescadores, y Vicente Duong, agricultor, que en tiempo del emperador Tu Duc, por negarse a pisotear la Cruz, fueron condenados a la hoguera.

San Rafael Guizar Valencia, obispo

En Ciudad de México, tránsito de san Rafael Guizar Valencia, obispo de Veracruz, en México, que durante el tiempo de persecución, tanto clandestinamente como en el destierro, ejerció con coraje su ministerio episcopal.

Beato Inocencio Guz, presbítero y mártir

En Sachsenhausen, en Alemania, beato Inocencio Guz, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, el cual, durante la ocupación militar de Polonia, su patria, por un régimen contrario a la religión y a los hombres, fue asesinado por los guardias del campo de concentración a causa de su fe en Cristo.

 

LITURGIA DE HOY



SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO
 
DÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Segunda semana del salterio

Se vuelve a utilizar el volumen III de la Liturgia de las Horas

En la misa dominical: volumen I-C del Leccionario
En la misa ferial: volumen III-par del Leccionario

Memoria de la bienaventurada Virgen María, madre de la Iglesia, a quien Cristo encomendó sus discípulos para que, perseverando en la oración al Espíritu Santo, cooperaran en el anuncio del Evangelio (elog. del Martirologio Romano).

Misa de la memoria (blanco).

MISAL: ants. y oracs. de la misa votiva de la BVM, Madre de la Iglesia, Pf. común o III de la BVM.

LECC.: vol. IV.

- Gén 3, 9-15. 20. La madre de todos los que viven.
o bien: 
Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.
- Sal 86. R. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.
- Jn 19, 25-34. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
 

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.

Martirologio: elogs. del 7 de junio, pág. 353.

CALENDARIOS: Discípulas de Jesús e Hijas de María Madre de la Iglesia: Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia (S). 

Maristas: San Marcelino Champagnat (S). 

Orden Premonstratense: San Norberto, obispo (S). 

Siervas de San José: Santa Bonifacia Rodríguez de Castro, virgen (S). 

Santander-ciudad: Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, bajo la advocación «del Mar» (MO). 

Canarias: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. José Mazuelos Pérez, obispo (2009).


Monición de entrada

Concluido el tiempo pascual, celebramos hoy la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia. Por designio divino, el nacimiento de la Iglesia y los comienzos de su misión en el mundo están confiados al cuidado materno la Virgen María: en la cruz, Cristo nos dio a su Madre por madre nuestra en el discípulo amado y ella esperó junto con los apóstoles la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Desde aquellos primeros pasos de la Iglesia hasta el día de hoy, este cuidado materno de la Virgen María se extiende a todos los discípulos del Hijo. Es una prueba más del insondable misterio del amor de Dios, que quiso que tuviéramos por Madre a la misma Madre del Salvador

 
Oración colecta

Oh, Dios, Padre de misericordia, cuyo Unigénito, clavado en la cruz,
proclamó a santa María Virgen, su Madre, como Madre también nuestra,
concédenos, por su cooperación amorosa, que tu Iglesia, cada día más fecunda,
se llene de gozo por la santidad de sus hijos y atraiga a su seno
a todas las familias de los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo.



PRIMERA LECTURA (opción 1)
Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer 

Lectura del libro del Génesis (Gén 3, 9-15. 20)

DESPUÉS de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó yle dijo:

«Dónde estás?».

Él contestó:

«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».

El Señor Dios le replicó:

«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».

Adán respondió:

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».

El Señor Dios dijo a la mujer:

«¿Qué has hecho?».

La mujer respondió:

«La serpiente me sedujo y comí».

El Señor Dios dijo a la serpiente:

«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

    Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 
PRIMERA LECTURA (opción 2)
Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 12-14)

DESPUÉS de que Jesús fue levantado al cielo, los apóstoles volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago.

    Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 86, 1-2. 3 y 5. 6-7 [R.: 3])

 

V. Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sion
a todas las moradas de Jacob.

R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
 
V. ¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
Se dirá de Sion: «Uno por uno,
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».

R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
 
V. El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Este ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti».

R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
 
 
Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. ¡Oh, feliz Virgen que engendraste al Señor!
¡Oh, Bienaventurada Madre de la Iglesia,
que infundes en nosotros el Espíritu de tu Hijo Jesucristo! R.

 
EVANGELIO
Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 19, 25-34)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.

    Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:

«Mujer, ahí tienes a tu hijo».

    Luego, dijo al discípulo:

«Ahí tienes a tu madre».

    Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

   Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo:

«Tengo sed».

   Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:

«Está cumplido».

    E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

  Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Francisco, Audiencia general 10-mayo-2017

Ella "estaba". Estaba allí, en el peor momento, en el momento más cruel, y sufría con el hijo. "estaba". María "estaba", simplemente estaba allí. Ahí está de nuevo la joven mujer de Nazareth, ya con los cabellos grises por el pasar de los años, todavía con un Dios que debe ser solo abrazado, y con una vida que ha llegado al umbral de la oscuridad más intensa. María "estaba" en la oscuridad más intensa, pero "estaba". No se fue. María está allí, fielmente presente, cada vez que hay que tener una vela encendida en un lugar de bruma y de nieblas. Ni siquiera Ella conoce el destino de resurrección que su Hijo estaba abriendo para todos nosotros hombres: está allí por fidelidad al plan de Dios del cual se ha proclamado sierva en el primer día de su vocación, pero también a causa de su instinto de madre que simplemente sufre, cada vez que hay un hijo que atraviesa una pasión. Los sufrimientos de las madres: ¡todos nosotros hemos conocido mujeres fuertes, que han afrontado muchos sufrimientos de los hijos!

La volveremos a encontrar en el primer día de la Iglesia, Ella, madre de esperanza, en medio de esa comunidad de discípulos tan frágiles: uno había renegado, muchos habían huído, todos habían tenido miedo (cf. Hch 1, 14). Pero Ella simplemente estaba allí, en el más normal de los modos, como si fuera una cosa completamente normal: en la primera Iglesia envuelta por la luz de la Resurrección, pero también de los temblores de los primeros pasos que debía dar en el mundo.

Por esto todos nosotros la amamos como Madre. No somos huérfanos: tenemos una Madre en el cielo, que es la Santa Madre de Dios. Porque nos enseña la virtud de la espera, incluso cuando todo parece sin sentido: Ella siempre confiada en el misterio de Dios, también cuando Él parece eclipsarse por culpa del mal del mundo. Que en los momentos de dificultad, María, la Madre que Jesús nos ha regalado a todos nosotros, pueda siempre sostener nuestros pasos, pueda siempre decir a nuestro corazón: "¡levántate!, mira adelante, mira el horizonte", porque Ella es Madre de esperanza.


05 de junio - DOMINGO DE PENTECOSTÉS

 



 
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Solemnidad
 Oficio del día de Pentecostés del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 05 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 a 13.30 h.

- Eucaristía del Domingo de Pentecostés, en la Parroquia (a las 11.00 h.).

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía II Vísperas del Domingo de Pentecostés, en San Francisco (a las 20.30 h.).


El Tweet del Papa:


    Portada

Klaus Kinzler relata su caso y habla de universidad, «ofendidos» y pérdida de derechos

El infierno «woke» vivido por un profesor y la lección extraída: «El islamoizquierdismo no me mató»

Todo lo que debes saber sobre esta importante fiesta cristiana

¿Qué es Pentecostés? ¿Cuándo se celebra? ¿Qué papel tiene el Espíritu Santo?

Ejercicios en el Jubileo de San Ignacio, con un enfoque desde el Sagrado Corazón

10 claves para leer los Ejercicios de San Ignacio desde el Corazón de Cristo: método y sentimiento

Vídeos

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Opinión

  Barroco , por Juan Manuel de Prada

Blogs

  LLEVARLO A ARREGLAR , por Una fe con chispa

  Andrés Urdaneta, el fraile que descubrió el Tornaviaje , por En cuerpo y alma

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  ¿Puedo decirle que sí? Comentario para Matrimonios: Juan 21, 15-19 , por ProyectoAmorConyugal.es



SANTORAL DE HOY 


Elogio: Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir. Monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, al llegar a Roma el papa san Gregorio II lo ordenó obispo y cambió su nombre de pila por el de Bonifacio, enviándolo después a Germania para anunciar la fe de Cristo a aquellos pueblos, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia (Mainz) y, hacia el final de su vida, al visitar a los frisios en Dokkum, consumó su martirio al ser asesinado por unos paganos.

Patronazgos: patrono de Inglaterra y Turingia, así como patrono o copatrono de varias diócesis en Alemania y los Países Bajos; también de los fabricantes de cervezas y de limas y sastres.

Refieren a este santo: San Cuniberto de Colonia, Santos Eoban, Adelario y nueve compañeros, San Gregorio de Utrecht, San Gregorio II, San Gregorio III, Santa Leoba, San Liudgero de Münster, San Lulo de Maguncia, Santa Renula, San Sola, San Sturmo, Santa Tecla, San Vigberto, San Virgilio de Salzburgo, Santa Waldburgis, San Wilehado de Bremen, San Wilibordo de Utrecht, San Willibaldo de Eichstätt, San Winebaldo de Hildesheim, San Witta de Bürberg, San Zacarías

Oración

Concédenos, Señor, la intercesión de tu mártir san Bonifacio, para que podamos defender con valentía y confirmar con nuestras obras la fe que él enseñó con su palabra y rubricó en el martirio con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

   Santos Marciano, Nicandro, Apolonio y compañeros, mártires

En Egipto, santos Marciano, Nicandro, Apolonio y compañeros, mártires, de quienes se cuenta que, por haber confesado la fe cristiana, después de diversos tormentos fueron emparedados, y quedaron expuestos al sol ardiente hasta morir extenuados de calor, sed y hambre. († s. III)

   San Doroteo de Tiro, obispo y mártir

En Tiro, en Fenicia, san Doroteo, obispo, que ya como simple presbítero padeció mucho bajo el emperador Diocleciano, y en tiempo del emperador Juliano, con más de ciento siete años de edad, honró su ancianidad con el martirio, que consumó en Tracia. († s. IV)

   San Ilidio de Auvernia, obispo

En Auvernia, en Aquitania, san Ilidio, obispo, que llamado por el emperador a Tréveris para que liberase a su hija de un espíritu inmundo, al regreso del viaje falleció en el Señor. († 384)

   San Eutiquio de Como, obispo

En Como, en la Liguria, san Eutiquio, obispo, insigne por su vida de oración y su amor a Dios y a la soledad. († 539)

   Santos Eoban, Adelario y nueve compañeros, mártires

En Dokkum, en Frisia, santos Eoban, obispo, Adelario y nueve compañeros, que, junto con san Bonifacio, culminaron gloriosamente su vida con el martirio. Sus nombres: Vintrungo y Gualterio, presbíteros; Amundo, Sevibaldo y Bosa, diáconos; Vacaro. Gundecaro, Eluro y Atevulfo, monjes. († 754)

   Beato Sancho, mártir

En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, beato Sancho, mártir, el cual, oriundo de Albi, lugar de la Galia, aún adolescente fue hecho cautivo y educado en el palacio real sarraceno, pero en la persecución suscitada por los musulmanes no dudó en asumir el martirio por su fe en Cristo. († 851)

   San Franco, eremita

Cerca de Assergi, en los Abruzos, san Franco, eremita, que se construyó una pequeña celda en una cueva entre abruptas rocas, donde llevó una vida de austeridad y sencillez. († s. XII)

  San Pedro Spanò, eremita

En Ciano, cerca de Mileto, en Calabria, san Pedro Spanó, eremita, insigne por su pobreza y espíritu de compunción. († s. XII)

   Beato Adán Arakawa, catequista mártir

En Shiki, de Amakusa, Japón, beato Adán Arakawa, catequista mártir, que decapitado por la noche y en clandestinidad, mostró más ánimo que sus verdugos. († 1614)

   San Lucas Vu Ba Loan, presbítero y mártir

En Hanoi, en Tonkín, san Lucas Vu Bá Loan, presbítero y mártir, decapitado en tiempo del emperador Minh Mang por su fe en Cristo. († 1840)

   Santos Domingo Toai y Domingo Huyen, mártires

En la ciudad de Tang Gia, también en Tonkín, santos Domingo Toai y Domingo Huyen, mártires, que, siendo padres de familia y pescadores, bajo el emperador Tu Duc consumaron su martirio al ser quemados vivos tras los tormentos sufridos en la cárcel, donde exhortaban a los compañeros a mantener la fe. († 1862)

   Beata Margarita Szewczyk, virgen y fundadora

En Nieszawa, Polonia, Beata Margarita (Lucía) Szewczyk, virgen, fundadora de la Congregación de las Hijas de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores. († 1905)


LITURGIA DE HOY


DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

Pentecostés

El domingo de Pentecostés

156. El tiempo pascual concluye en el quincuagésimo día, con el domingo de Pentecostés, conmemorativo de la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles (cfr. Hech 2, 1-4), de los comienzos de la Iglesia y del inicio de su misión a toda lengua, pueblo y nación. Es significativa la importancia que ha adquirido, especialmente en la catedral, pero también en las parroquias, la celebración prolongada de la Misa de la Vigilia, que tiene el carácter de una oración intensa y perseverante de toda la comunidad cristiana, según el ejemplo de los Apóstoles reunidos en oración unánime con la Madre del Señor.

Exhortando a la oración y a la participación en la misión, el misterio de Pentecostés ilumina la piedad popular: también esta "es una demostración continua de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. Éste enciende en los corazones la fe, la esperanza y el amor, virtudes excelentes que dan valor a la piedad cristiana. El mismo Espíritu ennoblece las numerosas y variadas formas de transmitir el mensaje cristiano según la cultura y las costumbres de cualquier lugar, en cualquier momento histórico".

Con fórmulas conocidas que vienen de la celebración de Pentecostés (Veni, creator Spiritus; Veni, Sancte Spiritus) o con breves súplicas (Emitte Spiritum tuum et creabuntur...), los fieles suelen invocar al Espíritu, sobre todo al comenzar una actividad o un trabajo, o en situaciones especiales de angustia. También el rosario, en el tercer misterio glorioso, invita a meditar en la efusión del Espíritu Santo. Los fieles, además, saben que han recibido, especialmente en la Confirmación, el Espíritu de sabiduría y de consejo que les guía en su existencia, el Espíritu de fortaleza y de luz que les ayuda a tomar las decisiones importantes y a afrontar las pruebas de la vida. Saben que su cuerpo, desde el día del Bautismo, es templo del Espíritu Santo, y que debe ser respetado y honrado, también en la muerte, y que en el último día la potencia del Espíritu lo hará resucitar.

Al tiempo que nos abre a la comunión con Dios en la oración, el Espíritu Santo nos mueve hacia el prójimo con sentimientos de encuentro, reconciliación, testimonio, deseos de justicia y de paz, renovación de la mente, verdadero progreso social e impulso misionero. Con este espíritu, la solemnidad de Pentecostés se celebra en algunas comunidades como "jornada de sacrificio por las misiones".

Día de Pentecostés, en el que se concluyen los sagrados cincuenta días de la Pascua y se conmemoran, junto con la efusión del Espíritu Santo sobre los discípulos en Jerusalén, los orígenes de la Iglesia y el inicio de la misión apostólica a todas la tribus, lenguas, pueblos y naciones (elog. del Martirologio Romano).

Misa del día de la solemnidad (rojo).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop., embolismos props. en las PP. EE. No se puede decir la PE IV. Despedida con doble «Aleluya».

 LECC.: vol. I (B).

- Hch 2, 1-11: Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar.

- Sal 103: R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

- 1 Cor 12, 3b-7. 12-13: Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo.

O bien: Gál 5, 16-25: El fruto del Espíritu.

- Secuencia: Ven, Espíritu divino.

- Jn 20, 19-23: Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo.

O bien: Jn 15, 26-27; 16, 12-15: El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.

En Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua, celebraban los israelitas la Alianza del Sinaí, escrita en las tablas de piedra que Dios entregó a Moisés, y por la que fueron constituidos en pueblo de Dios. Estando reunidos todos los discípulos en ese día, a los cincuenta de la resurrección de Cristo, vino sobre ellos el Espíritu Santo, la ley de la Nueva Alianza, escrita no ya en tablas de piedra sino en el corazón de cada creyente. En este día comenzaron a ser el nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, abierto a todo el mundo como se expresa en el don de lenguas que recibieron (cf. 1 lect. y Pf.). Ya antes, Jesús resucitado había dado el Espíritu Santo a los apóstoles para que pudieran perdonar los pecados. El Espíritu sigue viniendo a nosotros por el bautismo y nos une así a todos formando un solo cuerpo en Cristo.

* DÍA DE LA ACCIÓN CATÓLICA Y DEL APOSTOLADO SEGLAR (dependiente de la CEE, optativa): Liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la orac. univ.

* Acabado el tiempo de Pascua, se apaga el cirio pascual, que es conveniente colocar en un lugar digno del baptisterio, para que, en la celebración del bautismo se enciendan en su llama los cirios de los bautizados.

* Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.


Liturgia de las Horas: oficio de la solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elog. prop. de la memoria de la BVM, Madre de la Iglesia, y elogs. del 24 de mayo, pág. 325.

 

Antífona de entrada Sab 1, 7

El Espíritu del Señor llenó la tierra y todo lo abarca, y conoce cada sonido. Aleluya.

O bien: Cf. Rm 5, 5; 8, 11 

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya. 

 

Monición de entrada

Hoy, solemnidad de Pentecostés, celebramos la culminación de la Pascua. El Señor Jesús nos envía desde el Padre el don de su Espíritu: el Espíritu Santo que los profetas anunciaron y Cristo nos prometió; el Espíritu Santo que dio a la Iglesia naciente su primer impulso y constantemente actúa en ella. El Espíritu Santo que nos da el convencimiento de la fe y nos congrega en la unidad; que llena el universo con su presencia y promueve la verdad, la bondad y la belleza; que alienta en la humanidad la firme esperanza de una tierra nueva. 


Acto penitencial

Todo como en el Ordinario de la Misa. Para la tercera fórmula pueden usarse las siguientes invocaciones:

- Tú, que por el Espíritu mueves nuestros corazones a la fe: Señor ten piedad.

R. Señor, ten piedad.

- Tú que has enviado al Espíritu para hacer de nosotros un solo pueblo: Cristo, ten piedad.

R. Cristo, ten piedad.

- Tú, que guías a la Iglesia por tu Espíritu: Señor, ten piedad.

R. Señor, ten piedad.


En lugar del acto penitencial, se puede celebrar el rito de la bendición y de la aspersión del agua bendita.

 

Monición al Gloria

Se dice Gloria. Puede introducirse con la siguiente monición.

Cantemos (recitemos) el himno de alabanza invocando a Jesucristo, el Señor, sentado a la derecha del padre para interceder por nosotros.


Oración colecta

Oh, Dios, que por el misterio de esta fiesta
santificas a toda tu Iglesia en medio de los pueblos y de las naciones,
derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra
y realiza ahora también, en el corazón de tus fieles,
aquellas maravillas que te dignaste hacer
en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo. 


PRIMERA LECTURA
Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 1-11)

AL CUMPLIRSE el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

    Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:

    «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa?

    Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 103, 1ab y 24ac. 29bc-30. 31 y 34 [R.: cf. 30])
 
R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
 
O bien: Aleluya.
 
V. Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.
 
R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
 
V. Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu espíritu, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
 
V. Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras;
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.
 
R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
 
 
SEGUNDA LECTURA
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Cor 12, 3b-7. 12-13)

HERMANOS:

    Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.

    Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.

    Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

    Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.