26 de junio - DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)



 
  DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)
  Oficio del Domingo de la I Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta     Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 26 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Eucaristía del Domingo XIII del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 11.00 h.).

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y del Domingo XIII del Tiempo Ordinario, en la Parroquia, en la Parroquia (a las 20.30 h.).




NOTICIAS DE ACTUALIDAD



    Portada

Fundada en el siglo XIII, la Orden de Predicadores ha legado elementos clave a la cultura occidental

De inspirar la Constitución americana a idear el lema olímpico, 9 «inventos» con el sello dominico

El artista italiano se encontró con Cristo en la comunidad Nuevos Horizontes

Nek, el cantante orgulloso de ser católico: «¿Por qué deberíamos avergonzarnos de creer en Jesús?»

Léelos tranquila y devotamente y las nubes se disiparán, dice el padre Broom

Para momentos de bajón... diez pasajes de la Biblia que levantan del desánimo y te dan certezas

Los jueces decidieron por 6 a 3 que sea cada estado el que decida su regulación legal

El Tribunal Supremo de Estados Unidos anula Roe vs Wade: histórica victoria provida

Vídeos

  Por «Los que no tienen voz»

  Un «golpe de estado» por la apostasía

  Sí se puede: así nació la victoria provida

  Tres madres que dijeron sí a sus hijos

  Religión: enérgico alegato de un profesor

Otras noticias

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  Francisco ordena publicar las peticiones de ayuda que hacían las víctimas del nazismo a Pío XII

  «Dios tomó la decisión»: Trump, Verástegui o 40 Días reaccionan a la revocación de Roe vs Wade

  Los obispos de EEUU dan gracias a Dios y al movimiento provida por el fin de una situación «injusta»

  La gran manifestación del 26 de junio supondrá «un antes y un después»: «No podemos seguir callados»

Evangelio del día

  ¿Por qué me buscabais? , por ReL

Opinión

  «Los malos han ganado» , por Álex Navajas

Blogs

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  ¿Sabías que Sicilia fue española durante 321 años? , por En cuerpo y alma

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  El aborto en Estados Unidos , por Estamos en Sus Manos

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  LAS MEJORES MULETAS , por Una fe con chispa

  El Cielo es jerárquico , por La Columna del #CoronelPakez



SANTORAL DE HOY



Elogio: San Pelagio (o Pelayo), mártir, que a los trece años, por querer conservar su fe en Cristo y su castidad ante las costumbres deshonestas de Abd ar-Rahmán III, califa de los musulmanes, consumó en Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, su glorioso martirio, al ser despedazado con tenazas.

Patronazgos: protector de la castidad.

Oración

Señor, Padre nuestro, que prometiste a los limpios de corazón la recompensa de ver tu rostro, concédenos tu gracia y tu fuerza, para que, a ejemplo de san Pelayo, mártir, antepongamos tu amor a las seducciones del mundo y guardemos el corazón limpio de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

Elogio: En Roma, san Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

refieren a este santo: Beato Álvaro del Portillo Díez de Sollano, Beata Guadalupe Ortiz de Landázuri.


Otros santos de este día:

Santos Juan y Pablo, mártires

En Roma, conmemoración de los santos Juan y Pablo, a los que se dedicó una basílica en el monte Celio, en el Clivo de Scauro, en las propiedades del senador Pammaquio.

San Vigilio de Trento, obispo

En Trento, en el territorio de Venecia, san Vigilio, obispo, que, habiendo recibido de san Ambrosio de Milán las insignias de su cometido y una instrucción pastoral, se esforzó por consolidar en su región la tarea de evangelización y por extirpar a fondo lo que quedaba de idolatría. Se asegura que consumó su martirio por el nombre de Cristo, golpeado a muerte por hombres crueles.

San Deodato de Nola, obispo

En Nola, de la Campania, san Deodato, obispo, sucesor de san Paulino.

San Majencio de Poitiers, abad

En la región de Poitiers, en Aquitania, san Majencio, abad, insigne por su virtud.

San David, eremita

En Tesalónica, de Macedonia, san David, eremita, que pasó casi ochenta años recluido en una pequeña celda, fuera de los muros de la ciudad.

Santos Salvio, obispo, y su discípulo Superio, mártires

Cerca de Valenciennes, en Austrasia, santos Salvio, obispo, y su discípulo, que llegaron a esta región procedentes de Auvernia, y fueron asesinados bajo Winegardo, señor del lugar.

San Radulfo de Gubbio, obispo

En Gubbio, lugar de Umbría, san Radulfo, obispo, que se dedicó sin descanso a la predicación y distribuyó con gran prodigalidad entre los pobres todo cuanto pudo sustraer de sus expensas domésticas.

San Antelmo de Belley, obispo

En Belley, en Saboya, actual Francia, san Antelmo, obispo, monje de la Gran Cartuja, que restauró los edificios destruidos por una gran nevada. Elegido después prior, convocó el Capítulo general, y designado más tarde obispo, se distinguió por su aplicación firme y decidida en la corrección de los clérigos y en la reforma de las costumbres.

Beato Raimundo Petiniaud de Jourgnac, presbítero y mártir

En una nave anclada ante el puerto de Rochefort, en Francia, beato Raimundo Petiniaud de Jourgnac, presbítero y mártir, arcediano de Limoges, que en tiempo de la Revolución Francesa, por ser sacerdote, fue encarcelado en condiciones atroces y, víctima de las enfermedades, consumó su martirio.

Beatas Magdalena Fontaine, Francisca Lanel, Teresa Fantou y Juana Gérard, vírgenes y mártires

En Cambrai, de nuevo en Francia, beatas Magdalena Fontaine, Francisca Lanel, Teresa Fantou y Juana Gérard, vírgenes y mártires, de la Compañía de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que durante la Revolución Francesa fueron condenadas a muerte y conducidas al suplicio coronadas a modo de burla con el Rosario.

San José Ma Taishun, catequista mártir

En el territorio de Qianshengzhuang, cerca de la ciudad de Liushuitao, en la provincia de Hebei, en China, san José Ma Taishun, mártir, el cual, siendo médico y catequista, pese a que durante la persecución llevada a cabo por la secta de los Yihetuan todos los miembros de su familia renegaron de la fe, él prefirió dar testimonio de Cristo derramando su sangre.

San José María Robles Hurtado, presbítero y mártir

En los alrededores de Guadalajara, en el estado de Jalisco, en México, san José María Robles Hurtado, presbítero y mártir, que, durante la persecución contra la Iglesia en tiempo de la Revolución Mexicana, fue colgado de un árbol.

Beato Andrés Jacinto Longhin, obispo

En Treviso, en Italia, beato Andrés Jacinto Longhin, obispo, que, en las dificultades de la guerra, acudió generoso a las necesidades de los prófugos y cautivos, y en medio de la agitación de su tiempo, con singular solicitud defendió los derechos de los obreros, de los agricultores y de todos los necesitados.

Beatos Nicolás Konrad y Vladimiro Pryjma, mártires

En los bosques de Birok, cerca de Stradch, en la región de Lviv, en Ucrania, beatos Nicolás Konrad, presbítero, y Vladimiro Pryjma, que, bajo un régimen contrario a Dios, dieron testimonio de la esperanza en la resurrección de Cristo, sin ningún temor a la muerte.

Beato Andrés Iscak, presbítero y mártir

En la aldea de Sykhiv, también en la región de Lviv, en Ucrania, beato Andrés Iscak, presbítero y mártir, que en la misma persecución fue fusilado por su fe en Cristo.

Beato Santiago Ghazir Haddad, presbítero y fundador

En Beirut, en el Líbano, beato Santiago Ghazir Haddad, presbítero y fundador.

San Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero y fundador

En Roma, san Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.


LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.

LECC.: vol. I (C).

- 1 Re 19, 16b. 19-21. Eliseo se levantó y siguió a Elías.
- Sal 15. R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
- Gál 5, 1. 13-18. Habéis sido llamados a la libertad.
- Lc 9, 51-62. Tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré adondequiera que vayas.

Dios es el que llama: la vocación cristiana, o la vocación específica –sacerdotal, religiosa, etc.–, es una iniciativa de Dios, que nos mueve interiormente por su Espíritu (cf. 2 lect.) y a través de mediaciones humanas; por ejemplo, llama a Eliseo a través de Elías (1 lect.). Jesús es el Mediador por excelencia de la llamada que Dios nos hace a vivir con radicalidad total el reino de Dios como valor absoluto; y hoy, su voz sigue resonando en la liturgia de la Palabra: «Sígueme». Pero ¿a qué nos llama Jesús? A com- partir su camino, que es el de la verdadera libertad que nos lleva a dejar a un lado todo lo que pueda impedirnos vivir entregados al reino de Dios (cf. Ev.). Por eso podremos cantar con el sal. resp.: «Tú eres, Señor, el lote de mi heredad».

Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 27 de junio, pág. 383.

CALENDARIOS: Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei: San Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero (S).
Terrassa: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Salvador Cristau Coll, obispo (2010).


Antífona de entrada Sal 46, 2

Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo.


Monición de entrada

Nos reunimos para celebrar la misa dominical en la doble mesa de la Palabra y de la eucaristía. Vamos a recordar hoy que el camino de Jesús hacia Jerusalén fue un camino hacia su entrega por amor. Tampoco el camino de nuestra vida y de nuestra entrega es fácil. El único modo de imitarlo es dejarnos instruir por él. Hagámoslo ya en esta celebración con todo nuestro corazón.


Acto penitencial

Todo como en el Ordinario de la Misa. Para la tercera fórmula pueden usarse las siguientes invocaciones:

- En ti creemos: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
- A ti acudimos: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
- Por ti optamos: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que por la gracia de la adopción
has querido hacernos hijos de la luz,
concédenos que no nos veamos envueltos por las tinieblas del error,
sino que nos mantengamos siempre en el esplendor de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo

 

 LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y siguió a Elías

Lectura del primer libro de los Reyes (1 Re 19, 16b. 19-21)

EN AQUELLOS DÍAS, el Señor dijo a Elías en el monte Horeb:
«Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo se Safat, de Abel Mejolá».
Partió Elías de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, quien se hallaba arando. Frente a él tenía doce yuntas; él estaba con la duodécima. Pasó Elías a su lado y le echó su manto encima.
Entonces Eliseo abandonó los bueyes y echó a correr tras Elías, diciendo:
«Déjame ir a despedir a mi padre y a mi madre y te seguiré».

Elías le respondió:
«Anda y vuélvete, pues ¿qué te he hecho?».
Eliseo volvió atrás, tomó la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio. Con el yugo de los bueyes asó la carne y la entregó al pueblo para que comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 15, 1b-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 [R.: cf. 5a])



V. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
 
V. Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
 
V. Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción.

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
 
V. Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.


SEGUNDA LECTURA
Habéis sido llamados a la libertad

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (Ga 5, 1. 13-18)

HERMANOS:
Para la libertad nos ha liberado Cristo.
Manteneos, pues, firmes, y no dejéis que vuelvan a someteros a yugos de esclavitud.
Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; ahora bien, no utilicéis la libertad como estímulo para la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor.
Porque toda la ley se cumple en una sola frase, que es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
Pero, cuidado, pues mordiéndoos y devorándoos unos a otros acabaréis por destruiros mutuamente.
Frente a ello, yo os digo: caminad según el Espíritu y no realizaréis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne; efectivamente, hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais.
Pero si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Aleluya 1Sam 3, 9c; Jn 6, 68c

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Habla, Señor, que tu siervo te escucha;
tú tienes palabras de vida eterna. R.
 

EVANGELIO
Tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré adondequiera que vayas

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 9, 51-62)
R. Gloria a ti, Señor.
 

CUANDO se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».

 
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Papa Francisco
ÁNGELUS. Plaza de San Pedro. Domingo, 30 de junio de 2019

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el Evangelio de hoy (cf. Lc 9, 51-62), san Lucas comienza el relato del último viaje de Jesús a Jerusalén, que terminará en el capítulo 19. Es una larga marcha no sólo geográfica sino espiritual y teológica hacia el cumplimiento de la misión del Mesías. La decisión de Jesús es radical y total, y los que le siguen están llamados a medirse con ella. El evangelista nos presenta hoy a tres personajes ―tres casos de vocación, podríamos decir― que ponen de relieve lo que se pide a quien quiere seguir a Jesús hasta el final, totalmente.

El primer personaje le promete: «Te seguiré adondequiera que vayas» (v. 57). ¡Generoso! Pero Jesús responde que el Hijo del Hombre, a diferencia de los zorros que tienen guaridas y los pájaros que tienen nidos, «no tiene donde reclinar la cabeza» (v. 58). La pobreza absoluta de Jesús. Jesús, en efecto, ha dejado la casa de su padre y renunciado a toda seguridad para anunciar el Reino de Dios a las ovejas perdidas de su pueblo. Así, Jesús nos indica a nosotros, sus discípulos, que nuestra misión en el mundo no puede ser estática, sino que es itinerante. El cristiano es un itinerante. La Iglesia por su naturaleza está en movimiento, no es sedentaria y no se queda tranquila en su propio recinto. Está abierta a los horizontes más amplios, enviada ―¡la Iglesia es enviada!― a llevar el Evangelio a los caminos y llegar a las periferias humanas y existenciales. Este es el primer personaje.

El segundo personaje con el que Jesús se encuentra recibe la llamada directamente de Él, pero responde: «Señor, déjame que vaya primero a enterrar a mi padre» (v. 59). Es una petición legítima, basada en el mandamiento de honrar al padre y a la madre (cf. Ex 20,12). Sin embargo, Jesús contesta: «Deja que los muertos entierren a sus muertos» (v. 60). Con estas palabras, deliberadamente provocadoras, tiene la intención de reafirmar la primacía del seguimiento y la proclamación del Reino de Dios, incluso por encima de las realidades más importantes, como la familia. La urgencia de comunicar el Evangelio, que rompe la cadena de la muerte e inaugura la vida eterna, no admite retrasos, sino que requiere inmediatez y disponibilidad. Por lo tanto, la Iglesia es itinerante, y aquí la Iglesia es decidida, actúa con prontitud, en el momento, sin esperar.

El tercer personaje también quiere seguir a Jesús pero con una condición, lo hará después de haber ido a despedirse de sus parientes. Y esto es lo que se escucha decir del Maestro: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el Reino de Dios» (v. 62). Seguir a Jesús excluye las nostalgias y las miradas hacia atrás, pero requiere la virtud de la decisión.

La Iglesia para seguir a Jesús es itinerante, actúa con prontitud, deprisa y decidida. El valor de estas tres condiciones puestas por Jesús ―itinerancia, prontitud y decisión― no radica en una serie de “noes” a las cosas buenas e importantes de la vida. El acento, más bien, hay que ponerlo en el objetivo principal: ¡convertirse en discípulo de Cristo! Una elección libre y consciente, hecha por amor, para corresponder a la gracia inestimable de Dios, y no un modo de promoverse a sí mismo. ¡Esto es triste! Ay de los que piensan seguir a Jesús para promoverse, es decir, para hacer carrera, para sentirse importantes o adquirir un puesto de prestigio. Jesús nos quiere apasionados de él y del Evangelio. Una pasión del corazón que se traduce en gestos concretos de proximidad, de cercanía a los hermanos más necesitados de acogida y cuidados. Precisamente como vivió Él.

¡Que la Virgen María, icono de la Iglesia en camino, nos ayude a seguir con alegría al Señor Jesús y anunciar a nuestros hermanos y hermanas, con renovado amor, la Buena Nueva de la salvación!


Papa Benedicto XVI
ÁNGELUS, Plaza de San Pedro, Domingo, 27 de junio de 2010

Queridos hermanos y hermanas:

Las lecturas bíblicas de la santa misa de este domingo me brindan la oportunidad de retomar el tema de la llamada de Cristo y de sus exigencias, tema que traté también hace una semana con ocasión de las ordenaciones de los nuevos presbíteros de la diócesis de Roma. En efecto, quien tiene la suerte de conocer a un joven o una chica que deja su familia de origen, los estudios o el trabajo para consagrarse a Dios, sabe bien de lo que se trata, porque tiene delante un ejemplo vivo de respuesta radical a la vocación divina. Esta es una de las experiencias más bellas que se hacen en la Iglesia: ver, palpar la acción del Señor en la vida de las personas; experimentar que Dios no es una entidad abstracta, sino una Realidad tan grande y fuerte que llena de modo sobreabundante el corazón del hombre, una Persona viva y cercana, que nos ama y pide ser amada.

El evangelista san Lucas nos presenta a Jesús que, mientras va de camino a Jerusalén, se encuentra con algunos hombres, probablemente jóvenes, que prometen seguirlo dondequiera que vaya. Con ellos se muestra muy exigente, advirtiéndoles que «el Hijo del hombre —es decir él, el Mesías— no tiene donde reclinar su cabeza», es decir, no tiene una morada estable, y que quien elige trabajar con él en el campo de Dios ya no puede dar marcha atrás (cf. Lc 9, 57-58.61-62). A otro en cambio Cristo mismo le dice: «Sígueme», pidiéndole un corte radical con los vínculos familiares (cf. Lc 9, 59-60). Estas exigencias pueden parecer demasiado duras, pero en realidad expresan la novedad y la prioridad absoluta del reino de Dios, que se hace presente en la Persona misma de Jesucristo. En última instancia, se trata de la radicalidad debida al Amor de Dios, al cual Jesús mismo es el primero en obedecer. Quien renuncia a todo, incluso a sí mismo, para seguir a Jesús, entra en una nueva dimensión de la libertad, que san Pablo define como «caminar según el Espíritu» (cf. Ga 5, 16). «Para ser libres nos libertó Cristo» —escribe el Apóstol— y explica que esta nueva forma de libertad que Cristo nos consiguió consiste en estar «los unos al servicio de los otros» (Ga 5, 1.13). Libertad y amor coinciden. Por el contrario, obedecer al propio egoísmo conduce a rivalidades y conflictos.

Queridos amigos, está llegando a su fin el mes de junio, caracterizado por la devoción al Sagrado Corazón de Cristo. Precisamente en la fiesta del Sagrado Corazón renovamos con los sacerdotes del mundo entero nuestro compromiso de santificación. Hoy quiero invitar a todos a contemplar el misterio del Corazón divino-humano del Señor Jesús, para beber de la fuente misma del Amor de Dios. Quien fija su mirada en ese Corazón atravesado y siempre abierto por amor a nosotros, siente la verdad de esta invocación: «Sé tú, Señor, mi único bien» (Salmo responsorial), y está dispuesto a dejarlo todo para seguir al Señor. ¡Oh María, que correspondiste sin reservas a la llamada divina, ruega por nosotros!

Se dice Credo.


Oración de los fieles (Año C)

Oremos a Dios Padre.

- Por la Iglesia, para que ayude a todos, con la verdad del Evangelio, a conseguir la verdadera libertad. Roguemos al Señor.

- Por los gobernantes de todos los países, para que garanticen las necesarias libertades, procurando la educación cívica para su ejercicio. Roguemos al Señor.

- Por los que luchan por liberarse de cualquier esclavitud, para que sus esfuerzos no sean en vano. Roguemos al Señor

- Por todos nosotros, para que aprendamos la verdadera libertad cristiana, siendo servidores unos de otros por amor. Roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro, escúchanos, enséñanos el sendero de la vida; sácianos de gozo en tu presencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Oración sobre las Ofrendas

Oh, Dios, que actúas con la eficacia de tus sacramentos,
concédenos que nuestro ministerio sea digno de estos dones sagrados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio III Dominical del Tiempo Ordinario
El hombre salvado por un hombre


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque reconocemos como obra de tu poder admirable
no sólo socorrer a los mortales con tu divinidad,
sino haber previsto el remedio en nuestra misma condición humana,
y de lo que era nuestra ruina haber hecho nuestra salvación,
por Cristo, Señor nuestro.

Por él, los coros de los ángeles
adoran tu gloria eternamente, gozosos en tu presencia.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando con ellos tu alabanza:

Santo, Santo, Santo…


Antífona de comunión Sal 102, 1

Bendice, alma mía, al Señor y todo mi ser a su santo nombre.

O bien: Cf. Jn 17, 20-21

Padre, por ellos ruego; para que todos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.


Oración después de la Comunión

La ofrenda divina que hemos presentado y recibido
nos vivifique, Señor,
para que, unidos a ti en amor continuo,
demos frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

25 de junio - INMACULADO CORAZÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA (MO)

 


 
  SÁBADO DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
,
  o Inmaculado corazón de María (MO)
  Oficio del Sábado de la IV Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 




PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO, 25 DE JUNIO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 20.30 h. a 23.00 h.

- ERMITA DE MONTEMAYOR:

 * Rezo del Santo Rosario (a las 18.30 h.), y Eucaristía del Domingo XIII del T. O. (a las 19.00 h.).

- SAN FRANCISCO:

 * Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Domingo XIII del T. O. (a las 20.30 h.)

- PARROQUIA:

 * Eucaristía – Comunidades Neocatecumenales (a las 21.30 h.)

 






NOTICIAS DE ACTUALIDAD




Portada



SANTORAL DE HOY

Elogio: En Roma, en el cementerio de Balbina, en la vía Ardeatina, santos Marcos y Marceliano, mártires en la persecución bajo el emperador Diocleciano, a los que hermanó el sufrimiento.


Otros santos de este día:

San Próspero de Aquitania, monje

Conmemoración de san Próspero de Aquitania, quien, versado en filosofía y en letras, llevó con su esposa una vida íntegra y modesta, y habiendo abrazado la vida monástica en Marsella, defendió enérgicamente contra los pelagianos la doctrina de san Agustín sobre la gracia divina y el don de la perseverancia, asumiendo después en Roma el servicio de secretario del papa san León I Magno.

San Próspero de Reggio, obispo

En Reggio, de la región de Emilia, san Próspero, obispo.

Santa Tigris, virgen

En Maurienne, en Saboya, santa Tigris, virgen, que con gran celo propagó en este lugar el culto a san Juan, el Precursor.

San Moloc de Lismore, obispo

En Rosemarkie, en Escocia, san Moloc o Luano, obispo.

Santa Eurosia, virgen y mártir

En Jaca, en la Hispania Tarraconense, santa Eurosia, virgen y mártir.

San Adalberto de Egmond, diácono y abad

En Egmond, de Frisia, san Adalberto, diácono y abad, que ayudó a san Willibrordo en la evangelización de aquellos lugares.

San Salomón, mártir

En Bretaña Menor, san Salomón, mártir, que, mientras fue rey, instituyó sedes episcopales, amplió los monasterios y mantuvo la justicia, pero al ser apartado de su cargo, fue cegado y muerto en la iglesia por sus adversarios.

San Guillermo de Vercelli, abad

En Goleto, cerca de Nusco, en la Campania, san Guillermo, abad, el cual, nacido en Vercelli, se hizo peregrino y pobre por amor a Cristo, y, aconsejado por san Juan de Matera, fundó el monasterio de Montevergine, en el que reunió a unos monjes a los que impartió una profunda doctrina espiritual, y también otros diversos monasterios, tanto masculinos como femeninos, en varias regiones de la Italia meridional.

Beato Juan Hispano, monje

En la Cartuja de Le Réposoir, en Saboya, beato Juan, llamado «Hispano», monje, que escribió los estatutos para las monjas de la Cartuja.

Beata Dorotea de Montau, reclusa

En Marienwerder, en la Prusia polaca, beata Dorotea de Montau, que, al quedar viuda, vivió recluida en una celda junto a la catedral, entregada a la oración continua y a la penitencia.

Beata María Lhuillier, virgen y mártir

En Laval, en Francia, beata María Lhuillier, virgen y mártir, que, recibida en la Congregación de Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, durante la Revolución Francesa fue decapitada por mantenerse fiel a los votos religiosos de la Iglesia.

Santos Domingo Henares y Francisco Do Minh Chieu, mártires

En la ciudad de Nam Dinh, en Tonkín, santos Domingo de Henares, obispo de la Orden de Predicadores, y Francisco Do Minh Chieu, mártires, el primero de los cuales propagó la fe cristiana durante cuarenta y nueve años, y el segundo cooperó con él como catequista. Ambos fueron decapitados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Minh Mang.


LITURGIA DE HOY


DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

El Corazón inmaculado de María

174. Al día siguiente de la solemnidad del sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra la memoria del Corazón inmaculado de María. La contigüidad de las dos celebraciones es ya, en sí misma, un signo litúrgico de su estrecha relación: el mysterium del Corazón del Salvador se proyecta y refleja en el Corazón de la Madre que es también compañera y discípula. Así como la solemnidad del sagrado Corazón celebra los misterios salvíficos de Cristo de una manera sintética y refiriéndolos a su fuente – precisamente el Corazón -, la memoria del Corazón inmaculado de María es celebración resumida de la asociación "cordial" de la Madre a la obra salvadora del Hijo: de la Encarnación a la Muerte y Resurrección, y al don del Espíritu.

La devoción al Corazón inmaculado de María se ha difundido mucho, después de las apariciones de la Virgen en Fátima, en el 1917. A los veinticinco años de las mismas, en el 1942, Pío XII consagraba la Iglesia y el género humano al Corazón inmaculado de María, y en el 1944 la fiesta del Corazón inmaculado de María se extendió a toda la Iglesia.

Las expresiones de la piedad popular hacia el Corazón de María imitan, aunque salvando la infranqueable distancia entre el Hijo, verdadero Dios, y la Madre, sólo criatura, las del Corazón de Cristo: la consagración de cada uno de los fieles, de las familias, de las comunidades religiosas, de las naciones; la reparación, realizada sobre todo mediante la oración, la mortificación y las obras de misericordia; la práctica de los cinco primeros sábados de mes.

Por lo que refiere a la devoción de la comunión sacramental durante cinco primeros sábados consecutivos, valen las observaciones hechas a propósito de los nueve primeros viernes: eliminada toda valoración excesiva del signo temporal y situada correctamente la comunión en el contexto celebrativo de la Eucaristía, la práctica de piedad debe ser aprovechada como ocasión propicia para vivir intensamente, con una actitud inspirada en la Virgen, el Misterio pascual que se celebra en la Eucaristía.

(Hasta la Hora Nona)

INMACULADO CORAZÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, memoria obligatoria

Misa de la memoria (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. I de la BVM: “en la fiesta”, o II-V de la BVM.

LECC.: vol. III-par para la primera lectura y vol. IV para el Evangelio.

- Lam 2, 2. 10-14. 18-19. Sus corazones claman al Señor sobre la muralla de la hija de Sion.

- Sal 73. R. No olvides sin remedio la vida de los pobres.

- Lc 2, 41-51. Conservaba todo esto en su corazón.

o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.

Martirologio: elogs. del 26 de junio, pág. 381.

CALENDARIOS: Jaca: Santa Orosia, virgen y mártir (S).

Claretianos, Congregación de los Sagrados Corazones y Misioneras del Corazón de María: Inmaculado Corazón de la bienaventurada Virgen María (S). Franciscanas de los Sagrados Corazones: (F).
Arzobispado Castrense: Dedicación de la iglesia-catedral (F).


Antífona de entrada Sal 12, 6
Mi alma gozará con tu salvación y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.


Monición de entrada

Conmemoramos hoy a la bienaventurada Virgen María. Su Corazón inmaculado es símbolo del amor filial a Dios Padre y del amor maternal a Jesucristo, su Hijo, y a todos nosotros.


Oración colecta

Oh, Dios, que has preparado una digna morada al Espíritu Santo
en el Corazón de la Virgen María,
concédenos en tu bondad, por su intercesión,
que merezcamos ser templo de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA
Sus corazones claman al Señor sobre la muralla de la hija de Sion

Lectura del libro de las Lamentaciones (2, 2. 10-14. 18-19)

HA DESTRUIDO el Señor, sin piedad,
todas las moradas de Jacob;
ha destrozado, lleno de cólera,
las fortalezas de la hija de Judá;
echó por tierra y profanó
el reino y a sus príncipes.
Se sientan silenciosos en el suelo
los ancianos de la hija de Sion;
cubren de polvo su cabeza
y se ciñen con saco;
humillan hasta el suelo su cabeza
las doncellas de Jerusalén.
Se consumen en lágrimas mis ojos,
se conmueven mis entrañas;
muy profundo es mi dolor
por la ruina de la hija de mi pueblo;
los niños y lactantes desfallecen
por las plazas de la ciudad.
Preguntan a sus madres:
«¿Dónde hay pan y vino?»,
mientras agonizan, como los heridos,
por las plazas de la ciudad,
exhalando su último aliento
en el regazo de sus madres.
¿A quién te compararé,
a quién te igualaré, hija de Jerusalén?;
¿con quién te equipararé para consolarte,
doncella, hija de Sion?;
pues es grande como el mar tu desgracia:
¿quién te podrá curar?
Tus profetas te ofrecieron
visiones falsas y vanas;
no denunciaron tu culpa
para que cambiara tu suerte,
sino que te anunciaron
oráculos falsos y seductores.
Sus corazones claman al Señor.
Muralla de la hija de Sion,
¡derrama como un torrente
tus lágrimas día y noche;
no te des tregua,
no descansen tus ojos!
Levántate, grita en la noche,
al relevo de la guardia;
derrama como agua tu corazón
en presencia del Señor;
levanta tus manos hacia él
por la vida de tus niños,
que desfallecen de hambre
por las esquinas de las calles.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 73, 1b-2. 3-4. 5-7. 20-21 [R.: 19b])

R. No olvides sin remedio la vida de los pobres.

V. ¿Por qué, oh, Dios, nos rechazas para siempre
y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño?
Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo,
de la tribu que rescataste para posesión tuya,
del monte Sion donde pusiste tu morada.

R. No olvides sin remedio la vida de los pobres.

V. Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio;
el enemigo ha arrasado del todo el santuario.
Rugían los agresores en medio de tu asamblea,
levantaron sus propios estandartes.

R. No olvides sin remedio la vida de los pobres.

V. Como quien se abre paso
entre la espesa arboleda,
todos juntos derribaron sus puertas,
las abatieron con hachas y mazas.
Prendieron fuego a tu santuario,
derribaron y profanaron
la morada de tu nombre.

R. No olvides sin remedio la vida de los pobres.

V. Piensa en tu alianza: que los rincones del país
están llenos de violencias.
Que el humilde no se marche defraudado,
que pobres y afligidos alaben tu nombre.

R. No olvides sin remedio la vida de tus pobres.


Lecturas propias de la Memoria (Lec. IV).

PRIMERA LECTURA
Desbordo de gozo con el Señor

Lectura del libro de Isaías (Is 61, 9-11)

LA ESTIRPE de mi pueblo será célebre entre las naciones,
y sus vástagos entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán
que son la estirpe que bendijo.
Desbordo de gozo en el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha puesto un traje de salvación,
y me ha envuelto con un manto de justicia,
como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (1 Sam 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd R.: cf. 1a])

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

V. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.
Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

V. Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía.

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

V. El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

V. Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria.

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.


Aleluya Lc 2, 19

R. Aleluya, aleluya, aleluya
V. Bienaventurada Virgen María, que conservaba la palabra de Dios,
meditándola en su corazón. R.


EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 2, 41-51)
R. Gloria a ti, Señor.

LOS PADRES de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

De San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa 174

A Cristo le interesa ese trabajo que debemos realizar -una y mil veces- en la oficina, en la fábrica, en el taller, en la escuela, en el campo, en el ejercicio de la profesión manual o intelectual: le interesa también el escondido sacrificio que supone el no derramar, en los demás, la hiel del propio mal humor.
Repasad en la oración esos argumentos, tomad ocasión precisamente de ahí para decirle a Jesús que lo adoráis, y estaréis siendo contemplativos en medio del mundo, en el ruido de la calle: en todas partes. Esa es la primera lección, en la escuela del trato con Jesucristo. De esa escuela, María es la mejor maestra, porque la Virgen mantuvo siempre esa actitud de fe, de visión sobrenatural, ante todo lo que sucedía a su alrededor: guardaba todas esas cosas en su corazón ponderándolas [Lc 2, 51].


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María» (San Ireneo de Lyon).

«La devoción al Corazón de María tiene una importancia capital, porque amando su Hijo a toda la humanidad, María interviene singularmente como un instrumento que nos conduce hacia Él» (San Juan Pablo II).

«El hallazgo de Jesús en el Templo es el único suceso que rompe el silencio de los Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina: ‘¿No sabíais que me debo a los asuntos de mi Padre?’. María y José ‘no comprendieron’ esta palabra, pero la acogieron en la fe, y María ‘conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón’, a lo largo de todos los años en que Jesús permaneció oculto en el silencio de una vida ordinaria» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 534).


(Después de la Hora Nona)

DECIMOTERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Primera semana del Salterio

Misa vespertina del XIII Domingo del tiempo ordinario (verde).

Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.