08 de agosto - DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO (Santo Domingo de Guzmán)

 


 

DOMINGO DE LA XIX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
SAN DOMINGO DE GUZMÁN, presbítero y fundador, O.P.

  

PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 08 DE AGOSTO

- Entierro de +MANUEL RAMOS, en la Capilla de San Sebastián (a las 10.00 h.).

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.30 h. a 21.30 h.

- Eucaristía del Domingo de la XIX Semana del Tiempo Ordinario (a las 11.00 h.)

Para ver la transmisión en directo, pincha aquí

 

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía II Vísperas del Domingo de la XIX Semana del Tiempo Ordinario, en la iglesia de San Francisco (a las 20.30 h.)


(Esta Eucaristía no será retransmitida) 

 

 



NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

España. Presentación de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022

"Levántate y sé testigo. El Apóstol Santiago te espera": este es el lema de la Peregrinación Europea de Jóvenes que tendrá lugar en España, en Santiago de Compostela, en agosto de 2022.

Pincha aquí para ver la noticia


Irak: Hace siete años fue el éxodo de los cristianos de la llanura de Nínive


Estos días recordamos la expulsión de decenas de miles de cristianos iraquíes de la llanura de Nínive. En 2014, la expansión del Is, el autodenominado Estado Islámico, obligó a gran parte de la población a abandonar sus hogares. Hoy la vuelta no ha terminado, pero la esperanza, sobre todo después del encuentro con el Papa, dice Don Renato Sacco, no se ha apagado.

Pincha aquí para ver la noticia


Vaticano, nace el Pacto católico global sobre la familia

El Pacto involucrará a los Centros de Estudio e Investigación sobre la familia presentes en las Universidades Católicas de los cinco continentes.

Pincha aquí para ver la noticia


Dominicos: desde hace ocho siglos en los caminos del Evangelio y del mundo

Han pasado exactamente 800 años desde la muerte de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. Fray Gerard Francisco Timoner, Maestro General de la Orden: Santo Domingo es un santo intemporal, fuente de inspiración también para los hombres y mujeres de hoy.

Pincha aquí para ver la noticia


La Transfiguración, el último Rafael

La hodierna fiesta de la Transfiguración del Señor contada y vivida a través de la última obra maestra de Rafael, conservada en la Pinacoteca Vaticana.




SANTORAL DE HOY 


Santo Domingo de Guzmán, presbítero y fundador
(c. 1170 - †1221)

Elogio: Memoria de santo Domingo, presbítero, que, siendo canónigo de Osma, se hizo humilde ministro de la predicación en los países agitados por la herejía albigense y vivió en voluntaria pobreza, hablando siempre con Dios o acerca de Dios. Deseoso de una nueva forma de propagar la fe, fundó la Orden de Predicadores, para renovar en la Iglesia la manera apostólica de vida, y mandó a sus hermanos que se entregaran al servicio del prójimo con la oración, el estudio y el ministerio de la Palabra. Su muerte tuvo lugar en Bolonia, el día seis de agosto.

Patronazgos: patrono de Santo Domingo (Rep. Dominicana), de Managua, Bolonia, Madrid y Córdoba, de los astrónomos y sacerdotes de órdenes religiosas; protector contra la fiebre y el granizo.

Refieren a este santo: Beato Bertrando de Garrigues, Beata Cecilia, Beata Diana de Andaló, Beato Isnardo de Chiampo, Beato Jordán de Sajonia, Beato Manés de Guzmán

Oración

Te pedimos, Señor, que santo Domingo de Guzmán, insigne predicador de tu palabra, ayude a tu Iglesia con sus enseñanzas y sus méritos, e interceda también con bondad por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

Santos Segundo, Carpóforo, Victorino y Severiano, mártires

En Albano, en la vía Apia, a quince miliarios de Roma, santos Segundo, Carpóforo, Victorino y Severiano, mártires.
Santos Ciríaco, Largo, Crescenciano, Memia, Juliana y Esmaragdo, mártires
En Roma, en la vía Ostiense, en el séptimo miliario de la ciudad, santos Ciríaco, Largo, Crescenciano, Memia, Juliana y Esmaragdo, mártires.
San Marino, mártir
En Tarso, de Cilicia, martirio de san Marino, anciano de Anazarbe, que en tiempo del emperador Diocleciano y el prefecto Lysia fue decapitado, y su cuerpo, por orden de dicho prefecto, arrojado a las fieras para que lo devoraran.
San Eusebio de Milán, obispo
En Milán, en la Liguria, san Eusebio, obispo, que trabajó intensamente por la fe verdadera y reconstruyó la iglesia catedral destruida por los hunos.
San Severo de Vienne, presbítero
En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Severo, presbítero.
San Mummolo, abad
En Burdeos, de Aquitania, san Mummolo, abad del monasterio de Fleury.
San Emiliano de Cízico, obispo y confesor
En Cízico, en el Helesponto, san Emiliano, obispo, que, por defender el culto a las sagradas imágenes, soportó grandes sufrimientos por parte del emperador León y, finalmente, terminó su vida en el destierro.
San Altmano de Passau, obispo
En el monasterio de Göttweig, en Austria, san Altmano, obispo de Passau, que fundó numerosas casas de clérigos bajo la Regla de san Agustín, renovó la disciplina del clero y murió en el exilio, expulsado de su sede por haber defendido la libertad de la Iglesia contra el emperador Enrique IV.
San Famiano, eremita
En Galese, cerca de Viterbo, en la Toscana, san Famiano, eremita, que, nacido en Colonia, después de haber distribuido sus bienes entre los pobres y haber realizado piadosas peregrinaciones, murió en este lugar, revestido con el hábito Cisterciense.
Beato Juan Felton, mártir
En Londres, en Inglaterra, beato Juan Felton, mártir, que expuso públicamente la bula de excomunión emitida por el papa san Pío V contra la reina Isabel I y, por este motivo, fue despedazado cruelmente junto a la iglesia de San Pablo, mientras invocaba el nombre del Salvador, consumando así gloriosamente su martirio.
Beatos Juan Fingley y Roberto Bickendike, mártires
En York, también en Inglaterra, beato Juan Fingley, presbítero y mártir, el cual, también durante el reinado de Isabel I, fue condenado a muerte por ser sacerdote y pereció ahorcado. Con él se conmemora al beato Roberto Bickendike, que en aquel mismo período, sin que se conozca el día y el año, sufrió los mismos tormentos por haberse reconciliado con la Iglesia católica.
San Pablo Ke Tingzhu, mártir
En la aldea de Xixiaodun, cerca de Xinhexian, en la provincia de Hebei, en China, san Pablo Ke Tingzhu, mártir, que, siendo el responsable de los cristianos de la aldea, durante la persecución desencadenada por los seguidores del movimiento Yihetuan, ofreció a los demás, al ser despedazado, un luminoso ejemplo de firmeza cristiana.
Santa Bonifacia Rodríguez Castro, virgen y fundadora
En la ciudad de Zamora, en España, santa Bonifacia Rodríguez Castro, virgen, que fundó la Congregación de las Siervas de San José, para promover cristiana y socialmente a la mujer mediante la oración y el trabajo, según el ejemplo de la Sagrada Familia.
Santa María de la Cruz MacKillop, virgen y fundadora
En Sydney, en Australia, santa María de la Cruz (María Elena) MacKillop, virgen, que fundó la Congregación de Hermanas de San José y del Sagrado Corazón de Jesús, y la dirigió entre múltiples dificultades y fatigas.
Beata Margarita María Caiani, virgen y fundadora
En Poggio a Caiano, en la región italiana de Toscana, beata Margarita María (María Ana Rosa) Caiani, virgen, que fundó el Instituto de Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús, para la formación de la juventud y la asistencia a los enfermos.
Beato Antonio Silvestre Moya, presbítero y mártir
En el lugar llamado El Saler, cerca de Valencia, en España, beato Antonio Silvestre Moya, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la fe, llegó victorioso al reino celestial por su firme testimonio de Cristo.
Beatas María del Niño Jesús Baldillou y Bullit y cuatro compañeras, vírgenes y mártires
En Valencia, también en España, beatas María del Niño Jesús Baldillou y Bullit y sus compañeras, vírgenes del Instituto de Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías y mártires, que en la misma persecución salieron gloriosamente al encuentro de Cristo, su Esposo, martirizadas por la violencia de los enemigos de la Iglesia. Son sus nombres: Presentación de la Sagrada Familia (Pascalina) Gallén y Martí, María Luisa de Jesús Girón y Romera, Carmela de San Felipe Neri (Nazaria) Gómez y Lezaun, y Clementia de San Juan Bautista (Antonia) Riba y Mestres.
Beato Vladimiro Laskowski, presbítero y mártir
En el lugar de Gusen, en Alemania, beato Vladimiro Laskowski, presbítero y mártir, que, en tiempo de guerra, encarcelado en un campo de concentración y cruelmente torturado, alcanzó la gloria del martirio.

 

LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.

LECC.: vol. I (B).

- 1 Re 19, 4-8. Con la fuerza de aquella comida, caminó hasta el monte de Dios.
- Sal 33. R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
- Ef 4, 30 — 5, 2. Vivid en el amor como Cristo.
- Jn 6, 41-51. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.


El profeta Elías, con la fuerza del alimento que le proporcionó el ángel del Señor —pan y agua—, caminó hasta el monte de Dios (1 lect.). Se nos anuncia aquí la eucaristía, nuestro alimento para el camino de la vida. En el Ev., Jesús se manifiesta como el pan bajado del cielo: no es solo ya la fe en él lo que nos da la vida eterna, sino el participar en su sacrificio, comulgando, lo que nos salva (cf. orac. después de la comunión). Desde ahí tenemos que vivir en el amor, que fue lo que llevó a Cristo a entregarse por nosotros como oblación y víctima de suave olor (2 lect.).


Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 9 de agosto, pág. 476.

CALENDARIOS: Dominicos: Santo Domingo de Guzmán, presbítero (S).


Monición de entrada

Jesús es el pan vivo bajado del cielo, alimento necesario para los oyentes. El Señor nos invita hoy a levantarnos de nuestra postración cómoda y anodina, para que fortalecidos con el sacramento de la eucaristía, seamos testigos de aquel que se hizo carne para la vida del mundo у nos prometió la resurrección en el último día.

Antífona de entrada Cf. Sal 73, 20. 19. 22. 23

Piensa, Señor, en tu alianza, no olvides sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, oh Dios, defiende tu causa, no olvides las voces de los que acuden a ti.

Acto penitencial

- Tú, huésped y peregrino entre nosotros: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

- Tú, pan que nos da fuerzas para el camino de la vida: Cristo, ten
piedad.
R. Cristo, ten piedad.

- Tú, vida de los que creen en ti: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno, a quien,
instruidos por el Espíritu Santo, nos atrevemos a llamar Padre,
renueva en nuestros corazones el espíritu de la adopción filial,
para que merezcamos acceder a la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo.


LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA 
Con la fuerza de aquella comida, caminó hasta el monte de Dios

Lectura del primer libro de los Reyes (1 Re 19, 4-8)
EN AQUELLOS DÍAS, Elías anduvo por el desierto una jornada de camino, hasta que, sentándose bajo una retama, imploró la muerte diciendo:
«¡Ya es demasiado, Señor! ¡Toma mi vida, pues no soy mejor que mis padres!».
Se recostó y quedó dormido bajo la retama, pero un ángel lo tocó y dijo:
«Levántate y come».
Miró alrededor y a su cabecera había una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y volvió a recostarse. El ángel del Señor volvió por segunda vez, lo tocó y de nuevo dijo:
«Levántate y come, pues el camino que te queda es muy largo».
Elías se levantó, comió, bebió y, con la fuerza de aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 [R.: 9a])

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. El ángel del Señor acampa
en torno a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno, es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

SEGUNDA LECTURA 
Vivid en el amor como Cristo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Ef 4, 30-5, 2)

HERMANOS:
No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con que él os ha sellado para el día de la liberación final.
Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.
Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Aleluya Jn 6, 51
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo –dice el Señor–; el que coma de este pan vivirá para siempre. R.

EVANGELIO 
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 6, 41-51)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, los judíos murmuraban de Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían:
«¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?».
Jesús tomo la palabra y les dijo:
«No critiquéis. Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”.
Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre.
En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Papa Francisco
ÁNGELUS, Plaza de San Pedro, Domingo 9 de agosto de 2015

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este domingo prosigue la lectura del capítulo sexto del Evangelio de Juan, donde Jesús, habiendo cumplido el gran milagro de la multiplicación de los panes, explica a la gente el significado de aquel “signo” (Jn 6,41-51). Como había hecho antes con la Samaritana, a partir de la experiencia de la sed y del signo del agua, aquí Jesús parte de la experiencia del hambre y del signo del pan, para revelarse e invitarnos a creer en Él.

La gente lo busca, la gente lo escucha, porque se ha quedado entusiasmada con el milagro, ¡querían hacerlo rey! Pero cuando Jesús afirma que el verdadero pan, donado por Dios, es Él mismo, muchos se escandalizan, no comprenden, y comienzan a murmurar entre ellos: “De él –decían–, ¿no conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo he bajado del cielo'? (Jn 6,42)”. Y comienzan a murmurar. Entonces Jesús responde: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió”, y añade “el que cree, tiene la vida eterna” (vv 44.47).

Nos sorprende, y nos hace reflexionar esta palabra del Señor: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre”, “el que cree en mí, tiene la vida eterna”. Nos hace reflexionar. Esta palabra introduce en la dinámica de la fe, que es una relación: la relación entre la persona humana, todos nosotros, y la persona de Jesús, donde el Padre juega un papel decisivo, y naturalmente, también el Espíritu Santo, que está implícito aquí. No basta encontrar a Jesús para creer en Él, no basta leer la Biblia, el Evangelio, eso es importante ¿eh?, pero no basta. No basta ni siquiera asistir a un milagro, como el de la multiplicación de los panes. Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y condenaron. Y yo me pregunto: ¿por qué, esto? ¿No fueron atraídos por el Padre? No, esto sucedió porque su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios. Y si tú tienes el corazón cerrado, la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús. Somos nosotros quienes abrimos nuestro corazón o lo cerramos.

En cambio la fe, que es como una semilla en lo profundo del corazón, florece cuando nos dejamos “atraer” por el Padre hacia Jesús, y “vamos a Él” con ánimo abierto, con corazón abierto, sin prejuicios; entonces reconocemos en su rostro el rostro de Dios y en sus palabras la palabra de Dios, porque el Espíritu Santo nos ha hecho entrar en la relación de amor y de vida que hay entre Jesús y Dios Padre. Y ahí nosotros recibimos el don, el regalo de la fe.

Entonces, con esta actitud de fe, podemos comprender el sentido del “Pan de la vida” que Jesús nos dona, y que Él expresa así: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo” (Jn 6,51). En Jesús, en su “carne” –es decir, en su concreta humanidad– está presente todo el amor de Dios, que es el Espíritu Santo. Quien se deja atraer por este amor va hacia Jesús, y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna.

Aquella que ha vivido esta experiencia en modo ejemplar es la Virgen de Nazaret, María: la primera persona humana que ha creído en Dios acogiendo la carne de Jesús. Aprendamos de Ella, nuestra Madre, la alegría y la gratitud por el don de la fe. Un don que no es “privado”, un don que no es “propiedad privada”, sino que es un don para compartir: es un don “para la vida del mundo”.


Papa Benedicto XVI
ÁNGELUS. Castelgandolfo. Domingo 12 de agosto de 2012

Queridos hermanos y hermanas:

La lectura del capítulo sexto del Evangelio de san Juan, que nos acompaña en estos domingos en la liturgia, nos ha llevado a reflexionar sobre la multiplicación del pan, con el que el Señor sació a una multitud de cinco mil hombres, y sobre la invitación que Jesús dirige a los que había saciado a buscar un alimento que permanece para la vida eterna. Jesús quiere ayudarles a comprender el significado profundo del prodigio que ha realizado: al saciar de modo milagroso su hambre física, los dispone a acoger el anuncio de que él es el pan bajado del cielo (cf. Jn 6, 41), que sacia de modo definitivo. También el pueblo judío, durante el largo camino en el desierto, había experimentado un pan bajado del cielo, el maná, que lo había mantenido en vida hasta la llegada a la tierra prometida. Ahora Jesús habla de sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, capaz de mantener en vida no por un momento o por un tramo de camino, sino para siempre. Él es el alimento que da la vida eterna, porque es el Hijo unigénito de Dios, que está en el seno del Padre y vino para dar al hombre la vida en plenitud, para introducir al hombre en la vida misma de Dios.

En el pensamiento judío estaba claro que el verdadero pan del cielo, que alimentaba a Israel, era la Ley, la Palabra de Dios. El pueblo de Israel reconocía con claridad que la Torah era el don fundamental y duradero de Moisés, y que el elemento basilar que lo distinguía respecto de los demás pueblos consistía en conocer la voluntad de Dios y, por tanto, el camino justo de la vida. Ahora Jesús, al manifestarse como el pan del cielo, testimonia que es la Palabra de Dios en Persona, la Palabra encarnada, a través de la cual el hombre puede hacer de la voluntad de Dios su alimento (cf. Jn 4, 34), que orienta y sostiene la existencia.

Entonces, dudar de la divinidad de Jesús, como hacen los judíos del pasaje evangélico de hoy, significa oponerse a la obra de Dios. Afirman: "Es el hijo de José. Conocemos a su padre y su madre" (cf. Jn 6, 42). No van más allá de sus orígenes terrenos y por esto se niegan a acogerlo como la Palabra de Dios hecha carne. San Agustín, en su Comentario al Evangelio de san Juan, explica así: "Estaban lejos de aquel pan celestial, y eran incapaces de sentir su hambre. Tenían la boca del corazón enferma... En efecto, este pan requiere el hambre del hombre interior" (26, 1). Y debemos preguntarnos si nosotros sentimos realmente esta hambre, el hambre de la Palabra de Dios, el hambre de conocer el verdadero sentido de la vida. Sólo quien es atraído por Dios Padre, quien lo escucha y se deja instruir por él, puede creer en Jesús, encontrarse con él y alimentarse de él y así encontrar la verdadera vida, el camino de la vida, la justicia, la verdad, el amor. San Agustín añade: "El Señor afirmó que él era el pan que baja del cielo, exhortándonos a creer en él. Comer el pan vivo significa creer en él. Y quien cree, come; es saciado de modo invisible, como de modo igualmente invisible renace (a una vida más profunda, más verdadera), renace dentro, en su interior se convierte en hombre nuevo" (ib.).

Invocando a María santísima, pidámosle que nos guíe al encuentro con Jesús para que nuestra amistad con él sea cada vez más intensa; pidámosle que nos introduzca en la plena comunión de amor con su Hijo, el pan vivo bajado del cielo, para ser renovados por él en lo más íntimo de nuestro ser.

Se dice Credo.


Oración de los fieles

Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. Oremos confiadamente.

- Por la Iglesia, reunida en comunidades locales, para que sepa valorar la eucaristía. Roguemos al Señor.

- Por los que tienen en sus manos el poder económico, para que comprendan que los bienes de la tierra son para todos los hombres y procuren una distribución más justa. Roguemos al Señor.

- Por los enfermos en extrema gravedad, para que no se vean privados del alimento necesario en el paso de este mundo al Padre. Roguemos al Señor.

- Por nosotros, aquí reunidos, para que realicemos en nuestra vida lo que la eucaristía significa. Roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro,
que nos das el alimento necesario, Jesucristo, tu Hijo, el pan de vida,
esscucha nuestras súplicas y concédenos lo que te pedimos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.



Oración sobre las Ofrendas

Acepta complacido, Señor, los dones que en tu misericordia
has dado a tu Iglesia para que pueda ofrecértelos,
que ahora transformas con tu poder
en sacramento de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Antífona de comunión Cf. Sal 147, 12. 14
Glorifica al Señor, Jerusalén, que te sacia con flor de harina.

O bien: Cf. Jn 6, 51

El pan que yo daré es mi carne para vida del mundo, dice el Señor.


Oración después de la comunión

La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor,
y nos afiance en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo nuestro Señor.


07 de agosto - SÁBADO DE LA XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO o SANTA MARÍA EN SÁBADO, o SANTOS SIXTO II, papa, y compañeros, mártires, o SAN CAYETANO, presbítero

 


SÁBADO DE LA XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO o SANTA MARÍA EN SÁBADO (ML) o SANTOS SIXTO II, papa, y compañeros, mártires (ML) o SAN CAYETANO, presbítero (ML)

 


 PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO, 07 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 20.30 h. a 23.00 h.

- ERMITA DE MONTEMAYOR:

  * Rezo del Santo Rosario (a las 18.30 h.), y Eucaristía I Vísperas del Domingo XIX del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.)

- SAN FRANCISCO:

          * Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo XIX del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.)

- PARROQUIA:

          * Eucaristía – Comunidades Neocatecumenales (a las 21.30 h.)

 

 

NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

 

España. Presentación de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022

"Levántate y sé testigo. El Apóstol Santiago te espera": este es el lema de la Peregrinación Europea de Jóvenes que tendrá lugar en España, en Santiago de Compostela, en agosto de 2022.

Pincha aquí para ver la noticia


Irak: Hace siete años fue el éxodo de los cristianos de la llanura de Nínive


Estos días recordamos la expulsión de decenas de miles de cristianos iraquíes de la llanura de Nínive. En 2014, la expansión del Is, el autodenominado Estado Islámico, obligó a gran parte de la población a abandonar sus hogares. Hoy la vuelta no ha terminado, pero la esperanza, sobre todo después del encuentro con el Papa, dice Don Renato Sacco, no se ha apagado.

Pincha aquí para ver la noticia


Vaticano, nace el Pacto católico global sobre la familia

El Pacto involucrará a los Centros de Estudio e Investigación sobre la familia presentes en las Universidades Católicas de los cinco continentes.

Pincha aquí para ver la noticia


Dominicos: desde hace ocho siglos en los caminos del Evangelio y del mundo

Han pasado exactamente 800 años desde la muerte de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. Fray Gerard Francisco Timoner, Maestro General de la Orden: Santo Domingo es un santo intemporal, fuente de inspiración también para los hombres y mujeres de hoy.

Pincha aquí para ver la noticia


La Transfiguración, el último Rafael

La hodierna fiesta de la Transfiguración del Señor contada y vivida a través de la última obra maestra de Rafael, conservada en la Pinacoteca Vaticana.



SANTORAL DE HOY 

 

Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires
(† 258)

Elogio: Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires. El papa san Sixto, mientras celebraba los sagrados misterios y enseñaba a los fieles los mandatos del Señor, por orden del emperador Valeriano fue inesperadamente detenido por los soldados y decapitado de inmediato, el día seis de agosto; con él sufrieron al mismo tiempo el martirio cuatro diáconos, que fueron enterrados juntamente con el pontífice en Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia. En este mismo día, los santos Agapito y Felicísimo, diáconos suyos, murieron también en el cementerio de Pretextato, donde fueron sepultados.

Patronazgos: protector de las mujeres embarazadas; para pedir abundancia de grano y uva, y contra los dolores de cuello y espàlda.

Refieren a este santo: San DionisioSan Lorenzo.

Oración

Dios todopoderoso, tú que has concedido al papa san Sixto y a sus compañeros, mártires, la gracia de morir por tu palabra y por el testimonio de Jesús, concédenos que el Espíritu Santo nos haga dóciles en la fe y fuertes para confesarla ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


San Cayetano de Thiene, presbítero y fundador
(1480 - † 1547)

Elogio: San Cayetano de Thiene, presbítero, que en Nápoles, en la región de Campania, se entregó a pías obras de caridad, especialmente en favor de los enfermos incurables, promovió asociaciones para la formación religiosa de los laicos e instituyó los Clérigos Regulares para la renovación de la Iglesia, recomendando a sus discípulos el deber de observar la primitiva forma de vida apostólica.

Patronazgos: protector del trabajo

Refieren a este santo: Beato Juan Marinoni

Oración: Señor, Dios nuestro, que concediste a san Cayetano imitar el modo de vivir de los apóstoles, concédenos, por su intercesión y ejemplo, poner en ti nuestra confianza y buscar siempre el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

Santa Afra, mártir

En Augsburgo, de la Retia, santa Afra, mártir, que, convertida al cristianismo desde una vida de pecado, cuenta la tradición que, sin haber sido aún bautizada, fue quemada viva por haber confesado su fe en Cristo.

San Donato de Arezzo, obispo

En Arezzo, de la Toscana, san Donato, segundo obispo de esta sede, del cual el papa san Gregorio Magno alaba la virtud y la eficacia de su plegaria.

San Donaciano de Châlons, obispo

En Châlons, en la Galia Bélgica, san Donaciano, obispo.

San Victricio de Rouen, obispo

En Rouen, también en la Galia, san Victricio, obispo, que, todavía soldado, en tiempo del emperador Juliano abandonó el ejército para seguir a Cristo, por lo cual fue sometido, por orden del tribuno, a muchas torturas y condenado a muerte. Logró, no obstante, alcanzar la libertad y, tras ser consagrado obispo, llevó a la fe cristiana a los feroces pueblos de los morinos y de los nervios, en la Galia del norte.

San Donato de Besançon, obispo

En Besançon, en la Burgundia, san Donato, obispo, que compuso una Regla para vírgenes, siguiendo las enseñanzas de san Benito, san Columbano y san Cesáreo.

Beato Jordán Forzaté, abad

En Venecia, beato Jordán Forzaté, abad, que fue fundador de monasterios en Padua y, no habiendo podido evitar, pese a sus esfuerzos, la ruina de su patria, fuera de ella se durmió devotamente en el Señor, dejando un insigne ejemplo de honestidad, integridad de costumbres y sabiduría.

San Alberto degli Abbati, religioso presbítero

En Mesina, de Sicilia, san Alberto degli Abbati, presbítero de la Orden de los Carmelitas, que convirtió a muchos judíos a la fe en Cristo y proveyó de víveres a su ciudad sitiada.

Beato Alberto de Sassoferrato, monje

En Sassoferrato, en el Piceno, beato Alberto, monje de la Orden de los Camaldulenses, insigne por la austeridad de vida y la perfecta observancia de su Regla.

Beato Vicente de L`Aquila, religioso

En L'Aquila, en la antigua región Vestina, beato Vicente, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, célebre por su humildad y su espíritu de profecía.

Beatos Agatángelo Nourry de Vincennes y Casiano Vaz López-Netto de Nantes, presbíteros y mártires

En la ciudad de Gondar, en Etiopía, beatos Agatángelo (Francisco) Nourry de Vincennes y Casiano (Gonzalo) Vaz López-Netto de Nantes, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártires, que durante su misión en Siria, Egipto y Etiopía buscaron reconciliar con la Iglesia católica a los cristianos separados, y finalmente, por orden del rey de Etiopía, fueron atados a árboles con su propio cordón religioso y lapidados hasta la muerte.

Beatos Martín de San Félix Woodcock, Eduardo Bamber y Tomás Whitaker, presbíteros y mártires

En Lancaster, en Inglaterra, beatos Martín de San Félix (Juan) Woodcock, de la Orden de los Hermanos Menores, Eduardo Bamber y Tomás Whitaker, presbíteros y mártires, que fueron ahorcados por ser sacerdotes y haber entrado en los dominios del rey Carlos I.

Beato Nicolás Postgate, presbítero y mártir

En York, también en Inglaterra, beato Nicolás Postgate, presbítero y mártir, que durante el reinado de Carlos II, a causa de su ministerio sacerdotal, que había ejercido ocultamente entre los pobres durante casi cincuenta años, fue colgado en el patíbulo.

Beato Edmundo Bojanowski, presbítero y fundador

En la localidad de Gorka Duchovna, cerca de Poznan, en Polonia, beato Edmundo Bojanowski, que, conforme a los preceptos del Evangelio, trabajó con sumo ahínco en la formación de los pobres y gente analfabeta, y fundó la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.

San Miguel de la Mora de la Mora, presbítero y mártir

En Colima, en México, san Miguel de la Mora de la Mora, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fue coronado con el martirio por el hecho de ser sacerdote.



LITURGIA DE HOY


(Hasta la hora nona)


Misa de sábado (verde) o de la memoria de santa María (blanco) o de la memoria de santos Sixto y compañeros (rojo) o de la memoria de san Cayetano (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria de santa María en sábado del común de la bienaventurada Virgen María o de las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O. / para la memoria de santos Sixto y comp.: 1ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para vv. mártires), o de un domingo del T.O. Conveniente PE I. / para la memoria de san Cayetano: 1ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un pastor) o de santos (para religiosos), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.

LECC.: vol. III-impar.

- Dt 6, 4-13. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
- Sal 17. R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
- Mt 17, 14-20. Si tuvierais fe, nada os sería imposible.

o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas de la Virgen María».

Liturgia de las Horas: oficio de sábado o de una de las memorias.

Martirologio: elogs. del 8 de agosto, pág. 473.
CALENDARIOS: Teatinos: San Cayetano, presbítero (S).
Alcalá de Henares: Transfiguración del Señor (F).
Carmelitas: San Alberto Trápani, presbítero (F). Carmelitas Descalzos: (MO).
Cuenca: Beatos Cruz Laplana, obispo, y Fernando Español, presbítero, mártires (MO).
Madrid y Getafe: Santos Justo y Pastor, mártires (MO). Huesca: (ML).
Salamanca: Santa Cándida María de Jesús, virgen (MO).
Burgos: Santos Esteban, abad, y compañeros, mártires (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: Santa Juliana de Monte Cornillón, virgen (ML).
Dominicos: Beato Juan de Salermo, presbítero (ML).
OFM Cap.: Beatos Agatángelo y Casiano, mártires (ML).


Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de la Virgen María, Madre en la gracia, intercesora nuestra ante Dios, modelo de orante y Virgen de la acogida profunda, la Madre de Dios presenta los rasgos que nos hacen venerarla en la Iglesia, de la que es miembro excelente modelo y Madre.

Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tus fieles,
alegres bajo la protección de la santísima Virgen María,
verse libres, por su intercesión, de los males de este mundo
y alcanzar los gozos eternos del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.


Celebramos también hoy la memoria de los santos mártires Sixto II, papa, y sus cuatro diáconos. El año 258, durante la persecución del emperador Valeriano, fueron apresados en la catacumbas de san Calixto de Roma y allí mismo se los ejecutó. Consumaron así la ofrenda de sus vidas en comunión con Cristo, cuyo sacrificio celebraban en el momento de su muerte.

Finalmente, también hoy hacemos memoria de san Cayetano, presbítero italiano nacido el año 1480. En Nápoles se entregó a las obras de caridad, especialmente en favor de los enfermos incurables, promovió asociaciones para la formación religiosa de los laicos e instituyó los Clérigos Regulares para la renovación de la Iglesia, recomendando sus discípulos el deber de observar la primitiva forma de vida apostólica. Murió en aquella ciudad italiana el año 1547.


LECTURAS DE LA MISA

Audio ycomentario del Evangelio de hoy

Audio ycomentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA 
Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón

Lectura del libro del Deuteronomio (Dt 6, 4-13)

MOISÉS dijo al pueblo:
«Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las atarás a tu muñeca como un signo, serán en tu frente una señal; las escribirás en las jambas de tu casa y en tus portales.
Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra que había de darte, según juró a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob, con ciudades grandes y ricas que tú no has construido, casas rebosantes de riquezas que tú no has llenado, pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado, y comas hasta saciarte, guárdate de olvidar al Señor que te sacó de Egipto, de la casa de esclavitud.
Al Señor, tu Dios, temerás, a él servirás yen su nombre jurarás».

 
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab [R.: 2])

R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

V. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

V. Dios mío, peña mía, refugio
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

V. Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido.

R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

 
Aleluya Cf. 2 Tim 1, 10

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte, e hizo brillar la vida por medio del Evangelio. R.


EVANGELIO 
Si tuvierais fe, nada os sería imposible

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 17, 14-20)
R. Gloria a ti, Señor.

 EN AQUEL TIEMPO, se acercó a Jesús un hombre que, de rodillas, le dijo:
«Señor, ten compasión de mi hijo que es lunático y sufre mucho: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos y no han sido capaces de curarlo». Jesús tomó la palabra y dijo:
«Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros, hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo».
Jesús increpó al demonio y salió; en aquel momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte:
«¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?».
Les contestó:
«Por vuestra poca fe. En verdad os digo que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: “Trasládate desde ahí hasta aquí”, y se trasladaría. Nada os sería imposible».


Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Francisco, Audiencia, 14-mayo-2016

Muchas veces en los Evangelios se habla del grito espontáneo que personas enfermas, endemoniadas, pobres o afligidas dirigían a Jesús: «Ten piedad» (cf. Mc 10, 47-48; Mt 15, 22; Mt 17, 15).
A todos Jesús respondía con la mirada de la misericordia y el consuelo de su presencia. En estas invocaciones de ayuda y petición de piedad, cada uno expresaba también su fe en Jesús, llamándolo «Maestro», «Hijo de David» y «Señor». Intuían que en Él había algo extraordinario, que les podía ayudar a salir de la condición de tristeza en la que se encontraban. Percibían en Él el amor de Dios mismo. Y también cuando la multitud se congregaba, Jesús se daba cuenta de esas invocaciones de piedad y se apiadaba, sobre todo cuando veía personas sufridas y heridas en su dignidad.

 

(Después de la hora nona)

 

DECIMONOVENA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Tercera semana del salterio

Misa vespertina del XIX Domingo del tiempo ordinario (verde).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.


06 de agosto - FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

 



 

VIERNES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 06 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.): Fiesta de la Transfiguración del Señor.

 

Para ver la transmisión en directo, pincha aquí




SANTORAL DE HOY 

 

La Transfiguración del Señor
Fiesta

Elogio: Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo, el Unigénito, el amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los Profetas, para mostrar nuestra admirable transformación por la gracia en la humildad de nuestra naturaleza asumida por Él, dando a conocer la imagen de Dios, conforme a la cual fue creado el hombre, y que, corrompida en Adán, fue renovada por Cristo.

Oración

Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

 

Otros santos de este día:

Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires

En la vía Apia de Roma, en el cementerio de Calixto, pasión de san Sixto II, papa, y de sus compañeros, cuya memoria se celebra mañana.

Santos Justo y Pastor, mártires

En Compluto (hoy Alcalá de Henares), en la Hispania Cartaginense, santos mártires Justo y Pastor, los cuales, todavía niños, abandonando en la escuela sus tablillas de escritura, corrieron voluntariamente al encuentro del martirio, y detenidos y azotados de inmediato, por orden del juez fueron degollados por su amor a Cristo, mientras se confortaban mutuamente con recíprocas exhortaciones.

San Hormisda, papa

En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Hormisda, papa, que, abanderado de la paz, consiguió acabar con el cisma de Acacio en Oriente, y en Occidente hizo respetar por las nuevas poblaciones los derechos de la Iglesia.

Beato Octaviano de Savona, obispo

En Savona, de la Liguria, beato Octaviano, obispo y hermano del papa Calixto II, que tanto en el claustro como en la cátedra buscó con ahínco servir a Dios y a los hermanos.

Beato Escelino, eremita

En el territorio de Luxemburgo, beato Escelino, eremita, que vivió en un bosque sin techo ni vestidos, confiado sólo en Dios, que en la intemperie puede ofrecer también refugio.

Santo Domingo de Guzmán, presbítero y fundador

En Bolonia, de la Emilia, muerte de santo Domingo, presbítero, cuya memoria se celebra el día ocho de agosto.

Beata María Francisca de Jesús Rubatto, virgen y fundadora

En Montevideo, en Uruguay, beata María Francisca de Jesús (Ana María) Rubatto, virgen, que en la ciudad de Loano, cerca de Savona, en Italia, fundó el Instituto de Hermanas Terciarias Capuchinas, y después, habiéndose trasladado a América Latina, puso todo su empeño en el servicio a los pobres.

Beato Carlos López Vidal, mártir

En las cercanías de Gandía, población de Valencia, en España, beato Carlos López Vidal, mártir, que en tiempo de persecución contra la fe alcanzó la gloria celestial.

Beato Tadeo Dulny, mártir

Cerca de Munich, en la región alemana de Baviera, beato Tadeo Dulny, mártir, el cual, al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, por su fe en Cristo fue llevado al campo de concentración de Dachau, donde, víctima de crueles tormentos, emigró a la gloria celestial.

San Pablo VI, papa

En Castelgandolfo, san Pablo VI, papa, que llevó a término el Concilio Ecuménico Vaticano II, convocado por su predecesor, y supo testimoniar, en años difíciles, la fe en Jesucristo. Su memoria litúrgica se celebra el 29 de mayo.

 

LITURGIA DE HOY


 

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA


554 Una visión anticipada del Reino: La Transfiguración.

A partir del día en que Pedro confesó que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, el Maestro "comenzó a mostrar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, y sufrir … y ser condenado a muerte y resucitar al tercer día" (Mt 16, 21): Pedro rechazó este anuncio (cf. Mt 16, 22-23), los otros no lo comprendieron mejor (cf. Mt 17, 23; Lc 9, 45). En este contexto se sitúa el episodio misterioso de la Transfiguración de Jesús (cf. Mt 17, 1-8 par. : 2P 1, 16-18), sobre una montaña, ante tres testigos elegidos por él: Pedro, Santiago y Juan. El rostro y los vestidos de Jesús se pusieron fulgurantes como la luz, Moisés y Elías aparecieron y le "hablaban de su partida, que estaba para cumplirse en Jerusalén" (Lc 9, 31). Una nube les cubrió y se oyó una voz desde el cielo que decía: "Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle" (Lc 9, 35).

555 Por un instante, Jesús muestra su gloria divina, confirmando así la confesión de Pedro. Muestra también que para "entrar en su gloria" (Lc 24, 26), es necesario pasar por la Cruz en Jerusalén. Moisés y Elías habían visto la gloria de Dios en la Montaña; la Ley y los profetas habían anunciado los sufrimientos del Mesías (cf. Lc 24, 27). La Pasión de Jesús es la voluntad por excelencia del Padre: el Hijo actúa como siervo de Dios (cf. Is 42, 1). La nube indica la presencia del Espíritu Santo: "Tota Trinitas apparuit: Pater in voce; Filius in homine, Spiritus in nube clara" ("Apareció toda la Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa" (Santo Tomás, s. th. 3, 45, 4, ad 2):
"Tú te has transfigurado en la montaña, y, en la medida en que ellos eran capaces, tus discípulos han contemplado Tu Gloria, oh Cristo Dios, a fin de que cuando te vieran crucificado comprendiesen que Tu Pasión era voluntaria y anunciasen al mundo que Tú eres verdaderamente la irradiación del Padre" (Liturgia bizantina, Kontakion de la Fiesta de la Transfiguración,)

556 En el umbral de la vida pública se sitúa el Bautismo; en el de la Pascua, la Transfiguración. Por el bautismo de Jesús "fue manifestado el misterio de la primera regeneración": nuestro bautismo; la Transfiguración "es el sacramento de la segunda regeneración": nuestra propia resurrección (Santo Tomás, s. th. 3, 45, 4, ad 2). Desde ahora nosotros participamos en la Resurrección del Señor por el Espíritu Santo que actúa en los sacramentos del Cuerpo de Cristo. La Transfiguración nos concede una visión anticipada de la gloriosa venida de Cristo "el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3, 21). Pero ella nos recuerda también que "es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hch 14, 22):
"Pedro no había comprendido eso cuando deseaba vivir con Cristo en la montaña (cf. Lc 9, 33). Te ha reservado eso, oh Pedro, para después de la muerte. Pero ahora, él mismo dice: Desciende para penar en la tierra, para servir en la tierra, para ser despreciado y crucificado en la tierra. La Vida desciende para hacerse matar; el Pan desciende para tener hambre; el Camino desciende para fatigarse andando; la Fuente desciende para sentir la sed; y tú, ¿vas a negarte a sufrir?" (S. Agustín, serm. 78, 6).




Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo, el Unigénito, el amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los Profetas, para mostrar nuestra admirable transformación por la gracia en la humildad de nuestra naturaleza asumida por Él, dando a conocer la imagen de Dios, conforme a la cual fue creado el hombre, y que, corrompida en Adán, fue renovada por Cristo (elog. del Martirologio Romano).


Misa de la fiesta (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.

LECC.: vol. IV.

- Dan 7, 9-10. 13-14. Su vestido era blanco como nieve.
o bien: 2 Pe 1, 16-19. Esta voz del cielo es la que oímos.
- Sal 96. R. El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra.
- Mc 9, 2-10. Este es mi Hijo, el amado.

Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.

Martirologio: elogs. del 7 de agosto, pág. 471.

CALENDARIOS: Canónigos Regulares de Letrán y Brígidas: Transfiguración del Señor (S).

Alcalá de Henares: Santos Justo y Pastor, mártires (S).



Antífona de entrada Cf. Mt 17, 5

Se manifestó el Espíritu Santo en una nube luminosa y se oyó la voz del Padre que dijo: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».

 

Monición de entrada

Celebramos hoy la fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo manifestó su gloria ante los discípulos Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los Profetas, para evitar que se sintieran escandalizados por que él iba a ser crucificado. También nosotros hemos sido convocados aquí para ser testigos de Cristo, de su gloria.


Acto penitencial

- Por tu pasión y tu gloria: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

- Por tu muerte y resurrección: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.

- Por tu descenso al lugar de los muertos y tu exaltación a la derecha del Padre: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Oh, Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito
confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los que lo precedieron
y prefiguraste maravillosamente la perfecta adopción de los hijos,
concede a tus siervos que, escuchando la voz de tu Hijo amado,
merezcamos ser sus coherederos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

 
 LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA (opción 1) 
Su vestido era blanco como la nieve

Lectura de la profecía de Daniel (Dan 7, 9-10. 13-14)

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.

Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

 

Palabra de Dios.
R. Te alabamos Señor.
 

PRIMERA LECTURA (opción 2) 
Esta voz del cielo es la que oímos

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (2 Pe 1, 16-19)

QUERIDOS HERMANOS:

Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.

Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto.» Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada.

Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 96, 1-2. 5-6. 9 [R.: cf. 1a. 9b])

R. El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra.
 
V. El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R.

R. El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra.
 
V. Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.

R. El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra.
 
V. Porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.

R. El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra.
 

 
Aleluya Mt 17, 5c

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. R.


EVANGELIO
Éste es mi Hijo, el amado

╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 9, 2-10)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:

«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No sabía qué decir, pues estaban asustados.

Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:

«Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.

 
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.