Elogio: Conmemoración de san Narciso, obispo de Jerusalén, merecedor de alabanzas por su santidad, paciencia y fe. Acerca de cuándo debía celebrarse la Pascua cristiana, manifestó estar de acuerdo con el papa san Víctor, y que no había otro día que el domingo para celebrar el misterio de la Resurrección de Jesucristo. Descansó en el Señor a la edad de ciento dieciséis años.
Conmemoración de san Narciso, obispo de Jerusalén, merecedor de alabanzas
por su santidad, paciencia y fe. Acerca de cuándo debía celebrarse la Pascua
cristiana, manifestó estar de acuerdo con el papa san Víctor, y que no había
otro día que el domingo para celebrar el misterio de la Resurrección de
Jesucristo. Descansó en el Señor a la edad de ciento dieciséis años.
San Honorato de Vercelli, obispo
En Vercelli, en la Liguria, san Honorato, obispo, el cual, discípulo de
san Eusebio en el monasterio y compañero suyo también en la cárcel, sucedió a
su maestro en la sede, para seguir enseñando la doctrina verdadera, y a la hora
de la muerte mereció dar el viático al obispo san Ambrosio..
San Zenobio, presbítero y mártir
En Sidón, de Fenicia, san Zenobio, presbítero, que durante la durísima
persecución bajo el emperador Diocleciano animó a otros al martirio, y
finalmente también él fue coronado con la muerte.
San Abrahán, eremita
En Edessa, de Osrhoene, en Mesopotamia, san Abrahán, anacoreta, cuya vida
fue escrita por san Efrén, diácono.
San Teodario, abad
En el territorio de Vienne, en la Galia, san Teodario, abad, el cual,
discípulo de san Cesáreo de Arlés, estableció unas celdas para monjes y fue
designado por el obispo como intercesor ante Dios y presbítero penitenciario
para todos los habitantes de la ciudad.
San Colmán de Kilmacduagh, obispo
En Kilmacduagh (Galway), de Hibernia, san Colmán, obispo.
San Dodón, abad
En Moutiers-en-Fagne, cerca de Cambrai, en Neustria, san Dodón, abad,
que, presidiendo el monasterio de Wallers, prefirió retirarse a la vida
eremítica.
San Cayetano Errico, presbítero y
fundador
En Secondigliano, cerca de Nápoles, en la Campania, san Cayetano Errico,
presbítero, que fomentó los retiros espirituales y la devoción a la Eucaristía,
para ganar almas para Cristo, y fundó también la Congregación de Misioneros de
los Sagrados Corazones de Jesús y María.
- Rom 9, 1-5.Desearía ser un proscrito por el bien de
mis hermanos.
- Sal 147. R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
- Lc 14, 1-6.¿A quién se le cae al pozo el asno o el buey y no
lo saca en día de sábado?
Liturgia de las Horas:oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 30 de octubre, pág. 639. CALENDARIOS: Girona-ciudad: San Narciso, obispo y mártir (S). Girona-diócesis: (F). León-ciudad: San Marcelo, mártir (S). León-diócesis: (MO). Calahorra y La Calzada-Logroño: Beatos Narciso Esténaga y Echevarría,
obispo, y compañeros, mártires (MO). Teruel y Albarracín y Dominicos: Santos Joaquín Royo y compañeros,
mártires (MO). Familia Salesiana: Beato Miguel Rua, presbítero (MO). Sevilla: San Francisco Díaz, presbítero y mártir (ML). Ávila: Aniversario de la muerte de Mons. Maximino Romero de Lema,
obispo, emérito (1996).
Antífona de entradaCf. Eclo 36, 15-16
Señor, da la paz a los que esperan en ti,
escucha las súplicas de tus siervos y llévanos por el camino de la justicia.
Monición de entrada
La paz y la justicia son aspiraciones permanentes de los hombres de todos los
tiempos. El cristiano, con el auxilio de Cristo, Príncipe de la paz, es llamado
a ser constructor de la justicia e instrumento de paz en medio del mundo. Para
ello, pidamos en esta eucaristía los dones de la justicia y la paz.
O bien:
Cristo vino a traer paz a este mundo, reconciliando con su muerte y
resurrección a todos los hombres y eliminando todo tipo de discordia y
enemistad. Pidámosle que, continuando su obra en el mundo, nos ayude a
esforzarnos de manera personal y comunitaria, y cooperemos en su obra.
Oración colecta
Oh, Dios, que manifestaste
que serán llamados hijos tuyos los amantes de la
paz,
concédenos instaurar sin descanso aquella justicia
que puede garantizar
una paz firme y verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Oh,
Dios, que cuidas de todos con amor paternal,
concede, en tu bondad, que los
hombres, a quienes diste un mismo origen,
formen una sola familia en la paz y
vivan siempre unidos por el amor fraterno.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Desearía
ser un proscrito por el bien de mis hermanos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (Rm 9, 1-5)
HERMANOS:
Digo la verdad en Cristo, no miento —mi conciencia me atestigua que es así, en
el Espíritu Santo—: siento una gran tristeza y un dolor incesante en mi
corazón; pues desearía ser yo mismo un proscrito, alejado de Cristo, por el
bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne: ellos son israelitas y a
ellos pertenecen el don de la filiación adoptiva, la gloria, las alianzas, el
don de la ley, el culto y las promesas; suyos son los patriarcas y de ellos
procede el Cristo, según la carne; el cual está por encima de todo, Dios
bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20)
R. Glorifica
al Señor, Jerusalén.
V. Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V. Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Aleluya Jn 10,
27 R. Aleluya, aleluya, aleluya. V. Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco, y
ellas me siguen. R.
EVANGELIO ¿A
quién se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca en día de sábado?
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 14, 1-6) R. Gloria a ti, Señor.
EN SÁBADO, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para
comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo
de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los
fariseos:
«Es lícito curar los sábados, o no?».
Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo:
«¿A quién de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca
enseguida en día de sábado?».
Y no pudieron replicar a esto.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Del
Papa Francisco, homilía
en santa Marta 30 de octubre de 2015
La compasión de Jesús está presente en el Evangelio, Jesús curaba la gente,
pero no como un curandero. Más bien Jesús curaba a la gente como signo, como
signo -además de curarla en serio- de esa compasión de Dios, para salvar, para
volver a poner en su sitio a la oveja perdida en el corral, a la moneda perdida
para aquella señora en el monedero añadió refiriéndose a las parábolas
evangélicas.
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