24 de mayo - MARTES DE LA VI SEMANA DE PASCUA, Memoria de la Virgen, María Auxiliadora




 
  MARTES DE LA VI SEMANA DE PASCUA, feria
  Oficio del Martes de la II Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta   Nona Vísperas - Completas)
 


PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 24 DE MAYO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 20.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.

- Rezo del Santo Rosario, (a las 20.00 h.), Mes de María (día 24) y Eucaristía del Martes de la VI Semana de Pascua, (a las 20,30 h.).



    Portada

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SANTORAL DE HOY


Elogio: En Roma, san Juan Bautista de Rossi, presbítero, que atendió en la Ciudad Santa a los pobres y a los más marginados, instruyendo a todos en la santa doctrina.


Otros santos de este día:

   San Manahén, santo del NT   

Conmemoración de san Manahén, que, hermano de leche del tetrarca Herodes, fue doctor y profeta en la Iglesia de Antioquía de Siria, bajo la gracia del Nuevo Testamento. († s. I)

   Santa Juana, santa del NT

También conmemoración de la beata Juana, esposa de Cusa, procurador de Herodes, que junto con otras mujeres servía a Jesús y a los apóstoles con sus recursos, y en el día de la Resurrección del Señor encontró removida la losa del sepulcro y lo anunció a los discípulos. († s. I)

   San Zoelo, mártir

En Listra, en Licaonia, san Zoelo, mártir. († s. II/III)

   San Sérvulo, mártir

En Trieste, en la península de Istria, san Sérvulo, mártir. († s. inc.)

   Santos Donaciano y Rogaciano, mártires   

En Nantes, en la Galia Lugdunense, santos hermanos Donaciano y Rogaciano, mártires, acerca de los cuales se narra que el primero había recibido el bautismo y el otro era todavía catecúmeno, pero en el combate final, besando a su hermano, Donaciano rogó a Dios para que el que aún no había podido ser lavado por el bautismo sagrado mereciese ser enjugado en la corriente de su propia sangre. († c. 304)

   Santos Treinta y ocho mártires de Filipópolis, mártires

Conmemoración de treinta y ocho santos mártires que, según la tradición, fueron decapitados en Filipópolis (Plovdiv) de Tracia, en tiempo de Diocleciano y Maximiano. († c. 304)

   San Vicente de Lérins, monje y presbítero   

En el monasterio de Lérins, en la Provenza, san Vicente, presbítero y monje, que fue muy célebre por su doctrina cristiana y santidad de vida, y empeñado con denuedo en el progreso de los creyentes en la fe. († c. 450)

   San Simeón Estilita el Joven, presbítero y eremita   

En el monte Admirable, en Siria, san Simeón Estilita el Joven, presbítero y anacoreta, que vivió sobre una columna en comunicación íntima con Cristo, escribió varios tratados de ascética y fue dotado de grandes carismas. († 592)

   Beato Felipe, monje y presbítero

En Piacenza, en la Emilia, beato Felipe, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, el cual, para mortificar más duramente su carne, llevaba ceñida una armadura de hierro. († 1306)

   Beato Juan de Prado, presbítero y mártir

En Marruecos, beato Juan de Prado, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que fue enviado a África para prestar auxilio espiritual a los cristianos reducidos a esclavitud en los reinos sarracenos, pero, habiendo sido apresado, confesó valientemente la fe de Cristo ante el soberano musulmán Mulay al-Walid, y por mandato de este consumó el martirio por el fuego. († 1631)

   Santos Agustín Yi Kwang-hon, Águeda Kim A-gi y siete compañeros, mártires   

En Seúl, en Corea, santos mártires Agustín Yi Kwang-hon, en cuya casa se leían las Sagradas Escrituras; Águeda Kim A-gi, madre de familia, que recibió el bautismo en la cárcel; y sus siete compañeros, que fueron todos degollados a causa del nombre cristiano. Sus nombres son los siguientes: Damián Nam Myong-hyog, catequista; Magdalena Kim O-bi, Bárbara Han A-gi, Ana Pak A-gi, Águeda Yi So-sa, Lucía Pak Hui-sun y Pedro Kwon Tu-gin. († 1839)

   Beato Luis Ceferino Moreau, obispo

En la ciudad de Saint-Hyacinthe, en Canadá, beato Luis Ceferino Moreau, obispo, que en las diversas actividades del ministerio pastoral se exhortaba siempre a sí mismo a sentirse ardientemente unido con la Iglesia. († 1901)

   Beatos Mario Vergara e Isidoro Ngei Ko Lat, mártires

En Shadaw, Estado de Kayah, Birmania, beatos Mario Vergara, sacerdote del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, e Isidoro Ngei Ko Lat, catequista laico, mártires, muertos por odio a la fe. († 1950)


LITURGIA DE HOY

Misa de feria (blanco). 

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Pasc. 

LECC.: vol. II. 

- Hch 16, 22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia. 

- Sal 137. R. Tu derecha me salva, Señor. 

- Jn 16, 5-11. Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. 

 

Liturgia de las Horas: oficio de feria. 

Martirologio: elogs. del 25 de mayo, pág. 327. 

CALENDARIOS: Menorca-Ciudadela y Familia Salesiana: María Auxiliadora (S). Monfortianos: (MO). Bernabitas, Asidonia-Jerez, Sevilla, Córdoba y Menorca: (ML). 

Familia Franciscana: Dedicación de la basílica de San Francisco de Asís (F). 

Misioneros de la Preciosa Sangre: Nuestra Señora de la Preciosa Sangre (F). 

Dominicos: Traslación de santo Domingo (MO). 

Orden Premonstratense: San Hermán José, presbítero (MO).

Astorga: San Genadio, obispo (ML). 

Bilbao: San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia, o san Gregorio VII, papa, o santa María Magdalena de Pazzi, virgen (ML). 

León y Sevilla: Beato Juan de Prado, presbítero y mártir (ML). 

Jesuitas: Bienaventurada Virgen María de la Estrada (ML).

 

Antífona de entrada Ap 19, 7. 6
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias, porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.


Oración colecta

Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
concédenos lograr verdaderamente
nuestra participación en la resurrección de Cristo, tu Hijo.
Él, que vive y reina contigo.


LECTURAS DE LA MISA



PRIMERA LECTURA 
Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 16, 22-34)

EN AQUELLOS DÍAS, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran los vestidos y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, él los cogió, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo:
«No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?».
Le contestaron:
«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia».
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomó consigo, les lavó las heridas, y se bautizó enseguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL ([Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8])

R. Tu derecha me salva, Señor

Salvum me faciet déxtera tua, Dómine

V. Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario.

R. Tu derecha me salva, Señor.

V. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

R. Tu derecha me salva, Señor.

V. Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

R. Tu derecha me salva, Señor.


Aleluya Jn 16, 7. 13
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Os enviaré el Espíritu de la verdad –dice el Señor–;
él os guiará hasta la verdad plena. R.

EVANGELIO
Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 16, 5-11)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 28-mayo-2019

El Espíritu Santo lo renueva todo. El Espíritu Santo es el que nos acompaña en la vida, y nos sostiene, es el Paráclito. ¡Qué nombre tan raro! Cuando era sacerdote, en una misa con niños el domingo de Pentecostés les pregunté si sabían quién es el Espíritu Santo. Y un niño me respondió: "el paralítico". Había oído "Paráclito" pero no sabía qué era, y por eso dijo: "paralítico". Pues a veces también nosotros pensamos que el Espíritu Santo es un paralítico, que no hace nada. La palabra paráclito quiere decir el que está junto a mí para sostenerme, para que yo no caiga, para que yo vaya adelante, para que yo conserve esa juventud del Espíritu. El cristiano siempre es joven: siempre. Y cuando comienza a envejecer el corazón del cristiano, empieza a disminuir su vocación de cristiano. O eres joven de corazón, de alma o no eres plenamente cristiano.



Pensamientos para el Evangelio de hoy

«¿Quién, habiendo oído los nombres que se dan al Espíritu, no siente levantado su ánimo y no eleva su pensamiento hacia la naturaleza divina? “Espíritu firme”, “Espíritu generoso”, “Espíritu Santo” son sus apelativos propios y peculiares» (San Basilio Magno).

«El Espíritu Santo nos hace hijos e hijas de Dios. Nos compromete en la misma responsabilidad de Dios con respecto a su mundo, a la humanidad entera. Nos enseña a mirar al mundo, a los demás y a nosotros mismos con los ojos de Dios» (Benedicto XVI).

«Después de Pascua, el Espíritu Santo ‘convence al mundo en lo referente al pecado’ (Jn 16,8-9), a saber, que el mundo no ha creído en el que el Padre ha enviado. Pero este mismo Espíritu, que desvela el pecado, es el Consolador que da al corazón del hombre la gracia del arrepentimiento y de la conversión» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.433).



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