NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: San Francisco de Borja, presbítero, quien, muerta su mujer, con la que había tenido ocho hijos, ingresó en la Orden de la Compañía de Jesús y, pese a haber abdicado de las dignidades del mundo y rehusado las de la Iglesia, resultó elegido prepósito general, y fue memorable por su austeridad de vida y oración. Falleció en Roma el 30 de septiembre.
Patronazgos: patrono de Gandía; protector contra terremotos.
San Dionisio Areopagita, santo del NT
Conmemoración de san Dionisio Areopagita, que se adhirió a Cristo al escuchar al apóstol san Pablo hablando ante el Areópago, y fue primer obispo de Atenas.
Santa Cándida, mártir
En Roma, en el cementerio de Ponciano, en la vía Portuense, santa Cándida, mártir.
Santos Fausto, mártir, y compañeros, confesores
En Alejandría de Egipto, conmemoración de los santos Fausto, Cayo, Pedro, Pablo, Eusebio, Querimón, Lucio y otros dos, todos los cuales, primero en tiempo del emperador Decio y después bajo Valeriano, por mandato del prefecto Emiliano sufrieron de muchas maneras, junto con el obispo Dionisio, y llegaron a ser confesores de la fe; entre ellos, Fausto alcanzó la palma del martirio bajo el emperador Diocleciano.
San Hesiquio, monje
En Mayuma, en Palestina, conmemoración de san Hesiquio, monje, discípulo de san Hilarión y compañero suyo de peregrinación.
San Maximiano de Bagai, obispo y confesor
Conmemoración de san Maximiano, obispo de Bagai, en Numidia, que, apaleado repetidas veces por los herejes, fue precipitado desde lo alto de una torre y lo dejaron por muerto, pero, recogido por unos transeúntes, se recuperó y no dejó de luchar por la fe católica.
San Cipriano de Toulon, obispo
En Toulon, en la Provenza, de la Galia, san Cipriano, obispo, discípulo de san Cesáreo de Arlés, que defendió en varios sínodos la fe ortodoxa sobre la gracia, enseñando que nadie puede llegar a lo divino sin antes haber sido llamado por la gracia de Dios.
Santos Ewaldo el Negro y Ewaldo el Blanco, presbíteros y mártires
Entre los sajones, dos santos mártires de nombre Ewaldo, uno llamado «Negro» y el otro «Blanco», ambos presbíteros y oriundos de Inglaterra, que, siguiendo el ejemplo de san Willibrordo y sus compañeros, pasaron a evangelizar Sajonia, donde, tras comenzar a predicar a Cristo, fueron apresados por los paganos y consumaron el martirio.
Beato Uto u Otón, abad
En el monasterio de Metten, en Baviera, beato Uto u Otón, fundador y primer abad.
San Gerardo de Brogne, abad
En la región de Namur, en Lotaringia, san Gerardo, primer abad del monasterio de Brogne, que él mismo había fundado. Trabajó para instaurar la disciplina monástica en Flandes y Lotaringia, y ayudó a muchos monasterios a recuperar la observancia primitiva.
Beato Adelgoto de Chur, obispo
En Chur, en la región de Helvecia, beato Adelgoto, obispo, discípulo de san Bernardo en Clairvaux, que fue un buen ejemplo de disciplina monástica.
Santos Ambrosio Francisco Ferro y compañeros, mártires
Junto al río Uruaçu, cerca de Natal, en Brasil, santos Ambrosio Francisco Ferro, presbítero, y compañeros, mártires, que dieron la vida víctimas de la opresión que se desencadenó contra la fe católica. Sus nombres son: santos Antonio Baracho, Antonio Vilela Cid, Antonio Vilela hijo y su hija, Diego Pereira, Manuel Rodrigues Moura y su esposa, hija de Francisco Dias hijo, Francisco de Bastos, Francisco Mendes Pereira, Juan da Silveira, Juan Lostau Navarro, Juan Martins y siete jóvenes, José do Porto, Mateo Moreira, Simón Correia, Esteban Machado de Miranda y dos hijas suyas, y Vicente de Souza Pereira.
Beato Crescencio García Pobo, presbítero y mártir
En Madrid, en España, beato Crescencio García Pobo, presbítero de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y mártir, que derramó su sangre durante la persecución contra la fe.
Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo y mártir
En Fortul, Departamento de Arauca, en Colombia, beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo y mártir.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un pastor) o de santos (para un santo), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
Osma-Soria: Santos Ángeles Custodios (MO).
Valencia y Jesuitas: San Francisco de Borja, presbítero (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: San Grodegango de Metz, obispo (MO).
Mallorca: Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (ML).
Pamplona y Tudela: San Virila de Leyre, abad (ML).
Dominicos: Beato Domingo Spadafora, presbítero (ML).
Málaga: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ramón Buxarrais Ventura, obispo, emérito (1971).
Huelva: Aniversario de la muerte de Mons. Ignacio Noguer Carmona, obispo, emérito (2019).
Misa de la
memoria:
3 de octubre
San Francisco de
Borja, presbítero.
Antífona de
entrada Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado
a evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón.
O bien: Cf. Eclo 45, 16
El Señor
lo eligió como su sacerdote, para ofrecer el sacrificio de alabanza.
Monición de entrada
Hacemos memoria en esta celebración
de san Francisco de Borja, presbítero, nacido en Gandía el año 1510. Muerta su
mujer, con la que había tenido ocho hijos, ingresó en la Orden de la Compañía
de Jesús, y pese a haber abdicado de su título de virrey y rechazado la
dignidad cardenalicia, fue elegido tercer prepósito general de la Orden, y fue
memorable por su austeridad de vida y oración. Falleció en Roma el año 1572.
Señor y Dios nuestro, que nos mandas valorar
los bienes de este mundo, según el criterio de tu ley,
al celebrar la fiesta de san Francisco de Borja,
tu siervo fiel y cumplidor, enséñanos a comprender
que nada hay en el mundo comparable
a la alegría de gastar la vida en tu servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
No he recibido ni aprendido de ningún hombre el Evangelio, sino por revelación de Jesucristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (Gál 1,6-12)
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 110, 1b-2. 7-8. 9 y 10c [R.: cf. 5b])
V. Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
V. Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud.
V. Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza.
Su nombre es sagrado y temible.
La alabanza del Señor dura por siempre.
Aleluya Jn
13, 34
R. Aleluya,
aleluya, aleluya.V. Os doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-:que os améis unos a otros,
como yo os he amado. R.
EVANGELIO ¿Quién es mi prójimo?
╬ Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (Lc 10, 25-37)R. Gloria a ti, Señor.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Porque la meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la vida eterna» (San Cirilo de Jerusalén).
«En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo» (San Juan Pablo II).
«(…) No podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: ‘Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él’ (1Jn 3,15) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.033).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Porque la meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la vida eterna» (San Cirilo de Jerusalén).
«En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo» (San Juan Pablo II).
«(…) No podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: ‘Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él’ (1Jn 3,15) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.033).
No hay comentarios:
Publicar un comentario