14 de septiembre - MARTES DE LA XXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ, fiesta

 


  
MARTES DE LA XXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ, fiesta

  

PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 14 DE SEPTIEMBRE

- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía de la Exaltación de la Santa Cruz (a las 20.30 h.)

 Para ver la transmisión en directo, pincha aquí


NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

Uno de los momentos culminantes de la visita apostólica del Papa Francisco con la celebración de la Divina Liturgia Bizantina en memoria de los mártires greco-católicos que tiene lugar en la plaza de la Mestská športová hala de Prešov.


Bratislava acoge al Papa en su segunda jornada de Visita Apostólica

Vatican News comparte un video que resume la abultada agenda de Francisco en la capital eslovaca, donde encontró autoridades civiles y religiosas, y a representantes de la comunidad judía.



En la visita a la Comunidad judía de Eslovaquia, en el séptimo discurso de su Viaje Apostólico, el Papa Francisco proclama que "la peor blasfemia a Dios es la de usar su Nombre para los proprios fines”. Ya no es tiempo "de seguir opacando la imagen de Dios", afirma, y manifiesta la unión en la condena al antisemitismo. La bendición del Altísimo se derrama sobre nosotros – asegura el Santo Padre – cuando ve una familia de hermanos que se respetan, se aman y colaboran.



La mañana de este 13 de septiembre, el Santo Padre se reunió en la Catedral de San Martín, de Bratislava, con los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas. A ellos, el Pontífice los animó a construir una “Iglesia humilde como Jesús”, para así “salir de la autorreferencialidad” y no ceder a la “tentación de la magnificencia”.

 Homilía del Lunes 13.09.2021






SANTORAL DE HOY

Elogio: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que al día siguiente de la dedicación de la basílica de la Resurrección, erigida sobre el Sepulcro de Cristo, es ensalzada y venerada como trofeo pascual de su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos la segunda Venida.

Refieren a este santo: Santa Elena.


Otros santos de este día:

    San Cornelio, papa mártir

En Roma, en la vía Apia, en la cripta de Lucina del cementerio de Calixto, sepultura de san Cornelio, papa y mártir, que se opuso firmemente a la escisión de Novaciano, y con gran espíritu de caridad recuperó a la plena comunión con la Iglesia a muchos cristianos caídos en la herejía. Padeció al final el destierro en Civitavecchia, lugar de Toscana, por parte del emperador Galo, y sufrió lo indecible en palabras de san Cipriano. Su memoria se celebra pasado mañana.

   San Cipriano de Cartago, obispo y mártir

En Cartago, de la África romana, pasión de san Cipriano, obispo muy esclarecido en santidad y doctrina, que gobernó sabiamente la Iglesia en tiempos difíciles, consolidó la fe de los cristianos en medio de tribulaciones, y, en tiempo del emperador Galieno, después de sufrir un penoso exilio, consumó su fe en el martirio, decapitado por orden del procónsul ante gran concurrencia de pueblo. Su memoria se celebra también pasado mañana.

   San Materno de Colonia, obispo

En Colonia Agripina, de Germania, san Materno, obispo, que convirtió a la fe de Cristo a gentes de Tongres, Colonia y Tréveris.

   San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia

En Cumana del Ponto, muerte de san Juan Crisóstomo, obispo, cuya memoria se relató ayer.

   San Pedro de Tarantasia, abad y obispo

En el monasterio de Bellevaux, en la región de Besançon, en Francia, tránsito de san Pedro, obispo, que, siendo abad cisterciense, fue promovido a la sede de Tarantasia, rigiéndola con fervorosa diligencia y esforzado fomento de la concordia entre los pueblos.

   San Alberto de Jerusalén, obispo y mártir

En Tolemaida, en Palestina, cerca de la actual Haifa, san Alberto (de Castro Gualteri), obispo, que, trasladado de la Iglesia de Vercelli a la de Jerusalén, dio una Regla a los eremitas del monte Carmelo, y que mientras celebraba la fiesta de la Santa Cruz fue asesinado por la espada de un malvado, a quien había reprendido.

   * Santa Notburga, virgen

En la localidad de Eben, en el Tirol, santa Notburga, virgen, cuya dedicación a las labores domésticas y al servicio de Cristo en los pobres fue ejemplo de santidad para sus compatriotas.

   Beata María Celeste del Santísimo Salvador, virgen y fundadora

En Foggia, Italia, beata María Celeste del Santísimo Salvador, en el siglo Julia Crostarosa, virgen y fundadora de la Orden del Santísimo Redentor (Madres redentoristas).

   Beato Claudio Laplace, presbítero y mártir

En el mar, frente a la costa de Rochefort, en Francia, beato Claudio Laplace, presbítero y mártir, que, encarcelado en una nave de transporte anclada, debido a su condición de sacerdote, en tiempo de la Revolución Francesa murió por inanición y contagio.

   San Gabriel Taurino Dufresse, obispo y mártir

En la ciudad de Chengdu, en la provincia china de Sichuan, san Gabriel Taurino Dufresse, obispo y mártir, decapitado cruelmente después de una plena dedicación a la actividad ministerial durante cuarenta años.

 

LITURGIA DE HOY


Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que al día siguiente de la dedicación de la basílica de la Resurrección, erigida sobre el Sepulcro de Cristo, es ensalzada y venerada como trofeo pascual de su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos la segunda Venida (elog. del Martirologio Romano).

Misa de la fiesta (rojo).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. prop. o I de la Pasión del Señor. No se puede decir la PE IV.

LECC.: vol. IV.

- Núm 21, 4b-9. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.
o bien: Flp 2, 6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
- Sal 77. R. No olvidéis las acciones del Señor.
- Jn 3, 13-17. Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.

Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.

Martirologio: elogs. del 15 de septiembre, pág. 553.

CALENDARIOS: Hermanas de la Cruz y Teatinos: Exaltación de la Santa Cruz (S).

Lleida: 

Vic: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Román Casanova y Casanova, obispo (2003).


Antífona de entrada Cf. Ga 6, 14

Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, por él somos salvados y liberados.

 

Monición de entrada

Celebramos hoy la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que es ensalzada y venerada como trofeo pascual de la victoria de Cristo y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos su segunda venida. Los cristianos no exaltamos una cruz cualquiera, sino la cruz que Jesus santificó con su sacrificio, testimonio de su inmenso amor. Por tanto, de signo de maldición, la cruz se ha transformado en signo de bendición; de símbolo de muerte en símbolo, por excelencia, del amor que vence el odio y la violencia, y que engendra la vida inmortal.

 

Acto penitencial

- Tú, que no has sido enviado a condenar al mundo, sino a salvarlo: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
- Tú, que no quieres que nadie perezca, sino que todos se conviertan: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
- Tú, que te sometiste por nosotros hasta la muerte de cruz: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria.

 

Oración colecta
Oh, Dios, que para salvar al género humano
has querido que tu Unigénito soportara la cruz,
concede, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de su redención.
Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA (opción 1)
Cuando un serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida

Lectura del libro de los Números (Nm 21, 4b-9)

EN AQUELLOS DÍAS, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:

«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia».

El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.

Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:

«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».

Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:

«Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte:

los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».

Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

 
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
 

PRIMERA LECTURA (opción 2)
Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (Flp 2, 6-11)

CRISTO JESÚS, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo
tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 [R.: Cf. 7b])

R. No olvidéis las acciones del Señor.
 
V. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.

R. No olvidéis las acciones del Señor.
 
V. Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios altísimo su redentor.

R. No olvidéis las acciones del Señor.
 
V. Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.

R. No olvidéis las acciones del Señor.
 
V. Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.

R. No olvidéis las acciones del Señor.
 

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos: porque con tu cruz has redimido el mundo. R.
 

EVANGELIO
Tiene que ser elevado el Hijo del hombre

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 3, 13-17)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a Nicodemo:

«Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Del Catecismo de la Iglesia Católica

617 "Sua sanctissima passione in ligno crucis nobis justificationem meruit" ("Por su sacratísima pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación") enseña el Concilio de Trento (DS 1529) subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como "causa de salvación eterna" (Hb 5, 9). Y la Iglesia venera la Cruz cantando: "O crux, ave, spes unica" ("Salve, oh cruz, única esperanza", himno "Vexilla Regis").

2015 El camino de la perfección pasa por la cruz. No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual (cf 2Tm 4). El progreso espiritual implica la ascesis y la mortificación que conducen gradualmente a vivir en la paz y el gozo de las bienaventuranzas:

"El que asciende no cesa nunca de ir de comienzo en comienzo mediante comienzos que no tienen fin. Jamás el que asciende deja de desear lo que ya conoce" (S. Gregorio de Nisa, hom. in Cant. 8).

2427 El trabajo humano procede directamente de personas creadas a imagen de Dios y llamadas a prolongar, unidas y para mutuo beneficio, la obra de la creación dominando la tierra (cf Gn 1, 28; GS 34; CA 31). El trabajo es, por tanto, un deber: "Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma" (2Ts 3, 10; cf. 1Ts 4, 11). El trabajo honra los dones del Creador y los talentos recibidos. Puede ser también redentor. Soportando el peso del trabajo (cf Gn 3, 14-19), en unión con Jesús, el carpintero de Nazaret y el crucificado del Calvario, el hombre colabora en cierta manera con el Hijo de Dios en su Obra redentora. Se muestra discípulo de Cristo llevando la Cruz cada día, en la actividad que está llamado a realizar (cf LE 27). El trabajo puede ser un medio de santificación y una animación de las realidades terrenas en el espíritu de Cristo.

 

Oración de los fieles

Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre: él es nuestro único mediador y sacerdote, al ofrecer una vez y para siempre su sacrificio en la cruz. Que él, resucitado, interceda ante el Padre por la Iglesia orante en la tierra.

- Para que, por el poder de la cruz de Cristo, el Padre conceda a la Iglesia la firmeza en la fe, el valor de la esperanza, la entrega en el amor. Oremos al Señor.

- Para que, por la eficacia salvífica de la cruz de Cristo, el Señor conceda la paz y la reconciliación entre todos los hombres de buena voluntad. Oremos al Señor.

- Para que, por la cruz salvadora, el Padre sostenga a los enfermos, dé fortaleza y aliento a los oprimidos, conforte a cuantos comparten la pasión de Cristo. Oremos al Señor.

- Para que, por la cruz redentora, robustezca a cuantos predican el Evangelio en tierras lejanas y en los sectores más alejados de la Iglesia. Oremos al Señor.

- Para que, por la fuerza de la cruz del Señor, el Padre otorgue a cuantos con ella hemos sido marcados con el Espíritu de fortaleza y de paciencia, de paz y de amor. Oremos al Señor.

Dios y Padre nuestro,
que levantaste sobre todo a tu Hijo,
obediente hasta la muerte y muerte de cruz,
escucha la oración de todos los que creemos en él
y queremos seguir su camino de entrega,
de sacrificio por amor a ti y a nuestros hermanos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
 

Oración sobre las ofrendas

Señor, que nos limpie de toda culpa esta oblación,
la misma que en el ara de la cruz
quitó el pecado del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Prefacio
La victoria de la Cruz gloriosa

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz,
para que donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida,
y el que venció en un árbol fuera en un árbol vencido,
por Cristo, Señor nuestro.

Por él, los ángeles alaban tu gloria,
te adoran las dominaciones y tiemblan las potestades,
los cielos, sus virtudes y los santos serafines
te celebran unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:

R. Santo, Santo, Santo...

 

Antífona de la comunión Cf. Jn 12, 32

Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Alimentados en tu sagrado banquete,
te pedimos, Señor Jesucristo,
que lleves a la gloria de la resurrección
a los que has redimido mediante el leño de la cruz vivificadora.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Se puede usar la fórmula de bendición solemne.

Dios, Padre de misericordia,
que en la pasión de su Hijo os ha dado ejemplo de amor,
os conceda, por vuestra entrega a Dios y a los hombres, la mejor de sus bendiciones.

R. Amén.

Y que gracias a la muerte temporal de Cristo,
que alejó de vosotros la muerte eterna,
obtengáis el don de una vida sin fin.

R. Amén.

Y así, imitando su ejemplo de humildad,
participéis un día en su resurrección gloriosa.

R. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo, 
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

R. Amén.


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