29 de septiembre - SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL. Fiesta

 

 

SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL.
Fiesta

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 29 DE SEPTIEMBRE

- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Celebración del Miércoles de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.).


 

NOTICIAS DE ACTUALIDAD 

 


Portada

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SANTORAL DE HOY

 Santos Miguel, Gabriel y Rafael, arcángeles

Elogio: Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis millas de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares, y que sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a Él glorifican sin cesar.

Patronazgos: Se consignan sólo los principales patronazgos de cada uno: Miguel: de la Iglesia Católica y la Gendarmería del Vaticano, de Alemania, de los caballeros, soldados, paracaidistas, de muchos oficios, de los pobres, los moribundos y los cementerios, para pedir una buena muerte. Gabriel: de las comunicaciones y los servicios de inteligencia, los mensajeros, carteros, funcionarios de correos y filatélicos, protector contra la infertilidad. Rafael: de los enfermos, los farmacéuticos, los viajeros, peregrinos, inmigrantes, marinos, techadores y mineros, protector contra enfermedades de los ojos.

Refieren a este santo: Santos Ángeles Custodios.

Oración

Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios de los ángeles y los hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

    San Eutiquio, obispo y mártir

En Perinto o Heraclea, de Tracia, san Eutiquio, obispo y mártir.

   Santas Rípsimes, Gayana y compañeras, mártires

En Valeroctista, en Armenia, santas mártires Rípsimes, Gayana y compañeras.

   San Fraterno de Auxerre, obispo

En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Fraterno, obispo.

   San Quiríaco, eremita

En Palestina, san Quiríaco, anacoreta, de vida austerísima, que habitó en cuevas hasta casi nonagenario y fue ejemplo de anacoretas y defensor de la verdadera fe contra los errores de los origenistas.

   San Liudwino de Tréveris, obispo

En Mettlach, lugar de Renania, a orillas del río Sarre, sepultura de san Liudwino, obispo de Tréveris, fundador del monasterio de este lugar y muerto en Reims.

   San Adelrico, presbítero y eremita

En la isla de Ufnau, del lago de Zurich, entre los helvecios, san Adelrico o Alarico, presbítero y eremita.

   San Mauricio, abad

En la Bretaña Menor, san Mauricio, primero abad del monasterio de Langonet y después del de Carnoet, de la Orden Cisterciense, fundado por él mismo, donde murió en olor de santidad.

   Beato Juan de Montmirail, monje

En el monasterio cisterciense de Longpont, beato Juan de Montmirail, que dejó su profesión de esclarecido caballero por la de humilde monje.

   Beato Carlos de Blois, laico

En Vannes, en el litoral de Bretaña Menor, beato Carlos de Blois, varón piadoso, manso y humilde, duque de Bretaña, que pese a su deseo de ingresar en la Orden de Hermanos Menores, se sintió obligado a vindicar el principado en contra de un adversario y, hombre constante en las desgracias, sufrió larga cárcel, siendo asesinado en una batalla, junto al Aubray.

   Beato Nicolás de Furca Palena, monje y presbítero

En Roma, beato Nicolás de Furca Palena, presbítero de la Orden de San Jerónimo, fundador del monasterio de San Onofre, en la colina del Janículo, que descansó ya centenario en el Señor.

   San Juan de Dukla, religioso presbítero

En Lviv, anteriormente en Polonia, san Juan de Dukla, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que vivió una vida oculta y ascética según usanza de los Observantes, con ferviente dedicación pastoral a la cura de almas y fomento de la unidad de los cristianos.

   Santos Miguel Aozaraza, Guillermo Courtet, Vicente Shiwozuka, Lázaro de Kyoto y Lorenzo Ruiz, mártires

En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Miguel Aozaraza, Guillermo Courtet y Vicente Shiwozuka, presbíteros de la Orden de Predicadores, y Lázaro de Kyoto y Lorenzo de Manila Ruiz, padre de familia, todos mártires, que, previo encarcelamiento durante más de un año por su condición de cristianos, sufrieron el suplicio de la cruz para ser degollados después. Su memoria, juntamente con la de otros compañeros, se celebró ayer.

   San Renato Goupil, mártir

En Ossernenon, anteriormente territorio de Canadá, pasión de san Renato Goupil, mártir, que, médico y cooperador con san Isaac Jogues, fue asesinado a golpes de hacha por un nativo.

   Beato Jaime Mestre Iborra, presbítero y mártir

En Gilet, cerca de la ciudad de Valencia, en España, beato Jaime Mestre Iborra, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que derramó su sangre por Cristo durante la persecución religiosa.

   Beatos Pablo Bori Puig y Vicente Sales Genovés, mártires

En la ciudad de Valencia, también en España, beatos mártires Pablo Bori Puig, presbítero, y Vicente Sales Genovés, religioso de la Orden de la Compañía de Jesús, que libraron el buen combate por Cristo.

   Beato Darío Hernández Morató, presbítero y mártir

En el Picadero de Paterna, igualmente en la provincia de Valencia, beato Darío Hernández Morató, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que ofreció su alma a Dios en la misma persecución religiosa.

   Beato Francisco de Paula Castelló i Aleu, mártir

En Lleida, de nuevo en España, beato Francisco de Paula Castelló i Aleu, mártir, que, condenado en la referida persecución religiosa, arrostró la muerte con ánimo apacible y gran fortaleza.

   Beatos Antonio Arribas Hortigüela, Abundio Martín Rodríguez y 5 compañeros, mártires

En Pont de Ser, Girona, España, Antonio Arribas Hortigüela, Abundio Martín Rodríguez, José Vergara Echevarría, Josep Oriol Isern Masso, sacerdotes, junto con Gumersindo Gómez Rodríguez, Jesús Moreno Ruiz y José Del Amo y Del Amo, los siete religiosos Misioneros del Sagrado Corazón y mártires de la persecución religiosa que acompañó a la Guerra Civil española.

   Beato Luis Monza, presbítero y fundador

En Lecco, Italia, beato Luis Monza, presbítero y fundador de las Pequeñas Apóstoles de la Caridad.

 

LITURGIA DE HOY

Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis millas de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares, y que sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a Él glorifican sin cesar (elog. del Martirologio Romano).


Misa de la fiesta (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- Dan 7, 9-10. 13-14. Miles y miles lo servían.
o bien: Ap 12, 7-12a. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón.
- Sal 137. R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
- Jn 1, 47-51. Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.


Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.


Martirologio: elogs. del 30 de septiembre, pág. 585.
CALENDARIOS: Arzobispado Castrense-Cuerpo de Mutilados: San Rafael Arcángel (S). OCSO: (F).



Antífona de entrada Cf. Sal 102, 20
Bendecid al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a la voz de su palabra.

Monición de entrada

Hoy es la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Miguel, fuerte protector de la Iglesia frente al mal; Gabriel, mensajero de Dios que anunció a María y al mundo la inauguración de los tiempos mesiánicos; Rafael, medicina de Dios, compañero de ruta de la Iglesia que peregrina todavía por este mundo. Ellos sirven a Dios día y noche, y, contemplando su rostro, lo glorifican sin cesar.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Oh, Dios, que con admirable sabiduría
distribuyes los ministerios de los ángeles y de los hombres,
concédenos, por tu bondad, que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra
por aquellos que te asisten continuamente en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.


LECTURAS DE LA MISA


PRIMERA LECTURA (opción 1) 
Miles y miles le servían

Lectura de la profecía de Daniel (Dan 7, 9-10. 13-14)

MIRÉ y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.
Su vestido era blanco como nieve,
su cabellera como lana limpísima;
su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas;
un río impetuoso de fuego brotaba y corría ante él.
Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes.
Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Seguí mirando.
Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.
A él se le dio poder, honor y reino.
Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.
Su poder es un poder eterno, no cesará. Su reino no acabará.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


PRIMERA LECTURA (opción 2)
Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón

Lectura del libro del Apocalipsis (Ap 12, 7-12a)

HUBO un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón combatió, él y sus ángeles. Y no prevaleció y no quedó lugar para ellos en el cielo.
Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.
Y oí una gran voz en el cielo que decía:
«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos lo vencieron en virtud de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio que habían dado, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por eso, estad alegres, cielos, y los que habitáis en ellos».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial (Sal 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8 [R.: 1c])

R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

V. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario.

R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

V. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

V. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.


Aleluya Sal 102, 21

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos. R.


EVANGELIO
Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 1, 47-51)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?
Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Catecismo de la Iglesia Católica

329 S. Agustín dice respecto a ellos: "Angelus officii nomen est, non naturae. Quaeris numen huins naturae, spiritus est; quaeris officium, ángelus est: ex eo quad est, spiritus est, ex eo quod agit, ángelus" ("El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel") (Psal. 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18, 10), son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra" (Sal 103, 20).

335 En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo (cf MR, "Sanctus"); invoca su asistencia (así en el "In Paradisum deducant te angeli… " ("Al Paraíso te lleven los ángeles… ") de la liturgia de difuntos, o también en el "Himno querubínico" de la liturgia bizantina) y celebra más particularmente la memoria de ciertos ángeles (S. Miguel, S. Gabriel, S. Rafael, los ángeles custodios).


Oración de los fieles

Pidamos al Señor, a quien alaban los ángeles, que escuche nuestras oraciones por la Iglesia y por todos los hombres.

- Para que el arcángel san Miguel proteja a la Iglesia que está en el mundo en la lucha contra el mal. Oremos.

- Para que el arcángel san Rafael acompañe a la Iglesia peregrina, en su avance por los caminos de la humanidad y socorra a los enfermos y necesitados. Oremos.

- Para que el arcángel san Gabriel guíe a esta comunidad, enviada por Cristo, para llevar a todos el mensaje del Evangelio. Oremos.

Te pedimos, Señor, que tus santos arcángeles,
ministros gloriosos de tu poder de salvación,
nos ayuden en el peregrinar de esta vida
y nos conduzcan después a la patria eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.


Oración sobre las ofrendas

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza
y te suplicamos humildemente
que, llevado ante tu majestad por manos de los ángeles,
lo recibas en tu bondad y sea provechoso para nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO DE LOS ÁNGELES
LA GLORIA DE DIOS MANIFESTADA EN LOS ÁNGELES

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Y proclamar tus alabanzas en tus ángeles y los arcángeles
pues lo que se honra verdaderamente en ellos
redunda en tu grandeza y gloria.
Siendo ellos dignísimos de todo honor,
tu eres inmenso y has de ser reconocido sobre todas las cosas,
por Cristo Señor nuestro.

Por él, la multitud de los ángeles celebra tu majestad;
a ellos nos unimos en gozosa adoración
cantando a una sola voz tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...


Antífona de comunión Sal 137, 1

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, delante de los ángeles tañeré para ti.


Oración después de la comunión

Alimentados con el pan del cielo,
te pedimos humildemente, Señor,
que, sostenidos por su fuerza,
avancemos con valentía por la senda de la salvación
bajo la fiel custodia de tus ángeles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


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