PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 16 DE NOVIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Celebración de la Palabra.
HOY MARTES, Y MAÑANA MIÉRCOLES NO TENDREMOS LA MISA. YA EL JUEVES SÍ
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: Santa Margarita, nacida en Hungría y casada con Malcolm III, rey de Escocia, que dio a luz ocho hijos, y fue sumamente solícita por el bien del reino y de la Iglesia; a la oración y a los ayunos añadía la generosidad para con los pobres, dando así un óptimo ejemplo como esposa, madre y reina.
Patronazgos: Patrona de Escocia, de las familias numerosas, las viudas, protectora contra la muerte de los niños.
Elogio: Santa Gertrudis, llamada «Magna», virgen, que entregada desde su infancia, con mucho fervor y decisión, a la soledad y al estudio de las letras, y convertida totalmente a Dios, ingresó en el monasterio cisterciense de Helfta, cerca de Eisleben, en Sajonia, donde progresó de modo admirable por el camino de perfección, consagrándose a la oración y contemplación de Cristo crucificado. Falleció el día diecisiete.
Patronazgos: patrona de Perú, de las Antillas, y de las monjas.
Refieren a este santo: Santa Matilde
Elogio: Santa Margarita, nacida en Hungría y casada con Malcolm III, rey de Escocia, que dio a luz ocho hijos, y fue sumamente solícita por el bien del reino y de la Iglesia; a la oración y a los ayunos añadía la generosidad para con los pobres, dando así un óptimo ejemplo como esposa, madre y reina.
Patronazgos: Patrona de Escocia, de las familias numerosas, las viudas, protectora contra la muerte de los niños.
Elogio: Santa Gertrudis, llamada «Magna», virgen, que entregada desde su infancia, con mucho fervor y decisión, a la soledad y al estudio de las letras, y convertida totalmente a Dios, ingresó en el monasterio cisterciense de Helfta, cerca de Eisleben, en Sajonia, donde progresó de modo admirable por el camino de perfección, consagrándose a la oración y contemplación de Cristo crucificado. Falleció el día diecisiete.
Patronazgos: patrona de Perú, de las Antillas, y de las monjas.
Refieren a este santo: Santa Matilde
Santos Agustín y Felicidad, mártires
En Capua, de la Campania, santos Agustín y Felicidad, mártires, que,
según la tradición, padecieron en tiempo del imperio de Decio.
Santos Leocadio y Lusor, laicos
En Dol, en el territorio de Bourges, en la Galia, conmemoración de los
santos Leocadio y Lusorio, el primero de los cuales, siendo senador de las
Galias y aún pagano, recibió a los primeros pregoneros de la fe en este
territorio y convirtió en iglesia su propia casa; del segundo, hijo suyo, se
dice que falleció llevando todavía las vestiduras blancas del bautismo.
San Euquerio de Lyon, obispo
En Lyon, también en la Galia, san Euquerio, del orden senatorial, que
primero se retiró con su familia a la vida ascética en una isla junto a Lérins,
y después, elegido obispo de Lyon, consignó por escrito muchas pasiones de
santos mártires.
San Otmar, abad
Entre los helvecios, san Otmar, abad, que junto a la celda construida por
san Galo fundó un pequeño hospital para leprosos y un cenobio bajo la
observancia de la Regla de san Benito, y por defender sus derechos fue
deportado por vecinos poderosos a una isla del Rin, donde falleció.
Beato Simeón, abad
En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Simeón, abad.
San Edmundo Rich, obispo
En la villa de Soisy, en Francia, muerte de san Edmundo Rich, obispo de
Cantorbery, que, desterrado por defender los derechos de la Iglesia, llevó una
vida santa entre los monjes cistercienses de Pontigny.
Santa Inés de Asís, virgen (1 coms.)
En Asís, población de Umbría, en el convento de san Damián, santa Inés,
virgen, que en la flor de la juventud, siguiendo a su hermana santa Clara, se
abrazó de todo corazón a la pobreza, bajo la dirección de san Francisco.
Beato Eduardo Osbaldeston, presbítero y
mártir
En York, en Inglaterra, beato Eduardo Osbaldeston, presbítero de
Lancaster y mártir, el cual, alumno del Colegio de los Ingleses de Reims, al
volver a Inglaterra como sacerdote fue condenado a muerte y ahorcado, en tiempo
de la reina Isabel I.
Beato Zef Marksen [Josef Marxen], presbítero
y mártir
En Tirana, Albania, beato Marksen [Josef Marxen], presbítero de la
diócesis de Lezhë y mártir.
LITURGIA DE HOY
Antífona de entrada Cf. Mt 25, 34. 36. 40
Venid vosotros, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estaba enfermo y me
visitasteis. En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos
mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.
O bien: Sal 111, 9
Reparte limosna a los pobres, su caridad dura por siempre, y alzará la
frente con dignidad.
Monición de entrada
Hacemos memoria en esta celebración de santa Margarita, nacida en Hungría
hacia el año 1046. Casada con el rey de Escocia, dio a luz ocho hijos y fue
sumamente solícita por el bien del reino y de la Iglesia; a la oración y a los
ayunos añadía la generosidad para con los pobres, siendo ejemplo de esposa,
madre y reina. Murió en Edimburgo el año 1093.
Oh, Dios, que hiciste a santa Margarita de Escocia
admirable por su caridad con los pobres,
concédenos, por su intercesión y ejemplo,
manifestar entre los hombres la imagen de tu bondad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Santa
Gertrudis, virgen
Antífona de entrada
Alegrémonos, exultemos, porque el Señor ha amado a esta virgen santa y
gloriosa.
O bien:
Esta es la virgen sabia que el Señor encontró vigilante, con el aceite de
su lámpara preparado y, al llegar el Señor, entró con él en el banquete de
bodas.
Monición de entrada
Conmemoramos en esta celebración a santa Gertrudis, virgen, monja
cisterciense alemana del siglo XIII, famosa por sus escritos espirituales. Con
amor eterno la amó el Señor, la llevó a la soledad y le habló al corazón; así
ella se consagró a la oración y contemplación de Cristo crucificado, el Señor
se desposó con ella en matrimonio perpetuo en fidelidad y misericordia.
Falleció el año 1301 o 1302.
Oh, Dios, que preparaste una gozosa morada para ti
en el corazón de la virgen santa Gertrudis,
ilumina bondadosamente, por su intercesión,
las tinieblas de nuestro espíritu
para que percibamos con alegría tu presencia y tu acción en nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS
DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Legaré un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte noble, por amor a nuestra ley
Lectura del segundo libro de los Macabeos (2 Mac 6, 18-31)
R. Te alabamos, Señor.
R. El Señor me sostiene.
V. Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios».
R. El Señor me sostiene.
V. Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo.
R. El Señor me sostiene.
V. Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.
Levántate, Señor; sálvame, Dios mío.
R. El Señor me sostiene.
V. Dios nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados. R.
El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
R. Gloria a ti, Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Aquel día, la multitud juzgó a Zaqueo, lo miró con desprecio; Jesús, en
cambio, hizo lo contrario: levantó los ojos hacia él (Lc 19, 5). La mirada de
Jesús va más allá de los defectos para ver a la persona; no se detiene en el
mal del pasado, sino que divisa el bien en el futuro; no se resigna frente a la
cerrazón, sino que busca el camino de la unidad y de la comunión; en medio de
todos, no se detiene en las apariencias, sino que mira al corazón. Jesús mira
nuestro corazón, el tuyo, el mío. Con esta mirada de Jesús, podéis hacer surgir
una humanidad diferente, sin esperar a que os digan «qué buenos sois», sino
buscando el bien por sí mismo, felices de conservar el corazón limpio y de
luchar pacíficamente por la honestidad y la justicia. No os detengáis en la
superficie de las cosas y desconfiad de las liturgias mundanas de la
apariencia, del maquillaje del alma para aparentar mejores. Por el contrario,
instalad bien la conexión más estable, la de un corazón que ve y transmite
incansablemente el bien. Y esa alegría que habéis recibido gratis de Dios, por
favor, dadla gratis (cf. Mt 10, 8), porque son muchos los que la esperan. Y la
esperan de vosotros.
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