17 de noviembre - MIÉRCOLES DE LA XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, religiosa

 


 

MIÉRCOLES DE LA XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, religiosa

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 17 DE NOVIEMBRE

- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Celebración de la Palabra.

HOY MIÉRCOLES NO TENDREMOS LA MISA.
YA MAÑANA JUEVES SÍ

 


 NOTICIAS DE ACTUALIDAD



Portada

El Dr. Calum Miller muestra cómo se manipulan e incluso inventan los números

Las cifras del aborto ilegal y sus muertes, falsas e hinchadas: artículo del British Medical Journal

Repasamos una hoja de ruta anterior a la pandemia que vale la pena retomar

El obispo Barron presentó 5 vías para llegar a los alejados de la fe: así respondieron los obispos

En Medjugorje, Siobhan tuvo una visión que le llevó a la fe: «Supe que 'eso' era Jesús»

Hija de un famoso cantante, rechazaba la fe hasta que se encontró con María... y el diablo

Vídeos

  Nueve artistas que comparten su fe

  El padre Ljubicic explica Medjugorje

  Humor para enseñar la fe a los niños

  Ascensión Romero: quién fue Carmen

  El cabello de ángel de fray Ángel Ramón

Otras noticias

  «Vivir de veras con Cristo vivo»: bellas meditaciones del padre Mendizábal para espolear nuestra fe

  Catherine L´Ecuyer, Premio ReL Educación: «Echo en falta en España un modelo de educación clásica»

  Semana de Oración y Ayuno según Santa Hildegarda: una forma diferente de iniciar el Adviento

  Reig Pla: «Se necesitaría ser inconsciente para no ver cuán fuerte es el mal»… pero hay «esperanza»

Opinión

  Las ideas tienen consecuencias: el caso espectacular de la ideología de género , por Josep Miró i Ardèvol

Blogs

  Hoy el reto del amor es que pidas a Cristo ser envoltorio que lleve a Él. , por El Reto Del Amor

  La “S” grabada. Comentario para Matrimonios: Lucas 19, 1-10 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Paracuellos: jornada martirial anual , por Victor in vínculis

  Evangelización en Tik Tok , por Patxi Bronchalo




SANTORAL DE HOY

Elogio: Memoria de santa Isabel de Hungría, que siendo casi niña se casó con Luis, landgrave de Turingia, a quien dio tres hijos, y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la meditación de las cosas celestiales, se retiró a Marburgo, en la actual Alemania, en un hospital que ella misma había fundado, donde, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad.

Patronazgos: patrona las viudas y los huérfanos, los mendigos, los enfermos, los necesitados, los inocentes perseguidos, de bordadores y panaderos, de Cáritas y organizaciones de beneficencia, y de varias ciudades y diócesis, protectora contra el dolor de muelas.

Refieren a este santo: Beata Gertrudis, Santa Isabel de Portugal, Santa Kinga o Cunegunda


Otros santos de este día:

   San Gregorio «Taumaturgo», obispo

En Neocesarea, en el Ponto, san Gregorio, obispo, que siendo aún adolescente abrazó la fe cristiana, fue progresando en las ciencias divinas y humanas, y, ordenado obispo, brilló por su doctrina, virtudes y trabajos apostólicos. Por los incontables milagros que realizó, se le llamó «Taumaturgo».

   Santos Alfeo y Zaqueo, mártires  

En Cesarea de Palestina, santos Alfeo y Zaqueo, mártires, que por confesar con todas sus fuerzas a Dios y a Jesucristo Rey, después de muchos tormentos fueron condenados a muerte, en el primer año de la persecución ordenada por el emperador Diocleciano.

   San Acisclo, mártir

En Córdoba, en la provincia hispánica de la Bética, san Acisclo, mártir.

   San Aniano de Orleáns, obispo  

En Orleáns, de la Galia Lugdunense, san Aniano, obispo, que, confiando sólo en Dios, cuyo auxilio no cesaba de pedir con oraciones y lágrimas, liberó a su ciudad, asediada por los hunos.

   San Namacio de Vienne, obispo

En Vienne, de Burgundia, san Namacio, obispo, que desempeñó rectamente los mismos oficios civiles, y que rigió y honró la sede episcopal.

   San Gregorio de Tours, obispo  

En Tours, de Neustria, san Gregorio, obispo, sucesor de san Eufronio, que escribió en lenguaje claro y sencillo la historia de los francos.

   Santa Hilda, abadesa

En Whitby, en Northumbria, santa Hilda, abadesa, la cual, después de abrazar la fe y recibir los sacramentos de Cristo, puesta al frente de su monasterio, tanto se entregó a la formación de los monjes y monjas en la vida regular, al mantenimiento de la paz y la armonía, al trabajo y a la lectura de las divinas Escrituras, que parecía realizar en la tierra tareas celestiales.

   San Florino, presbítero

En Rëmus, lugar de Recia, san Florino, presbítero, fielmente dedicado a la labor parroquial.

   San Lázaro, monje confesor  

En Constantinopla, san Lázaro, monje, nacido en Armenia, el cual, insigne en la pintura artística de imágenes sagradas, fue atormentado con crueles suplicios al negarse a destruir sus obras por orden del emperador iconoclasta Teófilo, aunque después, apaciguadas las controversias sobre el debido culto a las imágenes, el emperador Miguel III le envió a Roma para afianzar la concordia y unidad de toda la Iglesia.

   San Hugo de Novara, abad

En Novara, de Sicilia, san Hugo, abad, que enviado por san Bernardo de Claraval estableció la Orden Cisterciense allí mismo y en Calabria.

   San Hugo de Lincoln, obispo  

En Lincoln, en Inglaterra, san Hugo, obispo, que era monje cartujo al verse llamado a regir la iglesia de esta ciudad, donde realizó un trabajo excelente, lo mismo en defensa de las libertades de la Iglesia que en arrancar a los judíos de manos de sus enemigos.

   Beata Salomé, abadesa  

Cerca de Cracovia, de Polonia, beata Salomé, reina de Halicz (Galizia), que, fallecido su esposo, el rey Colomano, profesó la Regla de las Clarisas y desempeñó santamente el cargo de abadesa en un monasterio fundado por ella misma.

   Santa Gertrudis la Magna, virgen  

En Helfta, en las cercanías de Eisleben, en Sajonia, aniversario de la muerte de santa Gertrudis, virgen, cuya memoria se celebra el día de ayer.

   Beato León Saisho Shichiemon Atsutomo, mártir  

En Hirasa, beato León Saisho Shichiemon Atsutomo, samurai de alto rango, mártir, cuya muerte tuvo lugar a los tres meses y medio después de haber recibido el bautismo. Su martirio tuvo lugar donde él mismo había pedido, en el cruce de caminos, por significar la cruz de Cristo.

   San Juan del Castillo, presbítero y mártir  

En Asunción, en Paraguay, san Juan del Castillo, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, en el poblado de las reducciones fundado aquel mismo año por san Roque González y encomendado a sus cuidados, por instigación de un individuo aficionado a artes mágicas fue maltratado con crueles suplicios y finalmente apedreado, lo que le llevó a la muerte dando testimonio de Cristo.

   Santos Jordán Ansalone y Tomás Hioji Rokuzayemon Nishi, presbíteros y mártires

En Nagasaki, en Japón, santos Jordán (Jacinto) Ansalone y Tomás Hioji Rokuzayemon Nishi, presbíteros dominicos y mártires. El primero trabajó denodadamente por el Evangelio en las islas Filipinas antes de pasar a Japón, y el segundo, primero en la isla de Formosa, y después, en sus últimos años y en su misma patria, fue un incansable propagador de la fe en la región de Nagasaki, hasta que ambos, con ánimo invicto, por orden del gobernador Tokugawa Yemitsu fueron sometidos durante siete días a los crueles tormentos de la horca y del encierro en una hoya, hasta entregar su vida.

   Beato Lope Sebastián Hunot, presbítero y mártir

En el mar, ante Rochefort, en Francia, beato Lope Sebastián Hunot, presbítero de Sens y mártir, que, por su condición de sacerdote, durante la Revolución Francesa fue encarcelado en una vieja nave allí anclada, donde padeció toda la dureza de la cautividad y completó el martirio víctima de las fiebres.

   Beato Eusebio Andrés, religioso y mártir

En Barcelona, España, beato Eusebio Andrés (Eusebio Roldán Vielva), religioso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y mártir.

   Beato Josafat Kocylovskyj, obispo y mártir

En la localidad de Capaivca, en el territorio de Kiev, en Ucrania, beato Josafat Kocylovskyj, obispo de Przemysl y mártir, que, durante la opresión a su patria por un régimen enemigo de Dios, entregó su alma como fiel discípulo de Cristo.

 

LITURGIA DE HOY

Misa de la memoria (blanco).

MISAL: 1.ª orac. prop. y el resto del común de santos (para santos que practicaron obras de misericordia), o de un domingo del T.O., Pf. común o de la memoria.

LECC.: vol. III-impar.
- 2 Mac 7, 1. 20-31. El Creador del universo os devolverá el aliento y la vida.
- Sal 16. R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
- Lc 19, 11-28. ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.

Martirologio: elogs. del 18 de noviembre, pág. 675.
CALENDARIOS: Córdoba: Santos Acisclo y Victoria, mártires (S).
TOR: Santa Isabel de Hungría, religiosa (S). Familia Franciscana: (F).
Cartujos: San Hugo de Lincoln, monje (MO).
Benedictinos: Santa Margarita de Escocia, o santa Isabel de Hungría, religiosa (ML).
HH. de las Escuelas Cristianas: Dedicación de la iglesia de San Juan Bautista de La Salle (ML).
Servitas: Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.


Antífona de entrada Mt 25, 34. 36. 40

Venid vosotros, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estaba enfermo y me visitasteis. En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.

O bien: Sal 111, 9

Reparte limosna a los pobres, su caridad dura por siempre, y alzará la frente con dignidad.


Monición de entrada

Conmemoramos en esta celebración a santa Isabel, esposa y madre, hija del rey de Hungría, que se casó siendo aún muy niña y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la oración, se retiró a un hospital que ella misma había fundado en Alemania. Allí, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los pobres y enfermos hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad, en el año 1231.


Oración colecta

Oh, Dios, que concediste a santa Isabel de Hungría
reconocer y venerar a Cristo en los pobres,
concédenos, por su intercesión, servir con amor infatigable
a los indigentes y a los atribulados.
Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA 
El Creador del universo os devolverá el aliento y la vida

Lectura del segundo libro de los Macabeos (2 Mac 7, 1. 20-31)

EN AQUELLOS DÍAS, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley.

En extremo admirable y digna de recuerdo fue la madre, quien, viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno y les decía en su lengua patria:

«Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno: yo no os regalé el aliento ni la vida, ni organicé los elementos de vuestro organismo. Fue el Creador del universo, quien modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, por su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por su ley».

Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando.

Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo; más aún, le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por Amigo y le daría algún cargo.

Pero como el muchacho no le hacía el menor caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien.

Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo: se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma patrio:

«Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y te crié durante tres años, y te he alimentado hasta que te has hecho mozo! Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contienen, y ten presente que Dios lo creó todo de la nada, y el mismo origen tiene el género humano. No temas a ese verdugo; mantente a la altura de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos». Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo:

«¿Qué esperáis? No obedezco el mandato del rey; obedezco el mandato de la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Pero tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 16, 1. 5-6. 8 y 15 [R.: 15b])

R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

V. Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.

R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

V. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.

R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

V. Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.

R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

 

Aleluya Cf. Jn 15, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo os he elegido del mundo -dice el Señor-, para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. R.

 

EVANGELIO 
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 19, 11-28)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida.

Dijo, pues:

«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.

Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:

“Negociad mientras vuelvo”.

Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:

“No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.

Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.

El primero se presentó y dijo:

“Señor, tu mina ha producido diez”.

Él le dijo:

“Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.

El segundo llegó y dijo:

“Tu mina, señor, ha rendido cinco”.

A ese le dijo también:

“Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.

El otro llegó y dijo:

“Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.

Él le dijo:

“Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? 

Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes:

“Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”. Le dijeron:

“Señor, ya tiene diez minas”.

“Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».

Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios 141.

El cristiano ha de manifestarse auténtico, veraz, sincero en todas sus obras. Su conducta debe transparentar un espíritu: el de Cristo. Si alguno tiene en este mundo la obligación de mostrarse consecuente, es el cristiano, porque ha recibido en depósito, para hacer fructificar ese don, la verdad que libera, que salva. Padre, me preguntaréis, y ¿cómo lograré esa sinceridad de vida? Jesucristo ha entregado a su Iglesia todos los medios necesarios: nos ha enseñado a rezar, a tratar con su Padre Celestial; nos ha enviado su Espíritu, el Gran Desconocido, que actúa en nuestra alma; y nos ha dejado esos signos visibles de la gracia que son los Sacramentos. Úsalos. Intensifica tu vida de piedad. Haz oración todos los días. Y no apartes nunca tus hombros de la carga gustosa de la Cruz del Señor.

Ha sido Jesús quien te ha invitado a seguirle como buen discípulo, con el fin de que realices tu travesía por la tierra sembrando la paz y el gozo que el mundo no puede dar. Para eso -insisto-, hemos de andar sin miedo a la vida y sin miedo a la muerte, sin rehuir a toda costa el dolor, que para un cristiano es siempre medio de purificación y ocasión de amar de veras a sus hermanos, aprovechando las mil circunstancias de la vida ordinaria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario