PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 25 DE NOVIEMBRE
- Horario de la
parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.
- Horario de
despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00
h.) y Eucaristía del Viernes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las
19.30 h.).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó por entero a poner al servicio de la sociedad los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, e instauró, además, la Pía Sociedad de San Pablo.
San Siricio, papa
En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, en Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres y los confirmó con su autoridad apostólica.
San Alipio, diácono y monje
En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario.
San Conrado de Constanza, obispo
En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres.
San Nicón «Metanoeite», monje
En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya.
San Belino de Padua, obispo y mártir
En los bosques cercanos a Fratta, en el territorio de Rovigo, pasión de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio de la Iglesia, que, cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas.
Beato Poncio de Faucigny, religioso
En el monasterio de Sixt, de Canónigos Regulares, en Saboya, hoy Francia, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso.
San Silvestre Gozzolini, abad y fundador
Junto a Fabriano, en el Piceno, san Silvestre Gozzolini, abad, que, habiendo calado a fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo fallecido poco antes, se retiró al eremo, donde cambió varias veces de lugar para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en un lugar apartado próximo a Montefano, trazó las bases de la Orden de Monjes Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito.
Beata Delfina, viuda
En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Elzear de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración.
Beatos Hugo Taylor y Marmaduco Bowes, mártires
En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, que en tiempo de la reina Isabel I fueron llevados al suplicio del patíbulo, acusados, el primero, joven aún, de haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio ya anciano, por haberle ayudado.
San Humilde Pirozzo, religioso
En Bisignano, lugar de Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzo, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, famoso por su espíritu de profecía y frecuentes éxtasis.
San Leonardo de Porto Maurizio, religioso presbítero
En Roma, en el convento de San Buenaventura, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la publicación de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional.
Santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros y mártires
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron decapitados al mismo tiempo.
Beata Cayetana Sterni, viuda y fundadora
En Bassano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, y fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Voluntad para atender a los menesterosos y enfermos.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf.
común.
LECC.: vol. III-impar.
- Dan 7, 2-14. Vi venir una especie de hijo de hombre entre las
nubes del cielo.
- Salmo: Dan 3, 75-81. R. ¡Ensalzadlo con himnos por los
siglos!
- Lc 21, 29-33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que
está cerca el reino de Dios.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 27 de noviembre, pág. 691.
CALENDARIOS: Canarias: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Familia Paulina: Beato Santiago Alberione, presbítero (F).
Córdoba: Santos cuyas reliquias se custodian en Córdoba (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Poncio, abad (MO).
Jesuitas: San Juan Berchmans, religioso (MO).
León: Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir (ML).
Capuchinos: San Leonardo de Porto Mauricio, presbítero (ML
Antífona de entrada Ef 5, 19-20
Cantad y tocad con toda el alma para el
Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo.
Monición de entrada
La eucaristía es acción de
gracias por excelencia y definición. La acción de gracias es la actitud más
característica y propia del cristiano: todo es don gratuito de Dios, todo es
gracia. Sepamos reconocerlo en cualquier momento de nuestra vida, incluso en
los momentos difíciles, y sepamos reconocerlo, especialmente, cuando la bondad
de Dios se hace experiencia vivida.
Oración colecta
Oh, Dios, Padre de todos los dones,
de quien procede cuanto somos y tenemos,
enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa bondad
y a amarte con
sincero corazón y con todas nuestras fuerzas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS
DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
PRIMERA LECTURA
Vi venir una especie de hijo de
hombre entre las nubes del cieloLectura de la profecía de Daniel
(Dn 7, 2-14)
YO, DANIEL, tuve una visión
nocturna: Vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el océano. Cuatro
bestias gigantescas salieron del mar, distintas una de otra.
La primera era como un león con alas de águila; la estaba mirando y de pronto
vi que le arrancaban las alas, la alzaron del suelo, la pusieron de pie como un
hombre y le dieron un corazón humano. Había una segunda bestia semejante a un
oso; estaba medio erguida, con tres costillas en la boca, entre los dientes. Le
dijeron:
«Levántate. Come carne en abundancia».
Después yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo, con cuatro alas de
ave en el lomo, y esta bestia tenía cuatro cabezas. Y le dieron el poder.
Después seguí mirando y en mi visión nocturna contemplé una cuarta bestia,
terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía grandes dientes de
hierro, con los que comía y descuartizaba; y las sobras las pateaba con las
pezuñas. Era distinta de las bestias anteriores, porque tenía diez cuernos.
Miré atentamente los cuernos, y vi que de entre ellos salía otro cuerno
pequeño; y arrancaron ante él tres de los cuernos precedentes. Aquel cuerno
tenía ojos humanos, y una boca que profería insolencias.
Miré y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.
Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono,
llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas; un río impetuoso de fuego brotaba y
corría ante él.
Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes.
Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Yo seguí mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno; hasta
que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras
bestias les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada, hasta un tiempo
y una hora.
Seguí mirando. Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre
entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.
A él se le dio poder, honor y reino.
Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.
Su poder es un poder eterno, no cesará.
Su reino no acabará.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Dan 3,
75. 76. 77. 78. 79. 80. 81 [R.: 59b])
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Montes y cumbres,
bendecid al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Cuanto germina en la
tierra, bendiga al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Manantiales, bendecid al
Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Mares y ríos, bendecid
al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Cetáceos y peces,
bendecid al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Aves del cielo, bendecid
al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
V. Fieras y ganados,
bendecid al Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por
los siglos!
Aleluya Lc 21, 28
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Levantaos, alzad la
cabeza; se acerca vuestra liberación. R.
EVANGELIOCuando veáis que suceden estas
cosas, sabed que está cerca el reino de Dios
╬ Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (Lc 21, 29-33)
R. Gloria a ti, Señor.EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a
sus discípulos una parábola:
«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan
brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.
Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca
el reino de Dios.
En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y
la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Gregorio, in evang. hom. 1.
En cuanto a que el mundo deba ser destruido y despreciado, manifiesta su oportuna comparación cuando dice: "Mirad la higuera y todos los árboles: cuando ya producen de sí el fruto, entendéis que está cerca el estío", etc. Como diciendo: Así como se conoce que está próximo el verano por el fruto del árbol, así se conocerá la proximidad del Reino de Dios por la destrucción del mundo. En esto se manifiesta que la ruina es el fruto del mundo. Para esto produce; porque así como alimenta a todos con sus semillas, así los consumirá con sus mortandades. Se compara el Reino de Dios con el verano, porque entonces han pasado las nieblas de nuestras riquezas y empiezan a brillar con gran claridad los días del sol eterno.
Elogio: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó por entero a poner al servicio de la sociedad los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, e instauró, además, la Pía Sociedad de San Pablo.
San Siricio, papa
En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, en Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres y los confirmó con su autoridad apostólica.
San Alipio, diácono y monje
En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario.
San Conrado de Constanza, obispo
En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres.
San Nicón «Metanoeite», monje
En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya.
San Belino de Padua, obispo y mártir
En los bosques cercanos a Fratta, en el territorio de Rovigo, pasión de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio de la Iglesia, que, cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas.
Beato Poncio de Faucigny, religioso
En el monasterio de Sixt, de Canónigos Regulares, en Saboya, hoy Francia, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso.
San Silvestre Gozzolini, abad y fundador
Junto a Fabriano, en el Piceno, san Silvestre Gozzolini, abad, que, habiendo calado a fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo fallecido poco antes, se retiró al eremo, donde cambió varias veces de lugar para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en un lugar apartado próximo a Montefano, trazó las bases de la Orden de Monjes Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito.
Beata Delfina, viuda
En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Elzear de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración.
Beatos Hugo Taylor y Marmaduco Bowes, mártires
En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, que en tiempo de la reina Isabel I fueron llevados al suplicio del patíbulo, acusados, el primero, joven aún, de haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio ya anciano, por haberle ayudado.
San Humilde Pirozzo, religioso
En Bisignano, lugar de Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzo, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, famoso por su espíritu de profecía y frecuentes éxtasis.
San Leonardo de Porto Maurizio, religioso presbítero
En Roma, en el convento de San Buenaventura, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la publicación de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional.
Santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros y mártires
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron decapitados al mismo tiempo.
Beata Cayetana Sterni, viuda y fundadora
En Bassano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, y fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Voluntad para atender a los menesterosos y enfermos.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf.
común.
LECC.: vol. III-impar.
- Dan 7, 2-14. Vi venir una especie de hijo de hombre entre las
nubes del cielo.
- Salmo: Dan 3, 75-81. R. ¡Ensalzadlo con himnos por los
siglos!
- Lc 21, 29-33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que
está cerca el reino de Dios.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 27 de noviembre, pág. 691.
CALENDARIOS: Canarias: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Familia Paulina: Beato Santiago Alberione, presbítero (F).
Córdoba: Santos cuyas reliquias se custodian en Córdoba (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Poncio, abad (MO).
Jesuitas: San Juan Berchmans, religioso (MO).
León: Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir (ML).
Capuchinos: San Leonardo de Porto Mauricio, presbítero (ML
Antífona de entrada Ef 5, 19-20
Cantad y tocad con toda el alma para el
Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo.
Monición de entrada
La eucaristía es acción de
gracias por excelencia y definición. La acción de gracias es la actitud más
característica y propia del cristiano: todo es don gratuito de Dios, todo es
gracia. Sepamos reconocerlo en cualquier momento de nuestra vida, incluso en
los momentos difíciles, y sepamos reconocerlo, especialmente, cuando la bondad
de Dios se hace experiencia vivida.
Oración colecta
de quien procede cuanto somos y tenemos,
enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa bondad
y a amarte con sincero corazón y con todas nuestras fuerzas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS
DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Vi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo
Lectura de la profecía de Daniel
(Dn 7, 2-14)
YO, DANIEL, tuve una visión
nocturna: Vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el océano. Cuatro
bestias gigantescas salieron del mar, distintas una de otra.
La primera era como un león con alas de águila; la estaba mirando y de pronto
vi que le arrancaban las alas, la alzaron del suelo, la pusieron de pie como un
hombre y le dieron un corazón humano. Había una segunda bestia semejante a un
oso; estaba medio erguida, con tres costillas en la boca, entre los dientes. Le
dijeron:
«Levántate. Come carne en abundancia».
Después yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo, con cuatro alas de
ave en el lomo, y esta bestia tenía cuatro cabezas. Y le dieron el poder.
Después seguí mirando y en mi visión nocturna contemplé una cuarta bestia,
terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía grandes dientes de
hierro, con los que comía y descuartizaba; y las sobras las pateaba con las
pezuñas. Era distinta de las bestias anteriores, porque tenía diez cuernos.
Miré atentamente los cuernos, y vi que de entre ellos salía otro cuerno
pequeño; y arrancaron ante él tres de los cuernos precedentes. Aquel cuerno
tenía ojos humanos, y una boca que profería insolencias.
Miré y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.
Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono,
llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas; un río impetuoso de fuego brotaba y
corría ante él.
Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes.
Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Yo seguí mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno; hasta
que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras
bestias les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada, hasta un tiempo
y una hora.
Seguí mirando. Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre
entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.
A él se le dio poder, honor y reino.
Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.
Su poder es un poder eterno, no cesará.
Su reino no acabará.
R. Te alabamos, Señor.
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. R.
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a
sus discípulos una parábola:
«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan
brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.
Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca
el reino de Dios.
En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y
la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Gregorio, in evang. hom. 1.
En cuanto a que el mundo deba ser destruido y despreciado, manifiesta su oportuna comparación cuando dice: "Mirad la higuera y todos los árboles: cuando ya producen de sí el fruto, entendéis que está cerca el estío", etc. Como diciendo: Así como se conoce que está próximo el verano por el fruto del árbol, así se conocerá la proximidad del Reino de Dios por la destrucción del mundo. En esto se manifiesta que la ruina es el fruto del mundo. Para esto produce; porque así como alimenta a todos con sus semillas, así los consumirá con sus mortandades. Se compara el Reino de Dios con el verano, porque entonces han pasado las nieblas de nuestras riquezas y empiezan a brillar con gran claridad los días del sol eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario