20 de noviembre - SÁBADO DE LA XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, o SANTA MARÍA EN SÁBADO

 

 

SÁBADO DE LA XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
o SANTA MARÍA EN SÁBADO (ML)

Principio del formulario

 


PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO 20,  DE NOVIEMBRE

- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 23.00 h.

- ERMITA DE MONTEMAYOR:

 - Rezo del Santo Rosario (a las 16.30 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 17.00 h.).

- SAN FRANCISCO:  

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.30 h.).

- Eucaristía – Comunidades Neocatecumenales (a las 20.30 h.).



 NOTICIAS DE ACTUALIDAD


Portada

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Está en prisión por asesinato: el obispo le tomó allí tres votos que ha hecho para expiar su crimen

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¿Por qué algunos gays no temen desvelar el «lado oscuro» de la vida homosexual? Una interpretación

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Vídeos

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  Si Dios te pide un imposible... hazlo

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Otras noticias

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  Youtube cierra La Contra TV, un canal con una cosmovisión cristiana que tiene 300.000 suscriptores

Opinión

  La respuesta a la cancelación , por Rafael Sánchez Saus

Blogs

  Hoy el reto del amor es descubrir el “sabor” de quien tienes al lado. , por El Reto Del Amor

  Pequeños potentes. Comentario para Matrimonios: Lucas 19, 45-48 , por ProyectoAmorConyugal.es

 



SANTORAL DE HOY


Elogio: En Inglaterra, san Edmundo, mártir, que, siendo rey de los anglos orientales, cayó prisionero en la batalla contra los invasores normandos y, por profesar la fe cristiana, fue coronado con el martirio.

Patronazgos: protector contra la peste.

   San Basilio de Antioquía, mártir

En Antioquía de Siria, san Basilio, mártir.

   San Crispín de Écija, obispo y mártir  

En la población de Écija, en la provincia hispánica de la Bética, san Crispín, obispo y mártir.

   San Dasio, mártir (1 coms.)  

En Silistra, de Mesia, san Dasio, mártir.

   Santos Octavio, Solutor y Adventor, mártires (1 coms.)  

En Turín, de la Liguria, santos Octavio, Solutor y Adventor, mártires.

   San Teonesto, mártir  

En Vercelli, también en la Liguria, san Teonesto, mártir, en cuyo honor edificó san Eusebio una basílica.

   San Doro de Benevento, obispo

En Benevento, de la Campania, san Doro, obispo.

   San Silvestre de Châlon-sur-Saône, obispo

En Châlon-sur-Saône, en Burgundia, san Silvestre, obispo, que a los cuarenta años de su sacerdocio, lleno de Dios y virtudes, voló al Señor.

   San Hipólito de Condat, abad y obispo

En los montes del Jura, en la región de la Galia lugdunense, san Hipólito, abad y obispo.

   San Gregorio Decapolita, monje  

En Constantinopla, san Gregorio Decapolita, monje, que primeramente abrazó la vida monástica y después la de anacoreta. Más tarde, peregrinando, permaneció bastante tiempo en Tesalónica, y finalmente se afincó en Constantinopla, donde, luchando fuertemente en defensa de las imágenes sagradas, entregó su alma al Señor.

   San Bernwardo de Hildesheim, obispo  

En Hildesheim, de Sajonia, en Germania, san Bernwardo, obispo, que defendió a sus fieles de las incursiones, restauró la disciplina del clero en numerosos sínodos y fomentó la vida monástica.

   San Cipriano de Calamizzi, abad

En Calabria, san Cipriano, abad de Calamizzi, que conservó con ejemplar fidelidad las tradiciones de Oriente y que, severo consigo mismo, era sin embargo generoso para con los pobres y buen consejero para todo el mundo.

   San Francisco Javier Can, catequista mártir  

En Hanoi, en Tonkin, san Francisco Javier Can, mártir, que, siendo catequista, a causa de su fe fue estrangulado y decapitado en tiempo del emperador Minh Mang.

   Beata María Fortunata Viti, monja  

En Veroli, cerca de Frosinone, en el Lacio, de Italia, beata María Fortunata (Ana Felicia) Viti, de la Orden de San Benito, que casi toda su vida estuvo al cuidado del ropero, intentando solamente ajustarse de todo corazón al cumplimiento de la Regla.

   Beatas Ángela de San José Lloret Martí y catorce compañeras, vírgenes y mártires (1 coms.)  

Cerca de Valencia, en España, beata Angela de San José (Francisca) Lloret Martí y catorce compañeras, vírgenes y mártires. Una era superiora general, y las demás, religiosas de la Congregación de Hermanas de la Doctrina Cristiana. Todas ellas padecieron a causa de la fe en Cristo durante la persecución contra la Iglesia, en la devastadora guerra civil. Sus nombres son: beata María del Sufragio (Antonia María) Orts Baldó, María de los Dolores (María de Montserrat) Llimona Planas, Teresa de San José (Ascensión) Duart y Roig, Isabel Ferrer Sabriá, María de la Asunción (Josefa) Mongoche Homs, María de la Concepción (Emilia) Martí Lacal, María Gracia (Paula) de San Antonio, Corazón de Jesús (María de la Purificación) Gómez Vives, María del Socorro (Teresa) Jiménez Baldoví, María de los Dolores (Gertrudis) Suris Brusola, Ignacia del Santísimo Sacramento (Josefa) Pascual Pallardó, María del Rosario (Catalina) Calpe Ibáñez, María de la Paz (María Isabel) López García y Marcela de Santo Tomás (Áurea) Navarro.

   Beata María de los Milagros Ortells Gimeno, virgen y mártir  

En el Picadero de Paterna, también en la región de Valencia, en España, beata María de los Milagros Ortells Gimeno, virgen de la Orden de las Clarisas Capuchinas y mártir en testimonio de Cristo durante la citada persecución.


LITURGIA DE HOY


(Hasta la hora nona)


Misa de sábado (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria del común de la bienaventurada Virgen María o de las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.

LECC.: vol. III-impar.
- 1 Mac 6, 1-13. Por las desgracias que hice en Jerusalén, muero de tristeza. 

- Sal 9. R. Gozaré con tu salvación, Señor.
- Lc 20, 27-40. No es Dios de muertos, sino de vivos.
o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas de la Virgen María».

Liturgia de las Horas: oficio de sábado o de la memoria.

Martirologio: elog. prop. de la solem. de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, pág. 45, y elogs. del 21 de noviembre, pág. 680.
CALENDARIOS: Hospitalarios de San Juan de Dios: Patrocinio de santa María Virgen sobre la Orden Hospitalaria (S).
Ciudad Rodrigo: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Palencia: Beatos Anselmo Polanco, obispo, y compañeros, mártires (MO).
OFM: Beatos Pascual Fortuni y compañeros, mártires (MO).
Orihuela-Alicante: Beatas Ángeles de San José, María del Sufragio, vírgenes, y compañeras, mártires (ML).
Sant Feliu de Llobregat: Beatas Isabel Ferrer Sabriá y compañeras, vírgenes y mártires (ML).
Valencia: Beatas Ángeles Lloret Martí y compañeras, mártires (ML).
Legionarios de Cristo: Beato José Sánchez del Río, mártir (ML).
Hermanas de la Cruz: Conmemoración de todas las Hermanas, familiares y bienhechores.

Antífona de entrada Cf. Hch 1, 14

Los discípulos perseveraban unánimes en la oración con María, la madre de Jesús.


Monición de entrada

El titulo de Madre de la Iglesia, aplicado a la Virgen María, fue proclamado por el beato papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II. Nos recuerda una verdad muy antigua, contenida en la tradición de la Iglesia: que María, por ser Madre de Cristo, es también verdadera Madre de todos los fieles, que, incorporados a Cristo en su Iglesia, formamos con él un solo cuerpo. Ella, como segunda Eva, nos dio a luz a nosotros, sus hijos, con dolores de parto al pie de la cruz. Y siempre que celebramos el memorial de la cruz en la eucaristía, está ella presente como nuestra madre y corredentora.


Oración colecta

Oh, Dios, Padre de misericordia,
cuyo Unigénito, clavado en la cruz,
proclamó a santa María Virgen, su Madre,
como Madre también nuestra,
concédenos, por su cooperación amorosa,
que tu Iglesia, cada día más fecunda,
se llene de gozo por la santidad de sus hijos
y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Por las desgracias que hice en Jerusalén muero de tristeza

Lectura del primer libro de los Macabeos (1 Mac 6, 1-13)

EN AQUELLOS DÍAS, el rey Antíoco recorría las provincias del norte cuando se enteró de que había en Persia una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza en plata y oro, con un templo lleno de tesoros: escudos dorados, lorigas y armas depositadas allí por Alejandro el de Filipo, rey de Macedonia, primer rey de los griegos.

Antíoco fue allá e intentó apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo, porque los de la ciudad, dándose cuenta de lo que pretendía, salieron a atacarlo.

Antíoco tuvo que huir y emprendió apesadumbrado el viaje de vuelta a Babilonia.

Cuando él se encontraba todavía en Persia, llegó un mensajero con la noticia de que la expedición militar contra Judea había fracasado y que Lisias, que en un primer momento se había presentado como caudillo de un poderoso ejército, había huido ante los judíos; estos, sintiéndose fuertes con las armas, pertrechos y el enorme botín de los campamentos saqueados, habían derribado la abominación de la desolación construida sobre el altar de Jerusalén, habían levantado en torno al santuario una muralla alta como la de antes y habían hecho lo mismo en Bet Sur, ciudad que pertenecía al rey.

Al oír este informe, el rey se asustó y se impresionó de tal forma que cayó en cama y enfermó de tristeza, porque no le habían salido las cosas como quería.

Allí pasó muchos días, cada vez más triste. Pensó que se moría, llamó a todos sus Amigos y les dijo:

«El sueño ha huido de mis ojos y estoy abrumado por las preocupaciones, y me digo: “A qué tribulación he llegado, en qué violento oleaje estoy metido, yo, que era feliz y querido cuando era poderoso! Pero ahora me viene a la memoria el daño que hice en Jerusalén, robando todo el ajuar de plata y oro que había allí, y enviando gente que exterminase sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por eso me han venido estas desgracias. Ya veis, muero de tristeza en tierra extranjera”».

 
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 9, 2-3. 4 y 6. 16 y 19 [R.: cf. 15b])

R. Gozaré, Señor, de tu salvación.
 
V. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo,
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.

R. Gozaré, Señor, de tu salvación.
 
V. Porque mis enemigos retrocedieron,
cayeron y perecieron ante tu rostro.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.

R. Gozaré, Señor, de tu salvación.
 
V. Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron.
Él no olvida jamás al pobre,
ni la esperanza del humilde perecerá.

R. Gozaré, Señor, de tu salvación.

 

Aleluya Cf. 2 Tm 1, 10

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte, e hizo brillar la vida por medio del Evangelio. R.

 

EVANGELIO
No es Dios de muertos, sino de vivos

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 20, 27-40)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:

«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».

Jesús les dijo:

«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre ¡os muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.

Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Intervinieron unos escribas:

«Bien dicho, Maestro».

Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Papa Francisco, Ángelus 6-noviembre-2016

Los «hijos del cielo y de la resurrección» no son unos pocos privilegiados, sino que son todos los hombres y todas las mujeres, porque la salvación traída por Jesús es para cada uno de nosotros. Y la vida de los resucitados será parecida a la de los ángeles (cf. Lc 20, 36), es decir, toda inmersa en la luz de Dios, toda dedicada a su alabanza, en una eternidad llena de alegría y de paz. ¡Pero cuidado! La resurrección no es sólo el hecho de resurgir después de la muerte, sino que es una nueva clase de vida que ya experimentamos hoy; es la victoria sobre la nada que ya podemos pregustar. ¡La resurrección es el fundamento de la fe y de la esperanza cristiana! Si no hubiera referencia al Paraíso y a la vida eterna, el cristianismo se reduciría a una ética, a una filosofía de vida. En cambio, el mensaje de la fe cristiana viene del cielo, es revelado por Dios y va más allá de este mundo. Creer en la resurrección es esencial, para que cada acto de nuestro de amor cristiano no sea efímero y sin más utilidad, sino que se convierta en una semilla destinada a florecer en el jardín de Dios, y producir frutos de vida eterna.


(Después de la hora nona)


TRIGESIMOCUARTA O ÚLTIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Segunda semana del salterio


Misa vespertina de la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo (blanco).
Liturgia de las Horas: I Vísp. de la solemnidad. Comp. Dom. I.

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