PROGRAMA PARROQUIAL:MARTES, 15 DE NOVIEMBRE- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía del Martes de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 19.30 h.).
- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía del Martes de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 19.30 h.).
Elogio: San Alberto, llamado «Magno», obispo y doctor de la Iglesia, que ingresó en la Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino, uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y naturales. Después se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona, desde la cual se esforzó asiduamente en fortalecer la paz entre los pueblos, aunque al cabo de un año prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de honores, y murió santamente en Colonia, en la Lotaringia Germánica.
Patronazgos: patrono de teólogos, filósofos, técnicos médicos, científicos de ciencias exactas y naturales, estudiantes, escolares, mineros.
Refieren a este santo: Beato Ambrosio Sansedoni, Beato Inocencio V, Beato Jordán de Sajonia, Beato Juan de Vercelli, Santo Tomás de Aquino.
Elogio: San Alberto, llamado «Magno», obispo y doctor de la Iglesia, que ingresó en la Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino, uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y naturales. Después se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona, desde la cual se esforzó asiduamente en fortalecer la paz entre los pueblos, aunque al cabo de un año prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de honores, y murió santamente en Colonia, en la Lotaringia Germánica.
Patronazgos: patrono de teólogos, filósofos, técnicos médicos, científicos de ciencias exactas y naturales, estudiantes, escolares, mineros.
Refieren a este santo: Beato Ambrosio Sansedoni, Beato Inocencio V, Beato Jordán de Sajonia, Beato Juan de Vercelli, Santo Tomás de Aquino.
Santos Fidenciano, Valeriana, Victoria y diecisiete compañeros, mártires
En Hipona Regia, de Numidia, los veinte santos mártires cuya fe victoriosa celebró san Agustín y de los cuales solo se recuerdan los nombres del obispo Fidenciano, de Valeriana y de Victoria.
Santos Gurias y Samonas, mártires
En Edesa, de la región de Osroene, santos mártires Gurias, asceta, y Samonas, que bajo Diocleciano, después de prolongados y crueles tormentos, fueron condenados a muerte por el prefecto Misiano y decapitados.
San Félix de Nola, obispo
En Nola, de la Campania, san Félix, con cuyos cuidados pastorales y devoción se honra la ciudad.
San Maclovio de Alet, obispo
En Bretaña Menor, san Maclovio o Macuto, obispo de Alet, que, nacido en Cambria, murió en Saintes.
San Desiderio de Cahors, obispo
En Cahors, lugar de Aquitania, san Desiderio, obispo, que construyó iglesias, monasterios y edificios para el bien común, sin olvidarse de preparar las almas para su celeste Esposo, como verdaderos templos de Cristo.
San Sidonio, abad
En Rouen, de Neustria, san Sidonio, abad, oriundo de Irlanda, que hizo vida monástica primero en Jumièges, después en el monasterio de Herio, en la isla de Noirmoutier, bajo la dirección de san Filiberto, y finalmente en el monasterio de Saint-Saens, fundado por él mismo.
Santos Marino y Aniano, mártires
En el monte Irschenberg, en Baviera, santos Marino, obispo, y Aniano, mártires.
San Fintano, monje
En Rheinau, en la región de Helvecia, san Fintano, procedente de Irlanda, que vivió mucho tiempo en un monasterio, pero se recluyó después en una pequeña celda, junto a la iglesia, escondido por amor de Dios.
San Leopoldo el Piadoso, laico
En el cenobio de Klosterneuburg, sepultura de san Leopoldo, príncipe de ese territorio, a quien se honró, aún en vida, con el sobrenombre de «Piadoso», pues fue siempre portador de paz y amigo de los pobres y del clero.
Beatos Hugo Faringdon, Juan Eynon y Juan Rugg, mártires
En Reading, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Faringdon o Cook, abad de la Orden de San Benito, Juan Eynon y Juan Rugg, presbíteros, los cuales opusieron tenaz resistencia al rey Enrique VIII, que intentaba apropiarse de la autoridad de la Iglesia, y por esa causa, acusados de traición, delante del monasterio fueron ahorcados y descuartizados.
Beatos Ricardo Whiting, Rogelio James y Juan Thorne, mártires
En Glastonbury, también en Inglaterra, beatos mártires Ricardo Whiting, abad, Rogelio James y Juan Thorne, presbíteros de la Orden de San Benito, que, acusados falsamente de traición y sacrilegio, durante el mismo reinado fueron ahorcados también y descuartizados.
Beata Lucía Brocadelli, religiosa
En Ferrara, de la Emilia, beata Lucía Broccadelli, religiosa, que tanto en el matrimonio como en el monasterio de la Tercera Orden Dominicana sobrellevó con paciencia muchos dolores y vejaciones.
Beato Cayo Coreano, catequista mártir
En Nagasaki, del Japón, beato Cayo Coreano, mártir, que, siendo catequista, por confesar a Cristo fue condenado a la hoguera.
Santos Roque González y Alfonso Rodríguez, presbíteros y mártires
En Caaró, del Paraguay, santos Roque González y Alfonso Rodríguez, presbíteros de la Orden de la Compañía de Jesús y mártires, que ganaron para Cristo a los pueblos indígenas abandonados, fundando las llamadas «reducciones», donde el trabajo y la vida social se compaginaban libremente con los valores del cristianismo, y por esto fueron asesinados a traición por el sicario de un personaje adicto a las artes mágicas.
San José Pignatelli, religioso presbítero
En Roma, san José Pignatelli, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, que trabajó mucho para reforzarla en un momento peligroso de extinción, y se significó por su caridad e integridad de costumbres, siempre con las miras puestas en la mayor gloria de Dios.
San José Mkasa Balikuddembé, mártir
En Mengo, lugar de Uganda, san José Mkasa Balikuddembé, mártir, que, estando al frente del palacio real, una vez recibido el bautismo ganó a muchos jóvenes para Cristo y defendió a los niños de la corte de las pasiones viciosas del rey Mwenga, por lo que el rey, enfurecido, ordenó decapitarle a los veinticinco años de edad.
Beata María de la Pasión de Chappotin de Neuville, virgen y fundadora
En San Remo, de la Liguria, en Italia, beata María de la Pasión (Helena) de Chappotin de Neuville, virgen, que, enamorada de la humildad y sencillez de san Francisco, fundó las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, para el servicio de la mujer en tierras de misión.
San Rafael de San José Kalinowski, religioso presbítero
En Wadowice, en Polonia, san Rafael de San José (José) Kalinowski, presbítero, que durante la guerra, en la insurrección del pueblo contra el opresor, fue hecho prisionero por los enemigos y deportado a Siberia; después de sufrir muchas calamidades, por fin recuperada la libertad, ingresó en la Orden de Carmelitas Descalzos, que promovió notablemente.
Beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero y mártir
En Almansa, Albacete, España, beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero diocesano y mártir.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un obispo) o de doctores, o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Ap 3, 1-6. 14-22. Si alguien escucha la puerta, entraré en su
casa y cenaré con él.
- Sal 14. R. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en
mi trono.
- Lc 19, 1-10. El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar
lo que estaba perdido.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia
de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 16 de noviembre, pág. 670.
CALENDARIOS: Bernabitas y HH. Angélicas de San Pablo: Santa María
Virgen, Madre de la Divina Providencia (S). Monfortianos: (MO).
Toledo: San Eugenio de Toledo, obispo (F).
Dominicos: San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia (F).
Franciscanas Misioneros de María: Beata María de la Pasión, virgen
(F).
Hijos de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, Pequeñas Hermanas
Misioneras de la Caridad y Hermanas Sacramentinas Ciegas: Nuestra
Señora de la Divina Providencia (F).
Salesianas: Beata Magdalena Morano, virgen (MO). Salesianos: (ML).
Jesuitas: San Leandro, obispo (ML).
Carmelitas: Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.
Misa de la memoria:
15 de noviembre
San Alberto Magno,
obispo y doctor de la Iglesia
Antífona de entrada Cf. 1 Sam 2, 35
Suscitaré un sacerdote
fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
O bien: Cf. Lc 12,
42
Este es el administrador
fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que
reparta la ración de alimento a sus horas.
Monición de
entrada
Conmemoramos en
esta celebración a san Alberto, llamado «Magno», obispo y doctor de la Iglesia.
Nació en Alemania, alrededor del año 1206. Ingresó en la Orden de Predicadores
y fue maestro de santo Tomás de Aquino en la Universidad de París. Años después
se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona, desde la cual se
esforzó en fortalecer la paz entre los pueblos y, al cabo de un año, prefirió
la pobreza de la Orden a toda clase de honores. Murió en Colonia el año 1280.
Oración colecta
al conciliar la sabiduría humana con la fe divina,
concédenos aceptar de tal modo el magisterio de su doctrina
que, a través del progreso de las ciencias,
lleguemos a conocerte y a amarte más profundamente.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Misa de difuntos:
III. EN DIVERSAS
CONMEMORACIONES
B. Por varios o por
todos los difuntos 9. Otras oraciones
Antífona de entrada Ap 14, 13
Bienaventurados los que mueren en el Señor. Que descansen de sus fatigas,
porque sus obras los acompañan.
Oración colecta
a quien suplicamos siempre con esperanza de alcanzar misericordia,
muéstrate compasivo con tus siervos [N. y N.],
que dejaron este mundo confesando tu nombre,
y admítelos en la asamblea de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, escuché al Señor que me decía:
«Escribe al ángel de la Iglesia en Sardes:
“Esto dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas.
Conozco tus obras, tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Sé
vigilante y reanima lo que te queda y que estaba a punto de morir, pues no he
encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios. Acuérdate de cómo has
recibido y escuchado mi palabra, y guárdala y conviértete. Si no vigilas,
vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes en
Sardes unas cuantas personas que no han manchado sus vestiduras, y pasearán
conmigo en blancas vestiduras, porque son dignos.
El vencedor será vestido de blancas vestiduras, no borraré su nombre del libro
de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Escribe al ángel de la Iglesia en Laodicea:
“Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de
Dios. Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o
caliente! Pero porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de
vomitarte de mi boca. Porque dices: ‘Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo
necesidad de nada’; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lástima,
pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para
que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la
vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas.
Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete. Mira,
estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo he vencido y me
he sentado con mi Padre en su trono.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias»».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5 [R.: Ap 3, 21a])
R. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono.
V. El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.
R. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono.
V. El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino.
El que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor.
R. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono.
V. El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
R. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono.
╬ Lectura del santo Evangelio según san
Lucas (Lc 19, 1-10)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver
quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de
estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque
tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado
a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus
3-noviembre-2019
La acogida y la atención de Jesús hacia él lo condujo a un claro cambio de mentalidad: en un momento se dio cuenta de lo mezquina que es una vida esclava del dinero, a costa de robar a los demás y recibir su desprecio. Tener al Señor allí, en su casa, le hace ver todo con otros ojos, incluso con un poco de la ternura con la que Jesús lo miraba. Y su manera de ver y de usar el dinero también cambia: el gesto de arrebatar es reemplazado por el de dar. De hecho, decide dar la mitad de lo que posee a los pobres y devolver el cuádruple a los que ha robado (cf. Lc 19, 8). Zaqueo descubre de Jesús que es posible amar gratuitamente: hasta entonces era tacaño, y ahora se vuelve generoso; le gustaba acopiar, y ahora se regocija en el compartir. Encontrándose con el Amor, descubriendo que es amado a pesar de sus pecados, se vuelve capaz de amar a los demás, haciendo del dinero un signo de solidaridad y de comunión.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario