PROGRAMA PARROQUIAL:SÁBADO, 26 DE NOVIEMBREPARROQUIA DEL CARMEN:
- Retiro de Adviento, en la Parroquia (a las 11.00 h.).
- Eucaristía I Vísperas del Domingo I de Adviento, en la Parroquia (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo I de Adviento, en la Parroquia (a las 19.30 h.).
¡¡COMIENZA EL TIEMPO DEL ADVIENTO:
TIEMPO DE GRACIA, ESPERANZA Y SALVACIÓN!!
DIRECTORIO
SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
En el tiempo de Adviento
96. El
Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:
-
espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne
mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la
historia y Juez universal;
-
conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo,
mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios,
porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2);
-
esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25)
y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y
plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y
"nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1
Jn 3,2)
97. La
piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria
de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el
pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del
Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la
esperanza de Israel en la venida del Mesías.
A la
piedad popular no se le escapa, es más, subraya llena de estupor, el
acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño
en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Los fieles son especialmente
sensibles a las dificultades que la Virgen María tuvo que afrontar durante su
embarazo y se conmueven al pensar que en la posada no hubo un lugar para José
ni para María, que estaba a punto de dar a luz al Niño (cfr. Lc 2,7).
Con
referencia al Adviento han surgido diversas expresiones de piedad popular, que
alientan la fe del pueblo cristiano y transmiten, de una generación a otra, la
conciencia de algunos valores de este tiempo litúrgico.
La Corona de Adviento
98. La
colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre
sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en
un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.
La Corona
de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras
domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la
historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba
iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr.
Mal 3,20; Lc 1,78).
Las Procesiones de Adviento
99. En el
tiempo de Adviento se celebran, en algunas regiones, diversas procesiones, que
son un anuncio por las calles de la ciudad del próximo nacimiento del Salvador
(la "clara estrella" en algunos lugares de Italia), o bien
representaciones del camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un
lugar acogedor para el nacimiento de Jesús (las "posadas" de la
tradición española y latinoamericana).
La Virgen María en el Adviento
101.
Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo
ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que
eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con
que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico
de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron
el nacimiento del Salvador. También la piedad popular dedica, en el tiempo de
Adviento, una atención particular a Santa María; lo atestiguan de manera
inequívoca diversos ejercicios de piedad, y sobre todo las novenas de la
Inmaculada y de la Navidad.
Sin
embargo, la valoración del Adviento "como tiempo particularmente apto para
el culto de la Madre del Señor" no quiere decir que este tiempo se deba presentar
como un "mes de María".
En los
calendarios litúrgicos del Oriente cristiano, el periodo de preparación al
misterio de la manifestación (Adviento) de la salvación divina (Teofanía) en
los misterios de la Navidad-Epifanía del Hijo Unigénito de Dios Padre, tiene un
carácter marcadamente mariano. Se centra la atención sobre la preparación a la
venida del Señor en el misterio de la Deípara. Para el Oriente, todos los
misterios marianos son misterios cristológicos, esto es, referidos al misterio
de nuestra salvación en Cristo. Así, en el rito copto durante este periodo se
cantan las Laudes de María en los Theotokia; en el Oriente sirio este tiempo es
denominado Subbara, esto es, Anunciación, para subrayar de esta manera su
fisonomía mariana. En el rito bizantino se nos prepara a la Navidad mediante
una serie creciente de fiestas y cantos marianos.
102. La
solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los
fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión
principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la
fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación
fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales
del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y
símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se
celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos
que partiendo del vaticinio de Génesis 3,15, desembocan en el saludo de Gabriel
a la "llena de gracia" (Lc 1,28) y en el anuncio del nacimiento del
Salvador (cfr. Lc 1,31-33).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Retiro de Adviento, en la Parroquia (a las 11.00 h.).
- Eucaristía I Vísperas del Domingo I de Adviento, en la Parroquia (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo I de Adviento, en la Parroquia (a las 19.30 h.).
¡¡COMIENZA EL TIEMPO DEL ADVIENTO:
TIEMPO DE GRACIA, ESPERANZA Y SALVACIÓN!!
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
En el tiempo de Adviento
96. El
Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:
-
espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne
mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la
historia y Juez universal;
-
conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo,
mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios,
porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2);
-
esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25)
y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y
plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y
"nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1
Jn 3,2)
97. La
piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria
de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el
pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del
Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la
esperanza de Israel en la venida del Mesías.
A la
piedad popular no se le escapa, es más, subraya llena de estupor, el
acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño
en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Los fieles son especialmente
sensibles a las dificultades que la Virgen María tuvo que afrontar durante su
embarazo y se conmueven al pensar que en la posada no hubo un lugar para José
ni para María, que estaba a punto de dar a luz al Niño (cfr. Lc 2,7).
Con
referencia al Adviento han surgido diversas expresiones de piedad popular, que
alientan la fe del pueblo cristiano y transmiten, de una generación a otra, la
conciencia de algunos valores de este tiempo litúrgico.
La Corona de Adviento
98. La
colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre
sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en
un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.
La Corona
de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras
domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la
historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba
iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr.
Mal 3,20; Lc 1,78).
Las Procesiones de Adviento
99. En el
tiempo de Adviento se celebran, en algunas regiones, diversas procesiones, que
son un anuncio por las calles de la ciudad del próximo nacimiento del Salvador
(la "clara estrella" en algunos lugares de Italia), o bien
representaciones del camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un
lugar acogedor para el nacimiento de Jesús (las "posadas" de la
tradición española y latinoamericana).
La Virgen María en el Adviento
101.
Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo
ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que
eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con
que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico
de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron
el nacimiento del Salvador. También la piedad popular dedica, en el tiempo de
Adviento, una atención particular a Santa María; lo atestiguan de manera
inequívoca diversos ejercicios de piedad, y sobre todo las novenas de la
Inmaculada y de la Navidad.
Sin
embargo, la valoración del Adviento "como tiempo particularmente apto para
el culto de la Madre del Señor" no quiere decir que este tiempo se deba presentar
como un "mes de María".
En los
calendarios litúrgicos del Oriente cristiano, el periodo de preparación al
misterio de la manifestación (Adviento) de la salvación divina (Teofanía) en
los misterios de la Navidad-Epifanía del Hijo Unigénito de Dios Padre, tiene un
carácter marcadamente mariano. Se centra la atención sobre la preparación a la
venida del Señor en el misterio de la Deípara. Para el Oriente, todos los
misterios marianos son misterios cristológicos, esto es, referidos al misterio
de nuestra salvación en Cristo. Así, en el rito copto durante este periodo se
cantan las Laudes de María en los Theotokia; en el Oriente sirio este tiempo es
denominado Subbara, esto es, Anunciación, para subrayar de esta manera su
fisonomía mariana. En el rito bizantino se nos prepara a la Navidad mediante
una serie creciente de fiestas y cantos marianos.
102. La
solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los
fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión
principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la
fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación
fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales
del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y
símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3,15, desembocan en el saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1,28) y en el anuncio del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1,31-33).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Nació en Diest, Flandes. Hijo primogénito de Juan Berchmans, artesano, zapatero, e hijo de Isabel der Hove, cuyo padre fue burgomaestre de la ciudad de Diest.
En 1616 ingresó al Noviciado de los jesuitas en Malinas y en 1618 hizo los votos de castidad, pobreza y obediencia.
El general Mucio Vitelleschi lo envió al Colegio Romano para que terminara su noviciado. Allí hizo un voto para defender la doctrina de la Inmaculada Concepción.
Por una enfermedad pulmonar falleció en Roma el 13 de agosto de 1621, con gran pesar de toda la comunidad del Colegio Romano, quienes ya lo consideraban un santo.
Beatificado por Pío IX en 1865 y canonizado por el papa León XIII en 1888, el mismo día que San Alonso Rodríguez, San Pedro Claver y los siete fundadores de los Siervos de María. Juan Berchmans constituye, junto con Estanislao Kostka (1550-1568) y Luis Gonzaga (1568-1591), un trío de jóvenes considerados santos por la Iglesia católica que ejerció influencia en la espiritualidad jesuítica juvenil.
Elogio: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó por entero a poner al servicio de la sociedad los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, e instauró, además, la Pía Sociedad de San Pablo.
San Siricio, papa
En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, en Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres y los confirmó con su autoridad apostólica.
San Alipio, diácono y monje
En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario.
San Conrado de Constanza, obispo
En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres.
San Nicón «Metanoeite», monje
En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya.
San Belino de Padua, obispo y mártir
En los bosques cercanos a Fratta, en el territorio de Rovigo, pasión de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio de la Iglesia, que, cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas.
Beato Poncio de Faucigny, religioso
En el monasterio de Sixt, de Canónigos Regulares, en Saboya, hoy Francia, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso.
San Silvestre Gozzolini, abad y fundador
Junto a Fabriano, en el Piceno, san Silvestre Gozzolini, abad, que, habiendo calado a fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo fallecido poco antes, se retiró al eremo, donde cambió varias veces de lugar para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en un lugar apartado próximo a Montefano, trazó las bases de la Orden de Monjes Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito.
Beata Delfina, viuda
En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Elzear de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración.
Beatos Hugo Taylor y Marmaduco Bowes, mártires
En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, que en tiempo de la reina Isabel I fueron llevados al suplicio del patíbulo, acusados, el primero, joven aún, de haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio ya anciano, por haberle ayudado.
San Humilde Pirozzo, religioso
En Bisignano, lugar de Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzo, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, famoso por su espíritu de profecía y frecuentes éxtasis.
San Leonardo de Porto Maurizio, religioso presbítero
En Roma, en el convento de San Buenaventura, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la publicación de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional.
Santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros y mártires
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron decapitados al mismo tiempo.
Beata Cayetana Sterni, viuda y fundadora
En Bassano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, y fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Voluntad para atender a los menesterosos y enfermos.
LITURGIA DE HOY
(Hasta la Hora Nona:)
Elogio: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó por entero a poner al servicio de la sociedad los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, e instauró, además, la Pía Sociedad de San Pablo.
San Siricio, papa
En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, en Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres y los confirmó con su autoridad apostólica.
San Alipio, diácono y monje
En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario.
San Conrado de Constanza, obispo
En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres.
San Nicón «Metanoeite», monje
En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya.
San Belino de Padua, obispo y mártir
En los bosques cercanos a Fratta, en el territorio de Rovigo, pasión de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio de la Iglesia, que, cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas.
Beato Poncio de Faucigny, religioso
En el monasterio de Sixt, de Canónigos Regulares, en Saboya, hoy Francia, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso.
San Silvestre Gozzolini, abad y fundador
Junto a Fabriano, en el Piceno, san Silvestre Gozzolini, abad, que, habiendo calado a fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo fallecido poco antes, se retiró al eremo, donde cambió varias veces de lugar para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en un lugar apartado próximo a Montefano, trazó las bases de la Orden de Monjes Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito.
Beata Delfina, viuda
En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Elzear de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración.
Beatos Hugo Taylor y Marmaduco Bowes, mártires
En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, que en tiempo de la reina Isabel I fueron llevados al suplicio del patíbulo, acusados, el primero, joven aún, de haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio ya anciano, por haberle ayudado.
San Humilde Pirozzo, religioso
En Bisignano, lugar de Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzo, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, famoso por su espíritu de profecía y frecuentes éxtasis.
San Leonardo de Porto Maurizio, religioso presbítero
En Roma, en el convento de San Buenaventura, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la publicación de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional.
Santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros y mártires
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron decapitados al mismo tiempo.
Beata Cayetana Sterni, viuda y fundadora
En Bassano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, y fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Voluntad para atender a los menesterosos y enfermos.
LITURGIA DE HOY
(Hasta la Hora Nona:)
Misa de sábado (verde) o de
la memoria (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág.
67, n. 5) / para la memoria del común de la bienaventurada Virgen María o de
las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la
memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Ap 22, 1-7. Ya no habrá más noche, porque el Señor los iluminará.
- Sal 94. R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
- Lc 21, 34-36. Estad despiertos, para que podáis escapar de
todo lo que está por suceder.
o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas
de la Virgen María».
Liturgia de las Horas: oficio de sábado o de la memoria.
Martirologio: elog. prop. del Domingo I de Adviento, pág. 43, y
elogs. del 27 de noviembre, pág. 691.
CALENDARIOS: Canarias: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Familia Paulina: Beato Santiago Alberione, presbítero (F).
Córdoba: Santos cuyas reliquias se custodian en Córdoba (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Poncio, abad (MO).
Jesuitas: San Juan Berchmans, religioso (MO).
León: Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir (ML).
Capuchinos: San Leonardo de Porto Mauricio, presbítero (ML).
Barbastro-Monzón: Aniversario de la muerte de Mons. Alfonso Milián
Sorribas, obispo, emérito (2020).
Antífona de entrada
Dichosa
eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza: porque de ti nació el sol
de justicia, Cristo nuestro Dios, por quien fuimos salvados y redimidos.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de la Virgen María, Madre en la gracia, intercesora
nuestra ante Dios, modelo de orante y Virgen de la acogida profunda, la Madre
de Dios presenta los rasgos que nos hacen venerarla en la Iglesia, de la que es
miembro excelente modelo y Madre.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tus fieles, alegres bajo la protección de la
santísima Virgen María, verse libres, por su intercesión, de los males de este
mundo y alcanzar los gozos eternos del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
PRIMERA LECTURA
Ya no habrá más noche, porque el Señor
los iluminaráLectura del libro del Apocalipsis (Ap 22, 1-7)
EL ÁNGEL DEL SEÑOR me mostró a mí, Juan, un río de agua de vida, reluciente
como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su
plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, uno
cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no
habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus
siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes.
Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de
sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los
siglos. Y me dijo:
«Estas son palabras fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los
profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que
suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las
palabras proféticas de este libro».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 94,
1-2. 3-5. 6-7c [R.: 1 Cor 16, 22b y Ap 22, 20c])
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
Aleluya Lc 21, 36 abd
R. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Estad despiertos en todo
tiempo,pidiendo manteneros en pie ante el Hijo del hombre. R.
EVANGELIO Estad despiertos, para que podáis escapar
de todo lo que está por suceder╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 21, 34-36)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con
juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de
repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la
tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo
que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Teofiactus (Catena aurea, ad loc.)
Y como el cristiano debe, no sólo huir de lo malo, sino esforzarse por ganar la
gloria, añade: "Y de estar en pie delante del Hijo del hombre". En
esto consiste la gloria de los ángeles, en estar delante del Hijo del hombre,
nuestro Dios, y en mirar constantemente su faz.
(Después de la Hora
Nona:)
COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO 2022
PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO
Primera semana del Salterio
Comienza a utilizarse el volumen I de la Liturgia de las Horas.
En la misa dominical: volumen I-A del Leccionario.
En la misa ferial: volumen II del Leccionario.
Misa vespertina del I Domingo de Adviento (morado).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.
* Si se ha instalado la Corona de Adviento en la iglesia se puede
bendecir al comienzo de la misa (cf. Bendicional, nn. 1241-1242).
Misa de sábado (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria del común de la bienaventurada Virgen María o de las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Ap 22, 1-7. Ya no habrá más noche, porque el Señor los iluminará.
- Sal 94. R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
- Lc 21, 34-36. Estad despiertos, para que podáis escapar de
todo lo que está por suceder.
o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas
de la Virgen María».
Liturgia de las Horas: oficio de sábado o de la memoria.
Martirologio: elog. prop. del Domingo I de Adviento, pág. 43, y
elogs. del 27 de noviembre, pág. 691.
CALENDARIOS: Canarias: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Familia Paulina: Beato Santiago Alberione, presbítero (F).
Córdoba: Santos cuyas reliquias se custodian en Córdoba (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Poncio, abad (MO).
Jesuitas: San Juan Berchmans, religioso (MO).
León: Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir (ML).
Capuchinos: San Leonardo de Porto Mauricio, presbítero (ML).
Barbastro-Monzón: Aniversario de la muerte de Mons. Alfonso Milián
Sorribas, obispo, emérito (2020).
Antífona de entrada
Dichosa
eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza: porque de ti nació el sol
de justicia, Cristo nuestro Dios, por quien fuimos salvados y redimidos.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de la Virgen María, Madre en la gracia, intercesora
nuestra ante Dios, modelo de orante y Virgen de la acogida profunda, la Madre
de Dios presenta los rasgos que nos hacen venerarla en la Iglesia, de la que es
miembro excelente modelo y Madre.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tus fieles, alegres bajo la protección de la
santísima Virgen María, verse libres, por su intercesión, de los males de este
mundo y alcanzar los gozos eternos del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Lectura del libro del Apocalipsis (Ap 22, 1-7)
EL ÁNGEL DEL SEÑOR me mostró a mí, Juan, un río de agua de vida, reluciente
como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su
plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, uno
cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no
habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus
siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes.
Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de
sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los
siglos. Y me dijo:
«Estas son palabras fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los
profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que
suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las
palabras proféticas de este libro».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 94,
1-2. 3-5. 6-7c [R.: 1 Cor 16, 22b y Ap 22, 20c])
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
V. Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
R. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 21, 34-36)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con
juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de
repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la
tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo
que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Teofiactus (Catena aurea, ad loc.)
Y como el cristiano debe, no sólo huir de lo malo, sino esforzarse por ganar la
gloria, añade: "Y de estar en pie delante del Hijo del hombre". En
esto consiste la gloria de los ángeles, en estar delante del Hijo del hombre,
nuestro Dios, y en mirar constantemente su faz.
(Después de la Hora
Nona:)
En la misa dominical: volumen I-A del Leccionario.
En la misa ferial: volumen II del Leccionario.
Misa vespertina del I Domingo de Adviento (morado).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.
* Si se ha instalado la Corona de Adviento en la iglesia se puede bendecir al comienzo de la misa (cf. Bendicional, nn. 1241-1242).
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