SANTORAL DE HOY
Elogio: En Córdoba, en Andalucía, pasión de los santos Rodrigo, presbítero, y Salomón, mártires. El primero, al negarse a aceptar a Mahoma como el verdadero profeta enviado por el Omnipotente, fue encarcelado. En el cautiverio coincidió con Salomón, que algún tiempo antes había pertenecido a la religión mahometana, y al ser decapitados ambos a la vez, finalizaron gloriosamente el curso de su combate.
Santos Macedonio, Patricia y Modesta, mártires
En Nicomedia, de Bitinia, santos mártires Macedonio, presbítero, Patricia, su esposa, y Modesta, su hija. († s. inc.)
San Sabino, mártir
En Hermópolis, en Egipto, san Sabino, mártir, que después de varios suplicios terminó siendo arrojado al río. († s. IV)
Santa Cristina, mártir
En Persia, santa Cristina, mártir, que, azotada con varas, consumó el martirio en tiempo de Cosroes I, rey de los persas. († 559)
San Pientio de Poitiers, obispo
En Poitiers, en Aquitania, san Pientio, obispo, que tanto ayudó a la beata Radegunda en la fundación de cenobios. († c. 564)
San Eldrado, abad
En el monasterio de Novalesa, a los pies del Montecenisio, en el valle de Susa, san Eldrado, abad, que, apasionado del culto divino, revisó el salterio y promovió la construcción de nuevas iglesias. († c. 840)
San Ansovino de Camerino, obispo
En Camerino, del Piceno, san Ansovino, obispo. († 868)
Beato Pedro II, abad
En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Pedro II, abad. († 1208)
Beato Agnelo de Pisa, religioso presbítero
En Oxford, en Inglaterra, beato Agnelo de Pisa, presbítero, que enviado por san Francisco a Francia y después a Inglaterra, estableció allí la Orden de los Hermanos Menores y promovió las ciencias sagradas. († c. 1236)
Beata Francisca Tréhet, religiosa mártir
En Ernée, en la región de Mayenne, en Francia, beata Francisca Tréhet, virgen de la Congregación de la Caridad y mártir, que, entregada con toda diligencia a la instrucción de los niños y al cuidado de los enfermos, durante la Revolución Francesa fue guillotinada, y completó así su glorioso martirio por Cristo. († 1794)
Santa Dulce Lopes Pontes de Souza Brito, virgen
En San Salvador, Bahía, Brasil, santa Dulce (Maria Rita) Lopes Pontes de Souza Brito, virgen, de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, que fundó varias obras sociales para la atención de los más necesitados. († 1992)
Santos Macedonio, Patricia y Modesta, mártires
En Nicomedia, de Bitinia, santos mártires Macedonio, presbítero, Patricia, su esposa, y Modesta, su hija. († s. inc.)
San Sabino, mártir
En Hermópolis, en Egipto, san Sabino, mártir, que después de varios suplicios terminó siendo arrojado al río. († s. IV)
Santa Cristina, mártir
En Persia, santa Cristina, mártir, que, azotada con varas, consumó el martirio en tiempo de Cosroes I, rey de los persas. († 559)
San Pientio de Poitiers, obispo
En Poitiers, en Aquitania, san Pientio, obispo, que tanto ayudó a la beata Radegunda en la fundación de cenobios. († c. 564)
San Eldrado, abad
En el monasterio de Novalesa, a los pies del Montecenisio, en el valle de Susa, san Eldrado, abad, que, apasionado del culto divino, revisó el salterio y promovió la construcción de nuevas iglesias. († c. 840)
San Ansovino de Camerino, obispo
En Camerino, del Piceno, san Ansovino, obispo. († 868)
Beato Pedro II, abad
En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Pedro II, abad. († 1208)
Beato Agnelo de Pisa, religioso presbítero
En Oxford, en Inglaterra, beato Agnelo de Pisa, presbítero, que enviado por san Francisco a Francia y después a Inglaterra, estableció allí la Orden de los Hermanos Menores y promovió las ciencias sagradas. († c. 1236)
Beata Francisca Tréhet, religiosa mártir
En Ernée, en la región de Mayenne, en Francia, beata Francisca Tréhet, virgen de la Congregación de la Caridad y mártir, que, entregada con toda diligencia a la instrucción de los niños y al cuidado de los enfermos, durante la Revolución Francesa fue guillotinada, y completó así su glorioso martirio por Cristo. († 1794)
Santa Dulce Lopes Pontes de Souza Brito, virgen
En San Salvador, Bahía, Brasil, santa Dulce (Maria Rita) Lopes Pontes de Souza Brito, virgen, de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, que fundó varias obras sociales para la atención de los más necesitados. († 1992)
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (morado).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.
LECC.: vol. II.
La Cuaresma: Desconfiar de los privilegios y abrirse a la universalidad de la salvación.
- 2 Re 5, 1-15a. Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el Sirio.
- Sal 41. R. Mi alma tiene sed del Dios vivo; ¿cuándo veré el rostro de Dios?
- Lc 4, 24-30. Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 14 de marzo, pág. 206.
CALENDARIOS: Córdoba: San Rodrigo, presbítero y mártir (conm.).
Oviedo: Santos cuyas reliquias se custodian en la archidiócesis (conm.).
Santo Padre: Aniversario de la elección del papa Francisco (2013).
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (morado).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.
LECC.: vol. II.
La Cuaresma: Desconfiar de los privilegios y abrirse a la universalidad de la salvación.
- 2 Re 5, 1-15a. Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el Sirio.
- Sal 41. R. Mi alma tiene sed del Dios vivo; ¿cuándo veré el rostro de Dios?
- Lc 4, 24-30. Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 14 de marzo, pág. 206.
CALENDARIOS: Córdoba: San Rodrigo, presbítero y mártir (conm.).
Oviedo: Santos cuyas reliquias se custodian en la archidiócesis (conm.).
Santo Padre: Aniversario de la elección del papa Francisco (2013).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
purifique y defienda a tu Iglesia
y, ya que sin ti no puede permanecer segura,
guíala siempre con tu protección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
Muchos leprosos había en Israel, sin embargo,
ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el Sirio
Lectura del segundo libro de los Reyes 2 Re 5, 1-15a
EN AQUELLOS DÍAS, Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era
hombre notable y muy estimado por su señor, pues por su medio el Señor había
concedido la victoria a Siria.
Pero, siendo un gran militar, era leproso.
Unas bandas de arameos habían hecho una incursión trayendo de la
tierra de Israel a una muchacha, que pasó al servicio de la mujer de Naamán.
Dijo ella a su señora:
«Ah, si mi señor pudiera presentarse ante el profeta que hay en
Samaría. Él lo curaría de su lepra».
Fue (Naamán) y se lo comunicó a su señor diciendo:
«Esto y esto ha dicho la muchacha de la tierra de Israel».
Y el rey de Siria contestó:
«Vete, que yo enviaré una carta al rey de Israel».
Entonces tomó en su mano diez talentos de plata, seis mil siclos
de oro, diez vestidos nuevos y una carta al rey de Israel que decía:
«Al llegarte esta carta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán
para que lo cures de su lepra».
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras,
diciendo:
«¿Soy yo Dios para repartir vida y muerte? Pues me encarga nada
menos que curar a un hombre de su lepra. Daos cuenta y veréis que está buscando
querella contra mí».
Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado
sus vestiduras y mandó a que le dijeran:
«¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que venga a mí y sabrá que
hay un profeta en Israel».
Llegó Naamán con sus carros y caballos y se detuvo a la entrada de
la casa de Eliseo. Envió este un mensajero a decirle:
«Ve y lávate siete veces en el Jordán. Tu carne renacerá y
quedarás limpio».
Naamán se puso furioso y se marchó diciendo:
«Yo me había dicho: “Saldrá seguramente a mi encuentro, se
detendrá, invocará el nombre de su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y
sanaré de la lepra”. El Abaná y el Farfar, los ríos de Damasco, ¿no son mejores
que todas las aguas de Israel? Podría bañarme en ellos y quedar limpio».
Dándose la vuelta, se marchó furioso. Sus servidores se le
acercaron para decirle:
«Padre mío, si el profeta te hubiese mandado una cosa difícil, ¿no
lo habrías hecho? ¡Cuánto más si te ha dicho: “Lávate y quedarás limpio”!».
Bajó, pues, y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la
palabra del hombre de Dios. Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño:
quedó limpio.
Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba
el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:
«Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de
Israel».
Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 41, 2. 3; 42, 3. 4 (R: cf. 41, 3)
¿cuándo veré el rostro de Dios?
así mi alma te busca a ti, Dios mío. R/.
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R/.
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R/.
al Dios de mi alegría,
y te daré gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R/.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas Lc 4, 24-30
HABIENDO llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la
sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo.
Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando
estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo
el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de
Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en
tiempos del profeta Elíseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino
Naamán, el sirio».
AI oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y,
levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del
monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
los dones que te ofrecemos
como expresión de nuestro servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
nos obtenga limpieza de alma
y nos congregue en la unidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
proteja al pueblo que te invoca
y, una vez purificado, dígnate llenarlo de sabiduría,
para que, por medio de los consuelos presentes,
se encamine hacia los bienes futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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