PROGRAMA PARROQUIAL:SÁBADO,18 DE MARZOPARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la IV Semana de Cuaresma, en la Parroquia (a las 18.30 h.), en la Parroquia.
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo de la IV Semana de Cuaresma, en la Parroquia (a las 19.30 h.). Para ver la transmisión en directo, pincha aquí
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la IV Semana de Cuaresma, en la Parroquia (a las 18.30 h.), en la Parroquia.
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
San José
218. Dios, en su providente sabiduría, para realizar el plan de la salvación, asignó a José de Nazaret, "hombre justo" (cfr. Mt 1,19), esposo de la Virgen María (cfr. ibid.; Lc 1,27), una misión particularmente importante: introducir legalmente a Jesús en la estirpe de David de la cual, según la promesa (2 Sam 7,5-16; 1 Cro 17,11-14), debía nacer el Mesías Salvador, y hacer de padre y protector para Él.
En virtud de esta misión, san José interviene activamente en los misterios de la infancia del Salvador: recibió de Dios la revelación del origen divino de la maternidad de María (cfr. Mt 1,20-21) y fue testigo privilegiado del nacimiento de Cristo en Belén (cfr. Lc 2,6-7), de la adoración de los pastores (cfr. Lc 2,15-16) y del homenaje de los Magos venidos de Oriente (cfr. Mt 2,11); cumplió con su deber religioso respecto al Niño, al introducirlo mediante la circuncisión en la alianza de Abraham (cfr. Lc 2,21) y al imponerle el nombre de Jesús (cfr. Mt 1,21); según lo prescrito en la Ley, presentó al Niño en el Templo, lo rescató con la ofrenda de los pobres (cfr. Lc 2,22-24; Ex 13,2.12-13) y, lleno de asombro, escuchó el cántico profético de Simeón (cfr. Lc 2,25-33); protegió a la Madre y al Hijo durante la persecución de Herodes, refugiándose en Egipto (cfr. Mt 2,13-23); se dirigía todos los años a Jerusalén con la Madre y el Niño, para la fiesta de Pascua, y sufrió, turbado, la pérdida de Jesús, a sus doce años, en el Templo (cfr. Lc 2,43-50); vivió en la casa de Nazaret, ejerciendo su autoridad paterna sobre Jesús, que le estaba sometido (cfr. Lc 2,51), instruyéndolo en la Ley y en la profesión de carpintero.
219. A lo largo de los siglos, especialmente en los tiempos más recientes, la reflexión eclesial ha puesto de manifiesto las virtudes de san José, entre las que destacan: la fe, que en él se traduce en adhesión plena y valerosa al designio salvífico de Dios; obediencia solícita y silenciosa ante las manifestaciones de su voluntad; amor y observancia fiel de la Ley, piedad sincera, fortaleza en las pruebas; el amor virginal a María, el debido ejercicio de la paternidad, el trabajo escondido.
220. La piedad popular comprende la validez y la universalidad del patrocinio de san José, "a cuya atenta custodia Dios quiso confiar los comienzos de nuestra redención" y "sus tesoros más preciados". Al patrocinio de san José se confían: toda la Iglesia, que el beato Pío IX quiso poner bajo la especial protección del santo Patriarca; los que se consagran a Dios eligiendo el celibato por el Reino de los cielos (cfr. Mt 19,12): estos "en san José tienen...un modelo y un defensor de la integridad virginal"; los obreros y los artesanos, de los cuales el humilde carpintero de Nazaret se considera un especial modelo; los moribundos, porque, según una piadosa tradición, san José fue asistido por Jesús y María, en la hora de su tránsito .
221. La Liturgia, al celebrar los misterios de la vida del Salvador, sobre todo los de su nacimiento e infancia, recuerda con frecuencia la figura y el papel de san José: en el tiempo de Adviento; en el tiempo de Navidad, especialmente en la fiesta de la Sagrada Familia; en la solemnidad del 19 de Marzo; en la memoria del 1º de Mayo.
El nombre de san José aparece en el Communicantes del Canon Romano y en las Letanías de los Santos. En la Recomendación de los moribundos se sugiere la invocación al santo Patriarca y, en la misma circunstancia, la comunidad ora para que el alma del difunto, que ha partido ya de este mundo, encuentre su morada "en la paz de la santa Jerusalén, con la Virgen María, Madre de Dios, con san José, con todos los Ángeles y los Santos".
222. También en la piedad popular la veneración de san José tiene un amplio espacio: en numerosas expresiones de genuino folclore; en la costumbre, establecida al menos desde el siglo XVII, de dedicar los miércoles al culto de san José, costumbre sobre la que se desarrollan algunos ejercicios de piedad como los Siete miércoles en su honor; en las jaculatorias que brotan de los labios de los fieles;en oraciones, como la compuesta por el Papa León XIII, Ad te, beate Ioseph, que no pocos fieles recitan diariamente; en las Letanías de san José, aprobadas por san Pío X; en el ejercicio de piedad de la corona de los Siete dolores y los siete gozos de san José.
223. El hecho de que la solemnidad de san José (19 de Marzo) caiga en Cuaresma, en la que la Iglesia se dedica totalmente a la preparación bautismal y a la memoria de la Pasión del Señor, provoca ciertas dificultades de armonización entre la Liturgia y la piedad popular. Por lo tanto, las prácticas tradicionales del "mes de San José" se deben poner en sintonía con el tiempo litúrgico. La renovación litúrgica ha conseguido que el significado del periodo cuaresmal sea más profundo en los fieles. Con las debidas adaptaciones en las expresiones de la piedad popular, se debe favorecer y difundir la devoción a san José, teniendo siempre presente "el insigne ejemplo... que va más allá de los diversos estados de vida y se propone a toda la comunidad cristiana, sea cual sea la condición y tareas de cada fiel".
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
San José
218. Dios, en su providente sabiduría, para realizar el plan de la salvación, asignó a José de Nazaret, "hombre justo" (cfr. Mt 1,19), esposo de la Virgen María (cfr. ibid.; Lc 1,27), una misión particularmente importante: introducir legalmente a Jesús en la estirpe de David de la cual, según la promesa (2 Sam 7,5-16; 1 Cro 17,11-14), debía nacer el Mesías Salvador, y hacer de padre y protector para Él.
En virtud de esta misión, san José interviene activamente en los misterios de la infancia del Salvador: recibió de Dios la revelación del origen divino de la maternidad de María (cfr. Mt 1,20-21) y fue testigo privilegiado del nacimiento de Cristo en Belén (cfr. Lc 2,6-7), de la adoración de los pastores (cfr. Lc 2,15-16) y del homenaje de los Magos venidos de Oriente (cfr. Mt 2,11); cumplió con su deber religioso respecto al Niño, al introducirlo mediante la circuncisión en la alianza de Abraham (cfr. Lc 2,21) y al imponerle el nombre de Jesús (cfr. Mt 1,21); según lo prescrito en la Ley, presentó al Niño en el Templo, lo rescató con la ofrenda de los pobres (cfr. Lc 2,22-24; Ex 13,2.12-13) y, lleno de asombro, escuchó el cántico profético de Simeón (cfr. Lc 2,25-33); protegió a la Madre y al Hijo durante la persecución de Herodes, refugiándose en Egipto (cfr. Mt 2,13-23); se dirigía todos los años a Jerusalén con la Madre y el Niño, para la fiesta de Pascua, y sufrió, turbado, la pérdida de Jesús, a sus doce años, en el Templo (cfr. Lc 2,43-50); vivió en la casa de Nazaret, ejerciendo su autoridad paterna sobre Jesús, que le estaba sometido (cfr. Lc 2,51), instruyéndolo en la Ley y en la profesión de carpintero.
219. A lo largo de los siglos, especialmente en los tiempos más recientes, la reflexión eclesial ha puesto de manifiesto las virtudes de san José, entre las que destacan: la fe, que en él se traduce en adhesión plena y valerosa al designio salvífico de Dios; obediencia solícita y silenciosa ante las manifestaciones de su voluntad; amor y observancia fiel de la Ley, piedad sincera, fortaleza en las pruebas; el amor virginal a María, el debido ejercicio de la paternidad, el trabajo escondido.
220. La piedad popular comprende la validez y la universalidad del patrocinio de san José, "a cuya atenta custodia Dios quiso confiar los comienzos de nuestra redención" y "sus tesoros más preciados". Al patrocinio de san José se confían: toda la Iglesia, que el beato Pío IX quiso poner bajo la especial protección del santo Patriarca; los que se consagran a Dios eligiendo el celibato por el Reino de los cielos (cfr. Mt 19,12): estos "en san José tienen...un modelo y un defensor de la integridad virginal"; los obreros y los artesanos, de los cuales el humilde carpintero de Nazaret se considera un especial modelo; los moribundos, porque, según una piadosa tradición, san José fue asistido por Jesús y María, en la hora de su tránsito .
221. La Liturgia, al celebrar los misterios de la vida del Salvador, sobre todo los de su nacimiento e infancia, recuerda con frecuencia la figura y el papel de san José: en el tiempo de Adviento; en el tiempo de Navidad, especialmente en la fiesta de la Sagrada Familia; en la solemnidad del 19 de Marzo; en la memoria del 1º de Mayo.
El nombre de san José aparece en el Communicantes del Canon Romano y en las Letanías de los Santos. En la Recomendación de los moribundos se sugiere la invocación al santo Patriarca y, en la misma circunstancia, la comunidad ora para que el alma del difunto, que ha partido ya de este mundo, encuentre su morada "en la paz de la santa Jerusalén, con la Virgen María, Madre de Dios, con san José, con todos los Ángeles y los Santos".
222. También en la piedad popular la veneración de san José tiene un amplio espacio: en numerosas expresiones de genuino folclore; en la costumbre, establecida al menos desde el siglo XVII, de dedicar los miércoles al culto de san José, costumbre sobre la que se desarrollan algunos ejercicios de piedad como los Siete miércoles en su honor; en las jaculatorias que brotan de los labios de los fieles;en oraciones, como la compuesta por el Papa León XIII, Ad te, beate Ioseph, que no pocos fieles recitan diariamente; en las Letanías de san José, aprobadas por san Pío X; en el ejercicio de piedad de la corona de los Siete dolores y los siete gozos de san José.
223. El hecho de que la solemnidad de san José (19 de Marzo) caiga en Cuaresma, en la que la Iglesia se dedica totalmente a la preparación bautismal y a la memoria de la Pasión del Señor, provoca ciertas dificultades de armonización entre la Liturgia y la piedad popular. Por lo tanto, las prácticas tradicionales del "mes de San José" se deben poner en sintonía con el tiempo litúrgico. La renovación litúrgica ha conseguido que el significado del periodo cuaresmal sea más profundo en los fieles. Con las debidas adaptaciones en las expresiones de la piedad popular, se debe favorecer y difundir la devoción a san José, teniendo siempre presente "el insigne ejemplo... que va más allá de los diversos estados de vida y se propone a toda la comunidad cristiana, sea cual sea la condición y tareas de cada fiel".
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Portada
SANTORAL DE HOY
Elogio: San Cirilo, obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia, que, a causa de la fe, sufrió muchas injurias por parte de los arrianos y fue expulsado con frecuencia de la sede. Con oraciones y catequesis expuso admirablemente la doctrina ortodoxa, las Escrituras y los sagrados misterios.
San Alejandro de Jerusalén, obispo y mártir
Conmemoración de san Alejandro, obispo y mártir, que, yendo de Capadocia a Jerusalén, recibió el encargo pastoral de la Ciudad Santa, donde fundó una importante biblioteca e instituyó una escuela. En su ya venerable y longeva edad, durante la persecución desencadenada bajo Decio fue conducido a Cesarea de Palestina, donde completó con un glorioso martirio su confesión de Cristo. († c. 251)
San Frigidiano de Lucca, obispo
En Lucca, en la Toscana, san Frigidiano, obispo, el cual, oriundo de Irlanda, reunió clérigos en un monasterio, y por el bien del pueblo desvió el curso del río Serchio para conseguir un fértil nuevo territorio, y convirtió a la fe católica a los lombardos que habían invadido el territorio. († c. 588)
San Leobardo, recluso
En Tours, de Neustria, san Leobardo, que, recluido en la celda llamada Mayor cercana a un monasterio, brilló por su admirable abstinencia y humildad. († c. 593)
San Braulio de Zaragoza, obispo
En Zaragoza, ciudad de la Hispania Tarraconense, san Braulio, obispo, que, amigo íntimo de san Isidoro, colaboró con él para restaurar la disciplina eclesiástica en toda Hispania y fue semejante a él en elocuencia y ciencia. († 651)
San Eduardo, rey
Cerca de la localidad de Wareham, en Inglaterra, san Eduardo, rey, que, todavía adolescente, fue asesinado dolosamente por los criados de su madrastra. († 978)
San Anselmo de Lucca, obispo
En Mantua, en la Lombardía, tránsito de san Anselmo, quien, siendo obispo de Lucca, en la controversia de las investiduras, fidelísimo a la Sede de Roma, puso en manos del papa san Gregorio VII el anillo y el báculo pastoral que, a su pesar, había recibido de manos del emperador Enrique IV, y, expulsado de la sede por los canónigos que rechazaban la vida comunitaria, fue enviado a Lombardía como legado del Papa, que le tuvo como un valioso colaborador. († 1086)
San Salvador Grionesos de Horta, religioso
En Cagliari, en Cerdeña, san Salvador Grionesos de Horta, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que para la salvación de cuerpos y almas se hizo humilde instrumento de Cristo. († 1567)
Beatos Juan Thules y Rogerio Wrenno, mártires
En Lancaster, en Inglaterra, beatos Juan Thules, presbítero, y Rogerio Wrenno, oriundos ambos de esa misma región, mártires de Cristo en tiempo del rey Jacobo I. († 1616)
Beata Marta Le Bouteiller, virgen
En el cenobio de Saint-Sauveur-le-Vicomte, en la región de Normandía, en Francia, beata Marta (Amada) Le Bouteiller, virgen de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, que, apoyándose sólo en Dios, cumplió los más humildes oficios, siempre con toda paciencia. († 1883)
Beata Celestina de la Madre de Dios, virgen y fundadora
En Florencia, Italia, beata Celestina de la Madre de Dios (Maria Anna) Donati, virgen, fundadora de la Congregación de Hijas Pobres de San José de Calasanz («Calasancianas»), para la educación de los niños pobres, y los hijos e hijas de los encarcelados. († 1925)
LITURGIA DE HOY
(Hasta la Hora Nona)
Misa de feria (morado).MISAL: ants. y oracs. props. [para la conm.: 1.ª orac. prop. y el resto del sábado], Pf. Cuaresma.LECC.: vol. II.- Os 6, 1-6. Quiero misericordia, y no sacrificio.- Sal 50. R. Quiero misericordia, y no sacrificio.- Lc 18, 9-14. El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no.
Liturgia de las Horas: oficio de sábado. Se puede hacer conmemoración del santo.Martirologio: elogs. del 19 de marzo, pág. 212.
CALENDARIOS: Girona, Tortosa y Familia Franciscana: San Salvador de Horta, religioso (conm.).
En la conmemoración:
18 de marzo
San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor de la Iglesia
Oración colecta propia. El resto de la feria de Cuaresma.
Monición de entrada
Conmemoramos a san Cirilo, obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia, nacido el año 315. A causa de la fe, sufrió muchas injurias por parte de los arrianos y fue expulsado con frecuencia de la sede. Con oraciones y catequesis expuso admirablemente la doctrina ortodoxa, las Escrituras y los sagrados misterios. Murió el año 386.
San Alejandro de Jerusalén, obispo y mártir
Conmemoración de san Alejandro, obispo y mártir, que, yendo de Capadocia a Jerusalén, recibió el encargo pastoral de la Ciudad Santa, donde fundó una importante biblioteca e instituyó una escuela. En su ya venerable y longeva edad, durante la persecución desencadenada bajo Decio fue conducido a Cesarea de Palestina, donde completó con un glorioso martirio su confesión de Cristo. († c. 251)
San Frigidiano de Lucca, obispo
En Lucca, en la Toscana, san Frigidiano, obispo, el cual, oriundo de Irlanda, reunió clérigos en un monasterio, y por el bien del pueblo desvió el curso del río Serchio para conseguir un fértil nuevo territorio, y convirtió a la fe católica a los lombardos que habían invadido el territorio. († c. 588)
San Leobardo, recluso
En Tours, de Neustria, san Leobardo, que, recluido en la celda llamada Mayor cercana a un monasterio, brilló por su admirable abstinencia y humildad. († c. 593)
San Braulio de Zaragoza, obispo
En Zaragoza, ciudad de la Hispania Tarraconense, san Braulio, obispo, que, amigo íntimo de san Isidoro, colaboró con él para restaurar la disciplina eclesiástica en toda Hispania y fue semejante a él en elocuencia y ciencia. († 651)
San Eduardo, rey
Cerca de la localidad de Wareham, en Inglaterra, san Eduardo, rey, que, todavía adolescente, fue asesinado dolosamente por los criados de su madrastra. († 978)
San Anselmo de Lucca, obispo
En Mantua, en la Lombardía, tránsito de san Anselmo, quien, siendo obispo de Lucca, en la controversia de las investiduras, fidelísimo a la Sede de Roma, puso en manos del papa san Gregorio VII el anillo y el báculo pastoral que, a su pesar, había recibido de manos del emperador Enrique IV, y, expulsado de la sede por los canónigos que rechazaban la vida comunitaria, fue enviado a Lombardía como legado del Papa, que le tuvo como un valioso colaborador. († 1086)
San Salvador Grionesos de Horta, religioso
En Cagliari, en Cerdeña, san Salvador Grionesos de Horta, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que para la salvación de cuerpos y almas se hizo humilde instrumento de Cristo. († 1567)
Beatos Juan Thules y Rogerio Wrenno, mártires
En Lancaster, en Inglaterra, beatos Juan Thules, presbítero, y Rogerio Wrenno, oriundos ambos de esa misma región, mártires de Cristo en tiempo del rey Jacobo I. († 1616)
Beata Marta Le Bouteiller, virgen
En el cenobio de Saint-Sauveur-le-Vicomte, en la región de Normandía, en Francia, beata Marta (Amada) Le Bouteiller, virgen de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, que, apoyándose sólo en Dios, cumplió los más humildes oficios, siempre con toda paciencia. († 1883)
Beata Celestina de la Madre de Dios, virgen y fundadora
En Florencia, Italia, beata Celestina de la Madre de Dios (Maria Anna) Donati, virgen, fundadora de la Congregación de Hijas Pobres de San José de Calasanz («Calasancianas»), para la educación de los niños pobres, y los hijos e hijas de los encarcelados. († 1925)
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (morado).
Liturgia de las Horas: oficio de sábado. Se puede hacer conmemoración del santo.
CALENDARIOS: Girona, Tortosa y Familia Franciscana: San Salvador de Horta, religioso (conm.).
En la conmemoración:
18 de marzo
San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor de la Iglesia
Oración colecta propia. El resto de la feria de Cuaresma.
Monición de entrada
Conmemoramos a san Cirilo, obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia, nacido el año 315. A causa de la fe, sufrió muchas injurias por parte de los arrianos y fue expulsado con frecuencia de la sede. Con oraciones y catequesis expuso admirablemente la doctrina ortodoxa, las Escrituras y los sagrados misterios. Murió el año 386.
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Antífona de entrada Sal 102, 2-3
Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios, pues Él perdona todas tus culpas.
Oración colectaLLENOS de alegría por la celebración anual de esta Cuaresma,
te rogamos, Señor, que, frecuentando los sacramentos pascuales,
gocemos de la plenitud de sus frutos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Antífona de entrada Sal 102, 2-3
te rogamos, Señor, que, frecuentando los sacramentos pascuales,
gocemos de la plenitud de sus frutos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Quiero misericordia, y no sacrificioLectura de la profecía de Oseas Os 6,1-6VAMOS, volvamos al Señor. Porque él ha desgarrado, y él nos curará; él nos ha golpeado, y él nos vendará. En dos días nos volverá a la vida y al tercero nos hará resurgir; viviremos en su presencia y comprenderemos. Procuremos conocer al Señor. Su manifestación es segura como la aurora. Vendrá como la lluvia, como la lluvia de primavera que empapa la tierra». ¿Qué haré de ti, Efraín, qué haré de ti, Judá? Vuestro amor es como nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece. Sobre una roca tallé mis mandamientos; los castigué por medio de los profetas con las palabras de mi boca. Mi juicio se manifestará como la luz. Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 18-19. 20-21ab (R: Os 6, 6a)
R. Quiero misericordia, y no sacrificio.
Quiero misericordia, y no sacrificio
Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 18-19. 20-21ab (R: Os 6, 6a)
por tu inmensa pasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
V/. Señor, por tu bondad, favorece a Sion,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos. R/.
R/.Gloria a ti, Cristo, Palabra de Dios.
escuchad la voz del Señor. R/.
El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no
Lectura del santo Evangelio según san Lucas Lc 18,9-14
EN AQUEL TIEMPO, Jesús dijo esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por preferir justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Gloria a Ti, Señor Jesús.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
contritos de corazón, acercarnos a tus sacramentos,
concédenos que, al celebrarlos dignamente,
podamos rendirte una alabanza perfecta.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
refrenas nuestras pasiones,
elevas nuestro espíritu,
nos das fuerza y recompensa,
por Cristo, Señor nuestro.
los ángeles y los arcángeles
y todos los coros celestiales
celebran tu gloria,
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
tributar digno homenaje a estos santos misterios,
con los que sin cesar nos alimentas,
y recibirlos siempre con espíritu de fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
el auxilio de tu mano poderosa,
para que podamos buscar te de todo corazón
y merezcamos recibir lo que dignamente te pedimos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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