06 de marzo - DOMINGO I DE CUARESMA (CICLO C)

 


DOMINGO I DE CUARESMA (CICLO C)


PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 06 DE MARZO

- Horario de la parroquia: abierta de 09.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Exequias de +ANTONIA ORTEGA CAPELO, en la Parroquia (a las 10.00 h.).

- Eucaristía del Domingo I de Cuaresma (a las 11.00 h.).

- Eucaristía del Domingo I de Cuaresma (a las 12.00 h.), Función Principal de Instituto del Cristo del Amor (Hdad. de la Borriquita).

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía II Vísperas del Domingo I de Cuaresma (a las 19.30 h.). 



DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

EN EL TIEMPO DE CUARESMA

El "Vía Matris"

136. Así como en el plan salvífico de Dios (cfr. Lc 2,34-35) están asociados Cristo crucificado y la Virgen dolorosa, también los están en la Liturgia y en la piedad popular.

Como Cristo es el "hombre de dolores" (Is 53,3), por medio del cual se ha complacido Dios en "reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz" (Col 1,20), así María es la "mujer del dolor", que Dios ha querido asociar a su Hijo, como madre y partícipe de su Pasión (socia Passionis).

Desde los días de la infancia de Cristo, toda la vida de la Virgen, participando del rechazo de que era objeto su Hijo, transcurrió bajo el signo de la espada (cfr. Lc 2,35). Sin embargo, la piedad del pueblo cristiano ha señalado siete episodios principales en la vida dolorosa de la Madre y los ha considerado como los "siete dolores" de Santa María Virgen.

Así, según el modelo del Vía Crucis, ha nacido el ejercicio de piedad del Vía Matris dolorosae, o simplemente Vía Matris, aprobado también por la Sede Apostólica. Desde el siglo XVI hay ya formas incipientes del Vía Matris, pero en su forma actual no es anterior al siglo XIX. La intuición fundamental es considerar toda la vida de la Virgen, desde el anuncio profético de Simeón (cfr. Lc 2,34-35) hasta la muerte y sepultura del Hijo, como un camino de fe y de dolor: camino articulado en siete "estaciones", que corresponden a los "siete dolores" de la Madre del Señor.

137. El ejercicio de piedad del Vía Matris se armoniza bien con algunos temas propios del itinerario cuaresmal. Como el dolor de la Virgen tiene su causa en el rechazo que Cristo ha sufrido por parte de los hombres, el Vía Matris remite constante y necesariamente al misterio de Cristo, siervo sufriente del Señor (cfr. Is 52,13-53,12), rechazado por su propio pueblo (cfr. Jn 1,11; Lc 2,1-7; 2,34-35; 4,28-29; Mt 26,47-56; Hech 12,1-5). Y remite también al misterio de la Iglesia: las estaciones del Vía Matris son etapas del camino de fe y dolor en el que la Virgen ha precedido a la Iglesia y que esta deberá recorrer hasta el final de los tiempos.

El Vía Matris tiene como máxima expresión la "Piedad", tema inagotable del arte cristiano desde la Edad Media.


NOTICIAS DE ACTUALIDAD



Portada

Con 19 años cayó a una caldera con agua y lejía hirviendo, así comenzó su via crucis

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Vídeos

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  «Ven a Santiago», un himno peregrino

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  Pablo Martínez, un ritmo a la Virgen

  Europa: no es una guerra, son dos

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Opinión

  En tiempo de guerra, siembra la paz , por María García de Fleury

Blogs

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  Cerrarle la puerta. Comentario para Matrimonios: Lucas 4, 1-13 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Reflexión Domingo I de Cuaresma , por La alegría de la Buena Noticia

  Cuaresma. I Domingo , por Diario de un Cura de Aldea Global en su Celda Parroquial





SANTORAL DE HOY

Elogio: En Barcelona, ciudad de Cataluña, en el Reino de Aragón, san Olegario, obispo, que asumió también la cátedra de Tarragona al ser esta antiquísima sede liberada del dominio de los musulmanes.


   San Marciano de Tortona, obispo y mártir 

En Tortona, en el Piamonte, san Marciano, venerado como obispo y mártir. († s. inc.)

   San Victorino de Nicomedia, mártir   

En Nicomedia, de Bitinia, san Victorino, mártir. († s. inc.)

   San Quirico, presbítero   

En Tréveris, en la Galia Bélgica, san Quirico, presbítero. († s. IV inc.)

   San Evagrio de Constantinopla, obispo y confesor   

Conmemoración de san Evagrio, obispo de Constantinopla, que, desterrado por el emperador Valente, descansó en el Señor como confesor eximio. († c. 378)

   San Julián de Toledo, obispo   

En Toledo, en Hispania, san Julián, obispo, que reunió tres concilios en esta ciudad y expuso con escritos la doctrina ortodoxa, dando muestras de caridad y celo por las almas. († 690)

   San Fridolino, abad   

En Säckingen, entre los helvecios, san Fridolino, abad, al cual, oriundo de Irlanda, peregrinó por Francia hasta que en esta localidad fundó un doble monasterio en honor de san Hilario. († s. VIII)

   San Crodegango de Metz, obispo   

En Metz, en Austrasia, san Crodegango, obispo, que dispuso que el clero viviese como tras los muros de un claustro, bajo una ejemplar regla de vida, y promovió de modo admirable el canto en la Iglesia. († 766)

   Santos cuarenta y dos compañeros de Siria, mártires   

En Siria, pasión de cuarenta y dos santos mártires, que, apresados en Amorío de Frigia y llevados al río Éufrates, recibieron en glorioso combate la palma del martirio. († 848)

   Beata Rosa de Viterbo, virgen   

En Viterbo, en la Toscana, beata Rosa, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que, asidua en las obras de caridad, a los dieciocho años de edad consumó prontamente el breve curso de su vida. († 1253)

   Santa Coleta Boylet, virgen  

En Gante, en Flandes, santa Coleta Boylet, virgen, quien durante tres años llevó una austerísima vida encerrada en una pequeña casa junto a la iglesia, y después, tras profesar en la Regla de san Francisco, recondujo muchos monasterios de Clarisas a la forma primitiva de vida, insistiendo principalmente en el espíritu de pobreza y de penitencia. († 1447)

   Beata María Antonia de Paz y Figueroa, «Mama Antula», fundadora

En Buenos Aires, Argentina, beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como "Mama Antula", laica, incansable predicadora, fundadora de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales. († 1799)


LITURGIA DE HOY 

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Si hemos sido tentados en Él, también en Él venceremos al diablo. ¿Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te fijas en que venció? Reconócete a ti mismo tentado en Él, y reconócete también vencedor en Él» (San Agustín)

«Cuando estamos en tentación, la Palabra de Jesús nos salva. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos da más confianza» (Francisco)

«La tentación de Jesús manifiesta la manera que tiene de ser Mesías el Hijo de Dios, en oposición a la que le propone Satanás y a la que los hombres le quieren atribuir. Es por eso por lo que Cristo venció al Tentador a favor nuestro: ‘Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado’ (Hb 4,15). La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 540).


Primer Domingo de Cuaresma, en el que, desde el ejemplo ofrecido por Nuestro Señor Jesucristo, comienza el venerable sacramento de la anual observancia cuaresmal (elog. del Martirologio Romano). 

 

Misa del Domingo (morado). 

MISAL: ants. y oracs. props., sin Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV. 

LECC.: vol. I (C). 

- Dt 26, 4-10. Profesión de fe del pueblo elegido. 

- Sal 90. R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación. 

- Rom 10, 8-13. Profesión de fe del que cree en Cristo. 

- Lc 4, 1-13. El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado. 

 

En la liturgia de hoy comenzamos el camino hacia la pascua (orac. sobre las ofrendas). La meta de este camino es la plenitud del misterio de Cristo. Y para vivirlo tenemos que conocerlo es- cuchando en este tiempo su Palabra, nuestro alimento más im- portante que el pan material (cf. orac. después de la comunión). En el desierto Jesús, lleno del Espíritu Santo, vence al diablo (Ev.). Nosotros, como Cristo en sus cuarenta días por el desier- to, contamos con la fuerza del Espíritu Santo, y en la Eucaristía encontramos el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece la caridad; es Cristo mismo, el pan vivo y verdadero del que hemos de sentir hambre (cf. orac. después de la comunión). Con su fuerza podremos vencer las tentaciones en este desierto de la vida.

 

DÍA Y COLECTA DE HISPANOAMÉRICA (dependiente de la CEE, optativa). Celebración de la liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la orac. univ., colecta. 

Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial. 

 

Liturgia de las Horas: oficio dominical. No se dice Te Deum. Comp. Dom. II. 

Martirologio: elogs. del 7 de marzo, pág. 195. 

CALENDARIOS: Cartagena: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. José Manuel Lorca Planes, obispo (2004).


Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «de la inscripción del nombre» para los catecúmenos que en la Vigilia pascual serán admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana, con oraciones e intercesiones propias.

 

Antífona de entrada Sal 90, 15-16

Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días.

 

Monición de entrada

Hoy es el primer domingo de Cuaresma, tiempo que nos prepara a la solemnidad de la Pascua: a celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

En la Cuaresma estamos llamados a tomar conciencia de lo que significa haber recibido el bautismo, para renovar nuestros compromisos bautismales en la noche santa de la resurrección del Señor.

Dios nos dice por medio del profeta estas palabras: «Yo traeré a mi pueblo al desierto y le hablaré al corazón». Como el pueblo de Israel en su caminar por el desierto hacia la tierra prometida, como Cristo en el desierto de Judea, así nosotros entramos en el desierto de la Cuaresma, para escuchar la Palabra de Dios, orar profundamente y convertirnos de nuestros pecados.

La celebración de hoy y de los próximos domingos nos ayudará a vivir la experiencia cuaresmal.

No se dice Gloria.


Oración colecta

Dios todopoderoso,
por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal
concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo,
y conseguir sus frutos con una conducta digna.
Por nuestro Señor Jesucristo.


 LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)

Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)


PRIMERA LECTURA
Profesión de fe del pueblo elegido

Lectura del libro del Deuteronomio (Dt 26, 4-10)

Moisés habló al pueblo, diciendo:

«El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias de todos los frutos y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios.

Entonces tomarás la palabra y dirás ante el Señor, tu Dios:

“Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí como emigrante, con pocas personas, pero allí se convirtió en un pueblo grande, fuerte y numeroso.

Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestros gritos, miró nuestra indefensión, nuestra angustia y nuestra opresión.

El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y prodigios, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado”.

Los pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 90, 1-2. 10-11. 12-13. 14-15 [R.: cf. 15b])

R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación

V. Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti».

R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación.

V. No se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.

R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación.

V. Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.

R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación.

V. «Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre;
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré».

R. Quédate conmigo, Señor, en la tribulación.


SEGUNDA LECTURA
Profesión de fe del que cree en Cristo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (Rom 10, 8-13)

HERMANOS:

¿Qué dice la Escritura?

«La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón».

Se refiere a la palabra de la fe que anunciamos. Porque, si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la salvación.

Pues dice la Escritura:

«Nadie que crea en él quedará confundido».

En efecto, no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 

Versículo antes del Evangelio Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.


EVANGELIO
El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 4, 1-13)
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le contestó:

«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”».

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:

«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».

Respondiendo Jesús, le dijo:

«Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:

«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”».

Respondiendo Jesús, le dijo:

«Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».

Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS. Plaza de San Pedro. I Domingo de Cuaresma, 10 de marzo de 2019

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de este primer domingo de Cuaresma (cf. Lc 4, 1-13) narra la experiencia de las tentaciones de Jesús en el desierto. Después de ayunar durante cuarenta días, Jesús es tentado tres veces por el diablo. Primero lo invita a que convierta una piedra en pan (v. 3); luego le muestra desde una altura los reinos de la tierra y le plantea convertirse en un mesías poderoso y glorioso (versículos 5-6); finalmente, lo lleva a la cima del templo en Jerusalén y lo invita a que se arroje desde allí para manifestar su poder divino de una manera espectacular (versículos 9-11). Las tres tentaciones indican tres caminos que el mundo siempre propone prometiendo grandes éxitos, tres caminos para engañarnos: la codicia de poseer ―tener, tener, tener― la gloria humana y la instrumentalización de Dios. Son tres caminos que nos llevarán a la ruina.

La primera, el camino de la codicia de poseer. Esta es siempre la lógica insidiosa del diablo. Empieza por la necesidad natural y legítima de comer, de vivir, de realizarse, de ser feliz, para empujarnos a creer que todo esto es posible sin Dios e incluso contra Él. Pero Jesús se opone diciendo: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”» (v. 4). Recordando el largo camino del pueblo elegido a través del desierto, Jesús afirma que quiere abandonarse con confianza plena a la providencia del Padre, que siempre cuida de sus hijos.

La segunda tentación: el camino de la gloria humana. El diablo dice: «Si me adoras, todo será tuyo» (v. 7). Uno puede perder toda su dignidad personal, si se deja corromper por los ídolos del dinero, del éxito y del poder, para alcanzar la autoafirmación. Y se saborea la ebriedad de una alegría vacía que muy pronto se desvanece. Y esto también nos lleva a pavonearnos, la vanidad, pero esto se desvanece. Por eso Jesús responde: «Adorarás al Señor tu Dios y solo a Él darás culto» (versículo 8).

Y luego la tercera tentación: instrumentalizar a Dios en beneficio propio. Al diablo que, citando las Escrituras, lo invita a obtener de Dios un milagro sorprendente, Jesús opone nuevamente la firme decisión de permanecer humilde, de permanecer confiado ante el Padre: «Está dicho: “No tentarás al Señor tu Dios”» (v. 12). Y así rechaza la tentación quizás más sutil: la de querer “poner a Dios de nuestro lado”, pidiéndole gracias que, en realidad, sirven y servirán para satisfacer nuestro orgullo.

Estos son los caminos que nos presentan, con la ilusión de poder alcanzar el éxito y la felicidad. Pero, en realidad, son completamente ajenos a la manera de actuar de Dios; de hecho, nos separan de Dios, porque son obra de Satanás. Jesús, enfrentando estas pruebas en primera persona, vence la tentación tres veces para adherirse completamente al plan del Padre. Y nos indica los remedios: la vida interior, la fe en Dios, la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama, de que es Padre, y con esta certeza superaremos toda tentación.

Pero hay una cosa, sobre la que me gustaría llamar la atención, una cosa interesante. Jesús al responder al tentador no entra en el diálogo, sino que responde a los tres desafíos solo con la Palabra de Dios. Esto nos enseña que con el diablo uno no dialoga, uno no debe dialogar, se le responde solamente con la Palabra de Dios.

Aprovechemos, pues, la Cuaresma, como un tiempo privilegiado para purificarnos, para experimentar la presencia consoladora de Dios en nuestras vidas.

La intercesión materna de la Virgen María, un ícono de la fidelidad a Dios, nos sostenga en nuestro camino, ayudándonos siempre a rechazar el mal y a acoger el bien.

Se dice Credo.

Oración de los fieles

Oremos al Señor, nuestro Dios, que dispuso darnos su gracia por medio de Jesucristo.

- Por la Iglesia, para que fortalecida con el pan de la Palabra de Dios, no caiga en la tentación de confiar en poderes y medios extraños a su misión en el mundo. Roguemos al Señor.

- Por todos los creyentes que toman en serio la catequesis de adultos: para que crezcan y maduren en la fe. Roguemos al Señor.

- Por los pueblos que, por carencia de medios, no pueden solucionar sus graves problemas, para que encuentren la ayuda fraterna de los países más desarrollados. Roguemos al Señor.

- Por nosotros, aquí reunidos, que hemos escuchado «no sólo de pan vive el hombre», para que se nos despierte el hambre de la Palabra de Dios. Roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro tu Hijo Jesucristo, el nuevo Adán,
con su obediencia hasta la muerte de cruz
ha merecido para todos el don gratuito del perdón:
escucha ahora nuestras súplicas, perdona nuestras culpas
y devuélvenos la alegría de tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


Oración sobre las ofrendas

Haz, Señor, que nuestra vida responda
a estos dones que van a ser ofrecidos
y en los que celebramos el comienzo
de un mismo sacramento admirable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Prefacio:
Las tentaciones del Señor

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo Señor nuestro.

El cual, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento,
inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal,
y, al rechazar las tentaciones de la antigua serpiente
nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado;
de este modo, celebrando con sinceridad el Misterio pascual,
podremos pasar un día a la Pascua que no acaba.

Por eso, con los ángeles
y con la multitud de los santos,
te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

 

Antífona de comunión Mt 4, 4

No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

O bien: Cf. Sal 90, 4

El Señor te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás.


Oración después de la comunión

Después de recibir el pan del cielo
que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor,
te rogamos, Señor, que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero,
y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Oración sobre el pueblo

V. El Señor esté con vosotros. R.
V. Inclinaos para recibir la bendición.

Te pedimos, Señor, que descienda sobre tu pueblo la bendición copiosa,

para que la esperanza brote en la tribulación,

la virtud se afiance en la dificultad y se obtenga la redención eterna.

Por Jesucristo, nuestro Señor.


V. Y la bendición de Dios todopoderoso,

Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,

descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

R. Amén.

 

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