La Cuaresma: Perdonar como Dios perdona para ser perdonados
PROGRAMA PARROQUIAL:
LUNES, 14 DE MARZO
- Horario de la parroquia: abierta de 09.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Exequias de +ENCARNACIÓN GONZÁLEZ MÁRQUEZ, en la Parroquia (a las 10.30 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.).
HOY NO TRANSMITIREMOS LA MISA. YA MAÑANA SÍ
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Elogio: En Quedlinburg, en Sajonia, santa Matilde, esposa fidelísima del rey Enrique I, la cual, conspicua por la humildad y la paciencia, se dedicó a aliviar a los pobres y a fundar hospitales y monasterios.
Refieren a este santo: San Bruno de Colonia.
San Alejandro de Pydna, mártir
En Pydna, en Macedonia, san Alejandro, mártir. († c. 390)
San Lázaro de Milán, obispo
En Milán, san Lázaro, obispo. († c. 460)
San Leobino de Chartres, obispo
En Chartres, en la Galia, san Leobino (o Lubin), obispo. († c. 557)
Santa Paulina de Fulda, religiosa
En la región de Fulda, en Alemania, santa Paulina, religiosa. († 1107)
Beata Eva del Monte Cornelio, reclusa
En Lieja, en la Lorena, beata Eva del Monte Cornelio, recluida junto al cenobio de San Martín, que con santa Juliana, priora del mismo cenobio, trabajó mucho para que el papa Urbano IV instituyese la fiesta del Cuerpo de Cristo. († 1265)
Beato Jacobo Cusmano, presbítero y fundador
En Palermo, en la región de Sicilia, en Italia, beato Jacobo Cusmano, presbítero, que fundó la Congregación de Siervos y Siervas de los Pobres, y se destacó por su caridad hacia los necesitados y enfermos. († 1888)
Beata María Josefina de Jesús Crucificado, virgen
En Nápoles, Italia, beata María Josefina de Jesús Crucificado (Josefina) Catanea, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas. († 1948)
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (morado).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.
LECC.: vol. II.
- Dan 9, 4b-10. Hemos pecado, hemos cometido crímenes.
- Sal 78. R. Señor, no nos trates como merecen nuestros
pecados.
- Lc 6, 36-38. Perdonad, y seréis perdonados.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 15 de marzo, pág. 207.
CALENDARIOS: Zaragoza: Beato Agno, obispo (conm.).
Antífona de entrada Cf. Sal 25, 11-12
Sálvame, Señor, ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino
llano; en la asamblea bendeciré al Señor.
Oración colecta
Oh, Dios, que nos mandaste mortificar nuestro cuerpo
como remedio espiritual,
concédenos abstenemos de todo pecado
y que nuestros corazones sean capaces
de cumplir los mandamientos de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Lectura de la profecía de Daniel (Dn 9, 4b-10)
¡AY, MI SEÑOR, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los
que lo aman y cumplen sus mandamientos!
Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como
sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo
Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los
dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque
hemos pecado contra ti.
Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado
contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas
que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 78, 8. 9. 11 y 13 [R.: cf. Sal 102, 2a])
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados
V. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados.
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
V. Socórrenos, Dios, salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa e tu nombre.
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
V. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
V. Nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
contaremos tus alabanzas de generación en generación.
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc
6, 36-38)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no
seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis
perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada,
remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a
vosotros».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Homilía en santa
Marta 19-marzo-2019
Debemos aprender la sabiduría de la generosidad,
camino maestro para renunciar a las murmuraciones, en las que juzgamos
continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos. El Señor nos
enseña: "Dad, y se os dará", sed generosos al dar. No seáis
"bolsillos cerrados"; sed generosos al dar a los pobres, a los que
pasan necesidad, y también darles otras cosas: dar consejos, dar sonrisas a la
gente, sonreír. Siempre dar, dar. "Dad, y se os dará: os verterán una
medida generosa, colmada, remecida, rebosante", porque el Señor será
generoso: nosotros damos uno y Él nos dará el ciento por uno de todo lo que
demos. Esa es la actitud que blinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar.
La importancia de la limosna, pero no solo la limosna material, sino también la
limosna espiritual; perder el tiempo con otro que lo necesita, visitar a un
enfermo, sonreír.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«A mí Dios me
ha dado su misericordia infinita, ¡y a través de ella contemplo y adoro las
demás perfecciones divinas…! Entonces todas se me presentan radiantes de amor;
incluso la justicia (y quizá ésta más aún que todas las demás) me parece
revestida de amor» (Santa Teresa de Lisieux)
«Dios no puede
simplemente ignorar toda la desobediencia de los hombres, todo el mal de la historia:
no puede tratarlo como algo irrelevante e insignificante. Esta especie de
“misericordia” y “perdón incondicional” sería una “gracia a bajo precio”. ‘Si
somos infieles, Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo’ (cf. 2Tm
2,13)» (Benedicto XVI)
«Este
desbordamiento de misericordia no puede penetrar en nuestro corazón mientras no
hayamos perdonado a los que nos han ofendido. El Amor, como el Cuerpo de
Cristo, es indivisible; no podemos amar a Dios a quien no vemos, si no amamos
al hermano, a la hermana a quien vemos (cf. 1Jn 4,20). Al negarse a perdonar a
nuestros hermanos y hermanas, el corazón se cierra, su dureza lo hace
impermeable al amor misericordioso del Padre; en la confesión del propio
pecado, el corazón se abre a su gracia» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº
2.840).
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