SÁBADO DE LA III SEMANA DE CUARESMA, feria
- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 20.00 h. a 22.00 h.
- ERMITA DE MONTEMAYOR:
- Rezo del Santo Rosario (a las 16.30 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo IV de Cuaresma (a las 17.00 h.), "DOMINICA LAETARE" (DOMINGO DE LA ALEGRÍA).
- SAN FRANCISCO:
- Rezo del Santo Rosario, en San Francisco (a las 19.00 h.) y Eucaristía I Vísperas del Domingo IV de Cuaresma (a las 19.30 h.), Tercer Día de Triduo en honor al Cristo de los Remedios.
- Eucaristía con las Comunidades Neocatecumenales (a las 20.30 h.).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
¿Qué es y cómo hacer el «Testamento Vital»?
La Delegación Diocesana para la Familia y la Defensa de la Vida pone en marcha una campaña para dar a conocer el Testamento Vital y el procedimiento para hacerlo, con la intención de ofrecer protección frente a la Ley de la Eutanasia (Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia). En próximas fechas, ampliará y detallará esta información por los distintos arciprestazgos y en otros ámbitos donde fueran requeridos.
El testamento vital es la expresión escrita de la voluntad de un paciente sobre los tratamientos médicos que desea recibir, o no está dispuesto a aceptar, en la fase final de su vida. El testamento vital también especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia. Además, se solicita una atención espiritual.
La Conferencia Episcopal Española anima a firmar este Testamento Vital, advirtiendo que, para su efectividad, se analicen las particularidades que puedan darse en cada Comunidad Autónoma. En nuestro caso, dada la dispersión y ambigüedad de la normativa existente, se ha realizado un trabajo de síntesis que permita hacer más fácil la tramitación y con todas las garantías legales. Es muy importante tener en cuenta que la Declaración de Instrucciones Previas y Voluntades Anticipadas, tendrá validez plena siempre que se inscriba en algunos de los puntos del Servicio Público de Salud que más abajo se indican.
La presentación y la rúbrica se deben realizar ante el registrador que se designe, evitándose así la presencia de testigos o la eventual intervención de un notario. Y para dicha presentación hay que pedir cita previa llamando al teléfono 955545060 de Salud Responde. La relación de puntos de registros abiertos en la provincia de Huelva, es la siguiente:
§ Delegación Territorial de Salud – Avenida Martín Alonso Pinzón, nº 6. 21003 – Huelva.
§ Hospital Infanta Elena – C/ Dr. Pedro Naranjo, s/n. 21080 – Huelva.
§ Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez – Ronda exterior s/n. 21005 – Huelva.
§ Hospital Vázquez Díaz – Ronda exterior Norte s/n. 21080 – Huelva.
§ Hospital Minas de Riotinto – Avenida La Esquila, nº 5. 21660. Minas de Riotinto.
§ Centro de Salud Cortegana – Calle Jesús Nazareno s/n. 21230. Cortegana.
Y los impresos a cumplimentar, pueden descargarse clicando en los siguientes enlaces:
§ Anexo I. INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO DE VOLUNTADES VITALES ANTICIPADAS DE ANDALUCÍA.
§ Anexo II. DECLARACIÓN DE VOLUNTAD VITAL ANTICIPADA (En el cuerpo principal de este ANEXO se debe incorporar el texto propuesto por la CEE que se transcribe al final)
§ Anexo III. ACEPTACIÓN DE LA PERSONA QUE ACTÚA COMO REPRESENTANTE.
§ Anexo IV. ACEPTACIÓN DE LA PERSONA SUSTITUTA DEL/DE LA REPRESENTANTE.
En palabras del delegado diocesano para la Familia y la Defensa de la Vida, José Antonio García Morales, «frente a la eutanasia, se trata de hacer visible y eficaz nuestra apuesta decidida por la vida como don de Dios, desde su inicio hasta su término natural». De este modo, esta delegación inicia un camino en el que será necesaria e imprescindible la colaboración e implicación de agentes de pastoral de la familia, de la salud y de cuantos quieran colaborar en la difusión de esta herramienta, cuyo texto puede leerse a continuación.
Texto Testamento Vital CEE a insertar en el cuerpo principal del Anexo II
A mi familia, al personal sanitario, a mi párroco o al capellán católico:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documento equivalente legalmente reconocido.
Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.
Por ello, yo, el que suscribe MANIFIESTA
Que tengo la capacidad legal necesaria y suficiente para tomar decisiones libremente, actúo de manera libre en este acto concreto y no he sido incapacitado/a legalmente para otorgar el mismo:
Pido que, si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte.
Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes.
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.
Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad.
Si necesitas ayuda para hacerlo, acércate al despacho parroquial y te lo prepararemos
SANTORAL DE HOY
Elogio: En Roma, en la vía Labicana, san Cástulo, mártir.
Patronazgos: patrono de los pastores; contra el riesgo de rayos, agua o incendios en el campo, contra el robo de caballos y la erisipela.
Refieren a este santo: San Sebastián.
Santos Manuel, Sabino, Codrato y Teodosio, mártires
En Anatolia, santos Manuel, Sabino, Codrato y Teodosio, mártires. († s. inc.)
Santos Montano y Máxima, mártires
En la región de Sirmia, en Panonia, santos mártires Montano, presbítero, y Máxima, su esposa, que por confesar ambos su fe en Cristo Señor, fueron precipitados al mar por unos infieles. († c. 304)
San Eutiquio, subdiácono mártir
Conmemoración de la pasión de san Eutiquio, subdiácono alejandrino, que en tiempo del emperador Constancio, y bajo el obispo arriano Jorge, murió por la fe católica. († 356)
San Pedro de Sebaste, obispo
En Sebaste, en Armenia, san Pedro, obispo, hermano menor de san Basilio Magno, fue un eximio defensor de la fe ortodoxa ante los arrianos. († c. 391)
San Bercario, abad
En Montier-en-Der, en la región de la Champaña, san Bercario, primero abad de Hautvillers y después de Der, que, violentamente apuñalado el día de Jueves Santo por un monje al que había reprendido, pasó al cielo el día de la Resurrección. († 685)
Santos Baroncio y Desiderio, eremitas
En el Monte Albano, en la Toscana, santos Baroncio y Desiderio, ermitaños. († s. VII)
San Liudgero de Münster, abad y obispo
En el monasterio de Werden, en Sajonia, tránsito de san Liudgero, obispo, que fue discípulo de Alcuino. Predicó el Evangelio en Frisia, Dinamarca y Sajonia, estableció la sede de Münster y fundó varios monasterios, que se convirtieron en centros para la propagación de la fe. († 809)
Beata Magdalena Catalina Morano, virgen
En Catania, de Sicilia, en Italia, beata Magdalena Catalina Morano, virgen del Instituto de Hijas de María Auxiliadora, que se dedicó a impartir catequesis y recorrió sin cesar toda esta región. († 1908)
LITURGIA DE HOY
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Quien es consciente de las propias miserias y baja
los ojos con humildad, siente posarse sobre sí la mirada misericordiosa de
Dios. Sabemos por experiencia que solo quien sabe reconocer los errores y pedir
perdón recibe la comprensión y el perdón de los otros. Escuchar en silencio la
voz de la conciencia permite reconocer que nuestros pensamientos son distantes
de los pensamientos divinos, que nuestras palabras y nuestras acciones son a
menudo mundanas, guiadas por elecciones contrarias al Evangelio. Por eso, al
principio de la misa, realizamos comunitariamente el acto penitencial mediante
una fórmula de confesión general, pronunciada en primera persona del singular.
Cada uno confiesa a Dios y a los hermanos «que ha pecado en pensamiento,
palabras, obra y omisión». Sí, también en omisión, o sea, que he dejado de
hacer el bien que habría podido hacer. A menudo nos sentimos buenos porque
–decimos– «no he hecho mal a nadie». En realidad, no basta con hacer el mal al
prójimo, es necesario elegir hacer el bien aprovechando las ocasiones para dar
buen testimonio de que somos discípulos de Jesús. Está bien subrayar que
confesamos tanto a Dios como a los hermanos ser pecadores: esto nos ayuda a
comprender la dimensión del pecado que, mientras nos separa de Dios, nos divide
también de nuestros hermanos, y viceversa. El pecado corta: corta la relación
con Dios y corta la relación con los hermanos, la relación en la familia, en la
sociedad, en la comunidad: El pecado corta siempre, separa, divide.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«El corazón es lo que hay que quebrantar. Y no temas perder el corazón al quebrantarlo, pues dice también el salmo: Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Para que sea creado este corazón puro, hay que quebrantar antes el impuro» (San Agustín)
«Estamos siempre listos para pasar por inocentes. Pero así no se avanza en la vida cristiana... Antes y después de la confesión, en tu vida, en tu oración, ¿eres capaz de acusarte a ti mismo? ¿O es más fácil acusar a los demás?» (Francisco)
«Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, se recomienda vivamente por la Iglesia. En efecto, la confesión habitual de los pecados veniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones, a dejarse curar por Cristo, a progresar en la vida del Espíritu. Cuando se recibe con frecuencia, mediante este sacramento, el don de la misericordia del Padre, el creyente se ve impulsado a ser él también misericordioso» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.458).
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