PROGRAMA PARROQUIAL:MARTES, 02 DE AGOSTO- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (20.00 h.) y Eucaristía del Martes de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 20.30 h.).
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NOTICIAS DE ACTUALIDAD
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SANTORAL DE HOY
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INDULGENCIA DE LA PORCIÚNCULA
En julio de 1216, Francisco pidió en Perusa a Honorio III que todo el que, contrito y confesado, entrara en la iglesita de la Porciúncula, ganara gratuitamente una indulgencia plenaria, como la ganaban quienes se enrolaban en las Cruzadas, y otros que sostenían con sus ofrendas las iniciativas de la Iglesia. De ahí el nombre de Indulgencia de la Porciúncula, Perdón Asís, Indulgencia o Perdón de las rosas (por el prodigio que medió en su confirmación según alguna tradición tardía) u otros parecidos.
Más allá de las controversias históricas acerca de los orígenes y circunstancias de la concesión de la Indulgencia, lo cierto es que la Iglesia ha seguido, hasta nuestros días, otorgando y ampliando esa gracia extraordinaria. En la actualidad, esta Indulgencia puede lucrarse no sólo en Santa María de los Ángeles o la Porciúncula, sino en todas las iglesias franciscanas, y también en las iglesias catedral y parroquial, cada 2 de agosto, día de la Dedicación de la iglesita, una sola vez, con las siguientes condiciones: 1) visitar una de las iglesias mencionadas, rezando la oración del Señor y el Símbolo de la fe (Padrenuestro y Credo); 2) confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa, por ejemplo, un Padrenuestro con Avemaría y Gloria; estas condiciones pueden cumplirse unos días antes o después, pero conviene que la comunión y la oración por el Papa se realicen en el día en que se gana la Indulgencia.
* * *
S. S. Benedicto XVI
Ángelus del domingo 2 de agosto de 2009
EL «PERDÓN DE ASÍS»
Queridos hermanos y hermanas, el Año sacerdotal que estamos celebrando constituye una magnífica ocasión para profundizar en el valor de la misión de los presbíteros en la Iglesia y en el mundo. Al respecto nos llegan útiles motivos de reflexión de la memoria de los santos que la Iglesia nos propone diariamente. (...)
Hoy contemplamos en san Francisco de Asís el ardiente amor por la salvación de las almas, que todo sacerdote debe alimentar constantemente: en efecto, hoy se celebra el llamado "Perdón de Asís", que obtuvo del Papa Honorio III en el año 1216, después de haber tenido una visión mientras se hallaba en oración en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Apareciéndosele Jesús en su gloria, con la Virgen María a su derecha y muchos ángeles a su alrededor, le dijo que expresara un deseo, y Francisco imploró un "perdón amplio y generoso" para todos aquellos que, "arrepentidos y confesados", visitaran aquella iglesia. Recibida la aprobación pontificia, el santo no esperó ningún documento escrito, sino que corrió a Asís y, al llegar a la Porciúncula, anunció la gran noticia: "Hermanos míos, ¡quiero enviaros a todos al paraíso!". A partir de entonces, desde el mediodía del 1 de agosto hasta la medianoche del 2, se puede lucrar, con las condiciones habituales, la indulgencia plenaria también por los difuntos, visitando una iglesia parroquial o franciscana.
(tomado de http://www.franciscanos.org/enciclopedia/indulgencia.htm)
Elogio: San Eusebio, primer obispo de Vercelli, en la Liguria, que consolidó la Iglesia en toda la región subalpina, y que por defender la fe del Concilio de Nicea fue desterrado por el emperador Constancio, primero a Escitópolis y, posteriormente, a Capadocia y la Tebaida. Vuelto a su sede después de ocho años de exilio, se esforzó con empeño y valentía para restablecer la fe contra la herejía arriana.
Refieren a este santo: San Dionisio de Milán, San Grato de Aosta, San Gregorio de Elvira, San Hilario de Poitiers, San Honorato de Vercelli, San Lucífero de Cagliari, San Paulino de Tréveris, San Teonesto
Oración
Concédenos, Señor, Dios nuestro, imitar la fortaleza de tu obispo san Eusebio de Vercelli al proclamar su fe en la divinidad de tu Hijo, y haz que, perseverando en esa misma fe de la que fue maestro, merezcamos un día participar de la vida divina de Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Otros santos de este día:
San Rutilio, mártir
En África Proconsular, conmemoración de san Rutilio, mártir, que durante largo tiempo escapó de la persecución huyendo de un lugar a otro y, a veces, salvándose del peligro con soborno, pero, arrestado finalmente de improviso y presentado al prefecto, recibió la corona de un glorioso martirio al ser torturado con grandes suplicios y arrojado, finalmente, al fuego.
San Esteban I, papa
En Roma, en el cementerio de Calixto, san Esteban I, papa, el cual, para afirmar claramente que la unión bautismal de los cristianos con Cristo se cumplía una sola vez, prohibió que los herejes que quisieran volver a la plena comunión con la Iglesia fueran de nuevo bautizados.
Santa Centolla, mártir
En la región cercana a la actual ciudad de Burgos, en Hispania, santa Centolla, mártir.
San Máximo de Padua, obispo
En Padua, en la región de Venecia, san Máximo, obispo, considerado sucesor de san Prosdócimo.
San Sereno de Marsella, obispo
En Marsella, en la Provenza, de la Galia, san Sereno, obispo, que acogió con hospitalidad a san Agustín y a sus compañeros enviados por el papa san Gregorio Magno a evangelizar Inglaterra y, mientras se dirigía a Roma, descansó piadosamente en el Señor en Biandrate, cerca de Vercelli.
San Betario de Chartres, obispo
En Carnuto (hoy Chartres), en Neustria, san Betario, obispo.
San Pedro de Osma, monje y obispo
En Palencia, en la región hispánica de Castilla, muerte de san Pedro, obispo de Osma, que, primero monje y después archidiácono de la Iglesia de Toledo, finalmente fue elevado a la sede de Osma, recién liberada de la dominación mahometana, la cual reorganizó con vivo celo pastoral.
Beata Juana de Aza, laica
En Caleruega, población igualmente de Castilla, conmemoración de la beata Juana de Aza, madre de santo Domingo, que, llena de fe, hizo grandes obras de misericordia en favor de los pobres y necesitados.
Beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires
En Barbastro, también en España, beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires, todos ellos Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María, que, precediendo a otros muchos compañeros, en el furor de la persecución contra la Iglesia fueron fusilados a las puertas del cementerio por milicianos.
Beato Ceferino Giménez Malla, el «Pelé», mártir
En la misma ciudad de Barbastro, beato Ceferino Jiménez Malla, el «Pelé», mártir de raza gitana, dedicado a promover la paz y la concordia entre su pueblo y los vecinos, el cual, en la mencionada persecución, al salir en defensa de un sacerdote que era arrastrado por las calles por los milicianos, fue detenido y, llevado al cementerio, consumó su peregrinación por la tierra al ser fusilado, mientras sostenía la corona del Rosario en sus manos.
Beato Francisco Calvo Burillo, presbítero y mártir
En la aldea de Híjar, cerca de Teruel, en España, beato Francisco Calvo Burillo, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que padeció el martirio en la misma persecución contra la fe.
Beato Francisco Tomás Serer, presbítero y mártir
En Madrid, de nuevo en España, beato Francisco Tomás Serer, presbítero de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y mártir, que en la citada persecución mereció derramar su sangre por Cristo.
Beato Justino María Russolillo, presbítero y fundador
En Nápoles, Justino María Russolillo, presbítero y fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones (Vocacionistas).
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de una de las memorias (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5) / para la memoria de san Eusebio V. 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un obispo), o de un domingo del T.O. / para la memoria de san Julián E. 1.ª orac. prop. y el resto del común de santos (para religiosos) o de pastores (para un pastor), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Jer 30, 1-2. 12b-15. 18-22. Por todos tus numerosos pecados te he tratado de ese modo. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob.
- Sal 101. R. El Señor reconstruyó Sion, y apareció en su gloria.
- Mt 14, 22-36. Mándame ir a ti sobre el agua.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia
de las Horas: oficio de feria o de una de las memorias.
Martirologio: elogs. del 3 de agosto, pág. 465.
CALENDARIOS: Getafe: Nuestra Señora de los Ángeles (S).
Osma-Soria: San Pedro de Osma, obispo (S).
Sacramentinos: San Pedro Julián Eymard, presbítero (S). PP.
Maristas: (MO).
Familia Franciscana y Hermanas de la Cruz: Santa María de los
Ángeles de la Porciúncula (F).
Hermanas del Ángel de la Guarda: Bienaventurada Virgen María de los
Ángeles (F).
Canónigos Regulares de Letrán: San Eusebio de Vercelli, obispo
(MO).
Dominicos: Beata Juana de Aza (MO). Burgos: (ML).
Agustinos: Beato Juan de Rieti, religioso (ML).
Familia Salesiana: Beato Augusto Czartoryski, presbítero (ML).
Jesuitas: San Pedro Fabro, presbítero (ML).
Memoria de san Eusebio
Vercelli:
2 de agosto
San Eusebio de Vercelli,
obispo
Antífona de entrada Cf. 1
Sam 2, 35
Suscitaré un sacerdote fiel, que obre según mi
corazón y mis deseos, dice el Señor.
O bien: Cf. Lc 12, 42
Este es el administrador
fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que
reparta la ración de alimento a sus horas.
Monición de entrada
Recordamos en esta
celebración a san Eusebio, primer obispo de Vercelli, en Italia. Nació en
Cerdeña a principios del siglo IV. La defensa y el esclarecimiento de la fe le
causaron sufrimientos y el destierro. Vuelto a su sede después de ocho años de
exilio, se esforzó con empeño y valentía para restablecer la fe contra la
herejía arriana. Allí entregó su alma Dios el año 371.
Señor y Dios nuestro, concédenos imitar la constancia
del obispo san Eusebio de Verceli en la defensa de la divinidad de Cristo,
para que, perseverando en la fe que él nos enseñó,
merezcamos participar de la vida de tu Hijo.
Él, que vive y reina contigo.
Memoria de san Julián
Eymard:
2 de agosto
San Pedro Julián Eymard, presbítero
Antífona de
entrada Cf. Sal 15, 5
El Señor es el lote de
mi heredad y mi copa: tú eres el que restituyes mi heredad.
Monición de entrada
Conmemoramos en esta
celebración a san Pedro Julián Eymard, presbítero, el cual fue primero
sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Fiel adorador
del misterio eucarístico, instituyó dos nuevas congregaciones, una de clérigos
y otra de mujeres, para fomentar y difundir la piedad hacia el Santísimo
Sacramento. Murió el año 1868 en Francia, donde había nacido en 1811.
Oh, Dios, que hiciste brillar a san Pedro Julián Eymard
por un amor admirable hacia los santos misterios
del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo,
concédenos en tu bondad recibir la misma riqueza
que él encontró en este divino sacramento.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Lectura del libro de Jeremías (Jr 30, 1-2. 12b-15. 18-22)
PALABRA que recibió Jeremías de parte del Señor:
«Esto dice el Señor, Dios de Israel:
“Escribe en un libro todas las palabras que he dicho:
Tu fractura es incurable,
tu herida está infectada;
tu llaga no tiene remedio,
no hay medicina que la cierre.
Tus amantes te han olvidado,
ya no preguntan por ti,
pues te herí como un enemigo,
te di un escarmiento cruel.
Y todo por tus muchos crímenes,
por la gran cantidad de tus pecados.
¿Por qué gritas por tu herida?
Tu llaga es incurable.
Por tantos y tantos crímenes,
por todos tus numerosos pecados
te he tratado de ese modo”.
Pero esto dice el Señor:
“Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob,
voy a compadecerme de sus moradas;
reconstruirán la ciudad sobre sus ruinas,
su palacio se asentará en su puesto.
De allí saldrán alabanzas,
voces con aire de fiesta.
Haré que crezcan y no mengüen,
que sea reconocida su importancia,
que no sean despreciados.
Serán sus hijos como antaño,
su asamblea, estable en mi presencia;
yo castigaré a sus opresores.
De entre ellos surgirá un príncipe,
su gobernante saldrá de entre ellos;
lo acercaré y estará junto a mí,
pues ¿quién arriesgaría su vida
por ponerse cerca de mí?
—oráculo del Señor—.
Y vosotros seréis mí pueblo
y yo seré vuestro Dios”».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal
101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23 [R.: cf. 17])
R. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
V. Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.
R. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
V. Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.
R. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
V. Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.
R. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
Aleluya Jn 1, 49b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. R.
DESPUÉS que la gente se hubo saciado, enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo enseguida:
«¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!».
Pedro le contestó:
«Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua».
Él le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame».
Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él diciendo:
«Realmente eres Hijo de Dios».
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y lo hombres de aquel lugar apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le trajeron a todos los enfermos.
Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Homilía 18-noviembre-2018
El Señor extiende su mano: es un gesto gratuito, no obligado. Así es como se hace. No estamos llamados a hacer el bien solo a los que nos aman. Corresponder es normal, pero Jesús pide ir más lejos (cf. Mt 5, 46): dar a los que no tienen con qué devolver, es decir, amar gratuitamente (cf. Lc 6, 32-36). Miremos lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: entre tantas cosas, ¿hacemos algo gratuito, alguna cosa para los que no tienen cómo corresponder? Esa será nuestra mano extendida, nuestra verdadera riqueza en el cielo.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Posiblemente no nos encontramos en situación de dar mucho, pero siempre podemos dar la alegría que brota de un corazón que ama a Dios» (Santa Teresa de Calcuta).
«Esos pocos panes y peces, compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos. ¡Y atención! No es magia, es un ‘signo’: un signo que invita a tener fe en Dios, Padre providente» (Francisco).
«La Sagrada Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo acrecienta la unión del comulgante con el Señor, le perdona los pecados veniales y lo preserva de pecados graves. Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante y Cristo son reforzados, la recepción de este sacramento fortalece la unidad de la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.416).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Posiblemente no nos encontramos en situación de dar mucho, pero siempre podemos dar la alegría que brota de un corazón que ama a Dios» (Santa Teresa de Calcuta).
«Esos pocos panes y peces, compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos. ¡Y atención! No es magia, es un ‘signo’: un signo que invita a tener fe en Dios, Padre providente» (Francisco).
«La Sagrada Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo acrecienta la unión del comulgante con el Señor, le perdona los pecados veniales y lo preserva de pecados graves. Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante y Cristo son reforzados, la recepción de este sacramento fortalece la unidad de la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.416).
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