14 de agosto - DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)


  DOMINGO DE LA XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
  Oficio del Sábado de la IV Semana del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas - Laudes - Tercia- Sexta     - Nona Vísperas - Completas)
 


PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 14 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.


- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía I Vísperas de la Asunción de la Virgen María, en la Parroquia (a las 20.30 h.).




NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Elogio: Memoria de san Maximiliano María (Raimundo) Kolbe, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que, fundador de la Milicia de María Inmaculada, fue deportado a diversos lugares de cautiverio y finalmente, internado en el campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, donde se ofreció a los verdugos a cambio de la vida de otro cautivo, ofreciendo su ministerio como un holocausto de caridad y como modelo de fidelidad para con Dios y los hombres.

Refieren a este santo: Beato Antonio Bajewski, Beato Inocencio Guz, Beato Pío Bartosik.

Oración

Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María Kolbe, apóstol de la Inmaculada, le llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo, concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y tener el valor de asemejarnos a tu Hijo, incluso hasta en la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Otros santos de este día:

   San Ursicino, mártir

En el Ilírico, san Ursicino, mártir. († s. IV)

   San Marcelo de Apamea, obispo y mártir  

En Apamea, en Siria, san Marcelo, obispo y mártir, que, por haber abatido un templo dedicado a Júpiter, murió a manos de los enfurecidos gentiles. († c. 390)

   San Eusebio de Roma, fundador  

En Roma, san Eusebio, fundador de la iglesia de su título en el monte Esquilino. († s. IV/V)

   San Facanano de Ross, abad y obispo

En Ross, en Hibernia, san Facanano, obispo y abad, que fundó en este lugar un monasterio, célebre por la enseñanza de las ciencias sagradas y humanas. († s. VI)

   San Arnulfo de Soissons, monje y obispo  

En Altenburg (Oudenburg), en Flandes, muerte de san Arnulfo, obispo de Soissons, que, se hizo monje después de haber sido soldado y, elevado al episcopado, se esforzó siempre por la paz y la concordia, y murió, finalmente, en el monasterio que él mismo había fundado. († 1087)

   Beato Sante de Urbino Brancoisini, religioso  

Cerca de Montebaroccio, en el Piceno, beato Sante de Urbino Brancoisini, hermano laico de la Orden de los Hermanos Menores. († c. 1392)

   Santos Antonio Primaldo y casi ochocientos compañeros, mártires  

En Otranto, en la Apulia, santos mártires en número de casi ochocientos, que, conminados a renegar de su fe durante una incursión de soldados otomanos, fueron exhortados por el beato Antonio Primaldo, un anciano tejedor, a perseverar en la fe de Cristo, y obtuvieron así la corona del martirio al ser decapitados. († 1480)

   Santos Domingo Ibáñez de Erquicia y Francisco Shoyemon, religiosos mártires

En Nagasaki, en Japón, santos mártires Domingo Ibáñez de Erquicia, presbítero de la Orden de Predicadores, y Francisco Shoyemon, novicio en la misma Orden y catequista, que en tiempo del Emperador Tokugawa Yemitsu recibieron la muerte por quienes odiaban el nombre cristiano. († 1633)

   Beata Isabel Renzi, virgen y fundadora

En Coriano, de la Emilia, beata Isabel Renzi, virgen, la cual, fundadora de las Maestras Pías de la Dolorosa, puso todo su empeño en que las niñas pobres recibieran una formación humana y catequética en la escuela. († 1859)

   Beato Miguel José McGivney, presbítero y fundador  

En Thomaston, Connecticut (U.S.A.), beato Miguel José McGivney, presbítero y fundador de los Caballeros de Colón. († 1890)

   Beato Vicente Rubiols Castelló, presbítero y mártir  

En la aldea de Picassent, en la provincia de Valencia, en España, beato Vicente Rubiols Castelló, presbítero y mártir, que durante la persecución dio testimonio con el martirio de su fe en Cristo. († 1936)

   Beato Félix Yuste Cava, presbítero y mártir  

En la localidad de El Saler, cerca de Valencia, en España, beato Félix Yuste Cava, presbítero y mártir, al que Dios concedió el premio eterno por su intrépida fidelidad. († 1936)

   Beatos Ángel Marina Álvarez, Manuel Fernández-Herba Pereira y cinco compañeros, presbíteros y mártires  

En El Picado, Almagro, España, beatos Ángel Marina Álvarez, Manuel Fernández-Herba Pereira, y cinco compañeros, todos ellos sacerdotes, religiosos de la Orden de Predicadores y mártires, víctimas de la cruel persecusión religiosa que acompañó a la Guerra Civil Española. Los nombres de los cinco compañeros son: Natalio Camazón Junquera, Antonio Trancho Andrés, Luis Suárez Velasco, Eduardo Sainz Lantarón y Pedro López Delgado. († 1936)

   Beatos Francisco Santos Cadierno, Sebastián Sáinz López y cuatro compañeros, religiosos mártires  

En Almagro, España, beatos Francisco Santos Cadierno, Sebastián Sáinz López y cuatro compañeros, todos ellos religiosos de la Orden de Predicadores y mártires, víctimas de la cruel persecusión religiosa que acompañó a la Guerra Civil Española. Los nombres de los cuatro compañeros son: Arsenio de la Viuda Solla, Ovidio Bravo Porras, Dionisio Pérez García y Fernando García de Dios. († 1936)


LITURGIA DE HOY

Hasta la Hora Nona: 

Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical. 

LECC.: vol. I (C). 

- Jer 38, 4-6. 8-10. Me has engendrado para pleitear por todo el país. 

- Sal 39. R. Señor, date prisa en socorrerme. 

- Heb 12, 1-4. Corramos, con constancia, en la carrera que nos toca. 

- Lc 12, 49-53. No he venido a traer paz, sino división. 


Amar a Dios en todo y sobre todas las cosas para que consiga- mos alcanzar sus promesas es lo que pedimos al comienzo de la liturgia de hoy (cf. 1.ª orac.). Esto se traduce en optar por Cristo, a pesar de las dificultades que esto pueda traer, incluso en las relaciones familiares (Ev.). Tenemos que correr la carrera que nos toca, sin retirarnos, quitándonos de todo lo que nos estorba y del pecado que nos ata, contemplando a Cristo, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz y la oposición de los pecadores (cf. 2 lect.). Perdamos el miedo a vivir y manifestar la fe por las críticas o persecuciones que ello pueda suponer. Acudamos al Señor en medio de las dificultades, ya que Él cuida de nosotros y es nuestro auxilio y nuestra liberación (cf. 1 lect. y sal. resp.).


Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. 


Martirologio: elogs. del 15 de agosto, pág. 489. 


Antífona de entrada Sal 83, 10-11

Fíjate, oh, Dios, escudo nuestro; mira el rostro de tu Ungido, porque vale más un día en tus atrios que mil en mi casa.

Protéctor noster, áspice, Deus, et réspice in fáciem Christi tui, quia mélior est dies una in átriis tuis super míllia.


Monición de entrada

Comenzamos la celebración de la eucaristía en el día del Señor. Dios nos ha llamado a la fe y nos ha hecho hijos suyos por el bautismo. A nosotros nos toca responder al gran amor de Dios que recibimos y celebramos con el testimonio de una vida verdaderamente cristiana; testimonio que, en ocasiones, estará marcado por el desprecio y el rechazo de los demás. No perdamos nunca el ánimo y confiemos en la Palabra del Señor que nos anima a ser valerosos y a seguir su ejemplo de fidelidad al Padre hasta la entrega de su propia vida.


Acto penitencial

Todo como en el Ordinario de la Misa. Para la tercera fórmula pueden usarse las siguientes invocaciones:

- Por tu pasión y gloria: Señor, ten piedad.d

R. Señor, ten piedad.

- Por tu muerte y resurrección: Cristo, ten piedad.

R. Cristo, ten piedad.

- Por tu descenso al lugar de los muertos y tu exaltación a la derecha del Padre: Señor, ten piedad.

R. Señor, ten piedad.

En lugar del acto penitencial, se puede celebrar el rito de la bendición y de la aspersión del agua bendita.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Oh, Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde la ternura de tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA 
Me has engendrado para pleitear por todo el país

Lectura del libro de Jeremías (Jr 38, 4-6. 8-10)

En aquellos días, los dignatarios dijeron al rey:

«Hay que condenar a muerte a ese Jeremías, pues, con semejantes discursos, está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y al resto de la gente. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia».

Respondió el rey Sedecías:

«Ahí lo tenéis, en vuestras manos. Nada puedo hacer yo contra vosotros».

Ellos se apoderaron de Jeremías y lo metieron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua.

Ebedmélec abandonó el palacio, fue al rey y le dijo:

«Mi rey y señor, esos hombres han tratado injustamente al profeta Jeremías al arrojarlo al aljibe, donde sin duda morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad».

Entonces el rey ordenó a Ebedmélec el cusita:

«Toma tres hombres a tu mando y sacad al profeta Jeremías del aljibe antes de que muera».


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial Sal 39, 2. 3. 4. 18 (R.: 14b)

R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito.

R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Me levantó de la fosa fatal,

de la charca fangosa;

afianzó mis pies sobre roca,

y aseguró mis pasos.

R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios.

Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos

y confiaron en el Señor.

R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Yo soy pobre y desgraciado,

pero el Señor se cuida de mí;

tú eres mi auxilio y mi liberación:

Dios mío, no tardes.

R. Señor, date prisa en socorrerme


SEGUNDA LECTURA
Corramos, con constancia, en la carrera que nos toca

Lectura de la carta a los Hebreos (Heb 12, 1-4)

Hermanos:

Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.

Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.


Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Aleluya Jn 10, 27
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Mis ovejas oyen mi voz –dice el Señor–,
y yo las conozco, y ellas me siguen. R.

EVANGELIO
No he venido a traer paz, sino división


╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 12, 49-53)
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


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