05 de enero - JUEVES, FERIA DEL TIEMPO DE NAVIDAD, ANTES DE EPIFANÍA


  
  JUEVES, FERIA DEL TIEMPO DE NAVIDAD, ANTES DE EPIFANÍA, feria
  Oficio del Jueves de la Semana II del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo I: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta     Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
JUEVES, 05 DE ENERO

PARROQUIA DEL CARMEN:

Eucaristía I Vísperas de la Solemnidad de Epifanía, en la Parroquia (18.30 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Rezo del Santo Rosario (19.00) y Eucaristía I Vísperas de la Solemnidad de Epifanía, en la Parroquia (a las 19.30 h.).

Para ver la transmisión en directo, pincha aquí



NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Terminado su camino en este mundo el Papa emérito Benedicto XVI ha pasado de este mundo al Padre


Benedicto XVI: Mi testamento espiritual
Publicado el documento redactado
por el Papa emérito el 29 de agosto de 2006


Benedicto PP XVI

Si en esta hora tardía de mi vida miro hacia atrás, hacia las décadas que he vivido, veo en primer lugar cuántas razones tengo para dar gracias. Ante todo, doy gracias a Dios mismo, dador de todo bien, que me ha dado la vida y me ha guiado en diversos momentos de confusión; siempre me ha levantado cuando empezaba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz de su semblante. En retrospectiva, veo y comprendo que incluso los tramos oscuros y agotadores de este camino fueron para mi salvación y que fue en ellos donde Él me guió bien.

Doy las gracias a mis padres, que me dieron la vida en una época difícil y que, a costa de grandes sacrificios, con su amor prepararon para mí un magnífico hogar que, como una luz clara, ilumina todos mis días hasta el día de hoy. La clara fe de mi padre nos enseñó a nosotros los hijos a creer, y como señal siempre se ha mantenido firme en medio de todos mis logros científicos; la profunda devoción y la gran bondad de mi madre son un legado que nunca podré agradecerle lo suficiente. Mi hermana me ha asistido durante décadas desinteresadamente y con afectuoso cuidado; mi hermano, con la claridad de su juicio, su vigorosa resolución y la serenidad de su corazón, me ha allanado siempre el camino; sin su constante precederme y acompañarme, no habría podido encontrar la senda correcta.

De corazón doy gracias a Dios por los muchos amigos, hombres y mujeres, que siempre ha puesto a mi lado; por los colaboradores en todas las etapas de mi camino; por los profesores y alumnos que me ha dado. Con gratitud los encomiendo todos a Su bondad. Y quiero dar gracias al Señor por mi hermosa patria en los Prealpes bávaros, en la que siempre he visto brillar el esplendor del Creador mismo. Doy las gracias al pueblo de mi patria porque en él he experimentado una y otra vez la belleza de la fe. Rezo para que nuestra tierra siga siendo una tierra de fe y les ruego, queridos compatriotas: no se dejen apartar de la fe. Y, por último, doy gracias a Dios por toda la belleza que he podido experimentar en todas las etapas de mi viaje, pero especialmente en Roma y en Italia, que se ha convertido en mi segunda patria.

A todos aquellos a los que he agraviado de alguna manera, les pido perdón de todo corazón.

Lo que antes dije a mis compatriotas, lo digo ahora a todos los que en la Iglesia han sido confiados a mi servicio: ¡Manténganse firmes en la fe! ¡No se dejen confundir! A menudo parece como si la ciencia -las ciencias naturales, por un lado, y la investigación histórica (especialmente la exégesis de la Sagrada Escritura), por otro- fuera capaz de ofrecer resultados irrefutables en desacuerdo con la fe católica. He vivido las transformaciones de las ciencias naturales desde hace mucho tiempo, y he visto cómo, por el contrario, las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino interpretaciones filosóficas que sólo parecen ser competencia de la ciencia. Desde hace sesenta años acompaño el camino de la teología, especialmente de las ciencias bíblicas, y con la sucesión de las diferentes generaciones, he visto derrumbarse tesis que parecían inamovibles y resultar meras hipótesis: la generación liberal (Harnack, Jülicher, etc.), la generación existencialista (Bultmann, etc.), la generación marxista. He visto y veo cómo de la confusión de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo.

Por último, pido humildemente: recen por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados y defectos, me reciba en la morada eterna. A todos los que me han sido confiados, van mis oraciones de todo corazón, día a día.




NOTICIAS DE ACTUALIDAD


    Portada

Fundadoras españolas, misioneros, catequistas, predicadores y místicos

Diez santos del mundo hispano -de tres continentes- que Benedicto XVI canonizó para la Iglesia

La senadora socialista Mercedes Aroz, el periodista Ahmari, un biólogo que hoy es cura...

Ateos, agnósticos, políticos... 8 conversos que se hicieron católicos a través de Ratzinger

Entrevista en profundidad de EWTN al secretario de muchos años de Benedicto XVI

Los santos preferidos de Benedicto, su oración y sus puntos fuertes, revelados por Gänswein

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  Benedicto XVI: criterios sacerdotales

  Múnich: doblan las campanas por BXVI

  Ya son 100.000, estuvo Viktor Orban

  Mattarella, Meloni y decenas de miles

  La ceremonia de traslado a la basílica

Otras noticias

  «Siempre fiel a la Iglesia», «de extrema dulzura»... los peregrinos se despiden del «Papa sabio»

  Los saltos de alegría de Joseph Pearce al ser elegido Benedicto: su pontificado fue «un gran regalo»

  El discurso de Ratisbona: cuando Al-Qaeda amenazó de muerte a Benedicto XVI, «el devoto de la cruz»

  65.000 personas han pasado ya por la capilla ardiente de Benedicto XVI, el doble de lo esperado

Opinión

  Sobre educación sexual , por Pedro Trevijano

  Tolkien: de niño a mago de las palabras , por Emilio Domínguez Díaz

Blogs

  Se hace carne en Belén , por Sólo Dios basta

  Hoy el reto del amor es que te acerques a la primera iglesia que veas , por El Reto Del Amor

  La potencia de Dios. Comentario para Matrimonios: Juan 1, 29-34 , por ProyectoAmorConyugal.es

  Benedicto XVI y yo , por En cuerpo y alma


SANTORAL DE HOY



Elogio: En Zaragoza, en España, santa Genoveva Torres Morales, virgen, que desde joven experimentó las contrariedades de la vida y soportó la enfermedad que le aquejaba. Fundó el Instituto de Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles, para ayudar a la mujeres.


Elogio: En la ciudad de Filadelfia, del estado de Pensilvania, en los Estados Unidos de Norteamérica, san Juan Nepomuceno Neumann, obispo, de la Congregación del Santísimo Redentor, que se distinguió por su solicitud a favor de los inmigrantes pobres, ayudándoles con sus consejos y su caridad, así como por la educación cristiana de los niños.

Refieren a este santo: Beato Francisco Javier Seelos.

Elogio: En Alejandría de Egipto, santa Sinclética, virgen, de quien se cuenta que llevó vida eremítica.


Otros santos de este día:

    San Deogracias de Cartago, obispo   

En Cartago, san Deogracias, obispo, que redimió a muchos cautivos apresados por los vándalos, ofreciéndoles cobijo en dos grandes basílicas dotadas de camas y esteras.

   Santa Emiliana, virgen

En Roma, conmemoración de santa Emiliana, virgen, tía paterna del papa san Gregorio Magno, que falleció piadosamente poco después de su hermana Tarsila.

   San Convoión, abad   

En Bretaña Menor, san Convoión, abad, fundador en Roten del monasterio de San Salvador, donde, bajo su dirección y siguiendo la Regla de san Benito, floreció un elevado número de monjes; pero destruido el cenobio por los normandos, fundó una nueva casa en Saint-Maixent-de-Plélan, en la que falleció ya octogenario.

   San Eduardo III, «el Confesor», rey   

En Londres, en Inglaterra, san Eduardo III, llamado «el Confesor», que, siendo rey de los ingleses, fue muy amado por su eximia caridad, trabajando incansablemente por mantener la paz en sus estados y la comunión con la Sede Romana.

   San Gerlaco, eremita   

Cerca de Valkenburg, en la región de Limburg, san Gerlaco, eremita, que se distinguió por el servicio prestado a los indigentes.

   Beato Rogerio de Todi, religioso presbítero   

En la ciudad de Todi, en la Umbría, beato Rogerio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, discípulo de san Francisco y ferviente imitador suyo.

   Beatos Francisco Peltier, Jacobo Ledoyen y Pedro Tressier, presbíteros y mártires   

En Angers, ciudad de Francia, beatos Francisco Peltier, Jacobo Ledoyen y Pedro Tressier, presbíteros y mártires, quienes, por mantenerse fieles a su sacerdocio, fueron decapitados durante la Revolución Francesa.

   Beata María Repetto, virgen   

En Génova, ciudad de Italia, beata María Repetto, virgen de las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario, que vivió escondida del mundo y se esforzó por ayudar a los afligidos y dar esperanza de salvación eterna a los que dudaban.

   San Carlos de San Andrés Houben, religioso presbítero   

En Dublín, en Irlanda, san Carlos de San Andrés (Juan Andrés) Houben, presbítero de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, admirable ministro del sacramento de la Penitencia.

   Beata Marcelina Darowska, viuda y fundadora

En Jazlowice, en Ucrania, beata Marcelina Darowska, la cual, muertos su esposo y su primogénito, se consagró a Dios. Preocupada por la dignidad de la familia, fundó la Congregación de Hermanas de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, para la educación de las jóvenes.

   Beato Pedro Bonilli, presbítero y fundador 

En Spoleto, en Italia, beato Pedro Bonilli, presbítero, fundador de la Congregación de Hermanas de la Sagrada Familia, para atender y educar a las niñas pobres y huérfanas.

   Beato Robert Grau Bullich, presbítero y mártir   

En Barcelona, beato Robert (Joan) Grau Bullich, sacerdote de la Orden de San Benito, mártir de la persecución religiosa en época de la Guerra Civil.


LITURGIA DE HOY

(Hasta la Hora Nona)

Misa de feria (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Nav.

LECC.: vol. II.

- 1 Jn 3, 11-21. Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a

los hermanos.

- Sal 99. R. Aclama al Señor, tierra entera.

- Jn 1, 43-51. Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.

Liturgia de las Horas: oficio de feria-5 de enero.

Martirologio: elogs. del 6 de enero, pág. 96.

CALENDARIOS: Redentoristas: San Juan Nepomuceno (MO).

Pasionistas: San Carlos de San Andrés, religioso (ML).

Toledo: Aniversario de la muerte del cardenal Francisco Álvarez Martínez,

arzobispo, emérito (2022).


Antífona de entrada Is 9, 2

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló.

Oración colecta

Antes de la solemnidad de Epifanía

Dios todopoderoso,
concédenos que tu salvación,
que llegó con una luz nueva del cielo para la redención del mundo,
amanezca en nuestros corazones y los renueve siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA
Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan ( 1 Jn 3, 11-21)

QUERIDOS HERMANOS:

Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.

No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas.

No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte.

El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva permanentemente en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene de bienes del mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.

En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestro corazón ante él, en caso de que nos condene nuestro corazón, pues Dios es mayor que nuestro corazón y lo conoce todo. Queridos, si el corazón no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 99, 1-2. 3. 4. 5 [R.: 1])

R. Aclama al Señor, tierra entera.

V. Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

R. Aclama al Señor, tierra entera.

V. Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

R. Aclama al Señor, tierra entera.

V. Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.

R. Aclama al Señor, tierra entera.

V. El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.

R. Aclama al Señor, tierra entera.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Un día sagrado nos ha iluminado; venid, naciones, y adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. R.


EVANGELIO
Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 1, 43-51)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice:

«Sígueme».

Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice:

«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».

Natanael le replicó:

«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».

Felipe le contestó:

«Ven y verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.



Papa Francisco, Ex. Ap. Evangelii gaudium 264. 

La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. Puestos ante Él con el corazón abierto, dejando que Él nos contemple, reconocemos esa mirada de amor que descubrió Natanael el día que Jesús se hizo presente y le dijo: «Cuando estabas debajo de la higuera, te vi» (Jn 1, 48). ¡Qué dulce es estar frente a un crucifijo, o de rodillas delante del Santísimo, y simplemente ser ante sus ojos! ¡Cuánto bien nos hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a comunicar su vida nueva! 


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«En el momento de la inmolación [consagración], al sonido de la voz del sacerdote, los cielos se abren y los coros angélicos están presentes en el misterio de Jesucristo. En el altar, lo más bajo se une con lo más sublime, la tierra con el cielo, lo visible y lo invisible» (San Gregorio Magno).

«La sonrisa de una familia es capaz de vencer esta desertización de nuestras ciudades. El proyecto de Babel edifica rascacielos sin vida. El Espíritu de Dios, en cambio, hace florecer los desiertos» (Francisco).

«El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno de la Virgen María es “Cristo”, es decir, el ungido por el Espíritu Santo, desde el principio de su existencia humana, aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresivamente: a los pastores, a los magos, a Juan Bautista, a los discípulos. Por tanto, toda la vida de Jesucristo manifestará ‘cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder’ (Hch 10,38)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 486).


(Después de la Hora Nona)

Misa de la vigilia de la solemnidad de la Epifanía del Señor

(blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. de Epifanía, embolismos props. en las PP. EE. No se puede decir la PE IV.

LECC.: vol. I (A).

- Is 60, 1-6. La gloria del Señor amanece sobre ti.

- Sal 71. R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

- Ef 3, 2-3a. 5-6. Ahora ha sido revelado que los gentiles son coherederos

de la promesa.

- Mt 2, 1-12. Venimos a adorar al Rey.

Jesucristo es Salvador para todo el mundo. Así se expresa en el relato evangélico que nos presenta a unos gentiles —los magos de Oriente— que guiados por la luz de la fe representada por la estrella, adoraron al niño que estaba con María, su madre. Y le ofrecieron oro, como rey; incienso como Dios; y mirra como hombre que habría de sufrir para salvarnos. En la segunda lectura el apóstol san Pablo afirma claramente que «también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio». Contemplemos con la luz de la fe el misterio de Cristo y vivámoslo con amor, y llevémoslo a todos, comenzando por los más alejados.

Misa de la vigilia

Esta misa se puede utilizar en la tarde anterior a la solemnidad, antes o después de las primeras Vísperas de la Epifanía.


Antífona de entrada Cf. Bar 5, 5

Álzate, Jerusalén, mira hacia oriente y contempla a tus hijos: reunidos desde donde sale el sol hasta el ocaso.


Monición de entrada

Celebramos hoy la solemnidad de la Epifanía del Señor, su manifestación a todas las gentes. Como los Magos, también nosotros hemos legado hasta aquí, guiados por la estrella de nuestra fe. Y aquí nos encontramos con el Señor.

Se dice Gloria.


Oración colecta

Te rogamos, Señor,
que el esplendor de tu majestad ilumine nuestros corazones,
para que podamos atravesar las tinieblas de este mundo
y lleguemos a la patria de la claridad eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.




PRIMERA LECTURA
La Gloria del Señor amanece sobre ti

Lectura del libro de Isaías (Is 60, 1-6)

¡LEVÁNTATE y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!

Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria se verá sobre ti.

Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.

Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen hacia ti; llegan tus hijos desde lejos, a tus hijas las traen en brazos.

Entonces lo verás, y estarás radiante; tu corazón se asombrará, se ensanchará, porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti, y a ti llegan las riquezas de los pueblos.

Te cubrirá una multitud de camellos, dromedarios de Madián y de Efá.

Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 
SALMO RESPONSORIAL (Sal 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13 [R.: cf. 11])

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos dé la tierra.
 
V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos dé la tierra.
 
V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos dé la tierra.
 
V. Los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
póstrense ante él todos los reyes,
y sírvanle todos los pueblos.

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos dé la tierra.
 
V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenla protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos dé la tierra.


SEGUNDA LECTURA
Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Ef 3, 2-3a. 5-6)

HERMANOS:

Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles.

Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la misma promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


Aleluya Cf. Mt 2, 2

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Hemos visto salir su estrella y venimos a adorar al Señor. R.

 
EVANGELIO Mt 2, 1-12
Venimos a adorar al Rey

╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

HABIENDO NACIDO Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:

«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».

Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenia que nacer el Mesías.

Ellos le contestaron:

«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:

“Y tú, Belén, tierra de Judá,

no eres ni mucho menos la última

de las poblaciones de Judá,

pues de ti saldrá un jefe

que pastoreará a mi pueblo Israel”».

Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:

«ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo».

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.

Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con Maria, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Que todos los pueblos vengan a incorporarse a la familia de los patriarcas (…). Que todas las naciones, en la persona de los tres Magos, adoren al Autor del universo» (San León Magno).

«El misterio de la Navidad se irradia sobre la tierra, difundiéndose en círculos concéntricos: la Sagrada Familia de Nazaret, los pastores de Belén y, finalmente, los Magos, que constituyen las primicias de los pueblos paganos» (Benedicto XVI).

«La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná, la Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos “magos” venidos de Oriente (Mt 2,1) En estos “magos”, representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 528).



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