NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: En Roma, conmemoración de santa Martina, a quien el papa Dono dedicó una basílica a su nombre en el foro romano.
Patronazgos: patrona de Roma y de las mujeres en período de lactancia.
Elogio: En Roma, conmemoración de santa Martina, a quien el papa Dono dedicó una basílica a su nombre en el foro romano.
Patronazgos: patrona de Roma y de las mujeres en período de lactancia.
San Matías de Jerusalén, obispo
En Jerusalén, san Matías, obispo, que descansó en paz después de soportar muchos sufrimientos por la causa de Cristo.
San Barsimeo de Edesa, obispo
En Edesa, de Osroene, san Barsimeo, obispo, que en tiempo del emperador Decio fue azotado por su fe en Cristo, y después, terminada la persecución y liberado de la cárcel, dedicó el resto de su vida a gobernar con total entrega la Iglesia a él encomendada.
Santa Batilde, viuda y fundadora
En el monasterio de Chelle, en el territorio de París, santa Batilde, reina, que fundó un cenobio bajo la Regla de san Benito, al estilo del monasterio de Luxeuil, y, a la muerte de su esposo Clodoveo II, gobernó el reino de los francos. Cuando asumió su hijo el poder, se retiró al citado monasterio y vivió hasta su muerte bajo la observancia de la Regla.
Santa Aldegunda, abadesa
En el monasterio de Maubeuge, en Neustria, santa Aldegunda, abadesa, en tiempo del rey Dagoberto.
San Armentario de Pavía, obispo
En la ciudad de Pavía, en la Lombardía, san Armentario, obispo, que colocó solemnemente en la basílica de San Pedro in Coelo Aureo el cuerpo de san Agustín, trasladado por el rey Liutprando.
San Teófilo el Joven, mártir
Pasión de san Teófilo, llamado el Joven, mártir, que, siendo prefecto de la armada cristiana, fue apresado en Chipre y conducido a la presencia de Harun ar-Rashid, califa supremo de los sarracenos, y dado que ni las amenazas ni las promesas pudieron hacerle apostatar de Cristo, fue herido de muerte con la espada.
San Lesmes, abad
En la ciudad de Burgos, en Castilla la Vieja, san Lesmes, abad, que convirtió en monasterio la capilla de San Juan y el hospital de pobres contiguo.
Beato Francisco Taylor, mártir
En Dublín, en Irlanda, tránsito del beato Francisco Taylor, mártir, que, siendo padre de familia, pasó siete años en la cárcel a causa de su fe católica y, después de soportar tribulaciones en su ancianidad, terminó su martirio bajo el reinado de Jacobo I.
Beatos Ogasawara Gen`ya, Miya Kagayama y trece compañeros, mártires
En Kamamoto, Japón, beatos Ogasawara Gen`ya, su esposa Miya Kagayama, sus nueve hijos y cuatro sirvientes, que después de sufrir destierro y persecución y de pasar cuarenta días en la cárcel, fueron decapitados en el patio del templo budista Zengo-In.
Santa Jacinta Mariscotti, virgen
En Viterbo, en el Lacio, santa Jacinta Mariscotti, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, quien, después de perder quince años entregada a vanos placeres, abrazó con ardor la conversión y promovió confraternidades para la asistencia a los ancianos y para fomentar el culto a la Eucaristía.
Beato Sebastián Valfré, religioso presbítero
En Turín, ciudad del Piamonte, en Italia, beato Sebastián Valfré, presbítero de la Congregación del Oratorio, que con su entrega desinteresada ayudó a pobres, enfermos y encarcelados, y condujo a muchos hacia Cristo con su amistad y su eximia caridad.
San Pablo Ho Hyob, mártir
En Seúl, en Corea, san Pablo Ho Hyob, mártir, que, siendo soldado, fue encerrado en prisión por confesarse cristiano y, sometido a tormento, llegaron a ceder sus fuerzas, dando la impresión de retractarse, pero arrepentido y repuesto, él mismo se presentó ante el juez confirmando su fe en Cristo, por lo cual, encarcelado de nuevo, después de largo tiempo falleció a consecuencia del maltrato recibido.
Santo Tomás Khuong, presbítero y mártir
En Tonkin, actual Vietnam, santo Tomás Khuong, presbítero y mártir, que en la persecución bajo el emperador Tu Duc confesó con gran fuerza de ánimo ser cristiano. Fue encarcelado y, finalmente, de rodillas ante la Cruz, lo mataron a hachazos.
San David Galván Bermúdez, presbítero y mártir
En la ciudad de Guadalajara, en México, san David Galván Bermúdez, presbítero y mártir, que durante la persecución mexicana, por defender la santidad del matrimonio, obtuvo la corona del martirio al ser fusilado sin previo juicio por los soldados.
San Muciano María Viaux, religioso
En Malonne, población de Bélgica, san Muciano María (Luis) Viaux, de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que dedicó toda su vida, con constancia y generosidad, a la formación de los jóvenes.
Beato Columba Marmión, abad
En el monasterio de san Benito de Maredsous, también en Bélgica, beato Columba (José) Marmión, el cual, nacido en Irlanda y ordenado sacerdote, llegó a ser abad de aquel monasterio benedictino, donde se distinguió como padre del cenobio, guía de almas en el camino de la santidad, así como por su riqueza en doctrina espiritual y elocuencia.
Beata Carmela García Moyón, catequista mártir
En la localidad valenciana de Torrent, en España, beata Carmen García Moyón, mártir, maestra de la doctrina cristiana, que en la cruel persecución religiosa fue violada y quemada viva, a causa de su fe en Cristo.
Beato Segismundo Pisarski, presbítero y mártir
En la ciudad de Gdeszyn, en Polonia, beato Segismundo Pisarski, presbítero y mártir, que en tiempo de guerra, por no renunciar a su fe ante los perseguidores, fue fusilado junto a la parroquia del lugar.
Beata Maria Bolognesi, laica
En Rovigo, Italia, beata María Bolognesi, laica, que ofreció sus sufrimientos físicos y espirituales por la salvación del prójimo.
San Matías de Jerusalén, obispo
En Jerusalén, san Matías, obispo, que descansó en paz después de soportar muchos sufrimientos por la causa de Cristo.
San Barsimeo de Edesa, obispo
En Edesa, de Osroene, san Barsimeo, obispo, que en tiempo del emperador Decio fue azotado por su fe en Cristo, y después, terminada la persecución y liberado de la cárcel, dedicó el resto de su vida a gobernar con total entrega la Iglesia a él encomendada.
Santa Batilde, viuda y fundadora
En el monasterio de Chelle, en el territorio de París, santa Batilde, reina, que fundó un cenobio bajo la Regla de san Benito, al estilo del monasterio de Luxeuil, y, a la muerte de su esposo Clodoveo II, gobernó el reino de los francos. Cuando asumió su hijo el poder, se retiró al citado monasterio y vivió hasta su muerte bajo la observancia de la Regla.
Santa Aldegunda, abadesa
En el monasterio de Maubeuge, en Neustria, santa Aldegunda, abadesa, en tiempo del rey Dagoberto.
San Armentario de Pavía, obispo
En la ciudad de Pavía, en la Lombardía, san Armentario, obispo, que colocó solemnemente en la basílica de San Pedro in Coelo Aureo el cuerpo de san Agustín, trasladado por el rey Liutprando.
San Teófilo el Joven, mártir
Pasión de san Teófilo, llamado el Joven, mártir, que, siendo prefecto de la armada cristiana, fue apresado en Chipre y conducido a la presencia de Harun ar-Rashid, califa supremo de los sarracenos, y dado que ni las amenazas ni las promesas pudieron hacerle apostatar de Cristo, fue herido de muerte con la espada.
San Lesmes, abad
En la ciudad de Burgos, en Castilla la Vieja, san Lesmes, abad, que convirtió en monasterio la capilla de San Juan y el hospital de pobres contiguo.
Beato Francisco Taylor, mártir
En Dublín, en Irlanda, tránsito del beato Francisco Taylor, mártir, que, siendo padre de familia, pasó siete años en la cárcel a causa de su fe católica y, después de soportar tribulaciones en su ancianidad, terminó su martirio bajo el reinado de Jacobo I.
Beatos Ogasawara Gen`ya, Miya Kagayama y trece compañeros, mártires
En Kamamoto, Japón, beatos Ogasawara Gen`ya, su esposa Miya Kagayama, sus nueve hijos y cuatro sirvientes, que después de sufrir destierro y persecución y de pasar cuarenta días en la cárcel, fueron decapitados en el patio del templo budista Zengo-In.
Santa Jacinta Mariscotti, virgen
En Viterbo, en el Lacio, santa Jacinta Mariscotti, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, quien, después de perder quince años entregada a vanos placeres, abrazó con ardor la conversión y promovió confraternidades para la asistencia a los ancianos y para fomentar el culto a la Eucaristía.
Beato Sebastián Valfré, religioso presbítero
En Turín, ciudad del Piamonte, en Italia, beato Sebastián Valfré, presbítero de la Congregación del Oratorio, que con su entrega desinteresada ayudó a pobres, enfermos y encarcelados, y condujo a muchos hacia Cristo con su amistad y su eximia caridad.
San Pablo Ho Hyob, mártir
En Seúl, en Corea, san Pablo Ho Hyob, mártir, que, siendo soldado, fue encerrado en prisión por confesarse cristiano y, sometido a tormento, llegaron a ceder sus fuerzas, dando la impresión de retractarse, pero arrepentido y repuesto, él mismo se presentó ante el juez confirmando su fe en Cristo, por lo cual, encarcelado de nuevo, después de largo tiempo falleció a consecuencia del maltrato recibido.
Santo Tomás Khuong, presbítero y mártir
En Tonkin, actual Vietnam, santo Tomás Khuong, presbítero y mártir, que en la persecución bajo el emperador Tu Duc confesó con gran fuerza de ánimo ser cristiano. Fue encarcelado y, finalmente, de rodillas ante la Cruz, lo mataron a hachazos.
San David Galván Bermúdez, presbítero y mártir
En la ciudad de Guadalajara, en México, san David Galván Bermúdez, presbítero y mártir, que durante la persecución mexicana, por defender la santidad del matrimonio, obtuvo la corona del martirio al ser fusilado sin previo juicio por los soldados.
San Muciano María Viaux, religioso
En Malonne, población de Bélgica, san Muciano María (Luis) Viaux, de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que dedicó toda su vida, con constancia y generosidad, a la formación de los jóvenes.
Beato Columba Marmión, abad
En el monasterio de san Benito de Maredsous, también en Bélgica, beato Columba (José) Marmión, el cual, nacido en Irlanda y ordenado sacerdote, llegó a ser abad de aquel monasterio benedictino, donde se distinguió como padre del cenobio, guía de almas en el camino de la santidad, así como por su riqueza en doctrina espiritual y elocuencia.
Beata Carmela García Moyón, catequista mártir
En la localidad valenciana de Torrent, en España, beata Carmen García Moyón, mártir, maestra de la doctrina cristiana, que en la cruel persecución religiosa fue violada y quemada viva, a causa de su fe en Cristo.
Beato Segismundo Pisarski, presbítero y mártir
En la ciudad de Gdeszyn, en Polonia, beato Segismundo Pisarski, presbítero y mártir, que en tiempo de guerra, por no renunciar a su fe ante los perseguidores, fue fusilado junto a la parroquia del lugar.
Beata Maria Bolognesi, laica
En Rovigo, Italia, beata María Bolognesi, laica, que ofreció sus sufrimientos físicos y espirituales por la salvación del prójimo.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 71, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-impar.
- Heb 11, 32-40. Por fe, conquistaron reinos. Dios tendrá preparado algo mejor a favor nuestro.
- Sal 30. R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
- Mc 5, 1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 31 de enero, pág. 138.
CALENDARIOS: Burgos: San Lesmes, abad (MO).
Toledo-ciudad: Beato Manuel Domingo y Sol, presbítero (MO). Toledo-diócesis: (ML).
Bernabitas y HH. Angélicas de San Pablo: San Francisco Javier María Bianchi, presbítero (MO).
HH. de las Escuelas Cristianas: San Muciano María Wiaux, religioso (MO).
Tortosa-ciudad: Santa Ángela de Mérici, virgen (ML).
Congregación del Oratorio: Beato Sebastián Valfré, presbítero (ML).
Familia Salesiana: Beato Bronislao Markiewicz, presbítero (ML).
TOR: Santa Jacinta de Mariscotti, virgen (ML).
LUNES IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Monición de entrada
ELLOS NO LLEGARON A LA PERFECCIÓN SIN NOSOTROS
Los domingos, durante la misa, profesamos nuestra fe en la Iglesia, que es una, santa, católica, y apostólica. Respecto a la primera característica, nuestra primera lectura ensancha nuestros horizontes. Nos recuerda que se trata de una unidad que es más que geográfica, una que abraza toda la Tierra. Es que, en el final de su recorrido por los personajes de la historia de Israel, el autor afirma que ellos no cumplieron su destino sin nosotros (v. 40). Quiere decir que Dios difería el cumplimiento de las esperanzas de los personajes del Antiguo Testamento, en parte para fomentar una nueva especie de unidad transhistórica. Dios hizo que los que lo buscaban, pero que no lo hallaron en su plenitud, son solidarios con nosotros, que tenemos el privilegio de conocer su plenitud en Jesucristo. Todos los creyentes de la historia forman una sola comunidad.
Antífona de entrada Sal 6, 3-4Ten piedad de mí, Señor, porque me faltan las fuerzas; sáname, porque mis huesos se estremecen, y mi alma está atormentada.
Oración colectaDios nuestro, que quisiste que tu Hijo unigénitollevara sobre sí nuestras debilidadespara manifestar el valor de la enfermedad soportada pacientemente,escucha nuestros ruegos por nuestros hermanos enfermosy cuantos sufren el dolor, la aflicción o la enfermedad,concédeles la gracia de sentirse elegidos entre aquellosque Cristo proclamó bienaventurados,y saber que están unidos a su Pasión para la salvación del mundo.Por nuestro Señor Jesucristo.
Lectura de la carta a los Hebreos
(Hb 11, 32-40)
HERMANOS:
¿Para qué seguir? No me da tiempo
de referir la historia de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los
profetas; estos, por fe, conquistaron reinos, administraron justicia, vieron
promesas cumplidas, cerraron fauces de leones, apagaron hogueras voraces,
esquivaron el filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes
en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; hubo mujeres que recobraron
resucitados a sus muertos.
Pero otros fueron torturados
hasta la muerte, rechazando el rescate, para obtener una resurrección mejor.
Otros pasaron por la prueba de las burlas y los azotes, de las cadenas y la
cárcel; los apedrearon, los aserraron, murieron a espada, rodaron por el mundo
vestidos con pieles de oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados
—el mundo no era digno de ellos—, vagabundos por desiertos y montañas, por
grutas y cavernas de la tierra.
Y todos estos, aun acreditados
por su fe, no consiguieron lo prometido, porque Dios tenía preparado algo mejor
a favor nuestro, para que ellos no llegaran sin nosotros a la perfección.
Palabra de Dios.
los que esperáis en el Señor.
reservas para los que te temen,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.
los que esperáis en el Señor.
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras.
los que esperáis en el Señor.
prodigios de misericordia
en la ciudad amurallada.
los que esperáis en el Señor.
«Me has arrojado de tu vista»;
pero tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba.
los que esperáis en el Señor.
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios los paga con creces.
los que esperáis en el Señor.
Lectura del santo Evangelio según
san Marcos (Mc 5, 1-20)
EN AQUEL TIEMPO, Jesús y sus
discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.
Apenas desembarcó, le salió al
encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es
que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas
veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y
destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y
la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Y le rogaba con insistencia que
no los expulsara de aquella comarca.
Él se lo permitió. Los espíritus
inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos
mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar.
Los porquerizos huyeron y dieron
la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado.
Se acercaron a Jesús y vieron al
endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se
asustaron.
Los que lo habían visto les
contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban
que se marchase de su comarca.
El hombre se marchó y empezó a
proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
Oración sobre las ofrendas
Dios providente, en tus manos está nuestra vida;
recibe los ruegos y oblaciones que te ofrecemos,
implorando tu misericordia por nuestros hermanos enfermos,
para que mejore su salud y podamos alegrarnos con ellos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Col 1, 24
Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia.
Oración después de la comunión
Dios nuestro, tú eres el auxilio en la debilidad humana;
ayuda con tu poder a tus hijos enfermos
para que, aliviados por tu misericordia,
puedan volver a participar, en tu Iglesia,
de la asamblea de los fieles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario