18 de enero - MARTES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO SANTA PRISCA O PRISCILA, VIRGEN Y MÁRTIR

 


MARTES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
SANTA PRISCA O PRISCILA, VIRGEN Y MÁRTIR (M.L.)

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 18 DE ENERO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.00 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 19.00 h.) y Eucaristía del Martes de la II Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.30 h.). 

 

DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA


Semana de oración por la unidad de los cristianos

182. Teniendo siempre presente la oración de Jesús: "como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17,21), la Iglesia invoca en cada Eucaristía el don de la unidad y de la paz. El mismo Misal Romano – entre las Misas por diversas necesidades – contiene tres formularios de Misa "por la unidad de los cristianos". Esta intención aparece también en las preces de Liturgia de las Horas.

Dada la diversa sensibilidad de los "hermanos separados", también las expresiones de la piedad popular deben tener presente el criterio ecuménico. De hecho "la conversión del corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual". Un especial punto de encuentro entre los católicos y los cristianos pertenecientes a otras Iglesias y Comunidades eclesiales es la oración en común, para impetrar la gracia de la unidad y para presentar a Dios las necesidades o preocupaciones comunes, y para darle gracias e implorar su ayuda. "La oración común se recomienda especialmente durante la "Semana de oración por la unidad de los cristianos", o en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés". Se han concedido indulgencias a la oración por la unidad de los cristianos.



 NOTICIAS DE ACTUALIDAD




SANTORAL DE HOY

Elogio: En Roma, conmemoración de santa Prisca, bajo cuyo nombre fue dedicada la basílica edificada en la colina del Aventino.

Refieren a este santo: Santos Áquila y Prisca o Priscila.


   Santos Suceso, Pablo y Lucio, obispos mártires   

En Cartago, ciudad de África, santos mártires Suceso, Pablo y Lucio, obispos, que participaron en un concilio celebrado en esa ciudad, y en tiempo del emperador Decio sufrieron el martirio.

   Santos Cosconio, Zenón y Melanipo, mártires

En Nicea, ciudad de la provincia romana de Bitinia, santos Cosconio, Zenón y Melanipo, mártires.

   San Volusiano de Tours, obispo y confesor   

Cerca de Foix, en la Galia Narbonense, tránsito de san Volusiano, obispo de Tours, que, tras ser capturado por los godos, en el destierro entregó su espíritu a Dios.

   San Deicolo, abad   

En el monasterio de Lure, en Burgundia, san Deicolo, abad, que, oriundo de Irlanda y discípulo de san Columbano, fue el fundador de ese cenobio.

   Beata Beatriz de Este de Ferrara, monja   

En la ciudad de Ferrara, en la Emilia, beata Beatriz de Este, monja, que, al morir su esposo, renunció a las obligaciones seculares y se consagró a Dios bajo la Regla de san Benito, en el monasterio que ella misma había fundado.

   Santa Margarita de Hungría, virgen 

En Buda, en Hungría, santa Margarita, virgen, la cual, hija del rey Bela IV, fue prometida por sus progenitores a Dios en voto para liberar a la patria de los tártaros, por lo cual, siendo niña aún, entró en el monasterio de monjas de la Orden de Predicadores, donde hizo profesión a los doce años, y allí se consagró totalmente a Dios, dedicada a imitar generosamente a Cristo crucificado.

   Beato Facio, laico   

En la ciudad de Cremona, en la Lombardía, beato Facio, el cual, orfebre de profesión, dejó su ciudad natal de Verona y se trasladó a ese lugar, donde llevó una vida penitente y se dedicó a ayudar a peregrinos y enfermos.

   Beato Andrés de Peschiera Grego, religioso presbítero   

En el convento de Morbegno, en los Alpes, beato Andrés de Peschiera Grego, presbítero de la Orden de Predicadores, que andando visitó repetidas veces aquella región, donde vivió austeramente junto a los pobres y trató de conciliar fraternalmente a todos.

   Beata Cristina Ciccarelli, virgen   

En la ciudad de L’Aquila, en el Abruzo, beata Cristina (Matías) Ciccarelli, virgen, de la Orden de San Agustín.

   Beata Regina Protmann, virgen y fundadora   

En Braunsberg, en Prusia, beata Regina Protmann, virgen, que, llena de amor por los pobres, se entregó generosamente a su servicio, y para ello fundó la Congregación de Hermanas de Santa Catalina.

   Beatas Felicidad Pricet, Mónica Pichery, Carlota Lucas y Victoria Gusteau, mártires 

En Avrillé, en las cercanías de Angers, en Francia, beatas Felicidad Pricet, Mónica Pichery, Carlota Lucas y Victoria Gusteau, mártires, que fueron fusiladas durante la Revolución Francesa, en odio a su fe cristiana.

   Beata María Teresa Fasce, abadesa   

En la ciudad de Cassia, en Italia, beata María Teresa (María Juana) Fasce, abadesa del monasterio de la Orden de San Agustín, que supo unir la ascesis y la contemplación con obras de caridad hacia los peregrinos e indigentes.


LITURGIA DE HOY


DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA


Semana de oración por la unidad de los cristianos

182. Teniendo siempre presente la oración de Jesús: "como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17,21), la Iglesia invoca en cada Eucaristía el don de la unidad y de la paz. El mismo Misal Romano – entre las Misas por diversas necesidades – contiene tres formularios de Misa "por la unidad de los cristianos". Esta intención aparece también en las preces de Liturgia de las Horas.

Dada la diversa sensibilidad de los "hermanos separados", también las expresiones de la piedad popular deben tener presente el criterio ecuménico. De hecho "la conversión del corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual". Un especial punto de encuentro entre los católicos y los cristianos pertenecientes a otras Iglesias y Comunidades eclesiales es la oración en común, para impetrar la gracia de la unidad y para presentar a Dios las necesidades o preocupaciones comunes, y para darle gracias e implorar su ayuda. "La oración común se recomienda especialmente durante la "Semana de oración por la unidad de los cristianos", o en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés". Se han concedido indulgencias a la oración por la unidad de los cristianos.





* 18-25 de enero: OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (mundial y pontificia).

Misa 
de feria (verde).

MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.

LECC.: vol. III-par.

- 1 Sam 16, 1-13. Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.

- Sal 88. R. Encontré a David, mi siervo.

- Mc 2, 23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.


Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 19 de enero, pág. 117.

CALENDARIOS: Orden Sancti Spiritus: San Fazzio (F).
Toledo: San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia (MO).
Tortosa: San Ildefonso, obispo (MO).
Dominicos: Santa Margarita de Hungría, virgen (MO).
Urgell y HH. de las Escuelas Cristianas: San Jaime Hilario Manuel Barbal, mártir (ML).

 

Misa por la Unidad:

Por la Unidad de los cristianos C.

Esta misa puede decirse, incluso en los domingos del tiempo ordinario, cuando tienen lugar especiales celebraciones por la unidad de los cristianos, fuera de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, y de las solemnidades.


Antífona de entrada Ef 4, 4-6

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.


Monición de entrada
Muchas y muy importantes son las cosas que nos unen a los que formamos las diversas Iglesias cristianas; pero quedan todavía muchas cosas también que nos separan, y esta separación es un serio obstáculo para la evangelización. Ofrezcamos esta eucaristía para que llegue muy pronto el momento tan esperado y necesario de la unión plena.


Oración colecta

Señor, mira complacido a tu pueblo
y derrama sobre él los dones de tu Espíritu,
para que crezca sin cesar en el amor a la verdad
y procure, con empeño y en la práctica, la perfecta unidad de los cristianos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

O bien:

Manifiesta, Señor, sobre nosotros la abundancia de tu misericordia,
y elimina, con el poder de tu Espíritu, las divisiones entre los cristianos,
para que tu Iglesia aparezca más claramente
como estandarte levantado entre las naciones,
y el mundo, iluminado por tu Espíritu, crea en Cristo, tu enviado.
Él, que vive y reina contigo.



PRIMERA LECTURA 
Samuel ungió a David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.

Lectura del primer libro de Samuel (1 Sam 16, 1-13)

EN AQUELLOS DÍAS, el Señor dijo a Samuel:

«¿Hasta cuándo vas a estar sufriendo por Saúl, cuando soy yo el que lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y ponte en camino. Te envío a casa de Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mi».

Samuel respondió:

«¿Cómo voy a ir? Si lo oye Saúl, me mata».

El Señor respondió:

«Llevas de la mano una novilla y dices que has venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que has de hacer. Me ungirás al que te señale».

Samuel hizo lo que le había ordenado el Señor.

Una vez llegado a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblorosos a su encuentro.

Preguntaron:

«¿Es de paz tu venida?».

Respondió:

«Si. He venido para ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio».

Purificó a Jesé y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.

Cuando estos llegaron, vio a Eliab y se dijo:

«Seguro que está su ungido ante el Señor».

Pero el Señor dijo a Samuel:

«No te fijes en su apariencia ni en lo elevado de su estatura, porque lo he descartado. No se trata de lo que vea el hombre. Pues el hombre mira a los ojos, mas el Señor mira el corazón».

Jesé llamó a Abinadab y lo presentó a Samuel, pero le dijo:

«Tampoco a éste lo ha elegido el Señor».

Jesé presentó a Samá. Y Samuel dijo:

«El Señor tampoco ha elegido a este».

Jesé presentó a sus siete hijos suyos ante Samuel. Pero Samuel dijo a Jesé:

«El Señor no ha elegido a estos».

Entonces Samuel preguntó a Jesé:

«¿No hay más muchachos?».

Y le respondió:

«Todavía queda el menor, que está pastoreando el rebaño».

Samuel le dijo:

«Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa, mientras no venga».

Jesé mandó a por él y lo hizo venir. Era rubio, de hermosos ojos y buena presencia. El Señor dijo a Samuel:

«Levántate y úngelo de parte del Señor, pues es este».

Samuel cogió el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día en adelante.

Samuel emprendió luego el camino de Ramá.

 

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL  (Sal 88, 20. 21-22. 27-28 [R.: 21a])

R. Encontré a David, mi siervo.


V. Un día hablaste en visión a tus santos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado de entre el pueblo».

R. Encontré a David, mi siervo.

V. «Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso».

R. Encontré a David, mi siervo.
 
V. «Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”;
y lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra».

R. Encontré a David, mi siervo.
 
Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R.
 
EVANGELIO 
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 2, 23-28)
R. Gloria a ti, Señor.
 

SUCEDIÓ que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.

Los fariseos le preguntan:

«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».

Él les responde:

«¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, como entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que sólo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a los que estaban con él?».

Y añadió:

-«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»


Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


Benedicto XVI, Jesús de Nazaret I

"El Hijo del hombre es el señor del sábado": se aprecia aquí toda la grandeza de la reivindicación de Jesús, que interpreta la Ley con plena autoridad porque Él mismo es la Palabra originaria de Dios. Y se aprecia en consecuencia qué tipo de nueva libertad le corresponde al hombre en general: una libertad que nada tiene que ver con la simple arbitrariedad. En las palabras sobre el sábado es importante el enlace entre "hombre" e "Hijo del hombre"; vemos cómo esta palabra, de por sí genérica, se convierte en expresión de la dignidad especial de Jesús.


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