18 de agosto - MIÉRCOLES DE LA XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Feria


 

MIÉRCOLES DE LA XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
Feria

 

PROGRAMA PARROQUIAL:
MIÉRCOLES, 18 DE AGOSTO

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.

- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Miércoles de la XX Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.). Misa de 9 días de +

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NOTICIAS DE ACTUALIDAD



 

SANTORAL DE HOY 

 Santa Elena
Viuda, madre del Emperador Constantino
(† 329)




Otros santos de este día:

    San Agapito, mártir  

En Palestrina, en el Lacio, san Agapito, mártir.

   Santos Mártires de la «Masa Cándida» (2 coms.)  

En Útica, santos mártires llamados de la «Masa Cándida», que, más numerosos que los peces recogidos en sus redes por los apóstoles, aceptaron la muerte con gran fortaleza de fe por permanecer fieles a su obispo Cuadrado y confesar, a la vez, a Cristo como Hijo de Dios.

   San León, mártir

En Myra, de Licia, san León, mártir.

   Santa Elena, reina (3 coms.)  

En Roma, en la vía Labicana, santa Elena, madre del emperador Constantino, que, entregada con singular empeño a ayudar a los pobres, acudía piadosamente a la iglesia mezclada entre los fieles, y habiendo peregrinado a Jerusalén para descubrir los lugares del nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección, honró el pesebre y la cruz del Señor con basílicas dignas de veneración.

   San Fermín de Metz, obispo

En Metz, en la Galia Bélgica, san Fermín, obispo.

  San Eonio de Arlés, obispo

En Arlés, en la Provenza, san Eonio, obispo, que defendió a su iglesia de la herejía pelagiana y recomendó a su pueblo como sucesor suyo a san Cesáreo, que él mismo había ordenado presbítero.

   San Macario, abad y confesor

En Bitinia, muerte de san Macario, hegúmeno del monasterio de Pelecete, que en tiempo del emperador León V sufrió muchas pruebas por la defensa de las sagradas imágenes, y falleció finalmente en el destierro.

   Beato Leonardo, abad  

En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Leonardo, abad, extraordinario hombre de paz.

   Beato Reinaldo de Concorezzo, obispo  

En Ravena, en la Romaniola, beato Reinaldo de Concorezzo, obispo, insigne por su celo, prudencia y caridad.

   Beata Paula Montaldi, abadesa  

En Mantua, de la Lombardía, beata Paula Montaldi, virgen, abadesa de la Orden de las Clarisas, que se distinguió por su devoción a la pasión del Señor y por su constante oración y austeridad.

   Beato Antonio Banassat, presbítero y mártir  

En una nave anclada frente a la costa de Rochefort, en Francia, beato Antonio Banassat, presbítero y mártir, que, por ser párroco, en el furor de la Revolución Francesa fue detenido por quienes odiaban la fe, y emigró al Señor consumido por el hambre.

   Beato Francisco Arias Martín, presbítero y mártir  

En Valdemoro, cerca de Madrid, en España, beato Francisco Arias Martín, presbítero y mártir, que, siendo novicio en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, durante la persecución religiosa cumplió en breve tiempo su camino de perfección.

   Beatos Jaime Falguerona Vilanova y Anastasio Bidaurreta Labra, religiosos mártires  

En Barbastro, cerca de Huesca, también en España, beatos Jaime Falguerona Vilanova y Anastasio Bidaurreta Labra, religiosos de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, mártires en la misma persecución, junto con otros compañeros que les habían precedido en días anteriores.

   Beato Martín Martínez Pascual, presbítero y mártir

En Alcañiz, cerca de la región de Tortosa, otra vez en España, beato Martín Martínez Pascual, presbítero y mártir, miembro de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, que en la misma persecución y en el mismo día recibió la corona de la gloria.

   Beato Vicente María Izquierdo Alcón, presbítero y mártir  

En la localidad llamada Rafelbunyol, en la región de Valencia, de nuevo en España, beato Vicente María Izquierdo Alcón, presbítero y mártir, que recibió la muerte por parte de quienes odiaban la fe.

   San Alberto Hurtado Cruchaga, presbítero (1 coms.)  

En Santiago de Chile, san Alberto Hurtado Cruchaga, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, que fundó una obra para que los pobres sin techo y los vagabundos, sobre todo niños, pudiesen encontrar un verdadero y familiar hogar.


LITURGIA DE HOY


Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.

LECC.: vol. III-impar.

- Jue 9, 6-15. Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era el Señor.
- Sal 20. R. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
- Mt 20, 1-16. ¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 19 de agosto, pág. 498.
CALENDARIOS: Jaén: San Pío X (MO).
Málaga: San Patricio, obispo (MO).
Dominicos: Beato Manés de Guzmán, presbítero (MO).
Jesuitas: San Alberto Hurtado Cruchaga, presbítero (MO).
Calahorra y La Calzada-Logroño: San Juan Eudes, presbítero (ML).
Jaca: Santa Elena, emperatriz (ML).
Madrid y Valencia: Beato Nicolás Factor, presbítero (ML).
Tarragona: San Juan Eudes, presbítero (ML), o san Ezequiel Moreno Díaz, obispo (ML).
Zaragoza: Beatos Martín Martínez Pascual, presbítero, y compañeros, mártires (ML).
Carmelitas Descalzos: Beatos Juan Bautista, Miguel Luis y Santiago, mártires (ML).
OCSO: Mártires de Rochefort (ML).
OFM Cap.: Beatos Juan Luis Loir y compañeros, mártires (ML).
OFM Conv.: Beatos Luis Armando Adam y Nicolás Savouret, presbíteros y mártires (ML).


Monición de entrada

En esta eucaristía, nos hacemos eco del grito de dolor de todos los enfermos y pedimos al Señor, varón de dolores, que les dé esperanza consuelo, paciencia, y que les haga comprender la gran eficacia redentora de sus sufrimientos, unidos a los de Cristo en su pasión.


Oración colecta

Oh, Dios, tú quisiste que tu Hijo unigénito
soportara nuestras debilidades
para manifestar el valor de la enfermedad y la paciencia humana;
escucha benévolo nuestras plegarias por los hermanos enfermos,
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos
que tu Hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a Cristo en su pasión
para la redención del mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo.

O bien:

Dios todopoderoso y eterno,
salvación eterna de cuantos creen en ti,
escucha las oraciones que te dirigimos por tus siervos enfermos,
para quienes imploramos el auxilio de tu misericordia,
para que, recuperada su salud,
puedan ofrecer la acción gracias en tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA
Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era el Señor (1 Sam 12, 12)

Lectura del libro de los Jueces (9, 6-15)

EN AQUEL TIEMPO, se reunieron todos los señores de Siquén y todo Bet Millo, y fueron a proclamar rey a Abimélec junto a la encina de la estela que hay en Siquén.
Se lo anunciaron a Jotán, que, puesto en pie sobre la cima del monte Garizín, alzó la voz y les dijo a gritos:
«Escuchadme, señores de Siquén, y así os escuche Dios. Fueron una vez los árboles a ungir rey sobre ellos. Y dijeron al olivo:
“Reina sobre nosotros”.
El olivo les contestó:
“Habré de renunciar a mi aceite, que tanto aprecian en mí dioses y hombres para ir a mecerme sobre los árboles?”.

Entonces los árboles dijeron a la higuera:
“Ven tú a reinar sobre nosotros”.
La higuera les contestó:
“¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme sobre los árboles? Los árboles dijeron a la vid:
“Ven tú a reinar sobre nosotros”.
La vid les contestó:
“Voy a renunciar a mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?”.
Todos los árboles dijeron a la zarza:
“Ven tú a reinar sobre nosotros”.
La zarza contestó a los árboles:
“Si queréis en verdad ungirme rey sobre vosotros, venid a cobijaros a mi sombra. Y si no, salga fuego de la zarza que devore los cedros del Líbano”».

 

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 20, 2-3. 4-5. 6-7 [R.: 2a])

R. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

V. Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

R. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

V. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.

R. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

V. Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia.

R. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

 

Aleluya Hb 4, 12ad

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón. R.

 

EVANGELIO
¿Vas a tener a tú envidia porque yo soy bueno?


╬ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.
Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido”. Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?».
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña”.
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más,
pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.


San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios 42.

Nosotros hemos nacido cristianos, hemos sido educados en la fe, hemos recibido, muy clara, la elección del Señor. Esta es la realidad. Entonces, cuando os sentís invitados a corresponder, aunque sea a última hora, ¿podréis continuar en la plaza pública, tomando el sol como muchos de aquellos obreros, porque les sobraba el tiempo?
No nos debe sobrar el tiempo, ni un segundo: y no exagero. Trabajo hay; el mundo es grande y son millones las almas que no han oído aún con claridad la doctrina de Cristo. Me dirijo a cada uno de vosotros. Si te sobra tiempo, recapacita un poco: es muy posible que vivas metido en la tibieza; o que, sobrenaturalmente hablando, seas un tullido. No te mueves, estás parado, estéril, sin desarrollar todo el bien que deberías comunicar a los que se encuentran a tu lado, en tu ambiente, en tu trabajo, en tu familia.


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