PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 02 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.30 h.) y Eucaristía del Viernes de la XXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 21.00 h.), Cuarto Día de Novena a la Virgen de Montemayor.
PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 02 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.30 h.) y Eucaristía del Viernes de la XXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 21.00 h.), Cuarto Día de Novena a la Virgen de Montemayor.
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El Video del Papa - Septiembre 2022
"Por la abolición de la pena de muerte"
"Por la abolición de la pena de muerte"
SANTORAL DE HOY
Elogio: En París, en el «Hôtel des Carmes», san Salomón Leclercq, en el siglo Guillermo Nicolás Ludovico, hermano de las Escuelas Cristianas y mártir en la cruel persecución religiosa de la Revolución Francesa.
Otros santos de este día:
En Nicomedia, de Bitinia, san Zenón, mártir.
En Nicea, también en Bitinia, martirio de santa Teodota con sus hijos Evodio, Hermógenes y Calixto.
En Edesa, en el territorio de Osroene, en Mesopotamia, san Habib, diácono y mártir, que en tiempo del emperador Licinio fue condenado a la hoguera por orden del prefecto Lisanias.
En Apamea, lugar de Siria, san Antonino, mártir de la fe, de quien se dice que los paganos lo mataron por destruir ídolos gentiles cuando tenía veinte años de edad.
En Tarragona, de Hispania, san Próspero, obispo.
En Lyon, en la Galia, sepultura de san Justo, obispo, que renunció al obispado a raíz del concilio de Aquilea y se retiró, junto con san Viator (Viador), lector, a un desierto de Egipto, donde convivió durante algunos años con monjes de vida ascética. Los restos mortales de ambos fueron trasladados después a Lyon.
En el monte Soratte, en la vía Flaminia, en el Lacio, san Nonoso, abad.
En Autun, lugar de Burgundia, san Siagrio, obispo, cuya ciencia y celo brillaron en los concilios donde intervino.
En Aviñón, en la Provenza, san Agrícola, obispo, que, después de llevar vida monástica en la isla de Lérins, sucedió en el episcopado a su padre, san Magno, de quien había sido auxiliar.
En el Piceno, san Elpidio, cuyo nombre adoptó el pueblo que conserva su venerado cuerpo.
En Póntida, en el territorio de Bérgamo, en Lombardía, santos Alberto y Vito, monjes. El primero, después de posponer armas y honores mundanos por seguir a Cristo, fundó un monasterio en la propia ciudad según las costumbres cluniacenses, y el segundo gobernó dicho monasterio.
En el monte Carmelo, en Palestina, cerca de la fuente de Elías, beato Brocardo, prior de los eremitas, a quienes san Alberto, obispo de Jerusalén, dio la Regla de vida, para conducirse día y noche vigilantes en la oración y en la meditación de la ley del Señor.
En Skänninge, en Suecia, beata Ingrid Elofsdotter, que al enviudar dedicó todos sus bienes al servicio del Señor, y vistió el hábito dominicano tras una peregrinación a Tierra Santa.
En Lucía de Mela, Italia, beato Antonio Franco, presbítero, Prelado Ordinario de Santa Lucia del Mela.
En París, en el «Hôtel des Carmes», san Salomón Leclercq, en el siglo Guillermo Nicolás Ludovico, hermano de las Escuelas Cristianas y mártir en la cruel persecución religiosa de la Revolución Francesa.
En París, en Francia, martirio de los beatos Juan María de Lau d'Allemans, Francisco José y Pedro Ludovico de la Rochefoucauld, obispos, más noventa y tres compañeros, clérigos o religiosos, que por negarse todos ellos a prestar el juramento, impiamente impuesto a los clérigos en tiempo de la Revolución Francesa, fueron encarcelados en el convento de Carmelitas y, después, ajusticiados por quienes odiaban la religión. Son sus nombres: beatos Vicente Abraham, Andrés Angar, Juan Bautista Claudio Aubert, Francisco Balmain, Juan Pedro Bangue, Ludovico Francisco Andrés Barret, José Bécavin, Jacobo Julio Bonnaud, Juan Antonio Jacinto Boucharène de Chaumeils, Juan Francisco Bosquet, Claudio Cayx o Dumas, Juan Charton de Millon, Claudio Chaudet, Nicolás Clairet, Claudio Colin, Francisco Dardán, Guillermo Antonio Delfaut, Maturino Víctor Deruelle, Gabriel Desprez de Roche, Tomás Nicolás Dubray, Tomás René Dubuisson, Francisco Dumasrambaud de Calandelle, Enrique Hipólito Ermès, Armando de Foucauld de Pontbriand, Jacobo Friteyre-Durvé, Claudio Francisco Garnières des Granges, Ludovico Lorenzo Gaultier, Juan Gautier, Juan Goizet, Andrés Grasset de Saint-Sauveur, Juan Antonio Guilleminet, Juan Bautista Jannin, Juan Lacan, Pedro Landry, Claudio Antonio Radulfo de Laporte, Roberto le Bis, Maturin Nicolás Le Bous de Villeneuve de la Villecrohaim, Oliverio Lefèvre, Carlos Francisco Legué, Jacobo José Lejardinier Deslandes, Jacobo Juan Lemeunier, Vicente José le Rousseau de Rosencoat, Francisco César Londiveau, Ludovico Longuet, Jacobo Francisco de Lubersac, Gaspar Claudio Maignien, Juan Felipe Marchand, Ludovico Mauduit, Francisco Ludovico Méallet de Fargues, Jacobo Alejandro Menuret, Juan Bautista Nativelle, Matías Agustín Nogier, José Tomás Pazery de Thorame, Julio Honorato Cipriano Pazery de Thorame, Pedro Francisco Pazery de Thorame, Pedro Ploquin, René Nicolás Poret, Julián Poulain-Delaunay, Juan Roberto Quéneau, Francisco Urbano Salins de Niart, Juan Enrique Ludovico Samson, Juan Antonio de Savine, Juan Antonio Bernabé Seguin, Juan Bautista María Tessier, Lupo Tomás o Bonnotte, Francisco Vareilhe-Duteil, Pedro Ludovico José Verrier y Ludovico Barreau de la Touche, de la Congregación de San Mauro de la Orden de San Benito; Juan Francisco Burté, de la Orden de Hermanos Menores; Apolinar (Juan Jacobo) Morel, de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos; Ambrosio Agustín Chevreux y René Julián Massey, de la Orden de San Benito; Bernardo Francisco de Cucsac, Jacobo Gabriel Galais, Pedro Gauguin, Pedro Miguel Guérin, Jacobo Esteban Felipe Hourrier, Enrique Augusto Luzeau de la Moulonnière, Juan Bautista Miguel Pontus, Pedro Nicolás Psalmon y Claudio Rousseau, de la Compañía de San Sulpicio; Carlos Jeremías Bérauld du Pérou, Francisco Ludovico Hébert y Francisco Lefranc, de la Compañía de Jesús y María; Urbano Lefèvre, de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París; Severino (Jorge) Girauld, de la Tercera Orden Regular de San Francisco, todos presbíteros; Ludovico Alejo Matías Boubert, Esteban Francisco Deusdedit [Diosdado] de Ravinel y Jacobo Agustín Robert de Lézardières, diáconos; Augusto Nézel, clérigo, y Carlos Regis Mateos de la Calmette.
En el mismo lugar, día y año, beatos Pedro Jacobo María Vitalis, presbítero, y veinte compañeros, mártires, que en los mismos tiempos de turbulencia fueron asesinados en la abadía de Sant-Germain-des-Prés, por quienes odiaban la Iglesia. Sus nombres son: beatos Daniel Ludovico André des Pommerayes, Ludovico Remigio Benoist, Ludovico René Nicolás Benoist, Antonio Carlos Octaviano du Bouzet, Juan Andrés Capeau, Armando Chapt de Rastignac, Claudio Fontaine, Pedro Ludovico Gervais, Santos Huré, Juan Ludovico Guyard de Saint-Clair, Alejandro Carlos Lenfant, Lorenzo, Ludovico le Danoist, Tomás Juan Monsaint, Francisco José Pey, Juan José Rateau, Marcos Ludovico Royer, Juan Pedro Simón, además de Carlos Ludovico Hurtrel, de la Orden de los Mínimos, todos presbíteros; y Ludovico Benjamin Hurtrel, diácono.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Cor 4, 1-5. El Señor pondrá al descubierto los designios del
corazón.
- Sal 36. R. El Señor es quien salva a los justos.
- Lc 5, 33-39. Les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán.
Liturgia
de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 3 de septiembre, pág. 530.
CALENDARIOS: Palencia: San Antolín, mártir (S).
Tudela: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
HH. de las Escuelas Cristianas: Santo Salomón Leclercq, religioso y
mártir (MO).
Mínimos: Beatos Carlos y Ludovico Hurtrel, mártires (MO).
TOR: Beatos Severino Guirault, presbítero, y compañeros, mártires
(MO).
Unión de Nuestra Señora de la Caridad: Beatos Francisco, Luis
Hebert y compañeros, mártires (MO).
Dominicos: Beato Guala de Bérgamo, obispo (ML).
Jesuitas: Beatos Santiago Bonnaud, presbítero, y compañeros; José
Imbert y Juan Nicolás Cordier, presbíteros; Tomás Sitjar, presbítero, y
compañeros, mártires (ML).
OFM Cap.: Beatos Apolinar Morel de Posat y compañeros, mártires
(ML).
OFM Conv.: Beatos Juan Francisco Burté, presbítero, y compañeros,
mártires (ML).
Paúles e Hijas de la Caridad: Beatos Luis José François y
compañeros, presbíteros y mártires (ML).
Toledo: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Francisco
Cerro Chaves, arzobispo (2007).
Misa votiva:
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Antífona de entrada Sal 32, 11. 19
Los proyectos de
su Corazón subsisten de edad en edad, para librar sus vidas de la muerte y
reanimarlos en tiempo de hambre.
Monición de entrada
El corazón, en el lenguaje bíblico, representa el lugar donde residen
nuestros sentimientos y, sobre todo, nuestro amor. Celebrar el Sagrado Corazón
de Jesús significa, por tanto, actualizar la presencia de su amor inmenso al
Padre y a nosotros; este amor ha llegado a su extremo en la prueba máxima de
dar la vida por nosotros y ahora lo celebramos, aquí presente, en la
eucaristía.
en el Corazón de tu Hijo amado,
recordamos los inmensos beneficios de su amor hacia nosotros,
merecer recibir una inagotable abundancia de gracia
de aquella fuente celestial de los dones.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
te has dignado regalamos misericordiosamenteinfinitos tesoros de amor,
te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestra piedad,
manifestemos también una conveniente reparación.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los Corintios (1 Co 4, 1-5)
HERMANOS:
Que la gente solo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los
misterios de Dios. Ahora, lo que se busca en los administradores es que sean
fieles. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal
humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me
remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.
Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. Él iluminará
lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del
corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 36, 3-4. 5-6. 27-28. 39-40 [R.: 39a])
R. El Señor es quien salva a los justos.
V. Confía en el Señor y haz el bien:
habitarás tu tierra y reposarás en ella en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón.
R. El Señor es quien salva a los justos.
V. Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía.
R. El Señor es quien salva a los justos.
V. Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá.
R. El Señor es quien salva a los justos.
V. El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él.
R. El Señor es quien salva a los justos.
╬ Lectura del santo Evangelio según san
Lucas (Lc 5, 33-39)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, los fariseos y los escribas dijeron a Jesús:
«Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también;
en cambio, los tuyos, a comer y a beber».
Jesús les dijo:
«¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está
con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en
aquellos días».
Les dijo también una parábola:
«Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo;
porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del
nuevo.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo
reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán.
A vino nuevo, odres nuevos.
Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor”».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Agustín, de quaest. evang. 2, 18
Los apóstoles
también son comparados a los pellejos antiguos, porque cuando reciben el vino
nuevo de los preceptos espirituales, más bien se rompen que lo contienen. De
aquí prosigue: "Porque de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y el
vino se vierte", etc. Fueron ya odres nuevos cuando fueron renovados por
medio de la oración y de la esperanza, después de la ascensión del Señor, y
cuando recibieron el Espíritu Santo, por el deseo que tenían de ser consolados.
De donde prosigue: "Mas el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, para
que ambos se conserven".
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¿Quieres aplacar a Dios? Conoce lo que has de hacer contigo mismo para que Dios te sea propicio. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Éste es el sacrificio que has de ofrecer» (San Agustín).
«¡El Evangelio es fiesta! Y sólo se puede vivir plenamente en un corazón alegre y renovado. Que el Señor nos dé la gracia de no permanecer prisioneros, sino la gracia de la alegría y de la libertad que nos trae la novedad del Evangelio» (Benedicto XVI).
«Los sacramentos, como “fuerzas que brotan” del Cuerpo de Cristo siempre vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en su Cuerpo que es la Iglesia, son “las obras maestras de Dios” en la nueva y eterna Alianza» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.116).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¿Quieres aplacar a Dios? Conoce lo que has de hacer contigo mismo para que Dios te sea propicio. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Éste es el sacrificio que has de ofrecer» (San Agustín).
«¡El Evangelio es fiesta! Y sólo se puede vivir plenamente en un corazón alegre y renovado. Que el Señor nos dé la gracia de no permanecer prisioneros, sino la gracia de la alegría y de la libertad que nos trae la novedad del Evangelio» (Benedicto XVI).
«Los sacramentos, como “fuerzas que brotan” del Cuerpo de Cristo siempre vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en su Cuerpo que es la Iglesia, son “las obras maestras de Dios” en la nueva y eterna Alianza» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.116).
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