15 de septiembre - JUEVES DE LA XXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Memoria de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores (MO)



 
  JUEVES DE LA XXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO,
  Memoria de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores (MO)
  Oficio propio de la Virgen María
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas Laudes - TerciaSexta     Nona Vísperas - Completas)
 


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NOTICIAS DE ACTUALIDAD

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO
A KAZAJISTÁN

13 - 15 DE SEPTIEMBRE DE 2022

Viaje apostólico del Santo Padre a Kazajistán (13-15 de septiembre de 2022)

 

Martes, 13 de septiembre de 2022

ROMA – NURSULTÁN

7:15Salida en avión desde el Aeropuerto Internacional de Roma/Fiumicino hacia Nursultán
17:45Llegada al Aeropuerto Internacional de Nursultán
17:45Recibimiento oficial
18:30Ceremonia de bienvenida en el Palacio Presidencial de Nursultán
18:45Visita de cortesía al presidente de la República
19:30Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático en la "Sala de Conciertos Qazaq"

 

Miércoles, 14 de septiembre de 2022

NURSULTÁN

10:00Oración silenciosa de los Líderes Religiosos
 Apertura de la sesión plenaria del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales en el Palacio de la Independencia
12:00Encuentros privados con algunos líderes religiosos en el Palacio de la Independencia
16:45Santa Misa en la Plaza de la Exposición

 

Jueves, 15 de septiembre de 2022

NURSULTÁN – ROMA

9:00Encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica
10:30Encuentro con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes pastorales en la Catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
15:00Lectura de la Declaración final y clausura del Congreso en el Palacio de la Independencia
16:15Ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional de Nursultán
16:45Salida en avión desde el Aeropuerto Internacional de Nursultán hacia Roma
20:15Llegada al Aeropuerto Internacional de Roma /Fiumicino

Huso horario
  
Roma:+2h UTC
Nursultán:+6h UTC






SANTORAL DE HOY



Elogio: Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.


Otros santos de este día:

    San Nicomedes, mártir

En Roma, san Nicomedes, mártir, cuyo sepulcro honró el papa Bonifacio V en la vía Nomentana con una basílica sepulcral.

   San Valeriano, mártir

En Tournus, a orillas del Saona, en la Galia Lugdunense, san Valeriano, mártir.

   Santos Estratón, Valerio, Macrobio y Gordiano, mártires

En Tomis, en Escitia, santos Estratón, Valerio, Macrobio y Gordiano, mártires, cuya pasión tuvo lugar, según parece, siendo Licinio emperador.

   San Nicetas Godo, mártir

A orillas del Danubio, en Iliria oriental, san Nicetas Godo, mártir, a quien el rey arriano Atanarico, que odiaba la fe católica, mandó quemar.

   San Alpino de Lyon, obispo

En Lyon, en la Galia, san Alpino, obispo, sucesor de san Justo.

   San Apro de Toul, obispo

En Toul, cerca de Nancy, en la Galia Lugdunense, san Apro, obispo.

   San Aicardo, abad

En el monasterio de Jumièges, cerca de Rouen, en Neustria, san Aicardo, abad, discípulo de san Filiberto, y sucesor suyo a la cabeza del cenobio.

   Santos Emilas y Jeremías, mártires

En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santos mártires Emila, diácono, y Jeremías, que fueron decapitados por su fe cristiana durante la persecución sarracena, después de sufrir una larga y dura prisión.

   Beato Rolando de Médicis, eremita

En Busseto, en la región de Fidenza, de la Emilia, beato Rolando de Médicis, anacoreta, que pasó una vida solitaria en los abruptos Alpes, viviendo en gran penitencia y conversando sólo con Dios.

   Santa Catalina Fieschi, viuda

En Génova, en la Liguria, santa Catalina Fieschi, viuda, insigne por el desprecio de lo mundano, por sus frecuentes ayunos, amor de Dios y caridad para con los necesitados y enfermos.

   Beato Camilo Costanzo, presbítero y mártir

En Hirado, en Japón, beato Camilo Costanzo, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, mandado a la hoguera por el regente supremo Hidetada, no cesó de predicar a Cristo aun en la misma pira.

   Beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires

En la localidad de Santo Domingo de Xagacia, en México, beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires, que, siendo catequistas, al pretender apartar los ídolos para servir a Cristo, fueron apaleados cruelmente, y así, imitando la pasión del Señor, alcanzaron el premio eterno.

   Beato Antonio María Schwartz, presbítero y fundador

En Viena, en Austria, beato Antonio María Schwartz, presbítero, que fundó la Congregación para los Obreros Cristianos bajo la protección de san José de Calasanz, para cuidado pastoral de principiantes y jóvenes obreros y para la defensa de sus derechos.

   Beato Pascual Penadés Jornet, presbítero y mártir

En Llosa de Ranes, en la provincia de Valencia, en España, beato Pascual Penadés Jornet, presbítero y mártir, que, en la persecución religiosa desencadenada durante el tiempo de guerra, cambió su combate terreno por el gozo eterno.

   Beato Ladislao Miegon, presbítero y mártir

Cerca de Munich, en la región de Baviera, en Alemania, beato Ladislao Miegon, presbítero y mártir, que desde Polonia, dominada por un régimen dictatorial ofensivo ante Dios y los hombres. a causa de su fe fue llevado al campo de concentración de Dachau, donde el tormento le coronó de gloria eterna.

   Beato Pablo Manna, presbítero

En Nápoles, en Italia, beato Pablo Manna, presbítero del Pontificio Instituto para Misiones Extranjeras, que fue misionero en Birmania, si bien por razones de salud tuvo que dejarlo, dedicándose a la evangelización, a la predicación de la palabra de Dios y a favorecer la unión de los cristianos.

   Beato Giuseppe Puglisi, presbítero y mártir

En Palermo, Italia, beato Giuseppe Puglisi, presbítero y mártir, asesinado por la mafia en represalia a su tarea pastoral.


LITURGIA DE HOY

Misa de la memoria (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. I de la BVM (en la fiesta) o II-V.

LECC.: vol. III-impar para la primera lectura y vol. IV para el Evangelio.

- 1 Tim 3, 14-16. Es grande el misterio de la piedad.
- Sal 110. R. Grandes son las obras del Señor.
- Secuencia (opcional): La Madre piadosa.
- Jn 19, 25-27. Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena (Stabat Mater).
o bien: Lc 2, 33-35. A ti misma una espada te traspasará el alma.
o bien: cf. vol. IV.

Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.

Martirologio: elogs. del 16 de septiembre, pág. 555.
CALENDARIOS: Cuenca-ciudad, Guadix, ciudad de Guadix y Granada-ciudad: Nuestra Señora de las Angustias (S). Cuenca-diócesis y Granada-diócesis: (F).
León: Bienaventurada Virgen María de los Dolores bajo la advocación del Camino, patrona de la región leonesa (S).
Mérida-Badajoz, en la ciudad de Badajoz: Nuestra Señora de la Soledad (S).
Servitas, Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, Esclavas de la Virgen Dolorosa, Terciarios Capuchinos y Legionarios de Cristo: Bienaventurada Virgen María de los Dolores (S). Pasionistas y Misioneras Eucarísticas de Nazaret: (F).
Santander: Nuestra Señora Bien Aparecida (F).
Zamora: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Jaén: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ramón del Hoyo López, obispo, emérito (1996).
Albacete: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ángel Fernández Collado, obispo (2013).

 

LITURGIA DE LA PALABRA

(Oficio de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores)
Memoria


Antífona de entrada Cf. Lc 2, 34-35

Simeón dijo a María: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, y será como un signo de contradicción: y a ti misma una espada te traspasará el alma».

Monición de entrada

Celebramos hoy la memoria de la bienaventurada Virgen María. Que de pie junto a la cruz de Jesús en las horas amargas de la pasión de su Hijo sufrió la «espada de dolor» que le había profetizado el anciano Simeón. De este modo y para siempre, María está íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora.

Acto penitencial

- Por tu pasión y tu gloria: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

- Por tu muerte y resurrección: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.

- Por tu descenso al lugar de los muertos y tu exaltación a la derecha del Padre: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Oración colecta

Oh, Dios, junto a tu Hijo elevado en la cruz
quisiste que estuviese la Madre dolorosa;
concede a tu Iglesia, que, asociándose con María a la pasión de Cristo,
merezca participar en su resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.


LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna

Lectura de la carta a los Hebreos (Heb 5, 7-9)

CRISTO, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 30, 2-3a. 3b-4. 5-6. 15-16. 20 [R.: 17b])

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

V. A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí.

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

V. Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame.

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

V. Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

V. Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

V. Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para los que te temen,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.


Secuencia

Esta secuencia es potestativa, y puede decirse entera o en forma abreviada, desde las palabras: Y, porque a amarle me anime.

La Madre piadosa estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía;

cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita
de tantos tormentos llena!

Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y ¿cuál hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?

¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.

Vio morir al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.

Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

*Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.

Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar

de sus penas mientras vivo;

porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!
Llore yo con ansias tantas
que el llanto tan dulce me sea;

porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;

porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;

porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma

a su eterna gloria. Amén


(O bien, del Oficio del Miércoles de la XXIV semana de Tiempo Ordinario, año impar)

 

PRIMERA LECTURA
Es grande el misterio de la piedad

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1 Tim 3, 14-16)

QUERIDO HERMANO:

Aunque espero estar pronto contigo, te escribo estas cosas por si tardo, para que sepas cómo conviene conducirse en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.
En verdad es grande el misterio de la piedad,
el cual fue manifestado en la carne,
justificado en el Espíritu,
mostrado a los ángeles,
proclamado en las naciones,
creído en el mundo,
recibido en la gloria.

 

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6 [R.: 2a])

R. Grandes son las obras del Señor.

O bien: Aleluya.

V. Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.

R. Grandes son las obras del Señor.

V. Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre.
Ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.

R. Grandes son las obras del Señor.

V. Él da alimento a los que lo temen
recordando siempre su alianza.
Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles.

R. Grandes son las obras del Señor.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Dichosa es la bienaventurada Virgen María, que, sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R.

 

EVANGELIO (opción 1)
Triste contemplaba y dolorosa miraba de Hijo amado la pena (Stabat Mater)

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 19, 25-27)
R. Gloria a ti, Señor.

JUNTO A LA CRUZ de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo:
«Ahí tienes a tu madre».
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO (opción 2)
A ti misma, una espada te traspasará el alma

╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 2, 33-35)

R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, el padre y la madre de Jesús estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:
«Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Del Catecismo de la Iglesia Católica

964 Totalmente unida a su Hijo…

El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. "Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte" (LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión:

"La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de Madre que, llena de amor, daba su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo' (Jn 19, 26-27)" (LG 58).

2618 El Evangelio nos revela cómo María ora e intercede en la fe: en Caná (cf Jn 2, 1-12) la madre de Jesús ruega a su hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su Esposa. Y en la hora de la nueva Alianza, al pie de la Cruz (cf Jn 19, 25-27), María es escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera "madre de los que viven".
2679 María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos (cf Jn 19, 27) a la madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos orar con ella y a ella. La oración de la Iglesia está sostenida por la oración de María. Le está unida en la esperanza (cf LG 68-69).


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