SANTORAL DE HOY
Santa Emérita, mártir
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- Ecl 1, 2-11. Nada hay nuevo bajo el sol.
- Sal 89. R. Señor, tú has sido nuestro refugio de
generación en generación.
- Lc 9, 7-9. A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de
quien oigo semejantes cosas?
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 23 de septiembre, pág. 570.
CALENDARIOS: Girona: San Mateo, apóstol y evangelista (F).
Escolapios: Beatos Dionisio Pamplona, presbítero, y compañeros,
mártires (MO).
Familia Salesiana: Beatos José Calasanz Marqués y Enrique Sáiz
Aparicio, presbíteros, y compañeros, mártires (MO).
Reparadores: Beato Juan María de la Cruz García Méndez, presbítero
y mártir (MO).
Servitas: Dedicación de la basílica de Monte Senario (MO).
Almería: Beata Josefa Ruano García, religiosa y mártir (ML).
Barbastro-Monzón: Beatos José Calasanz, presbítero, y compañeros,
mártires, o beatos Dionisio Pamplona, presbítero, y compañeros, mártires (ML).
Burgos: Santa Tecla, virgen y mártir (ML).
Huesca: Beatos José Otín Aquilué, Zacarías Abadía Buesa,
presbíteros, y compañeros, mártires o beatos Florentino Felipe Naya, religioso,
y compañeros, mártires (ML).
Jaca: Beatos Francisco Bandrés, Alfonso López y compañeros,
mártires (ML).
Menorca: Beato José María Castell Camps, presbítero y mártir (ML).
Urgell: Beatos José Batalla, presbítero, y compañeros, mártires
(ML). Valencia: Beatos José Aparicio Sanz y compañeros, mártires (ML).
Zaragoza: Beatos Manuel Segura y compañeros, mártires (ML).
Dominicos: Beatos Francisco de Posadas, presbítero, y Marcos de
Motena, presbítero, o beatos Jacinto Serrano y compañeros, mártires (ML).
Familia Franciscana: San Ignacio de Santhiá, presbítero (ML).
Hermanitas de los Ancianos Desamparados: Beatas Josefa Ruano y Dolores
Puig, mártires (ML).
HH. de las Escuelas Cristianas: Beatos Honorato Andrés, Florencio
Martín, Ambrosio León, Bertrán Francisco, Elías Julián, religiosos, y Servando
Olivera, presbítero, mártires (ML).
Barcelona: Aniversario de la ordenación episcopal del cardenal Juan
José Omella Omella, arzobispo (1996).
Girona: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Carlos
Soler Perdigó, obispo, emérito (1991).
Antífona de entrada Sal 90, 11
A sus ángeles ha dado Dios órdenes para que te guarden en tus caminos
O bien: Cf. Jer 29,
11-12. 14
Dice el Señor: «Tengo designios de paz y no de
aflicción, me invocaréis y yo os escucharé, os congregaré sacándoos de los
países y comarcas por donde os dispersé».
Monición de entrada
Son muchos los que, por diversos motivos, se ven obligados, en contra de su deseo, a abandonar el lugar donde tienen sus raíces, su familia, sus amigos, su ambiente propio: prófugos, exiliados, inmigrantes y refugiados. Sintámonos solidarios con la irregularidad de su situación y con el sufrimiento que para ellos comporta la separación y el desarraigo, y encomendémoslos al Señor.
Oración colecta
y ninguno está lejos de tu protección,
mira compasivo a los exiliados y prófugos,
a los hombres discriminados y a los niños perdidos,
para que se les conceda el regreso a la patria,
y a nosotros un amor como el tuyo hacia el pobre y el desterrado.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Audio y comentario del Evangelio de hoy
Audio y comentario del Evangelio de hoy
Lectura del libro del Eclesiastés (Ecl 1, 2-11)
¡VANIDAD DE VANIDADES! —dice Qohélet—.
¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!
¿Qué saca el hombre de todos los afanes con que se afana bajo el sol?
Una generación se va, otra generación viene, pero la tierra siempre permanece.
Sale el sol, se pone el sol, se afana por llegar a su puesto, y de allí vuelve
a salir. Sopla hacia el sur, gira al norte, gira que te gira el viento, y
vuelve el viento a girar. Todos los ríos se encaminan al mar, y el mar nunca se
llena; pero siempre se encaminan los ríos al mismo sitio.
Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos
de ver, ni se hartan los oídos de oír.
Lo que pasó volverá a pasar; lo que ocurrió volverá a ocurrir:
nada hay nuevo bajo el sol.
De algunas cosas se dice: «Mira, esto es nuevo». Sin embargo, ya sucedió en otros
tiempos, mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos, y lo mismo
pasará con los que vengan: sus sucesores no se acordarán de ellos.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17 (R.: 1bc)
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;
una vela nocturna.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Si tú los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?
╬ Lectura
del santo Evangelio según san Lucas (Lc 9, 7-9)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y
no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre
los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que
había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía:
«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Homilía
en santa Marta 28-septiembre-2017
Es una gracia sentir que la conciencia nos acusa, nos dice algo. Además, ninguno de nosotros es santo y todos nos sentimos tentados a mirar los pecados de los demás y no los nuestros, compadeciendo quizá a quien sufre la guerra o a causa de dictadores que matan a la gente. Debemos -permitidme la palabra- “bautizar” la llaga, darle un nombre. ¿Dónde tienes la llaga? ¿Qué hago para quitármela? Lo primero, rezar: Señor, ten piedad de mí que soy un pecador. El Señor escucha tu oración. Luego examinar tu vida. Pero, si no veo cómo ni dónde está ese dolor, de dónde viene, qué síntomas tiene, ¿qué hago? Pide ayuda a alguien que te ayude a sacarla; que salga la llaga y luego darle nombre. Tengo este remordimiento de conciencia porque he hecho esto concreto; la concreción. Esa es la verdadera humildad ante Dios, y Dios se conmueve ante lo concreto.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«El Dios que buscamos no es un Dios que esté lejos de nosotros. Lo tenemos entre nosotros. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo si somos para Él, por lo menos, miembros sanos a quienes el pecado no ha matado» (San Columbano, abad).
«Herodes no fue capaz de superar las capas que bloquearon su corazón. La ambición de poder, el egoísmo y las convicciones débiles ahogaron esa posibilidad de descubrir a un Jesús que sufría para salvarle» (Francisco).
«Toda sociedad se refiere a sus juicios y su conducta a una visión del hombre y de su destino. Si se prescinde de la luz del Evangelio sobre Dios y sobre el hombre, las sociedades se hacen fácilmente totalitarias» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.257)).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«El Dios que buscamos no es un Dios que esté lejos de nosotros. Lo tenemos entre nosotros. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo si somos para Él, por lo menos, miembros sanos a quienes el pecado no ha matado» (San Columbano, abad).
«Herodes no fue capaz de superar las capas que bloquearon su corazón. La ambición de poder, el egoísmo y las convicciones débiles ahogaron esa posibilidad de descubrir a un Jesús que sufría para salvarle» (Francisco).
«Toda sociedad se refiere a sus juicios y su conducta a una visión del hombre y de su destino. Si se prescinde de la luz del Evangelio sobre Dios y sobre el hombre, las sociedades se hacen fácilmente totalitarias» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.257)).
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