PROGRAMA PARROQUIAL:
JUEVES, 01 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la XXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 21.00 h.), Tercer Día de Novena a la Virgen de Montemayor.
PROGRAMA PARROQUIAL:
JUEVES, 01 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la XXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 21.00 h.), Tercer Día de Novena a la Virgen de Montemayor.
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Patronazgos: patrono de los lactantes, pastores, cazadores, náufragos, arqueros, mendigos y leprosos, protector de los bosques y de la ganadería, contra incendios, sequía, tormenta y desgracias; para invocar en la confesión, en la angustia y el abandono, contra la epilepsia, la enfermedad mental y la infertilidad. Patrono de muchas ciudades y diócesis europeas.
Otros santos de este día:
Conmemoración de san Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, que al recibir la imposición de manos por Moisés fue lleno del espíritu de sabiduría, y a la muerte de Moisés introdujo de modo maravilloso al pueblo de Israel, cruzando el Jordán, en la tierra de promisión (Jos 1,1).
En Reims, de la Galia Bélgica, san Sixto, considerado primer obispo de esta ciudad.
En Capua, de la Campania, en la vía Acuaria, san Prisco, mártir.
En Todi, de la Umbría, san Terenciano, obispo.
En Dax, de Aquitania, san Vicente, celebrado como obispo y mártir.
En Zurzach, junto al Rin, en la región de los tigurinos de Germania, santa Verena.
En Cenomanum (Le Mans), en la Galia Lugdunense, san Victorio, obispo, de quien habla san Gregorio de Tours.
En Aquino, del Lacio, san Constancio, obispo, cuyo don de profecía elogia el papa san Gregorio Magno.
En la región de Nimes, de la Galia Narbonense, san Egidio o Gil, cuyo nombre adopta la población que después se formó en la región de la Camarga, y donde se dice que el santo había erigido un monasterio y completado el curso de su vida mortal.
En Sens, de Neustria, san Lupo, obispo, que fue desterrado por haber dicho ante un jerarca local que convenía al pueblo ser regido por un sacerdote y obedecer a Dios antes que a los príncipes.
En Venecia, beata Juliana de Collalto, abadesa de la Orden de San Benito.
En Florencia, en la toscana, beata Juana Soderini, virgen de la Orden Tercera de los Siervos de María, preclara por su oración y austeridad de vida.
En Madrid, en España, beatos Cristino (Miguel) Roca Huguet, presbítero, y once compañeros, mártires, de la Orden de San Juan de Dios, fusilados durante la guerra por odio a la religión. Sus nombres son: beatos Proceso (Joaquín) Ruiz Cascales, Eutimio (Nicolás) Aramendía García, Canuto (José) Franco Gómez, Dositeo (Guillermo) Rubio Alonso, Cesario (Mariano) Niño Pérez, Benjamín (Alejandro) Cobos Celada, Carmelo (Isidoro) Gil Arano, Cosme (Simón) Brun Arará, Cecilio (Enrique) López López, Rufino (Crescencio) Lasheras Aizcorbe y Faustino (Antonio) Villanueva Igual, religiosos.
En Paterna, en la provincia de Valencia, en España, beato Alfonso Sebastiá Viñals, presbítero y mártir, que, estando al frente de la escuela de una institución social valenciana, recibió la corona gloriosa del martirio durante la misma persecución religiosa.
En Barcelona, también en España, beatos mártires Pedro Rivera, presbítero, de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, y María del Carmen Moreno Benítez y María del Refugio Carbonell Muñoz, vírgenes, del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que en la misma persecución, a imitación de la pasión de Cristo Esposo, llegaron al premio de la paz perpetua.
En Mataró, provincia de Barcelona, beato Josep Samsó i Elias, presbítero y mártir, encarcelado y fusilado por su condición de sacerdote.
En Tirana, Albania, beato Fran Mirakaj, laico de la arquidiócesis de Shkodrë-Pult y mártir.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Cor 3, 18-23. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y
Cristo de Dios.
- Sal 23. R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
- Lc 5, 1-11. Dejándolo todo, lo siguieron.
Liturgia
de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 2 de septiembre, pág. 528.
CALENDARIOS: Cartagena: Dedicación de la propia iglesia (S).
Valencia: Nuestra Señora de los Ángeles del Puig (F). Mercedarios
en la prov. de Aragón: (MO).
Albacete: Santos Vicente y Leto, mártires (MO).
Astorga: San Gil de Casaio, ermitaño (MO).
Carmelitas Descalzos: Santa Teresa Margarita Redi del Sagrado
Corazón (MO). Carmelitas: (ML).
Mínimos: Beatos Tomás y Juan Felton, mártires (MO).
Monjas Servitas: Beata Juana de Florencia, virgen (MO). Servitas: (ML).
Barcelona y Sant Feliu de Llobregat: Beato José Samsó Elías,
presbítero y mártir (ML).
Lleida: San Licerio, obispo (ML).
Antífona de entrada
Señor, dales el descanso eterno y
llena sus almas de tu esplendor.
Monición de entrada
Celebramos la muerte en Cristo de nuestros hermanos. La fe nos asegura que
el que cree en Cristo, aunque haya muerto, vivirá. Que el Misterio pascual de
Cristo, que nos disponemos a celebrar, aliente en nosotros esta fe y esta
esperanza. Y puesto que nuestros hermanos profesaron esta misma fe, les
encomendamos a las manos misericordiosas de Dios para que alcancen la gloria y
la vida para siempre que esperaron.
a quienes purificaste en la fuente de la regeneración,
y concédeles alcanzar la bienaventuranza de la vida celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy
Lectura de la
primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Co 3, 18-23)
HERMANOS:
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se
haga necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es
necedad ante Dios, como
está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también:
«El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo,
Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es
vuestro, vosotros de Cristo Y Cristo de Dios.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 23,1-2.3-4ab.5-6)
R. Del Señor es la
tierra y cuanto la llena.
V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
V. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos.
R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
V. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob.
R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Venid en pos de mí -dice el Señor-,
╬ Lectura
del santo Evangelio según san Lucas (Lc 5, 1-11)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de
Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban
en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las
redes. Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la
apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por
tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes
comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban
en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron
las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro
se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por
la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, Camino 629.
¡Oh poder de la
obediencia! –El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda
una noche en vano.
–Ahora,
obediente, volvió la red al agua y pescaron "piscium multitudinem
copiosam" -una gran cantidad de peces.
–Créeme: el
milagro se repite cada día.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«La mejor pesca es sin duda aquella con la que el Señor gratificó al discípulo, cuando le enseñó a pescar hombres, como se pescan peces en el agua» (Clemente de Alejandría).
«Quien confiesa a Jesús sabe que no puede creer con tibieza, sino que tiene que correr el riesgo de ir mar adentro, renovando cada día el don de sí mismo» (Francisco).
«(…) Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es ‘enviada’ al mundo entero; todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. ‘La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado’ (Concilio Vaticano II) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 863).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«La mejor pesca es sin duda aquella con la que el Señor gratificó al discípulo, cuando le enseñó a pescar hombres, como se pescan peces en el agua» (Clemente de Alejandría).
«Quien confiesa a Jesús sabe que no puede creer con tibieza, sino que tiene que correr el riesgo de ir mar adentro, renovando cada día el don de sí mismo» (Francisco).
«(…) Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es ‘enviada’ al mundo entero; todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. ‘La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado’ (Concilio Vaticano II) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 863).
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