PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 09 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Saanto Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 20.30 h.).
PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 09 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Rezo del Saanto Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia (a las 20.30 h.).
APOTEÓSICO DÍA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA,
NTRA. SRA. DE MONTEMAYORSolemne Eucaristía
Espectacular Procesión de la Virgen
Gran petalada en honor a la Virgen
NTRA. SRA. DE MONTEMAYOR
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: San Pedro Claver, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, que en Nueva Cartagena, ciudad de Colombia, durante más de cuarenta años consumió su vida con admirable abnegación y eximia caridad para con los esclavos negros, y bautizó con su propia mano a casi trescientos mil de ellos.
Patronazgos: patrono de Colombia.
Refieren a este santo: San Alonso Rodríguez, Beato Antonio Baldinucci
Oración
Oh Dios, que fortaleciste a San Pedro Claver con admirable caridad y paciencia para ser esclavo de los esclavos; concédenos por su intercesión buscar lo que es de Jesucristo amando a nuestros hermanos con obras y de verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Elogio: En Castilla la Nueva, región de España, santa María de la Cabeza, esposa de san Isidro labrador, con quien llevó vida humilde y hacendosa.
Refieren a este santo: San Isidro labrador.
Otros santos de este día:
San Gorgonio, mártir
En Roma, en el cementerio «ad Duas Lauros», de la vía Labicana, san Gorgonio, mártir.
En el territorio de Sabina, a treinta miliarios de la ciudad de Roma, san Jacinto, mártir.
En el monasterio de Clonmacnoise, a orillas del río Shannon, en Hibernia, san Ciarano, presbítero y abad, fundador de dicho cenobio.
Beato Jorge Douglas, presbítero y mártir
En York, en Inglaterra, beato Jorge Douglas, presbítero y mártir, el cual, oriundo de Escocia, maestro de escuela y ordenado sacerdote en París, bajo el reinado de Isabel I sufrió el patíbulo por persuadir a otros a abrazar la fe católica, y emigró, así, vencedor al cielo.
En Gramat, en la región de Cahors, en Francia, beato Pedro Bonhomme, presbítero, que se distinguió por las misiones populares y la evangelización de los campesinos, y fundó la Congregación de Hijas de Nuestra Señora de Monte Calvario, para cuidar a jóvenes, enfermos y necesitados.
En Port Louis, en la isla Mauricio, en el Océano Indico, beato Jacobo Desiderio Laval, presbítero, que, después de ejercer algunos años de médico, ingresó como misionero en la Congregación del Espíritu Santo, desde donde llevó a esclavos negros a la libertad de hijos de Dios.
En Bilbao, ciudad del País Vasco, en España, beato Francisco Gárate Aranguren, religioso de la Compañía de Jesús, que se santificó practicando la humildad en el ejercicio de portero durante cuarenta y dos años.
En Barcelona, beato Josep de Calella de la Costa (Joan Vila Colomé), presbítero, capuchino mártir en la persecución religiosa durante la Guerra Civil.
En Münster, en Alemania, beata María Eutimia (Emma) Offing, virgen de la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión, que pasó su vida sirviendo a los enfermos, mostrando su eximia piedad, su benignidad y su olvido de sí misma.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 67, n. 5)
/ para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un
pastor) o de santos (para santos que practicaron obras de misericordia), o de
un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Cor 9, 16-19.
22b-27. Me he hecho todo para todos, para ganar
a algunos.
- Sal 83. R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
- Lc 6, 39-42. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 10 de septiembre, pág. 544.
CALENDARIOS:
Solsona-ciudad: Virgen del Claustro (S).
Combonianos y Misioneros
de San Pedro Claver: San Pedro Claver, presbítero
(S). Cataluña, Solsona-diócesis y Jesuitas: (MO). Mallorca: (ML).
Oviedo: Natividad de la bienaventurada Virgen María (F).
San Sebastián: Bienaventurada Virgen María de Aránzazu (F).
Madrid, Getafe y Alcalá
de Henares: Santa María de la Cabeza, esposa de san Isidro
labrador (MO).
Espiritanos: Beato Santiago Laval (MO).
Mercedarios en la
provincia de Aragón: Nuestra Señora del Olivar
(MO).
Huesca: Beatos Florentino Felipe y compañeros, mártires (ML).
Segovia: Nuestra Señora de Hontanares (ML).
Canónigos Regulares de
Letrán: San Pedro de Pébrac, presbítero (ML).
Paúles e Hijas de la
Caridad: Beato Federico Ozanam (ML).
Arzobispado
Castrense: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons.
Juan Antonio Aznárez Cobo, arzobispo (2012).
Antífona de
entrada Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me
ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón.
O bien: Cf. Eclo
45, 16
El Señor lo eligió como su sacerdote, para
ofrecer el sacrificio de alabanza.
Monición de entrada
Conmemoramos en
esta celebración a san Pedro Claver, presbítero de la Orden de la Compañía de
Jesús. Nació en Verdú (Lérida) el año 1580. En Cartagena de Indias, ciudad de
Colombia, durante más de cuarenta años consumió su vida con admirable
abnegación y caridad para con los esclavos de origen africano y bautizó con su
propia mano a casi trescientos mil de ellos. Murió el año 1654.
y, para ayudarlos, lo fortaleciste con admirable caridad y paciencia,
concédenos, por su intercesión, procurar cumplir el mandato de Jesucristo
amando al prójimo con obras y de verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo.
No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!
Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga.
Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio.
Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio.
Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles.
Me he hecho todo para todos, para ganar, sea como sea, a algunos.
Y todo lo hago por causa del Evangelio, para participar yo también de sus bienes.
¿No sabéis que en el estadio todos los corredores cubren la carrera, aunque uno solo se lleva el premio? Pues corred así:
para ganar.
Pero un atleta se impone toda clase de privaciones; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita.
Por eso corro yo, pero no al azar; lucho, pero no contra el aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo someto, no sea que, habiendo predicado a otros, quede yo descalificado.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 83, 3. 4. 5-6. 12
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
V. Mí alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
V. Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor del universo,
Rey mío y Dios mío.
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
V. Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
y tiene tus caminos en su corazón.
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
V. Porque el Señor Dios es sol y escudo,
él Señor da la gracia y la gloria;
y no niega sus bienes
a los de conducta intachable.
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Muchas veces, lo sabemos, es más fácil o más cómodo percibir y condenar los defectos y los pecados de los demás, sin darnos cuenta de los nuestros con la misma claridad. Siempre escondemos nuestros defectos, también a nosotros mismos; en cambio, es fácil ver los defectos de los demás. La tentación es ser indulgente con uno mismo -manga ancha con uno mismo- y duro con los demás. Siempre es útil ayudar a otros con consejos sabios, pero mientras observamos y corregimos los defectos de nuestro prójimo, también debemos ser conscientes de que tenemos defectos. Si creo que no los tengo, no puedo condenar o corregir a los demás. Todos tenemos defectos: todos. Debemos ser conscientes de ello y, antes de condenar a los otros, mirar dentro de nosotros mismos. Así, podemos actuar de manera creíble, con humildad, dando testimonio de la caridad.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Procurad adquirir las virtudes que creéis que faltan a vuestros hermanos, y ya no veréis sus defectos, porque no los tendréis vosotros» (San Agustín).
«La oración y los sacramentos nos obtienen aquella luz de verdad, gracias a la cual podemos ser al mismo tiempo tiernos y fuertes, usar dulzura y firmeza, callar y hablar en el momento adecuado, reprender y corregir en modo justo» (Benedicto XVI).
«Por la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el ‘vínculo de la perfección’ (Col 3,14) y la forma de todas las virtudes» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.844).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Procurad adquirir las virtudes que creéis que faltan a vuestros hermanos, y ya no veréis sus defectos, porque no los tendréis vosotros» (San Agustín).
«La oración y los sacramentos nos obtienen aquella luz de verdad, gracias a la cual podemos ser al mismo tiempo tiernos y fuertes, usar dulzura y firmeza, callar y hablar en el momento adecuado, reprender y corregir en modo justo» (Benedicto XVI).
«Por la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el ‘vínculo de la perfección’ (Col 3,14) y la forma de todas las virtudes» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.844).
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