PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO, 10 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Solemne Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.): Misa de despedida de nuestro párroco.
PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO, 10 DE SEPTIEMBRE
- Horario de la parroquia: abierta de 10.00 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 22.30 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Solemne Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.30 h.): Misa de despedida de nuestro párroco.
APOTEÓSICO DÍA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA,
NTRA. SRA. DE MONTEMAYORSolemne Eucaristía
Espectacular Procesión de la Virgen
Gran petalada en honor a la Virgen
NTRA. SRA. DE MONTEMAYOR
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
SANTORAL DE HOY
Elogio: En Tolentino, del Piceno, san Nicolás, presbítero, religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, el cual, fraile de rigurosa penitencia y oración asidua, severo consigo y comprensivo con los demás, se autoimponía muchas veces la penitencia de otros.
Patronazgos: patrono de de varias ciudades europeas y americanas, protector de los presos, los náufragos, y las almas del purgatorio; para pedir la libertad, y el pan cotidiano.
Tradiciones, refranes, devociones: Los «panecillos de san Nicolás», que el santo daba a los enfermos exhortando a confiar en la protección de la Virgen, se siguen distribuyendo en la basílica dedicada al santo en Tolentino, y se bendicen con unas fórmulas aprobadas, tal como en otros signos sacramentales asociados a la devoción de los santos. Se elaboran de grano y agua, sin levadura.
Refieren a este santo: Beato Antonio Migliorati, San Bienvenido Scotivoli.
Oración
Concédenos, Señor Todopoderoso Dios, que tu Iglesia, honrada con la gloria de las maravillas y milagros del bendito Nicolás, confesor tuyo, pueda, por sus méritos y su intercesión, gozar de paz y unidad perpetuas, por Cristo Nuestro Señor. Amén (oración litúrgica).
Otros santos de este día:
En Alejandría de Egipto, san Nemesio, mártir, que, acusado falsamente de ladrón, fue llevado a juicio y absuelto por el juez, pero después, en la persecución desencadenada bajo el emperador Decio, fue acusado de nuevo ante el juez Emiliano de profesar la religión cristiana, motivo por el cual le atormentaron con reiterados suplicios y, después, fue quemado junto a unos ladrones, a semejanza del Salvador, que sufrió la cruz entre ellos.
Conmemoración de los santos Nemesiano y compañeros Félix, Lucio, otro Félix, Liteo, Poliano, Víctor, Jaderes y Dativo, todos los cuales, como obispos, presbíteros y diáconos, en la violenta persecución que se levantó en Africa siendo emperadores Valeriano y Galieno, fueron apaleados por confesar a Cristo y después, atados con grilletes, llevados a cavar en minas de metal, donde, entretanto, recibían cartas exhortativas de san Cipriano para que se mantuvieran firmes en los preceptos del Señor y soportaran las cadenas del suplicio.
En Constantinopla, santa Pulqueria, defensora y promotora de la fe ortodoxa.
En Novara, región de la Liguria, san Agabio, obispo.
En Albi, de Aquitania, san Salvio, obispo, que, procedente de la vida claustral, fue promovido a la sede a su pesar y, al declararse una fuerte epidemia, como buen pastor no quiso ausentarse de su ciudad.
Cerca de Spira, en la Renania, en Germania, pasión de san Teodardo, obispo de Tongres y mártir, que fue asesinado yendo a visitar al rey Childerico.
En Avranches, de Neustria, san Autberto, obispo, promotor del culto a san Miguel Arcángel en el monte Tumba.
En el monasterio de Locedio, en Vercelli, del Piamonte, beato Oglerio, abad de la Orden Cisterciense.
En Nagasaki, en Japón, beatos Sebastián Kimura, de la Orden de la Compañía de Jesús, Francisco Morales, de la Orden de Predicadores, presbíteros ambos, y cincuenta compañeros, mártires, entre sacerdotes, religiosos, matrimonios, jóvenes, catequistas, viudas y niños, todos los cuales murieron por Cristo, martirizados con crueles tormentos en una colina ante ingente multitud. Estos son sus nombres: beatos Ángel Orsucci, Alfonso de Mena, José de San Jacinto Salvanés, Jacinto Orfanell, presbíteros dominicos, y Domingo del Rosario y Alejo, religiosos de la misma Orden; Ricardo de Santa Ana y Pedro de Avila, presbíteros de la Orden de Hermanos Menores, y Vicente de San José, religioso de la misma Orden; Carlos Espínola, presbítero jesuita, y Gonzalo Fusai, Antonio Kiuni, Tomás del Rosario, Tomás Akahoshi, Pedro Sampo, Miguel Shumpo, Luis Kawara, Juan Chugoku, religiosos también jesuitas; León de Satsuma, Lucía de Freitas; Antonio Sanga, catequista, y Magdalena, cónyuges; Antonio Coreano, catequista, y María, cónyuges, con sus hijos Juan y Pedro; Pablo Nagaishi y Tecla, cónyuges, con su hijo Pedro; Pablo Tanaka y María, cónyuges; Domingo Yamada y Clara, cónyuges; Isabel Fernández, viuda del beato Domingo Jorge, con su hijo Ignacio; María, viuda del beato Andrés Tokuan; Inés, viuda del beato Cosme Takeya; María, viuda del beato Juan Shoun; Dominica Ogata, María Tanaura, Apolonia y Catalina, viudas; Domingo Nakano, hijo del beato Matías Nakano; Bartolomé Kawano Shichiemon; Damián Yamichi Tanda y su hijo Miguel; Tomás Shichiro, Rufo Ishimoto; Clemente (Bosio) Vom y su hijo Antonio.
En Londres, en Inglaterra, san Ambrosio Eduardo Barlow, presbítero de la Orden de San Benito y mártir, que durante veinticuatro años confirmó en la fe y piedad a los católicos de la región de Lancaster, pero apresado, bajo el reinado de Carlos I, el día de Pascua mientras predicaba, fue condenado a muerte y, después de un tiempo de cárcel, subió al patíbulo en Tyburn.
En aguas marítimas, frente a Rochefort, en la costa de Francia, beato Jacobo Gagnot, presbítero de la Orden Carmelita y mártir, que, durante la Revolución Francesa, por razón de su sacerdocio fue inhumanamente embarcado en una mísera nave, donde, ayudando a los enfermos concautivos, desfalleció consumido y contagiado de enfermedades.
LITURGIA DE HOY
(Hasta la Hora Nona:)
SÁBADO DE LA XXIII SEMANA DEL T. ORDINARIO o SANTA MARÍA EN SÁBADO, memoria
libre
Misa de sábado (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para el sábado cualquier formulario permitido (véase pág.
67, n. 5) / para la memoria del común de la bienaventurada Virgen María o de
las «Misas de la Virgen María», o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la
memoria.
LECC.: vol. III-par.
- 1 Cor 10, 14-22. Nosotros, siendo muchos, formamos un solo
cuerpo, pues todos comemos del mismo pan.
- Sal 115. R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de
alabanza.
- Lc 6, 43-49. ¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no
hacéis lo que digo?
o bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas
de la Virgen María».
Liturgia de las Horas: oficio de sábado
o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 11 de septiembre, pág. 546.
CALENDARIOS: Agustinos: San Nicolás de Tolentino, presbítero (F).
Alcalá de Henares: Beatos José de San Jacinto y compañeros,
mártires (MO).
Galicia: San Pedro de Mezonzo, obispo (MO).
Huelva: Beato Vicente de San José de Ayamonte, mártir (MO).
Dominicos: Beatos Alfonso de Navarrete, presbítero, y compañeros,
mártires (MO).
Barcelona, Sant Feliu de Llobregat: Beatos Domingo Castellet y Luis
Eixarc, presbíteros y mártires (ML).
Bilbao, San Sebastián y Jesuitas: Beato Francisco Gárate, religioso
(ML).
Calahorra y La Calzada-Logroño: Beatos Alfonso de Mena y Alfonso
Navarrete, religiosos y mártires (ML).
Getafe y San Sebastián: San Pedro Claver, presbítero (ML).
Madrid: Beatos Francisco Morales Sedeño y José de Salvanés de San
Jacinto, presbíteros, y compañeros, mártires (ML), o san Pedro Claver,
presbítero (ML).
Tortosa: Beato Jacinto Orfanell, presbítero y mártir (ML).
O. Cist. y OCSO: Beato Oglerio de Locedio, abad cisterciense (ML).
Orhuela-Alicante: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons.
José Ignacio Munilla Aguirre, obispo (2006).
Antífona de entrada
Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda
alabanza: porque de ti nació el sol de justicia, Cristo nuestro Dios, por quien
fuimos salvados y redimidos.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de la Virgen María, Madre en la gracia,
intercesora nuestra ante Dios, modelo de orante y Virgen de la acogida
profunda, la Madre de Dios presenta los rasgos que nos hacen venerarla en la
Iglesia, de la que es miembro excelente modelo y Madre.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tus fieles, alegres bajo la protección de la
santísima Virgen María, verse libres, por su intercesión, de los males de este
mundo y alcanzar los gozos eternos del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintio (1 Co 10,
14-22)
QUERIDOS HERMANOS, huid de la idolatría. Os hablo como a personas sensatas;
juzgad vosotros lo que digo.
El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la sangre de
Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo?
Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues
todos comemos del mismo pan. Considerad al Israel según la carne: ¿los que
comen de las víctimas no se unen al altar?
¿Qué quiero decir? ¿Que las víctimas sacrificadas a los ídolos son algo o que
los ídolos son algo? No, sino que los gentiles ofrecen sus sacrificios a los
demonios, no a Dios; y no quiero que os unáis a los demonios. No podéis beber
del cáliz del Señor y del cáliz de los demonios. No podéis participar de la
mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O vamos a provocar los celos del
Señor? ¿Acaso somos más fuertes que él?
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 115, 12-13. 17-18 [R.: 17a])
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
V. ¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor.
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
V. Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando el nombre del Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
╬ Lectura del santo Evangelio según san
Lucas (Lc 6, 43-49)
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, decía Jesús a sus discípulos:
«No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por
ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las
zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que
es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la
boca.
¿Por qué me llamáis Señor, Señor , y no hacéis lo que digo? Todo el que viene a
mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se
parece: se parece a uno que edificó una casa: cayó, ahondó y puso los cimientos
sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo
derribarla, porque estaba sólidamente construida.
El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre
tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó
desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Papa Francisco, Ángelus
3-marzo-2019
El fruto son las
acciones, pero también las palabras. La calidad del árbol también se conoce de
las palabras. Efectivamente, quien es bueno saca de su corazón y de su boca el
bien y quien es malo saca el mal, practicando el ejercicio más dañino entre
nosotros, que es la murmuración, el chismorreo, hablar mal de los demás. Esto
destruye; destruye la familia, destruye la escuela, destruye el lugar de
trabajo, destruye el vecindario. Por la lengua empiezan las guerras. Pensemos
un poco en esta enseñanza de Jesús y preguntémonos: ¿Hablo mal de los demás?
¿Trato siempre de ensuciar a los demás? ¿Es más fácil para mí ver los defectos
de otras personas que los míos? Y tratemos de corregirnos al menos un poco: nos
hará bien a todos. Invoquemos el apoyo y la intercesión de María para seguir al
Señor en este camino.
Misa vespertina del XXIV Domingo del tiempo ordinario (verde).
Liturgia
de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Los preceptos evangélicos no son otra cosa que las enseñanzas divinas, fundamentos que edifican la esperanza, cimientos que corroboran la fe, alimentos del corazón, garantía para la obtención de la salvación» (San Cipriano).
«Sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Entonces seréis bienaventurados y vuestra alegría contagiará a los demás» (Benedicto XVI).
«(…) Los preceptos del Decálogo establecen los fundamentos de la vocación del hombre, formado a imagen de Dios. Prohíben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo, y prescriben lo que le es esencial (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.962).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Los preceptos evangélicos no son otra cosa que las enseñanzas divinas, fundamentos que edifican la esperanza, cimientos que corroboran la fe, alimentos del corazón, garantía para la obtención de la salvación» (San Cipriano).
«Sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Entonces seréis bienaventurados y vuestra alegría contagiará a los demás» (Benedicto XVI).
«(…) Los preceptos del Decálogo establecen los fundamentos de la vocación del hombre, formado a imagen de Dios. Prohíben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo, y prescriben lo que le es esencial (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.962).
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