08 de abril - VIERNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA, feria - Abstinencia

 



 
 VIERNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA, feria
 Viernes de la I Semana del Salterio (Liturgia de las Horas,
 Tomo II)


HORARIOS
PARA LOS DÍAS DE SEMANA SANTA




PROGRAMA PARROQUIAL:
VIERNES, 08 DE ABRIL

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.30 h.

- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.

- Confesiones: de 10.30 h. a 13.30 h., como preparación para la Pascua.

- Misa exequial de +JOSÉ RAMÓN CUMBRERAS MÁRQUEZ, en la Parroquia (a las 16.00 h.).

- Celebración Cuaresmal con los jóvenes de Confirmación I y Confirmación II, en la Parroquia (a las 18.00 h.).

- Rezo del Vía Crucis, en la Parroquia (a las 19.00 h.).


- Rezo del Santo Rosario en la Parroquia (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Viernes de la V Semana de Cuaresma (a las 20.30 h.).



La Cuaresma:
El Señor está con nosotros


El Tweet del Papa:




NOTICIAS DE ACTUALIDAD


    Portada



SANTORAL DE HOY

Elogio: Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto, quien, dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas.

Refieren a este santo: San Pinito de Cnosos.


Elogio: En el convento de Belmonte, cerca de Cuenca, en España, beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, que trabajó con todas sus fuerzas para la salvación de las almas y en magnificar la gloria de la Trinidad.


   San Agabo, santo del NT   

Conmemoración de san Agabo, profeta, que, según atestiguan los Hechos de los Apóstoles, movido por el Espíritu Santo anunció una gran hambre sobre toda la tierra, así como las dificultades que Pablo tuvo que soportar de los gentiles. († s. I)

   Santos Herodión, Asíncrito y Flegón, santos del NT   

Conmemoración de los santos Herodión, Asíncrito y Flegón, a los que el apóstol san Pablo saluda en la Carta a los Romanos. († s. I)

   San Dionisio de Corinto, obispo   

Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto, quien, dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas. († c. 180)

   Santos Timoteo, Diógenes, Macario y Máximo, mártires

En Antioquía, en Siria, santos Timoteo, Diógenes, Macario y Máximo, mártires. († s. inc.)

   San Dionisio de Alejandría, obispo y confesor

En Alejandría de Egipto, san Dionisio, obispo, varón de gran erudición, que, insigne por haber confesado su fe muchas veces y admirable por la diversidad de sufrimientos y tormentos padecidos, descansó ya anciano, manteniendo siempre la fe, en tiempo de los emperadores Valeriano y Galieno. († c. 265)

   San Amancio de Como, obispo   

En Como, de la Liguria, san Amancio, obispo, que fue el tercero en la cátedra de esta Iglesia y fundó la basílica de los Apóstoles. († c. 448)

   Beato Clemente de Osimo, religioso presbítero   

En Orvieto, de la Toscana, en Italia, beato Clemente de Osimo, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que dirigió y promovió la Orden con gran eficacia y adaptó sabiamente sus leyes. († 1291)

   Beato Julián de San Agustín, religioso   

En Alcalá de Henares, en España, beato Julián de San Agustín, religioso de la Orden de Hermanos Menores Descalzos, que, tomado por loco a causa de su exagerada penitencia, y varias veces rechazado de la vida religiosa, predicó a Cristo más con el ejemplo de su virtud que con la palabra. († 1606)

   Santa Julia Billiart, virgen y fundadora

En Namur, junto al Mosa, en Brabante, santa Julia Billiart, virgen, que, para asegurar la educación de las jóvenes, fundó la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora y propagó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. († 1816)

   Beato Augusto Czartoryski, religioso presbítero   

En Alassio, cerca de Albenga, de la Liguria, en Italia, beato Augusto Czartoryski, presbítero de la Sociedad de San Francisco de Sales, cuya salud enfermiza no le impidió caminar según la llamada de Dios y mostrar eximios ejemplos de santidad. († 1893)

   Beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, religioso presbítero   

En el convento de Belmonte, cerca de Cuenca, en España, beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, que trabajó con todas sus fuerzas para la salvación de las almas y en magnificar la gloria de la Trinidad. († 1927)


LITURGIA DE HOY

Misa de feria (morado).

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.

LECC.: vol. II.

- Jer 20, 10-13. El Señor es mi fuerte defensor.
- Sal 17. R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.
- Jn 10, 31-42. Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.

Liturgia de las Horas: oficio de feria.

Martirologio: elogs. del 9 de abril, pág. 246.

CALENDARIOS: Servitas: Santa María al pie de la cruz (F).


Antífona de entrada Sal 30, 10. 16. 18

Piedad, Señor, que estoy en peligro, líbrame de mis enemigos que me persiguen; Señor, no quede yo defraudado tras haber acudido a ti.

Monición de entrada

Al acercarse la Semana Santa, la piedad cristiana ha dedicado tradicionalmente este viernes de la quinta semana de Cuaresma a la meditación de la pasión del Señor y a la contemplación del sufrimiento de la Virgen María. Su presencia durante la vida pública de Cristo fue discreta, pero aparece de nuevo en la pasión y muerte de su Hijo. Junto a la cruz del Señor la Virgen sufrió como nadie por los tormentos que él padeció, de este modo y para siempre María está íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora.
Al confiarle el cuidado materno del discípulo amado, la Virgen de los Dolores es para nosotros ejemplo de fortaleza y consuelo en nuestros sufrimientos, y su ejemplo nos ayuda a vivir, como ella, fieles en el seguimiento de Cristo, en los momentos tanto de gozo como de dolor.


Oración colecta

Perdona las culpas de tu pueblo, Señor,
y que tu bondad nos libre de las ataduras del pecado,
que hemos cometido a causa de nuestra debilidad.
Por nuestro Señor Jesucristo.

O bien:

Oh, Dios, que en este tiempo otorgas con bondad a tu Iglesia
imitar devotamente a santa María
en la contemplación de la pasión de Cristo,
concédenos, por la intercesión de la Virgen,
adherirnos cada día más firmemente a tu Hijo unigénito
y llegar finalmente a la plenitud de su gracia.
Él, que vive y reina contigo.

LECTURAS DE LA MISA

PRIMERA LECTURA 
El Señor es mi fuerte defensor

Lectura del libro de Jeremías (Jr 20, 10-13)

OÍA la acusación de la gente:
«“Pavor-en-torno”,
delatadlo, vamos a delatarlo».
Mis amigos acechaban mi traspié:
«A ver si, engañado, lo sometemos
y podemos vengarnos de él».
Pero el Señor es mi fuerte defensor:
me persiguen, pero tropiezan impotentes.
Acabarán avergonzados de su fracaso,
con sonrojo eterno que no se olvidará.
Señor del universo, que examinas al honrado
y sondeas las entrañas y el corazón,
¡que yo vea tu venganza sobre ellos,
pues te he encomendado mi causa!
Cantad al Señor, alabad al Señor,
que libera la vida del pobre
de las manos de gente perversa.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6. 7 [R.: cf. 7])

R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.

V. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.

V. Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.

V. Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.

R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.

V. En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.

R. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.


Versículo antes del Evangelio Jn 6, 63c. 68c
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna.


EVANGELIO
Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 10, 31-42)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Elles replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Hilario, De Trin. 1, 7

¿Qué lugar hay aquí para la adopción, para conceder un nombre, de manera que no sea Hijo de Dios por naturaleza cuando la prueba de que es Hijo de Dios son las obras del poder de su Padre? Porque la creatura no se equipara a Dios, puesto que a El no se le puede comparar naturaleza alguna que le sea ajena. Da testimonio de que El cumple no lo que es suyo sino lo que es de su Padre, a fin de no destruir el hecho de su generación por la grandeza de sus actos. Y como bajo el misterio del cuerpo, tomado y nacido de María, no se veía la naturaleza del Hijo del hombre y de Dios, la fe nos lo avisa por los hechos, diciendo: "Mas si las hago, aunque a mí no me queráis creer, creed a las obras". ¿Por qué, pues, el misterio del nacimiento humano ha de impedir el conocimiento del nacimiento divino, cuando Aquel que ha recibido este nacimiento divino cumple todas sus obras, rodeado de esta humanidad que lo sigue? Haciendo, pues, las obras de su Padre, ha querido demostrar lo que debía creerse en las obras, porque añade: "Para que conozcáis y creáis que El está en mí, y yo en el Padre". Esto significan aquellas palabras: "Soy Hijo de Dios", y esto ( Jn 10, 30): "Yo y el Padre somos una cosa".

 

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Cree para comprender y comprende para creer» (San Agustín).

«Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y no le creyeron… Si tú tienes el corazón cerrado, la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús; somos nosotros quienes abrimos o cerramos nuestro corazón» (Francisco).

«Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre le ha enviado. Invitan a creer en Jesús. Concede lo que le piden a los que acuden a Él con fe. Por tanto, los milagros fortalecen la fe en Aquél que hace las obras de su Padre: éstas testimonian que Él es Hijo de Dios (cf. Jn 10,31-38)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 548).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario