MARTES DE LA II SEMANA DE PASCUA, SAN ISIDORO,
Oficio del Martes de la II Semana del Salterio (oficio propio del día,
PROGRAMA PARROQUIAL:
MARTES, 26 DEABRIL
- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 18.00 h. a 21.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Ensayo de las Comuniones (Grupo I del Sábado), en la Parroquia (a las 17.00 h.).
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Martes de Pascua, en la Parroquia (a las 20.30 h.).
SANTORAL DE HOY
San Cleto, papa
En Roma, conmemoración de san Cleto, papa, el segundo que rigió la Iglesia Romana después de san Pedro. († 88)
San Primitivo, mártir
En el territorio de Gabi, en la trigésima milla de la vía romana de Prenestina, san Primitivo, mártir. († s. inc.)
San Basileo de Amasea, obispo y mártir
En Amasea, en el Ponto, san Basileo, obispo, mártir en tiempo del emperador Licinio. († c. 322)
San Ricario, presbítero
En el eremo del bosque de Crézy, en la región de Amiens, en Neustria, san Ricario, presbítero, que, conmovido por la predicación de unos monjes escoceses, se convirtió a una vida de penitencia. († 645)
San Pascasio Radberto, abad
En el monasterio de Corbie, también en Neustria, san Pascasio Radberto, abad, que expuso de modo claro y lúcido la verdad sobre el Cuerpo y la Sangre del Señor en el misterio de la Eucaristía. († 865)
Santos Guillermo y Peregrino, eremitas
En Foggia, en la Apulia, santos Guillermo y Peregrino, eremitas. († s. XII)
Beatos Domingo y Gregorio, religiosos presbíteros
En el reino de Aragón, beatos Domingo y Gregorio, presbíteros de la Orden de Predicadores, que sin llevar oro ni plata, mendigando cada día el alimento necesario, peregrinaban anunciando a todos la Palabra de Dios. († s. XIV)
San Esteban de Perm, obispo
En el monasterio de la Transfiguración, en la ciudad de Moscú, en Rusia, sepultura de san Esteban, obispo de Perm, que evangelizó a los nativos zyrjani, inventó un alfabeto para su lengua en la que celebrar la liturgia, destruyó ídolos, erigió iglesias y confirmó las verdades de la fe entre aquellas gentes. († 1396)
San Rafael Arnáiz Barón, monje
En el monasterio de san Isidoro de Dueñas, en España, san Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense, que, aquejado todavía novicio por una grave enfermedad, soportó con gran paciencia su maltrecha salud, confiando siempre en el Señor. († 1938)
Beato Julio Junyer Padern, presbítero y mártir
En la aldea de Montjuic, cerca de Girona, también en España, beato Julio Junyer Padern, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, que, durante la persecución contra la fe, alcanzó por el martirio la gloria de la vida eterna. († 1938)
Beatos Estanislao Kubista y Ladislao Goral, mártires
En el campo de concentración de Sachsenhausen, en Alemania, beato Estanislao Kubista, presbítero de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, que durante la ocupación militar de Polonia, encerrado en durísima cárcel, entregó su alma a Dios. Con él se conmemora también al beato Ladislao Goral, obispo auxiliar de Lublín, que padeció en el mismo lugar por defender la dignidad de los hombres y de la fe, falleciendo en día impreciso, víctima de la enfermedad. († 1940)
LITURGIA DE HOY
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. IV.
- 1 Cor 2, 1-10: Vuestra fe se apoye en el poder de Dios.
- Sal 118: R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
- Mt 5, 13-16: Vosotros sois la luz del mundo.
Liturgia de las Horas: oficio de la fiesta. Te Deum.
Martirologio: elogs. del 27 de abril, pág. 277.
CALENDARIOS: Arzobispado Castrense-Cuerpo de Intervención Militar, Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo y Heraldos del Evangelio: Nuestra Señora, Madre del Buen Consejo (S). Agustinos: (F). HH. de las Escuelas Cristianas: (MO). Asuncionistas y Hospitalarios de San Juan de Dios: (ML).
León y Sevilla: San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia (S).
Orden Premonstratense: San Ludolfo, obispo y mártir (MO).
Canónigos Regulares de Letrán: Beatos Bonifacio y Emérito, obispos (ML).
Paúles e Hijas de la Caridad: Traslación de las reliquias de san Vicente de Paúl (ML).
Antífona de entrada Sb 6, 13
Radiante e inmarcesible es la sabiduría, la ven con facilidad los que la aman y quienes la buscan la encuentran. Aleluya.
Monición de entrada
Celebramos hoy la fiesta de san Isidoro de Sevilla, obispo y doctor de la Iglesia. Nació alrededor del año 560. Fue discípulo de su hermano Leandro y sucesor suyo en la sede de Sevilla. En su abundante obra literaria nos ha dejado no solo su magisterio episcopal sino también un compendio de todo el saber de su tiempo. Pastor celoso, infatigable, ordena la sagrada liturgia, preside concilios desviviéndose por todos. Murió en Sevilla el año 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a León, donde hoy recibe culto en la basílica de su nombre.
Se dice Gloria.
Señor, Dios todopoderoso,
tú elegiste a San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia,
para que fuese testimonio y fuente del humano saber;
concédenos, por su intercesión, una búsqueda atenta
y una aceptación generosa de tu eterna verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURAS DE LA MISA
Vuestra fe se apoye en el poder de Dios
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Cor 2, 1-10)
YO MISMO, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado.
También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sabiduría, sí, hablamos, entre los perfectos, pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino que, como está escrito:
«Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 118, 99-100. 101-102. 103-104 [R.: 105])
porque medito tus preceptos.
Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes.
para guardar tu palabra.
No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido.
más que miel en la boca!
Considero tus decretos,
y odio el camino de la mentira.
R. Gloria a ti, Señor.
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Santa Teresa del Niño Jesús, Historia de un alma, cap. 9.
Ahora adivino que la verdadera caridad consiste en soportar todos los defectos del prójimo, en no extrañar sus debilidades, en edificarse con sus menores virtudes; pero he aprendido especialmente que la caridad no debe permanecer encerrada en el fondo del corazón pues 'no se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa'. Me parece que esta antorcha representa la caridad que debe iluminar y alegrar no sólo a aquellos que más quiero, sino a todos los que están en la casa.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«La oración es propiedad del corazón, no de los labios, que Dios no atiende a las palabras de quien ruega sino de quien mira su corazón» (San Isidoro de Sevilla).
«San Isidoro buscó la contemplación de Dios, el diálogo con Dios en la oración y en la lectura de la Sagrada Escritura, así como la acción al servicio de la comunidad humana y del prójimo» (Benedicto XVI).
«El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la Historia (…). Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 782)
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