09 de abril - SÁBADO DE LA V SEMANA DE CUARESMA, feria

 



  SÁBADO DE LA V SEMANA DE CUARESMA, feria
  Sabado de la I Semana del Salterio (Liturgia de las Horas,
  Tomo II)


Ç
HORARIOS
PARA LOS DÍAS DE SEMANA SANTA




PROGRAMA PARROQUIAL:
SÁBADO, 09 DE ABRIL

- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 h. a 13.30 h. y de 17.00 h. a 21.30 h.

ERMITA DE MONTEMAYOR:

- Celebración del Vía Crucis, en procesión hacia la Parroquia con el Cristo de los Milagros (a las 17.00 h.).

HERMANAS DE LA CRUZ:

- Misa I Vísperas del Domingo de Ramos, en las Hermanas de la Cruz (a las 19.00 h.).

SAN FRANCISCO:

- Por motivos del montaje de los pasos de las Hermandades de la Borriquita y de los Remedios hasta el sábado después de Pascua (23 de abril) no tendremos Misa en San Francisco. Sólo habrá Misa en las monjas.



La Cuaresma:
Subir con Jesús a Jerusalén para reunir a todos los hombres





NOTICIAS DE ACTUALIDAD


    Portada

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Opinión

  El obispo apóstata , por Juan Manuel de Prada

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  Hoy el reto del amor es que vayas a una iglesia , por El Reto Del Amor

  Obras son amores. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 31-42 , por ProyectoAmorConyugal.es



SANTORAL DE HOY

Elogio: En el lugar llamado San Vicente, cerca de Briviesca, en la región española de Castilla, santa Casilda, virgen, que, nacida en la religión mahometana, ayudó con misericordia a los cristianos detenidos en la cárcel, y después, ya cristiana, vivió como eremita.


   San Máximo de Alejandría, obispo y confesor

En Alejandría, en Egipto, san Máximo, obispo, que, siendo presbítero, compartió el exilio y la confesión de la fe con el obispo san Dionisio, al que después sucedió. († 282)

   San Edesio, mártir

En la misma ciudad, san Edesio, mártir, hermano de san Apiano, que bajo el emperador Maximino reprochó abiertamente al juez el haber entregado a los leones a las vírgenes consagradas a Dios, y por esta causa fue detenido por los soldados, torturado y, finalmente, por perseverar en Cristo el Señor, arrojado al mar. († c. 307)

   San Demetrio, mártir

Cerca de Sirmio, en Panonia, san Demetrio, mártir, muy venerado en todo el Oriente y, especialmente, en la ciudad de Tesalónica. († s. III/IV)

   San Eupsiquio, mártir   

En Cesarea de Capadocia, san Eupsiquio, mártir, que bajo el emperador Juliano el Apóstata, por haber destruido el templo de la diosa Fortuna, sufrió el martirio. († c. 362)

   San Liborio de Le Mans, obispo   

En Cenomanum (hoy Le Mans), en la Galia Lugdunense, san Liborio, obispo. († s. IV)

   San Acacio de Amida, obispo

En Amida (hoy Diyarbakir), de Mesopotamia, san Acacio, obispo, que para redimir a unos persas cautivos y sometidos a crueles torturas, persuadió al clero y llegó a vender a los romanos los vasos sagrados de la Iglesia. († s. V)

   Santa Valdetrudis, fundadora   

En Castroloco (hoy Mons), de Henao, en Neustria, santa Valdetrudis, que fue hermana de santa Aldegundis, esposa de san Vicente Madelgario y madre de cuatro santos, y, a semejanza de su marido, se ofreció a Dios y recibió el hábito monástico en el cenobio fundado por ella misma. († 688)

   San Hugo de Rouen, abad y obispo   

En el monasterio de Jumiéges, también en Neustria, san Hugo, obispo de Rouen, el cual gobernó a la vez el cenobio de Fontenelle y las iglesias de París y Bayeux, y finalmente, tras renunciar a estos cargos, estuvo al frente del monasterio de Jumiéges. († 730)

   San Gauquerio, religioso presbítero

En Aureil, en la región de Limoges, en Francia, san Gauquerio, canónigo regular, que, para el clero, fue ejemplo de vida en común y de celo por las almas. († 1140)

   Beato Ubaldo Adimari, religioso presbítero   

En el monte Senario, en la Toscana, beato Ubaldo Adimari, presbítero de la Orden de Siervos de María, que pasó de la milicia terrestre al servicio de María, por obra de san Felipe Benizi. († 1315)

   Beato Tomás de Tolentino, presbítero y mártir   

En Tana, en la India occidental, beato Tomás de Tolentino, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que habiendo viajado hasta el imperio chino para anunciar el Evangelio, al dirigirse después hacia el territorio de los tártaros y de los hindúes coronó su misión con un glorioso martirio. († 1321)

   Beato Antonio Pavoni, presbítero y mártir   

En Bricherasio, cerca de Pinerolo, en el Piamonte, beato Antonio Pavoni, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que al salir de la iglesia, tras haber predicado contra la herejía, fue ferozmente apuñalado. († 1374)

   Beata Margarita Rutan, virgen y mártir

En Dax, Francia, beata Margarita Rutan, virgen y mártir, hermana de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, superiora de la comunidad en el hospital de Dax, muerta en la guillotina por mantener la confesión de Cristo. († 1794)

   Beata Celestina Faron, virgen y mártir

En el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beata Celestina Faron, virgen de la Congregación de las Pequeñas Siervas de la Inmaculada Concepción y mártir, la cual, al ser ocupada militarmente Polonia en tiempo de guerra, por mantener la fe de Cristo fue deportada a dicho lugar, donde, agotada por las privaciones, alcanzó la gloriosa corona. († 1944)

   Beata Lindalva Justo de Oliveira, virgen y mártir

En San Salvador de Bahía, Brasil, beata Lindalva Justo de Oliveira, virgen y mártir († 1993)


LITURGIA DE HOY

DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA

La Semana Santa

138. "Durante la Semana Santa la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén".

Es muy intensa la participación del pueblo en los ritos de la Semana Santa. Algunos muestran todavía señales de su origen en el ámbito de la piedad popular. Sin embargo ha sucedido que, a lo largo de los siglos, se ha producido en los ritos de la Semana Santa una especie de paralelismo celebrativo, por lo cual se dan prácticamente dos ciclos con planteamiento diverso: uno rigurosamente litúrgico, otro caracterizado por ejercicios de piedad específicos, sobre todo las procesiones.

Esta diferencia se debería reconducir a una correcta armonización entre las celebraciones litúrgicas y los ejercicios de piedad. En relación con la Semana Santa, el amor y el cuidado de las manifestaciones de piedad tradicionalmente estimadas por el pueblo debe llevar necesariamente a valorar las acciones litúrgicas, sostenidas ciertamente por los actos de piedad popular.

Domingo de Ramos

Las palmas y los ramos de olivo o de otros árboles

139. "La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos "de la Pasión del Señor", que comprende a la vez el triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión".

La procesión que conmemora la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén tiene un carácter festivo y popular. A los fieles les gusta conservar en sus hogares, y a veces en el lugar de trabajo, los ramos de olivo o de otros árboles, que han sido bendecidos y llevados en la procesión.

Sin embargo es preciso instruir a los fieles sobre el significado de la celebración, para que entiendan su sentido. Será oportuno, por ejemplo, insistir en que lo verdaderamente importante es participar en la procesión y no simplemente procurarse una palma o ramo de olivo; que estos no se conserven como si fueran amuletos, con un fin curativo o para mantener alejados a los malos espíritus y evitar así, en las casas y los campos, los daños que causan, lo cual podría ser una forma de superstición.

La palma y el ramo de olivo se conservan, ante todo, como un testimonio de la fe en Cristo, rey mesiánico, y en su victoria pascual.



(Hasta la Hora Nona)

Misa de sábado (morado).

MISAL: ants. y oracs. props., Pf. Cuaresma.

LECC.: vol. II.

- Ez 37, 21-28. Los haré una sola nación.
- Salmo: Jer 31, 10-13. R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
- Jn 11, 45-57. Para reunir a los hijos de Dios dispersos.

Liturgia de las Horas: oficio de sábado.

Martirologio: elog. prop. del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, pág. 44, y elogs. del 10 de abril, pág. 248.


Antífona de entrada Cf. Sal 21, 20. 7

Señor, no te quedes lejos, defiéndeme; porque soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo.

Oración colecta

Oh, Dios, que has hecho a todos los renacidos en Cristo
pueblo escogido y sacerdocio real,
concédenos querer y realizar cuanto nos mandas,
para que el pueblo, llamado a la vida eterna,
tenga una misma fe en el corazón
y una misma santidad en los actos.
Por nuestro Señor Jesucristo.


LECTURAS DE LA MISA

Audio y comentario del Evangelio de hoy


PRIMERA LECTURA
Los haré una solo nación

Lectura de la profecía de Ezequiel (Ez 37, 21-28)

ESTO DICE el Señor Dios:
«Recogeré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los reuniré de todas partes para llevarlos a su tierra. Los haré una sola nación en mi tierra, en los montes de Israel. Un solo rey reinará sobre todos ellos. Ya no serán dos naciones ni volverán a dividirse en dos reinos.
No volverán a contaminarse con sus ídolos, sus acciones detestables y todas sus transgresiones. Los liberaré de los lugares donde habitaban y en los cuales pecaron. Los purificaré;
ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. Caminarán según mis preceptos, cumplirán mis prescripciones y las pondrán en práctica. Habitarán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, en la que habitaron sus padres: allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre, y mi siervo David será su príncipe para siempre.
Haré con ellos una alianza de paz, una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y reconocerán las naciones que yo soy el Señor que consagra a Israel, cuando esté mi santuario en medio de ellos para siempre».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL (Jr 31, 10. 11-12ab. 13 [R.: cf. 10d])

R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño


V. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño.

R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.

V. Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte».
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor.

R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.

V. Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas.

R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.


Versículo antes del Evangelio Cf. Ez 18, 31
Apartad de vosotros todos vuestros delitos —dice el Señor—, renovad vuestro corazón y vuestro espíritu.


EVANGELIO
Para reunir a los hijos de Dios dispersos

╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 11, 45-57)
R. Gloria a ti, Señor.

EN AQUEL TIEMPO, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:
«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:
«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:
«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazaret 2

A las palabras de Caifás, que equivalían prácticamente a una condena a muerte, Juan ha añadido un comentario en la perspectiva de fe de los discípulos. Primero subraya –como ya hemos observado– que las palabras sobre el morir por el pueblo habían tenido su origen en una inspiración profética, y prosigue: «Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos» (Jn 11, 52). Efectivamente, esto se corresponde ante todo con el modo de hablar judío. Expresa la esperanza de que en el tiempo del Mesías los israelitas dispersos por el mundo serían reunidos en su propio país (cf. Barrett, p. 403).
Pero en labios del evangelista estas palabras adquieren un nuevo significado. El reencuentro ya no se orienta a un país geográficamente determinado, sino a la unificación de los hijos de Dios; aquí resuena ya la palabra clave de la oración sacerdotal de Jesús. La reunión mira a la unidad de todos los creyentes y, por tanto, alude a la comunidad de la Iglesia y, ciertamente, más allá de ella, a la unidad escatológica definitiva.
Los hijos de Dios dispersos no son únicamente los judíos, sino los hijos de Abraham en el sentido profundo desarrollado por Pablo: aquellos que, como Abraham, están en busca de Dios; quienes están dispuestos a escucharlo y a seguir su llamada; personas, podríamos decir, en actitud de «Adviento».
Se pone así de manifiesto la nueva comunidad de judíos y gentiles (cf. Jn 10, 16). De este modo se abre desde aquí un nuevo acceso a las palabras de la Última Cena sobre los «muchos» por los que el Señor da la vida: se trata de la congregación de los «hijos de Dios», es decir, de todos aquellos que se dejan llamar por Él.


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Uno solo murió por todos; y éste mismo es quien ahora por todas las iglesias, en el misterio del pan y del vino, inmolado, nos alimenta; creído, nos vivifica; consagrado, santifica a los que los consagran» (San Gaudencio de Brescia).

«Para los cristianos siempre habrá persecuciones, incomprensiones. Pero hay que afrontarlas con la certeza de que Jesús es el Señor, y éste es el desafío y la cruz de nuestra fe» (Francisco).

«(…) La Biblia venera algunas grandes figuras de las “naciones”, como “Abel el justo”, el rey-sacerdote Melquisedec (…), o los justos “Noé, Daniel y Job”. De esta manera, la Escritura expresa qué altura de santidad pueden alcanzar los que viven según la alianza de Noé en la espera de que Cristo ‘reúna en uno a todos los hijos de Dios dispersos’ (Jn 11,52)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 58).


 

Después de la Hora Nona:

SEMANA SANTA
Segunda semana del Salterio


Misa vespertina del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (rojo).
Liturgia de las Horas: I Vísp. del oficio dominical. Comp. Dom. I.

 

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