JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Jueves de la Octava de Pascua - I Semana del Salterio
- Horario de la parroquia: abierta de 10.30 a 13.30 h. y de 18.00 a 21.00 h.
- Horario de despacho: de lunes a viernes, de 10.30 h. a 13.30 h y de 17.00 h. a 20.00 h.
- Misa exequial de +FRANCISCO GREGORIO PERELES PONCE, en la parroquia (a las 11.00 h.).
- Misa exequial de +ANTONIA QUINTERO BENAVAT, en la Parroquia (a las 12.30 h.).
- Ensayo de las Comuniones (Grupo I del Domingo), en la Parroquia (a las 17.00 h.).
- Exposición del Santísimo y Rezo de Vísperas con la catequesis del Papa (a las 18.00 h.).
Para la transmisión en directo, pincha aquí
- Rezo del Santo Rosario (a las 20.00 h.) y Eucaristía del Jueves de la Octava de Pascua (a las 20.30 h.): Primer Día de Triduo de Romería de la Virgen de Montemayor
En su video mensaje del lunes 18 de abril, el Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, tras 54 días de guerra, eleva sus oraciones por las ciudades del país donde se están librando batallas feroces y agradece a todos los que apoyan a Ucrania en el anhelo de la libertad y la independencia.
SANTORAL DE HOY
San Apolonio, mártir
En Roma, conmemoración de san Apolonio, filósofo y mártir, que en tiempo del emperador Cómodo, ante el prefecto Perenio y el Senado, defendió con aguda palabra la causa de la fe cristiana, y la confirmó con el testimonio de su sangre al ser condenado a la pena capital. († 185)
San Aristo, presbítero y mártir
En Alejandría, en Egipto, san Aristo, presbítero y mártir. († s. inc.)
San Anastasio del Monte Sinaí, abad
En el monte Sinaí, san Anastasio, hegúmeno, que defendió incansablemente la fe ortodoxa ante los monofisitas y escribió muchos sermones útiles para la salvación de las almas. († c. 700)
San Maelrubo, abad
En el monasterio de Applecroos, en Escocia, san Maelrubo, abad, que, oriundo de Irlanda y monje de Bangor, fundó un monasterio de misioneros, desde el cual, durante cincuenta años, difundió la luz de la fe a la población de aquellas regiones. († 722)
Beato Juan Saziari, religioso
En la ciudad de Cagli, en el Piceno, beato Juan Saziari, religioso de la Tercera Orden Regular de San Francisco. († c. 1372)
Beato Bartolomé Cerveri, presbítero y mártir
En Cervere, cerca de Fossano, en el Piamonte, beato Bartolomé Cerveri, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que luchó por defender la fe católica y confirmó su entrega al morir alanceado por unos herejes. († 1466)
San Conrado Birndorfer de Parzham, religioso
En Altötting, en la región de Baviera, en Alemania, san Conrado (Juan) Birndorfer de Parzham, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que durante más de cuarenta años ejerció el humilde oficio de portero, siempre generoso con los pobres, y que jamás despidió a un menesteroso sin haberle ofrecido una ayuda cristiana con sus amables palabras. († 1894)
San Román Adame Rosales, presbítero y mártir
En Nochistlán, en el territorio de Guadalajara, en México, san Román Adame Rosales, presbítero y mártir, que en la persecución contra la Iglesia fue martirizado por confesar a Cristo Rey. († 1927)
LITURGIA DE HOY
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., sin Cr., Pref. Pasc. I «en este día», embolismos props. en las PP. EE. No se puede decir la PE IV. Despedida con doble «Aleluya».
LECC.: vol. II.
- Hch 3, 11-26: Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
- Sal 8: R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
- Secuencia (opcional): Ofrezcan los cristianos.
- Lc 24, 35-48: Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
Liturgia de las Horas: oficio del jueves de la Octava. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 22 de abril, pág. 269.
CALENDARIOS: Calahorra y La Calzada-Logroño: Aniversario de la muerte de Mons. Ramón Bua Otero, obispo, emérito (2012).
Segorbe-Castellón: Aniversario de la muerte de Mons. José María Cases Deordal, obispo, emérito (2002).
LECTURAS DE LA MISA
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 3, 11-26)
EN AQUELLOS DÍAS, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al pórtico llamado de Salomón, donde estaban ellos. Al verlo, Pedro dirigió la palabra a la gente:
«Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios Jo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Por la fe en su nombre, este, que veis aquí y que conocéis, ha recobrado el vigor por medio de su nombre; la fe que viene por medio de él le ha restituido completamente la salud, a la vista de todos vosotros.
Ahora bien, hermanos, sé que Jo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios, y envíe a Jesús, el Mesías que os estaba destinado, al que debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Moisés dijo: “El Señor Dios vuestro hará surgir de entre vuestros hermanos un profeta como yo: escuchadle todo lo que os diga; y quien no escuche a ese profeta será excluido del pueblo”. Y, desde Samuel en adelante, todos los profetas que hablaron anunciaron también estos días.
Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán:
“En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra”. Dios resucitó a su Siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros para que os traiga la bendición, apartándoos a cada uno de vuestras maldades».
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 8, 2a y 5. 6-7. 8-9 [R.: 2ab])
el ser humano, para mirar por él?
R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
V. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies.
R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
V. Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
EVANGELIO
╬ Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 24, 35-48)
EN AQUEL TIEMPO, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Palabra del Señor.
San Gregorio Magno, Reg. pastor part. 3, cap. 26
La Verdad divina, después de haber instruido suficientemente a sus discípulos acerca del valor de la predicación, les mandó que permaneciesen en la ciudad hasta el momento en que fuesen investidos del poder divino. Al preparar de este modo a los que quería que predicasen, ha dado ejemplo a los demás para evitar que predicasen sin preparación. Permanecemos en la ciudad, cuando nos recogemos interiormente para no disiparnos hablando exteriormente, pero cuando somos investidos del poder divino, debemos como salir de nosotros mismos, instruyendo a los demás.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión con sus dolores» (San Cirilo de Jerusalén).
«El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos» (Francisco).
«La muerte redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente. Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente. Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús, luego a los propios apóstoles» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 601).
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